Capítulo #1. "Hambre emocional"
12/09/2015. 12:42 PM.
Avenida Hamadú.
Esto es todo, mi vida se acabó, pero antes, déjenme presentarme tal como se debe... Amberly Linch era mi nombre, uno completamente atípico en la comunidad en la que vivía y la cual terminó por robarme las más bonitas ilusiones así como mi aspiración a ser perfecta cuando en realidad eso estaba muy lejos de que pudiera pasar. Dicho pueblucho, en América Latina fue un infierno terrenal desde que tenía memoria aunque luego de 16 años este mismo me permitiría vivir un mejor panorama luego de la tormenta.
Más por ende, comenzaré por el principio, en un breve pincelazo de lo que fue mi trayecto escolar durante el primer año de primaria, y como podrán adivinar, no fue para nada agradable o placentero de recordar tan si quiera un poco debido al constante dolor que me causó aunque intentara rectificar mi camino y volver a "una vida normal".
Una vez que entré a clases a los ocho años de edad, se sintió como si fuera un espacio sombrío lleno de caras amargas y tristes a plena luz del día tras separarse del seno materno, lo cual, me dio la impresión de agotamiento inmediato poco después de sentarme en mi lugar justo al lado de unos niños burlones que no paraban de reírse entre ellos aunque no sabía el chiste o la razón de sus risas y, por el otro lado, casi todas las niñas de mi edad me veían como a un fenómeno tras cuchichear en secreto tal como mis vecinas y tampoco lo podía entender hasta que dos semanas después, una niña cuyo nombre era Evelin Fernanda me obsequió un desgastado espejito color plateado para reflejar mi cuerpo y fue cuando caí en cuentas de lo que en realidad sucedía: era muy gorda, cachetona y mimada, por lo tanto, en el mundo en el que vivíamos las personas como yo no éramos bienvenidos, sin embargo ella se convirtió en mi mejor amiga desde entonces porque le caí bien a pesar de ser la burla del salón porque no le importaban las apariencias, o al menos eso creía yo.
06/02/2007. 08:00 AM.
Escuela primaria Carmen Naranjo.
Atenas, Costa Rica.
—Hey, tú, ¿puedes explicarme qué sucede?, es que siento que no me presenté bien o les caigo mal a nuestros nuevos compañeros.
—¡Uff!, niña, ¿qué dijiste? ¿es enserio que aún no te das cuenta? ¡ya déjame en paz o le diré a mis papitos!
—Solo quiero saber, ¿es algo sobre mi? ¿tengo algo malo?
—... Bien, si tanto quieres enterarte de la verdad pues adelante, ven conmigo, mi mami me dio algo esta mañana y lo compartiré contigo, ah, ¿cómo era que te llamabas?, ya lo olvidé por completo.
—Amberly, ese es mi nombre, querida amigüita.
—Amberly, primero que nada yo no soy tu amigüita y mi nombre es Evelin Fernanda, no querida como dicen mis raras tías cada vez que me visitan o van a la iglesia, ahora, toma esto y observa la realidad.
Fue en ese justo instante en el que mi corazón se detuvo y dejé salir un dramático suspiro, pues nunca antes me había visto tan de cerca porque en mi casa no habían espejos o reflejantes capaces de mostrar mi cuerpo tal y como era aunque mamá y papá tuvieran el mismo peso que yo, lo cual, veía completamente normal hasta que aquella compañera me enseñó que mi vida era una completa broma pesada, literalmente.
2 Horas después.
—Mami, dime una cosa, ¿hay algo mal conmigo? ¿te parezco fea?
—¡Amberly Michelle! ¡no digas tonterías! ¡tú eres mi bolita regordeta!, siempre te lo he dicho, ¿por qué? ¿estás bien?
—Ahm... Sí mami, estoy bien, solo era una simple pregunta, nada más.
—Okey amorcito, ya es hora de comer y adivina qué... Hay pizza extragrande con queso y peperoni y Coca Cola para darle más sabor ¿cuántas rebanadas quieres?
—Ma, es que yo...
—Ah, ya se, ¿Quieres 9 pedazos?, si, la última vez que comiste este manjar de los dioses fue muy poquito, solo 6 pero esta vez no escaparás de una buena dósis acompañada con pan de ajo recién hecho, calzone, mucha salsa de especias y queso cheddar.
—Mamita mira, la verdad es que no quiero comer eso, ¿por casualidad hay ensalada o vegetales?
—¿Bromeas, verdad? ¿cómo vas a rechazar todo este banquete?, vamos niña, ¡cómetelo todo y punto!, no te hará ningún daño porque más tarde comeremos helado de chocolate.
—Bien mami, si eso dices yo te creo, todo se ve delicioso y estoy cansada, creo que Evelin se equivocó, la comida es lo mejor del mundo.
—¿Evelin? ¿quién es ella?
—... Mi amiga imaginaria, si.
—Como sea, niña, solo come que en esta familia somos buenos para el diente y más cuando se trata de estas delicias culinarias, Amberly.
Y sí, me sentí muy mal por primera vez en muchísimo tiempo a pesar de comer de ese modo desde que nací pero hoy fue el golpe tan necesario que ocupaba porque gracias a Evelin la comida chatarra del almuerzo me cayó pesada y vomité toda la noche pero, para mi sorpresa, mis padres no tuvieron indigestión y en lugar de ayudarme no se dignaron a levantarse de sus camas tras dormir tan profundo como unas orcas.
...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top