13º








Hay un proceso largo por el que Kim SeokJin tiene que pasar para poder conciliar el sueño. Se mueve cíclicamente de un lado a otro, incómodo y desesperado, con la ansiedad creciendo en su interior.

Puede sentir aún los labios de NamJoon ardiendo en los suyos, como si el simple rose le hubiese provocado quemaduras de tercer grado. Impactado por la forma en la que su corazón latía ante el simple hecho de recordarlo, sabe que ha llegado a un punto sin retorno. Hubo algo, algo que estaba más allá de sus propios conceptos y conocimientos, algo que le dejaba en desventaja. Quizá era esa sensación de adrenalina que le consumía a tal punto que el desafío se convertía en una razón para quedarse, el sentirse en peligro pero al mismo tiempo a salvo junto a él, el temer de alguien y sentirte protegido por esa persona al mismo tiempo, era algo que simplemente no se podía explicar.
Finalmente descubre, que lejos de intentar negar lo inevitable, se encontraba aceptando todo aquello que creía imposible y no era sólo por el hecho de que Kim NamJoon fuese jodidamente caliente y que el tenerlo cerca le provocara una erección, era todo aquel misterio que lo atraía como los imanes al metal, era como si fuese una adicción involuntaria.


Y si, esa era probablemente la razón por la cual le costaba tanto el poder dormir. Ya ni siquiera era el hecho de que estaba yendo en contra de sus principios y fallando a todo aquello que prometió: capturar a NamJoon. Sabía que esa era una de sus misiones más difíciles, pero en ese momento, ya no podía ser ni siquiera capaz de considerar la idea. Simplemente estaba fuera de todos sus objetivos principales, lejos de lo que fue en un principio su propósito.

SeokJin era consciente de muchas cosas, de los riesgos a tomar cuando ir en contra de las ordenes de GiDong se trataba. 
Y entre los pensamientos más oscuros y razonables que se mezclan heterogeneamente, de modo que no es capaz de encontrar la opción más factible.
Pero no es eso lo que le desconcentra, es el modo en el que una corriente de aire le hela la piel. Observa la ventana de su habitación abierta, su corazón late en sus oídos desenfrenadamente, casi avasallador, es ese modo, en el que un nudo aparece en su garganta y le deja sin aliento. Esa ventana estaba cerrada.

Con el corazón colgando de un delgado hilo y con el pulso volviéndose una vibración que lo ensordece, SeokJin se levanta de la cama, la fría temperatura del suelo impacta contra sus pies, la inseguridad que le envuelve el cuerpo entero de modo que lo único que puede escuchar en ese momento es el sonido desesperado de sus respiraciones irregulares, sólo le hace sentir más vulnerable. Observa por la ventana el abandonado fraccionamiento y la acera sin un alma rondando por ahí, quiere intentar controlarse, pero eso sólo lo hace sentirse más nervioso y asustado. 


El hecho de que sus pensamientos giren sobre teorías que le causa una inestabilidad emocional enorme, sólo es la señal exacta de que sus torturantes y agonizantes pensamientos están jugando en su contra. Finalmente, con un poco de voluntad y una larga respiración, logra tomar el valor suficiente como para convencerse a sí mismo de que hay un probabilidad de que él hubiese abierto dicha ventana y no lo recordaba en ese momento -aunque en el fondo, lejos de estar convencido, sabía que sólo estaba engañándose-. 

Cierra la ventana y con un largo suspiro, da media vuelta con la intención de regresar a la cama y luchar nuevamente contra el insomnio. Pero es en ese momento, cuando toda idea de casualidad desaparece, siente como todo a su alrededor se desvanece y puede incluso ver su reflejo en esos ojos y darse cuenta de que ha palidecido. En un instante, comienza a hiperventilar y siente ataques de taquicardia. El temor es tan intenso como la oscuridad de la noche que a penas logra ser destruido por los rayos tenues de la luna y siente como sus latidos se detienen. 

Ese rostro pálido y blanco como la nieve, esos iris grises que contrastan con sus pupilas oscuras, la forma en la que sus labios resecos se parten y sangran, incluyen esa sonrisa macabra de dientes asquerosamente anti-higiénicos, terminan con el aterrador retrato mental que percibe frente a él. El estómago se le revuelve y amenaza con deponer, pero el miedo que le recorre el cuerpo como una frazada agresiva de aire, pero al mismo tiempo, siente como si el simple hecho de verle le quemara en la piel. 


Sin embargo, no es sólo el simple hecho de que su presentación tan malditamente terrorífica es el detonante de su sorpresa y pánico, porque cuando le ve fijamente, cuando el miedo efectúa de modo que sus pensamientos le llevan a todo lo sucedido, puede percatarse la familiaridad con la que ese hombre desconocido carga. 

Gi SungJung. 

