Anonadado totalmente por la noticia, en donde el impacto que tuvieron sus palabras va más allá de lo que puede digerir, Kim SeokJin está en la punta del precipicio en donde sus emociones anestesiadas hacen que sus ideas vuelen y exploten.
Puede ver la forma en la que el rostro de SungJung se endurece poco a poco, pero esa sonrisa siniestra permanece creciendo progresivamente.

— Imposible. 

La garganta del rubio arde incluso cuando su voz sale como un susurro estrangulado. Muerto por el miedo que asciende progresivamente desde sus pies hasta su cabeza, sólo puede ver la forma en la que aquellos ojos comienzan a endurecerse al mismo tiempo que su cuerpo, toma una gran bocanada de aire, intentando que el dolor ardiente en su cuello que hace que el mismo hormiguee hasta dejarlo estupefacto y dolorido, desaparezca y le deje atar los cabos sueltos que vagan por su cabeza agónicamente.

— Eres tan incrédulo, Kim SeokJin— Se burla cínicamente, al rubio se le escapa la respiración nuevamente— Quienes hemos dejado nuestra vida en la ciencia, sabemos que lo imposible es una superstición. Esa palabra está a punto de desaparecer en nuestro vocabulario.

En la mente cohibida y sumamente explosiva de Jin, se encuentran sus teorías tomando el territorio total de toda su razón, para dejarlo absolutamente agotado. El miedo creciente que se aloja en su cuerpo y se aferra a él como una sanguijuela sólo lo hace sentirse cada vez más intimidado.
Sin embargo, no reconoce la sensación. Cuando observa al padre de Gi Dong tan amenazante y peligroso, se da cuenta que el efecto de temor que infringe sobre él no está ni cerca de ser el efecto que tuvo cuando conoció a NamJoon. Hay algo más de amenaza, algo más de monstruosidad y peligro en Gi Sung Jung. Es cómo si realmente estuviese asustado del modo en el que su vida se ve amenazada, como si el pánico lo atravesara completamente y el único instinto o la única salida fuese desear la muerte.

Y es que cuando lo ve, así de vivo y transparente, como una imagen distorsionada pero al mismo tiempo tan presente, era como si su aura fuese suficiente para saber que estaba ahí, es en ese momento cuando entiende que Kim NamJoon nunca fue el verdadero peligro.

— Supongo que no es algo que tenga que ver mucho contigo, porque tal parece no te comprometiste con tu equipo totalmente— SeokJin le observa aún con la mente perdida— ¿Quién diría que el prestigiado sub-jefe terminaría uniéndose al enemigo? Eres una deshonra.

Y es como una nube de neblina que volvía todo espeso y borroso. Finalmente cuando la última palabra es dicha, es como si fuese una frazada tan agresiva que todo se va y es claro nuevamente. Una idea entre todas permanece en medio de su cabeza y pronto entiende que aquel hombre ha estado siguiéndolo todo este tiempo, a tal punto que supo de su pacto con NamJoon.

— ¿Qué? ¿Sorprendido?— Media sonrisa se dibuja en el rostro de Sung Jung— Mi hijo confió en ti plenamente y terminaste dándole la espalda. Dime, ¿NamJoon te la metió tan profundo que tu cerebro sufrió de un golpe y ahora no eres coherente? Sabía que el sexo cambiaba a las personas, pero no sabía que "el sexo homosexual" también tenía el mismo efecto.

Lejos de sentirse realmente ofendido como en otras circunstancias lo habría hecho, sólo tenía un impulso esotérico y quimérico de dejar en claro que no había fornicado con NamJoon en ningún momento.
Pero no era la situación oportuna, ni mucho menos la persona indicada.

Gi SungJung camina al rededor de toda la habitación, como si fuese un rompecabezas, Jin analiza cada uno de sus movimientos con el afán de huir en cuanto tuviese la primera oportunidad. Pero en el fondo, entre el miedo que se controla cuando lo tiene menos cerca y la amenaza que lo mantiene en alerta, sabe que no es la mejor decisión que pudiese tomar.

— Estás tan callado que me da curiosidad saber lo que piensas— Habla observando por la ventana, dándole la espalda a Jin— Pero aún cuando lo intento, eres la primera persona en el mundo con la que no puedo entrometerme— Es en ese momento cuando la mirada intimidante y penetrante de SungJung invade el cuerpo de que Jin, le observa tan fijamente, como si estuviese analizándolo hasta en su forma de respirar. Kim se encoge en su lugar cuando Gi se acerca a él, el miedo carcomiendole la piel deja un ardor tan grande que amenaza con dejarlo sin razón.

Sus ojos rojo sangre, tan brillantes ante la oscuridad de la noche y tan peligrosos como sus intenciones, Kim SeokJin se pierde en ellos, como un agujero negro, como las infinitas llamas del infierno que devoran todo a su paso. Se pierde de ese modo en el que no hay un punto de retorno y sólo existe miseria y desgracia. El purgatorio estaba en sus pupilas y miles de almas en pena gritaban en sus oídos, lamentos y sufrimiento en un millos de voces que trataban de llevarlo a su perdición.
No obstante, incluso antes el agónico momento, la mirada del hombre se detiene en la herida en el labio de Jin. La analiza como si fuese alguna clase de pintura abstracta, como si fuese un acertijo. Algo en su interior da un vuelco, la señal de advertencia está nuevamente ahí haciendo que su guardia se levante en armas cuando el rostro de SungJung endurece de forma avasalladora.

