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Habían pasado ocho años desde que Jin se fue de la casa de JungKook. Ocho años en los que se dedicó a trabajar y estudiar en una universidad donde conoció muchas personas, amigos con los cuales compartió salidas que con el vampiro nunca pudo. Incluso había llegado a tener dos novias con las que no llegó a pasar el año de relación. Todo, porque a pesar del tiempo, él seguía estúpidamente enamorado del mayor. Incluso después de unos años ahí, consideró volver con JungKook para pedir de forma decente una explicación a lo que había visto esa noche. Pero nunca lo hizo.

Quizás por miedo a que Kook ya no lo quiera ver...o tal vez por vergüenza de su reacción de esa noche. Había escapado como una chica de quince que descubría a su novio serle infiel. Había sido inmaduro pero el terror y el dolor no lo habían dejado reaccionar de otra manera.

Por eso así estaba, con las maletas a la mitad, meditando si estaba tomando una buena decisión o no. Porque estaba la posibilidad que JungKook estuviera enojado con él y no quisiera verlo.

Lo pensó mil veces esa noche. Guardó su ropa y la volvió a empacar durante dos horas, repitiendo sus acciones tantas veces como le era posible. Habló consigo mismo, se despeinó e incluso caminó en círculos casi haciendo un hoyo en el suelo.

Hasta que por fin optó por dar un paseo en su auto para despejar su mente y poder elegir correctamente.

Puso la radio a todo volumen y se dejó llevar por la música. Era relajante para él pasear con el sonido del aparato en lo más alto. Lo ayudaba a desligarse del mundo a su alrededor.

Y por ese motivo, sin darse cuenta, había conducido hasta la casa del vampiro, donde ni una sola luz estaba encendida. Apagó la radio mientras contemplaba el lugar desde su auto. ¿Estaría JungKook ahí o estaría dando uno de sus paseos nocturnos?

La respuesta no la sabía, pero eso no le prohibía bajar de su vehículo y meterse a la mansión como un ladrón por la parte trasera del lugar. Conocía demasiado bien el sitio donde vivió por muchos años.

Caminó entre el silencio y la penumbra absoluta de las habitaciones, pasando por la cocina y la sala hasta subir por las escaleras. Caminó por el pasillo y cuando estaba por llegar a su antiguo cuarto, lo vio salir de ahí. JungKook salió del que alguna vez fue su habitación, quedándose de piedra al verlo nuevamente en la mansión.

-¿Jinnie?

Y Seok Jin sintió su mundo detenerse al oír, después de tanto, la voz de Kook de nuevo.

Su cuerpo actuó por si mismo y caminó directo hacia el mayor para abrazarlo con fuerza, sintiendo nuevamente sus brazos rodearlo correspondiendole al instante.

Ninguno de los dos estaba del todo seguro si eso era un sueño o una realidad, pero lo que sí sabían era que jamás en sus vidas habían sentido tanta paz y felicidad como en ese momento.

Permanecieron abrazados por largos minutos en silencio, hasta que Kook decidió hablar aun sin romper la unión.

-¿por qué decidiste venir después de tantos años?

-sinceramente...no planeaba venir...pero inconscientemente llegué hasta aquí y no me pareció mala idea entrar-Jin apretó con más fuerza la cintura del vampiro, escondiendo su rostro en el cuello del contrario-perdón por haberme ido así...fue inmaduro de mi parte.

-no, no lo fue...la verdad...fue mi culpa, por no decirte algunas cosas que tenías derecho de saber.

El menor se separó un poco para ver mejor el rostro de JungKook, mientras este gruñía en desacuerdo con eso.

-¿qué cosas?

-hay algunas leyes...que los gobiernos pusieron para...ayudarnos de alguna forma. Saldríamos beneficiados ambas partes.

-¿por qué no me lo confesaste?

-yo...no quería que me vieras como un monstruo...

-eso es estúpido JungKook, si me hubieras explicado jamás te hubiera visto de esa forma...en todo caso ¿en qué consisten esas leyes?

-bueno...básicamente en alimentarnos de humanos que hayan cometido delitos graves, como asesinatos, violaciones entre otras cosas...esa noche...me viste alimentándome de una mujer que había matado a su hijo de tres años. Quise explicarte pero te fuiste aterrado antes de poder convencerte de poder hablar.

-me asusté no lo puedo negar...pero me sentí más traicionado que asustado.

-¿traicionado?-preguntó el mayor sin comprender.

-yo...pensé que te habías acostado con esa mujer, tu aspecto, el de ella...

-mi aspecto es a raíz de la batalla que dio antes de morderla y el suyo...nos la entregan así, sin ropa, para que sea más fácil para nosotros morderlas.-explicó seriamente el vampiro antes de caer en lo que había dicho el menor-¿te sentiste traicionado por pensar que me había acostado con ella? ¿por qué?

Seok Jin sabía que seguir ocultándolo sería inútil, por lo que lo mejor sería sincerarse con el mayor después de todo.

-yo...entenderé si te parece raro lo que diré pero...

-Jinnie...

Kook podía notar los nervios del menor por la forma en que desviaba su mirada y rascaba su nuca.

-yo...

-está bien, no es necesario que lo digas si no...

-te amo.

-¿qué?

-lo que oíste, estoy enamorado de ti. Pasé muchos años confundido hasta que pude saber que era esto que provocabas en mí. Y cuando lo supe me negué a decirte por temor a un rechazo y...

JungKook no dejó que siguiera hablando. Fue directo y, tomándolo de las mejillas, lo besó como había deseado hacer desde hacía tiempo. Lo besó con todo el amor que había estado guardando durante tantos años.

Y lo mejor llegó cuando Jin correspondió, alzándolo para que enredara las piernas en su cadera y así llevarlo a la habitación de la cual lo vio salir.

Las palabras sobraban en ese instante.

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Nos vemos en el proximo! Besos 💋