08º













En su mirada pudo percibir la perceptible forma en la que sus pupilas oscurecieron. SeokJin tembló en su lugar y se sobresaltó cuando la respiración profunda de NamJoon chocó contra su rostro. En sus ojos simplemente observó la forma en el que el deseo pasaba como una sobra y sus sentidos se eclipsaron, ensordeciéndolo de repente. Jin pasó saliva, sintiendo la pared fría presionándole la espalda cuando se quedó sin salida. Media sonrisa decoró el rostro del peliazul cuando vio el pánico en el chico de cabellos rosados.  

Verte así, asustado ante mí me pone muy duro, SeokJin.— Susurró en su oído, para después pasar su lengua por el lóbulo de la oreja de Jin— Y estoy pensando en las posibilidades de hacerte gritar y no precisamente por miedo.

Los ojos de Jin se abrieron ante sus palabras que provocaron sorpresa y consternación, pero más allá de la reacción que le provocó ante un vulgar dialogo, SeokJin no pudo evitar sentir la forma en que la lengua de NamJoon bajó poco a poco por su cuello y seguido de eso, las manos del hombre frente a él se colocaron en su cintura. Sus dedos se hundieron en su piel y sus dientes mordieron su clavícula. 

Jin gritó ante el dolor que le perforaba el cuerpo, mientras NamJoon gruñía y lanzaba bruscamente al pelirrosa a la cama a sus espaldas. El corazón de SeokJin viajó hasta su garganta cuando la mirada de NamJoon le penetró como si se tratase de un cazador asechando a su presa. Parecía asustado, pero en el fondo aquel pánico que le provocaba le estimulaba tanto que podía considerar estar levemente excitado ante un juego rudo.

La mirada oscura de NamJoon perforó cada uno de sus pensamientos y entre el aura que le envolvía pudo ver sus más despiadados deseos. La parte baja de su abdomen tuvo una contracción, gimió por lo bajo cuando el peso de NamJoon cayó sobre su cuerpo y su miembro erecto se restregó contra el suyo. Se obligó a retener los gemidos involuntarios que amenazaban con escapar de su boca y cuando el rostro del peliazul comenzó a acercarse a él, giro la cabeza, evitando tanto el contacto visual, como la posibilidad de que él pudiese besarle de nuevo. 

Gran error.

La boca de Nam atrapó la piel pálida que permaneció expuesta de su cuello, succionó y justo después, ante los esfuerzos fallidos de Jin por recobrar la postura, finalmente los diente de NamJoon mordieron con fuerza el área. Un dolor agudo recorrió el resto de su cuerpo cuando Kim SeokJin gritó fuertemente, cuando los dientes de aquella criatura liberaron su piel. 

¡¿Pero que mierda te pasa?!— Gritó Jin con fuerza, observó la siniestra sonrisa que se dibujó en los labios de NamJoon, una pequeña gota de sangre resbalo por sus labios, gota que inmediatamente limpió con su lengua. 

Las lágrimas de Jin fueron retenidas cuando el miedo le hizo temblar. En un rápido movimiento el peliazul tomó sus manos y las colocó sobre la cabeza de SeokJin. El pelirrosa forcejeó, pero ante la fuerza superior que poseía NamJoon, terminó rindiéndose.

No suelo ser tan malo si no te niegas a cooperar— Susurró cerca de su rostro, el olor a menta y madera que salió de su boca le hizo estremecer— Vamos a plantearlo de esta forma— Una sola mano sujeto ambos brazos de Jin y NamJoon dio un casto beso en su cuello— Si tú me das lo que quiero, entonces yo podría considerar el dejarte libre.

En ese momento, donde la sorpresa es la principal fuente de consternación que envuelve a Jin, él mismo se pregunta si el hecho de que no pueda digerir del todo su propuesta es debido a que se encuentra lo suficientemente estupefacto como para poder entenderlo, o incluso es el hecho de que los besos de NamJoon bajan hasta su pecho, impidiéndole el poder concentrarse como quisiera. 

Entiende entonces, justo cuando se da cuenta que el dolor repentinamente lo convierte en alguien masoquista, porque se encuentra a sí mismo deseando más de lo que NamJoon podría darle y entonces se siente avergonzado, que podría aceptar incluso cuando el miedo está colapsando, sólo por el hecho de que en el fondo aquella necesidad que nunca antes había sentido por este tipo de contacto físico, aparece de repente para provocarle de formas que él desconocía. 

¿Lo qué quieres?— La voz de Jin tembló— He estado haciéndolo, por tu maldita culpa he perdido mi empleo. Mi vida es demasiado miserable desde que te apareciste en ella— NamJoon gruñó, pero sabía que había algo más que SeokJin tenía que decir— ¿Por qué yo? ¿Por qué de todas las personas del laboratorio tuve que ser yo?