El padre de GiDong. 

No. Estaba. Muerto.

Y el pánico que le envuelve va más allá de cualquier sensación que pudiese sentir en ese momento, va más allá de todo lo que conocía y de lo que intentaba comprender. Estaba seguro de haberle visto, de haber encontrado aquel vídeo y que su muerte era un hecho verídico. Su pecho sube y baja tan rápido que su razón se pierde de inmediato, y todo es aún peor cuando aquella cínica sonrisa en el rostro de aquella criatura que estaba lejos de ser un humano, se intensifica, casi como si pudiese leer sus pensamientos, casi como si tuviese la estrategia perfecta para manipularlo en contra de su voluntad. 

Eso sólo lo hace sentir cada vez más expuesto e indefenso. 


Te encontré.

Con un tono tan tenebroso, tan vil y profundo, como una amenaza envuelta en azúcar, como un golpe de verdad. Se siente terriblemente asustado. 


Es imposible— Murmura Jin en un colapso de incredulidad alarmante— Tú estás muerto. Él te asesinó. 

Una carcajada carente de humor, pero llena de arrogancia y amenaza perfora los oídos de SeokJin, se siente intimidado, su piel se eriza cuando la risa que resuena por toda su habitación se detiene de sopetón y sólo puede ver los profundos ojos grises del padre de GiDong posándose sobre él, para después ser tomado del cuello con fuerza, agonizando cuando le arrebatan la respiración. 


Para casos desesperados, medidas desesperadas— Siente la presión de la falta de aire haciendo efecto en su cabeza y en sus pulmones, como un dolor agudo ante la falta de oxígeno, poco a poco siente que pierde la cabeza— No pensaba volver de este modo porque realmente te consideraba como alguien inteligente. Creí que podría confiar en ti como para pensar que estaba de nuestra parte.

Bajo su fuerte agarre en su cuello, Kim SeokJin siente que desvanecerá en cualquier momento, pero lejos de ser la mutilación la razón por la que está tomando su último aliento, sabe que el hecho de que él esté ahí, frente a sus ojos, es la razón que acabará con él. 


S-sueltame... p-por... f-avor— Su voz mutilada y sin derecho ni revés se dispara como una suplica agonizante. 

La fuerza con la que su cuello es presionado y sus pies dejan de tocar el suelo, es sólo la señal exacta por la que entiende, que ese hombre, estaba muy lejos de ser el Gi SungJung que él imaginaba. Entonces, entre la ira que envuelve sus pupilas, donde el color grisáceo que las envolvía es sustituido por el rojo brillante, se encuentra con el extremista parecido que tiene con Kim NamJoon. 

Es ahí, cuando los pensamientos ya no dan para una conclusión más y comienza a perder la consciencia, sus ojos parpadean cuando las fuerzas comienzan a perder potencial y determinación y su panorama poco a poco se vuelve borroso, es ahí cuando su cuerpo impacta contra el suelo, señal de que SungJung lo ha soltado. 

Tose con tanta fuerza que sus pulmones y su garganta duelen de manera potencial. Intentar recuperar el oxígeno perdido resulta lo más doloroso por lo que ha pasado jamás. 


Tenía la esperanza que obedecerías por completo lo que mi hijo te ordenó. Para serte franco no esperaba que fueses tan estúpido como para caer en las garras de Kim NamJoon. 


¿Por qué haces esto? ¿Quién eres tú realmente?— Hablar es más difícil de lo que suponía y es que el simple hecho de hilar una palabra se ha convertido en todo un desafío para el rubio.


No era consciente de los efectos del virus que yo mismo creé. Cuando Kim NamJoon me torturó y se alimentó de mí, no sabía que el virus podría contagiarse. Él no terminó conmigo, sin darse cuenta me dejó con vida y el virus se desarrolló en mí, mutándome y convirtiéndome exactamente en alguien como él— SeokJin le observa completamente impactado, todo dentro de él colapsó— Creí que moriría por el hecho de que NamJoon fue el único que soportó el virus en su cuerpo, pero al parecer, el ADN de NamJoon se mezcló con el virus, fue el modo en el que logré soportar todo el proceso de evolución...








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A que no se veían venir esa, ¿verdad?(8

Askjflf, tengo muchas cosas preparadas para este fic, he pensado -en los escasos momentos libres que tengo en mi trabajo- muchas ideas que podrían funcionar para la trama. Sólo tenganme paciencia porque también tengo prioridades en estos momentos. Así que estoy muy ocupada y sinceramente me gustaría que comprendieran esas cosas, que si yo tuviese el tiempo y no me viese obligada a tener que invertir mi tiempo en estudios y trabajo, yo estaría con mucho gusto complaciendolas como ustedes desean.

Así que espero que les haya gustado ese capítulo. No olviden votar y comentar♥

Las amo♥



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