ACTO I (Séptima Escena)
Escena VII: La conversación de Lureda Linte Ortuye y Mundria Ortuye
Fecha: 24 de julio del 1901 (Día)
Personajes:
· Lureda Linte Ortuye
· Mundria Ortuye
· Limeño 1
· Limeño 2
· Limeño 3
· Limeña 1
· Limeña 2
· Limeña 3
Lugar: Jirón Huallaga
(Descripción del lugar: Jirón Huallaga es un espacio amplio que consta de los siguientes aspectos. En el lado izquierdo, se muestra una vereda y un edificio amarillo arquitectónico de Lima que muestras diversas farmacias, bodegas y tiendas locales. Al frente del escenario, se muestra una pista gris y negra donde atraviesan carros de diferentes provincias de Lima. En el lado derecho, se ubica otro edificio amarillo arquitectónico que contiene bodegas, farmacias y tiendas locales.)
(Se abre el telón)
(Ingresa Lureda Linte Ortuye caminando al escenario por el pasillo izquierdo)
(Ingresa Mundria Ortuye caminando al escenario por el pasillo izquierdo)
Lureda: (disgustada) Madre, ahora no tengo ganas de salir a estas calles, porque mi padre fue baleado en estas calles. No quiero que nadie me pregunte sobre mi padre, porque me sentiré forzada. Nosotras las damas no tenemos buenos oficios ni tenemos derechos. Además, somos forzadas a trabajar en la casa, porque vivimos en una sociedad errónea.
Mundria: (sincera) No es justo que nos hayan visto como personas solo dedicadas a la limpieza. Yo no necesito que algún hombre me deba mantener. No es justo que nosotros tengamos que empezar a tener un comportamiento en contra de los hombres. Hay que empezar a ser feministas, aunque eso se encuentra prohibido.
Lureda: (disgustada) Madre, la verdad es que yo me encuentro mal, porque me siento totalmente lista. Siempre es bueno que nos contemos todo para que seamos buenas mujeres. Ya te digo que tu padre pensaba que ibas a salir varón y te envió un par de zapatos. No me siento totalmente lista para asistir con Tomadros.
Mundria: (aterrada) Tomadros me asusta, porque la verdad es que es un hombre que normalmente no se comporta bien. Me parece que me recuerda a los españoles conquistadores que eran irrespetuosos con las mujeres. Me interesa que nosotras nos defendamos de él, porque es demasiado grosero.
Lureda: (disgustada) Mundria, la verdad es que yo me siento completamente observada por Tomadros. Siempre ese hombre me hace sufrir con sus comentarios hirientes y llenos de ironía. Parece que su familia es de linaje español, porque siempre me invita a ir a España para que conozca Europa.
Mundria: (sorprendida) Entonces no es tan malo como crees. Solo dale una oportunidad para que veas el buen futuro que puedes tener. Para mujeres como nosotras, pues lamentablemente no podemos tener las libertades de elegir lo que queramos, porque no tenemos derechos que nos respalden.
Lureda: (pensativa) Tal vez yo pueda seguirlo y espiar lo que él hace en la alcaldía. No soy una mujer tonta, porque puedo ser consciente cuando las personas me están engañando una y otra vez. Espero que ese hombre sea un poco más inteligente que yo voy a poder. Es tan gratificante que todos nos encontremos bien.
Mundria: (asombrada) Lureda, ya te advierto que yo me encuentro totalmente lista para poder tener una charla con Tomadros. Ese hombre se las va a ver conmigo. Nos hemos despertado temprano desde las seis de la mañana para conversar con él, pero no aparece. Parece que ni siquiera se digna en aparecer.
Lureda: (preocupada) Mundria, ya te advierto que yo me encuentro totalmente atenta ante todas las noticias que lleguen de Tomadros. Es increíble la reputación tan buena que tiene Tomadros. Siempre los limeños acostumbran a verlo como un héroe, pero en realidad no es así. Simplemente lo hacen, porque es de raza blanca.
Mundria: (alarmada) Lureda, eres una dama que merece ser respetada, pero recuerda que en estos tiempos las mujeres peruanas solo somos vistas como esposas o amas de casa. Me contaste antes que tu sueño es convertirte en una diseñadora, pero ya te digo que ese oficio está prohibido para las mujeres.
