17º





Un pánico abismal atraviesa sus ojos como un rayo, profana y consume todo de él, casi como si intentara dejarlo descolocado e indefenso. Kim NamJoon sólo le observa completamente anonadado y Kim SeokJin tiembla en su lugar cuando el peliazul comienza a molestarse. 

A pesar de intentar manejarlo con sumo cuidado, a estas alturas, NamJoon no sab{ia con exactitud qué era lo que realmente le preocupaba. Por supuesto que la idea de tener que enfrentarse a su problema no era algo que le arrebatara el sueño, pero de ninguna manera podía pasar por alto la culpabilidad que le tomaba preso por haber incluido a SeokJin en una guerra mortal en la que él no tenía nada que ver. 

Le observa en su lugar, con su cuerpo temblando y sus ojos mirándole con un pánico desgarrador. Sorprendentemente Kim NamJoon no lo soporta, la sola idea de verlo tan asustado e indefenso, le deja en desventaja. El rubio muerde su labio inferior y evita su mirada en todo momento, tener que estar en ese lugar compartiendo el mismo aire solo hacía que además de sentirse asustado, no pudiera respirar. Todo se volvía tan tenso y Jin se había acostumbrado tanto a sentirse atacado cada vez que estaban juntos, que justo ahora sólo podía sentir su corazón latiendo con fuerza para prepararlo si algo sucedía. 

Justo en ese momento NamJoon camina hacia él, SeokJin se tensa de inmediato y lucha por no hacer tan evidente que está hundiéndose en su lugar conforme el peliazul se acerca. Su mente divaga en un millón de posibilidades y es que él no lo había notado, por supuesto que era casi imperceptible atinar al ánimo tan cambiante de Kim NamJoon y para no ser tomado por sorpresa, Jin simplemente se había aferrado a la idea de que él sólo estaba ahí para amenazarlo o herirlo. 

No pudo contar con exactitud cuantos segundos pasaron, pero pudo compararlo con una sola respiración e incluso con lo que tardó su corazón en dar un latido, pero NamJoon estuvo frente a su rostro en un parpadeo, ni siquiera tuvo el tiempo suficiente para prepararse. 

Sus ojos eran un bello anochecer, debía admitirlo. Tenía una hermosas pupilas castañas y a pesar de haber tenido un mal presentimiento antes, cuando sus miradas se encontraron, sintió una tranquilidad descomunal y efímera. 

La misma persona que lo mantenía en un constante martirio, era la misma persona que había vuelto tranquilo y agradable esa situación. No entendía por qué razón todo estaba cambiando, pero estaba seguro de que no era lo más sano del mundo. Porque el era un monstruo, alguien que le lastimaba y le hacía daño, y aún así nunca había visto un poco de arrepentimiento ante sus acciones. Eso estaba mal y cualquier persona que lo conociera, no podría negarse ante tal acusación tan llena de veracidad. 

— A partir de ahora, prometo que todo cambiará. 

Los ojos de Jin se abren con incredulidad, sin entender a lo que se refería. Pero tan pronto como intenta preguntar a qué se refería, NamJoon se acerca más a él, arrebatándole el aliento y quitándole las palabras de la boca. Por instinto Kim SeokJin retrocede, no es miedo, es simple inseguridad. 

Más sin embargo NamJoon no deja de acercarse, hasta que SeokJin ya no tiene escapatoria y su espacio termina, viéndose obligado a no luchar más por alejarse, porque ya no hay opción. Observa la proximidad en la que se encuentran, su garganta se seca y cuando intenta pasar saliva, un dolor le carcome la traquea. 

NamJoon le toma de uno de los brazos y SeokJin se estremece en sus manos, puede sentirlo, puede verlo, Nam sólo siente una culpabilidad enorme al darse cuenta del daño que ha hecho. Más sin embargo no dice una sola palabra, no se detiene, ni mucho menos vacila, simplemente permanece ahí.

El pecho de Jin sube y baja, y cierra los ojos como si aquello le diera el valor como para soportar el miedo que le abraza con fuerza. Entonces siente la respiración de NamJoon en su cuello, su piel se eriza, un cosquilleo recorre su espina dorsal y todos sus sentidos despiertan y se liberan en su piel erizada. 

Puede sentir el aliento de Kim NamJoon quemándole la piel y no es sólo un comparación relativa, sino literal. Realmente su piel está ardiendo cuando NamJoon sopla en su cuello, atrapa las sábanas de su cama en sus manos, aferrándose a ellas para no aullar, pero realmente es inevitable no sentir como su aliento le está quemando el cuello.
Quizá es más su miedo que sus intistintos de defensa, o muy probablemente su razón estaba de nuevo ganando la batalla, porque ciertamente no había manera de que ninguna de sus luchas pudiera dejar en desventaja al peliazul.
Pero en el fondo, admitir abiertamente que su cercanía era el motivo por el que se había quedado quieto, le costaba más de lo que pensaba.

Sin embargo, justo en ese momento se escucha un portazo y en seguida puede ver la manera en la que Kin NamJoon se tensa.

— ¡Seok Jinnie!

La voz de Jimin se escucha desde la sala, Jin inmediatamente salta de la cama intentando esconder a NamJoon.

— ¡Dios mío! ¡Él no puede verte aquí!

Toma la mano de NamJoon intentando esconderlo en el armario y él sólo es capaz de soltar una fuerte carcajada ante el pánico que atraviesa el cuerpo de Jin. Dicha reacción no hace más que molestar al rubio y en un intento por no perder los estribos, toma una larga respiración.

— Estaré cerca. Intenta pensar en mí si deseas que vuelva.

Y al segundo siguiente, Kim NamJoon desaparece de su habitación.
Lo último en que puede pensar es en el desastre de su habitación y en cómo iba a explicárselo a Park Jimin.
Entonces el pelinegro entra a la habitación tarareando una canción que debido al humor de Jin, parecía irritante y molesta.

— Te tengo buenas noticias, compañero.

La felicidad en Jimin es palpable, pero todo su aspecto cambia cuando ve el rostro palido de Jin en el fondo de la habitación.
Corré hacia él con el corazón en la garganta, preguntándose qué ha pasado.

— ¿Te sientes bien? Parece como si hubieras visto un muerto.

Jin sólo asiente, pero en el fondo ni siquiera a procesado sus palabras.

— No te creo— Jimin cruza los brazos— Estás seguro de que no tienes fiebre...

— ¡Ah!

Jin suelta un grito cuando Jimin comienza a tantear su temperatura con las manos. Sin previo aviso su mano se posiciona en el lugar donde anterior mente estuvo el aliento de NamJoon y para colmo, la herida que SungJung había hecho.

— ¿Qué sucede?— Aclama Jimin asustado.

— Tengo un raspón ahí y duele mucho.

Jimin eleva una ceja con incredulidad.

— Okay, definitivamente estás delirando, Kim SeokJin— Se burla— En tu cuello no hay nada.

Su corazón empieza a latir con fuerza de inmediato, quizá esa afirmación es lo que le ha sacado de su trance, porque de un sólo brinco se encuentra frente al espejo de su tocador.
Sus ojos se expanden de inmediato, no puede creerlo, él definitivamente habría jurado haberlo visto.

Pero en ese momento, la piel en su cuello estaba intacta...




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Úsenlo con sabiduría. Capítulos de este fanfic sólo se ven una vez al año(8

Okay, es broma xd Espero que les haya gustado, como ya saben volveré. Así que espero su apoyo y que me hayan extrañado tanto como yo lo hice.

Las amo♡

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