Esa. Era. La. Señal. De. Peligro.

Y lo sabía tanto, que ya la perplejidad por tener a alguien que se creía muerto frente a sus ojos, había desaparecido. Se siente rodeado en llamas, sin salida y con todo su alrededor mostrando miles de imágenes de sus posibles formas de morir en sólo milésimas de segundo. Asqueado por la forma perturbadora y explicita en la que todo se muestra ante él, sólo deja que su corazón colapse cuando sus latidos van tan rápido que puede sentirlos como una vibración en sus oídos.

— ¿Cómo te hiciste esto?

Tantea su propia suerte y todas sus ordenes son vacilantes y desconfiadas, carentes de la determinante decisión e iniciativa con la que solía cargar Kim SeokJin. En ese momento lo único que gobierna su cuerpo es una inseguridad terrible y un miedo estrepitoso. 

En la discusión que se presenta en su mente, esta expuesto en su cabeza imaginaria como un cuarto de puertas grandes con una gran mesa rectangular en medio, en una animación estúpida para ese momento en crisis, él es un espectador de sus ideas y opciones. Es un debate de todas sus posibilidades. Es ahí donde se encuentra el dilema: mentir y morir, o decir la verdad y morir también. 

En el fondo Jin sabía que las posibilidades de que SungJung no supiera la respuesta a su propia cuestión eran una en un millón, debido a que él mismo le había dicho que le había estado vigilando, entonces era muy probable que él hubiese visto cuando NamJoon le atacó aquella noche hasta romperle el labio. Finalmente está seguro, que después de esa noche, ya no habría otro día para él en el mundo de los vivos. 

— Kim NamJoon me atacó hace algunos días— Su voz se desvanece en la última palabra, la mirada rojiza que le causaba tanto miedo oscurece repentinamente, los ojos de aquel hombre se abren tanto que un mal presentimiento se acumula en el centro del pecho del rubio. 

— ¡¿Qué mierda acabas de decir?!— El menor se estremece, el grito lleno de furia del hombre es como un gran estruendo y no hay nada más difícil que intentar controlar su ritmo cardíaco y sus gritos de auxilio interno que le hacen parecer débil— ¡No, maldita sea! ¡No!— Jala su cabello con tanta fuerza, que Jin sólo espera el momento en el que sea arrancado sin remordimiento de su cuero cabelludo. El rostro de SungJung enrojece, casi comparándose con el color anterior de sus ojos, las venas de su cuello y frente se marcan, líneas azules y moradas sobresalientes de su piel pálida— ¡Estamos jodidos por tu miserable culpa! ¡¿Tienes idea del gran problema en el que te has metido?!— En sólo un parpadeo, SeokJin puede sentir su cara ardiendo y su rostro se encuentra impactando con el suelo . Los engranajes de su cabeza comienzan a atrofiarse, se encuentra anonadado por completo perdido en lo que acababa de pasar. Cuando su ceja derecha comienza a sangrar y el líquido rojo hace recorrido por su rostro, cae en cuenta que ha recibido el golpe perfecto que lo ha destanteado por completo— ¡Eres un idiota!

Las ideas revoloteando en su cabeza comienzan a conectarse, una por una. En medio del agonizante proceso en el que su vita se vuelve borrosa, señal de que caerá inconsciente, algo dentro de él cobró sentido y las palabras anteriormente dichos por Gi SungJung le invaden totalmente. 

"No era consciente de los efectos del virus que yo mismo creé. Cuando Kim NamJoon me torturó y se alimentó de mí, no sabía que el virus podría contagiarse. Él no terminó conmigo, sin darse cuenta me dejó con vida y el virus se desarrolló en mí, mutándome y convirtiéndome exactamente en alguien como él."

Es como un rayo de oscuridad invadiendo la luz clara de su vista, cuando entiende completamente el problema existencial en el que se ha metido, no sabe qué es lo que debe pensar. Si Kim NamJoon le había mordido hasta herirlo, sí su saliva había tenido contacto con su cuerpo en carne viva entonces... 

— Lo único que te queda por hacer es desear no morir y correr con la misma suerte que yo— La voz del hombre suena como un eco, los ojos de Jin comienzan a cerrarse— Fuiste contagiado.

La noche se vuelve imposiblemente más oscura cuando SeokJin pierde la consciencia por completo...

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Les apuesto un chino a que nadie esperaba esta actualización hoy xdxd

¡¿Pero qué está pasando doctor Garcia?!:v 

¿Ustedes qué piensan? ¿Jin habrá sido contagiado o no?

Esperen la respuesta en el próximo capítulo, o sea... en un año más o menos:'u

Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar. 

Las amo mucho, mis niñas♥