Y Jin pierde el aliento, puede sentir la forma en que NamJoon se aleja de él, dejándole libre y para su sorpresa, cerca de estar sorprendido por el efecto de sus palabras, se encuentra sumamente asustado cuando lo primero que escucha es la forma en que la respiración de NamJoon suena marcada y profunda, tan profunda como su ser. 

De pronto la luz desaparece, el cielo oscurece y una gran ráfaga de viento golpea con violencia cada lugar de la habitación. NamJoon le da la espalda, sus manos se recargan en la pared y su espalda se mueve con brusquedad ante sus marcadas respiraciones. Kim SeokJin piensa en la posibilidad de salir corriendo, de huir a pesar de saber que aquel hombre podría matarle con una sola mirada, pero en el fondo, detrás de la advertencia que le obliga a alejarse de NamJoon, hay un pequeño destello de curiosidad que le hace permanecer de pie y enfrentar las consecuencias.

Puede observar la forma en que las venas de los brazos y cuello de NamJoon sobresalen, parece amenazante, pero Jin permanece firme. Da un par de pasos cautelosos hacia él, acercándose con sumo cuidado. Los latidos de su corazón viajan hasta sus oídos, ensordeciéndolo repentinamente cuando el pánico vibra en su pecho. 

Lárgate— Suena amenazante, incluso indulgente. Jin se estremece cuando escucha su orden siendo arrastrada con advertencia.

Jin observa el cielo quebrándose al mismo tiempo que el cuerpo de NamJoon se tensa. Da un paso hacia atrás, escucha la forma en que el peliazul maldice, su voz volviéndose más grave que de costumbre. 

¿NamJoon?— Balbucea, cada acción de su cuerpo se vuelve vacilante cuando el dilema existencial te perfora el cráneo. Acercarse o no. 

Y entonces él da media vuelta, sus ojos cafés se han perdido y el color que adorna su iris le deja ciego. El rojo brillante se apodera de su mirada, fijamente le observa y Jin siente su piel ardiendo. NamJoon se acerca, parece perdido e incluso poseído, se encuentra a sí mismo discutiendo por no haber huido cuando tuvo la oportunidad. 

Se le seca la garganta, sus palmas sudan incluso cuando el frío le obliga a tiritar ante la temperatura baja, sólo puede observar los ojos de aquel inhumano hombre, que es lo único que se vuelve perceptible ante la oscuridad abrazadora que se aferra al lugar, impidiéndole observar más allá. 

La forma en que el suelo cruje bajo la suelas de los zapatos de NamJoon se convierte en el sonido más espantoso que hubiese escuchado jamás. Su postura amenazante que le acorrala le arrebata el aliento, SeokJin tropieza y su trasero impacta contra el suelo, justo entonces ha perdido la noción del tiempo, permaneciendo en un temor constante que se apodera de su cuerpo cuando NamJoon está cerca. 

Entonces le toma del cuello, la piel de NamJoon a subido considerablemente de temperatura, tanto que cuando el tacto de su mano impacta contra su cuello, siente su piel ardiendo. Jin deja de tocar el suelo, el peliazul le eleva y el mayor pierde el aire. 

El pelirrosa se aferra la mano que le ahorca, como si de algún modo su humillante fuerza pudiese lograr alejar la de NamJoon para intentar recuperar el aire que se le ha arrebatado. Sus ojos rojos le observan tan fijo que siente sus más grandes miedos siendo liberados y expuestos ante él, pero más allá de eso, esta la terrible sensación de desesperación que se presenta cuando el aire no llega a sus pulmones. 

Las punzadas invaden su cabeza cuando el oxígeno no llega a su cerebro, la tortura agonizante detrás de la forma en la que NamJoon aprieta su cuello con fuerza le hacer perder la consciencia de a poco. Las fuerzas y las ganas de luchar por conseguir oxígeno se pierden de un momento a otro. 

Lo último que recuerda antes de caer al suelo y perder la razón, es el rostro envuelto en tensión de NamJoon, sus ojos rojos mirándole fijamente y una sonrisa que se burla de su debilidad de forma vil, justo después sus ojos se cierran y se encuentra perdiendo todo tipo de razón, sólo escuchando la forma en que le susurra:

"Tú pagarás por él."...











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¿Querían actualización? ¡Aquí tienen su actualización!

La verdad es que fue muy difícil escribirlo, así que es por eso que salió tan corto. He estado sentada en la computadora desde las doce de la tarde y hasta ahora salió esto:'v 

Así que espero que voten y comenten por mi esfuerzo:v 

Ojalá les haya gustado, sin más me despido. Bai♥

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