Lureda: (preocupada) Madre, lo que sucede es que me apasionan los diseños, porque me encanta dibujar una y otra vez. No hay duda de que en el futuro yo seré una gran profesional. Es cuestión de que empecemos a inscribirme en una academia. Mis pasatiempos son escribir y leer sobretodo.
Mundria: (sincera) Hija, tú sabes que eso está restringido por la sociedad conservadora en la que vivimos. Nosotras y las mujeres todavía no tienen derechos. Recién sucedieron varias marchas feministas en Londres, pero ahora se está expandiendo. Todavía no llega al Perú, porque el presidente no ha dicho nada sobre eso.
Lureda: (indignada) Es un poco injusto que ni siquiera tenga la oportunidad de ir a la universidad para estudiar lo que me apasiona. Es cuestión de que me lo proponga. No es bueno que Tomadros nos restrinja a nosotras, porque eso no está bien. Es cuestión de que investiguemos a Tomadros. Me apasiona la investigación.
Mundria: (pensativa) Podrías preguntar a cualquier persona con el fin de preguntarle sobre Tomadros, aunque para eso necesitas presentarte ante algunas personas. Recuerda que el telégrafo solo sirve para dar mensaje y es una tecnología muy vieja. Siempre debemos comportarnos como unas damas educada y bien instruidas.
Lureda: (triste) Mundria, la verdad es que me encuentro desanimada, porque mi padre está muerto. A pesar de que pasó un año, pues aún lo extraño demasiado. Es como si él estuviera tan cerca de mí. Es sorprendente, pero es así. Siempre es importante que valoremos a mi padre como un gran hombre.
Mundria: (educada) Lureda, llevo tanto tiempo pensando en comprarte un peine nuevo. Tu cabello lacio lleva mucho tiempo desarreglado y necesitas peinártelo. Te recuerdo que necesitamos un poco más de arreglo en nuestra cara, porque somos las damas más importantes de Lima. Formamos parte de la alcaldía.
Lureda: (indignada) Perdón, madre, pero no voy a ser parte de esa municipalidad. Es crucial que empecemos a tener un poco de precaución cuando Tomadros venga, porque normalmente ese hombre quiere que yo me convierta en su esposa, pero no quiero. Eso debería estar prohibido, porque es matrimonio forzado.
Mundria: (asustada) Hija, tienes razón. A mí solo me regana por ser viuda y ser leal a mi esposo hasta la muerte. Nosotras sabemos una verdad del asesinato que no podemos contar, porque nos matan. Nosotras tenemos algo que ver con el asesinato, porque somos familiares de tu padre.
(Ingresa el Limeño 1 caminando al escenario por el pasillo derecho)
(Ingresa el Limeño 2 caminando al escenario por el pasillo izquierdo)
(Ingresa el Limeño 3 caminando al escenario por el pasillo derecho)
(Ingresa la Limeña 1 caminando al escenario por el pasillo izquierdo)
(Ingresa la Limeña 2 caminando al escenario por el pasillo derecho)
(Ingresa la Limeña 3 caminando al escenario por el pasillo izquierdo)
Limeño 1: (cortés) Amigo, es importante que empecemos a vigilar a Tomadros, porque ya se acercan las fiestas patrias. Estoy emocionado por celebrar la independencia. Ojalá que el alcalde tenga su sentido patriótico por fin. Siempre dice que para él esa fecha es un mal día para él y la verdad no lo entiendo.
Limeño 2: (educado) Amigo, es cierto que el alcalde es reservado, pero promete grandes propuestas de mejora y modernidad. Es tan simple que deberíamos prestar atención a lo que vaya diciendo. Quizás sea bueno que empecemos a tener una mayor responsabilidad como ciudadanos.
(Lureda Linte Ortuye se retira caminando del escenario por el pasillo izquierdo)
(Mundria Ortuye se retira caminando del escenario por el pasillo derecho)
(Limeño 1 se retira caminando del escenario por el pasillo izquierdo)
(Limeño 2 se retira caminando del escenario por el pasillo derecho)
(Limeño 3 se retira caminando del escenario por el pasillo izquierdo)
(Limeña 1 se retira caminando del escenario por el pasillo derecho)
(Limeña 2 se retira caminando del escenario por el pasillo izquierdo)
(Limeña 3 se retira caminando del escenario por el pasillo derecho)
(Cierre del telón) (Fin de la escena VII)
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