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|  C A P Í T U L O #7  |
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Immortal Centuries [Monsters Book #1]
P A R T E  U N O.
CAPÍTULO 7.
L O M E J O R D E M I.









Curiosamente, en otro lugar de la zona igualmente estaban dos hombres mirando el anochecer de una manera sublime.

—Hyung.. no tuviste que traerme aquí, ya sabes que.. —y fue interrumpido por unos brazos que lo posicionaron por sorpresa en sus piernas.

—Jiminie... sabes que haría todo por ti, no importa que —sinceró el pálido.

—YoonGi-hyung... —susurró maravillado por la belleza de aquel vampiro—, sabes que nuestra relación está mal, eres un vampiro, yo un licántropo, esto no puede.. —y nuevamente fue interrumpido pero ahora por unos fríos y suaves labios contra los suyos.

El chico peli-rosa no pudo evitar corresponder al beso embriagador que los labios de su amante le brindaban. Era una sensación inexplicable, una emoción que no podría expresar en palabras pero aquello lograba calmarlo, distraerlo de su vida cotidiana; sólo bastaban esos labios delgados besando los suyos y su mundo alrededor se iba, sólo existían ellos dos, nada más que ellos dos.

Y se separaron de aquel beso soltando un ligero suspiro enamorado.

—Te amo, Jimin, y te necesito cerca de mí como la sangre para sobrevivir —y de manera juguetona llevó su nariz al cuello del licántropo, y con su lengua comenzó a lamer.

La lengua del pálido se paseaba libremente en el cuello del menor, pero cuando rozaba con la antigua marca de unión de la ex-fallecida pareja de él no podía evitar gruñir. Y el omega sonreía melancólico pero divertido.

Por supuesto que no le estaba siendo infiel a su alfa pero, siempre se recordaba sus últimas palabras. "Vive tu vida", resonaban como eco en su cabeza. Y por ello era que amaba al vampiro, con él se sentía nuevo, se sentía amado, se sentía protegido. Era capaz de volver a amar. Y estaba seguro que se amaban mutuamente, de eso no había duda.

—Jimin, hay algo que quiero preguntarte, desde tiempo atrás he querido pero... —inhaló profundamente y sacó de su bolsillo una cajita con un regalo más que especial para el licántropo—... por lo que hemos pasado no hemos podido. Así que ahora, aquí frente a ti Park Jimin, me complace felicitarte pues haz echo que este corazón vuelva a latir viviente, y al ser el propietario de mis emociones y sobre todo de mi amor, aquí, delante de ti, deseo saber tu respuesta —y le mostró la cajita abierta dejando a relucir un anillo de oro sumamente valioso—, ¿deseas parar el resto de tus días a mi lado, para seguir fortaleciendo este sentimiento, casándote conmigo? —preguntó un tanto nervioso pero ansioso por la respuesta.

El omega miró sorprendido el bello objeto que el vampiro le mostraba. Y se lo pensó, por segundos que para él vampiro fueron eternos. Pero repasó en su relación, la vida que llevaría al lado de su amado hijo y el vampiro; además su hijo adoraba y consideraba casi padre al vampiro, y éste se comportaba como uno para su pequeño y joven cachorro. En eso no había problema. Pero su manada, y las demás de toda la zona, los conocía y sabía que lo aceptarían, si su alfa era feliz entonces también ellos, pero no conocía a los vampiros, había ido un par de veces pero claramente no era idiota y sabía que las miradas que le lanzaban era de desprecio; los conocía en el ámbito de que los vampiros eran más apegados a las reglas. Pero sabía que con el tiempo podría demostrarles quien era él.

Así que sin duda ahora miró al vampiro quien estaba más que nervioso. Pero le sonrió cariñosamente.

—Sí, acepto casarme contigo, Min YoonGi, formar un futuro juntos como familia y forjar a nuestro modo nuestra propia eternidad —y el vampiro sonrió aliviado colocándole el anillo al menor, el cual le sentaba perfectamente.

Volvieron a mirarse a los ojos y a juntar sus labios en un pasional beso.

Caminaban algo nerviosos por los pasillos de la gran mansión. Tomados de la mano para darse confianza mutuamente.

Pasaban por los extensos pasillos, tantos los que tenía aquella gigantesca mansión, y tantos hasta llegar a aquellas puertas de igual manera algún derivado de la madera, pertenecientes al líder.

Ambos se miraron a los ojos.

—Tranquilo... —susurró el mayor dando un leve apretón a la mano ajena.

El contrario asintió nervioso, más que nervioso obviamente. Pero tomó un respiro dándose seguridad propia y fue cuando se animó a tocar la puerta.

Pasos y voces se escucharon dentro en la habitación, hasta que una cerradura fue destrabada y la puerta fue abierta dejando ver a un peli-rosa mayor.

—Oh, chicos, me sorprende verlos a ustedes aquí, ¿que desean? —preguntó dulce el mayor.

—Queremos hablar con NamJoon y contigo Jin —respondió directo al grano el pálido.

—Claro, pasen —los dos menores acataron su invitación—. Tienen suerte, justamente ambos estábamos hablando de algo, pero primero ustedes.

Los menores opuestos se sentaron en un sillón que estaba al frente de otro donde los otros chicos estaban, ambos tomaron asiento lado a lado. Mientras que el peli-rosa mayor se sentó como antes, en las piernas del peli-verde, casi marcando lugar.

—¿Y bien? ¿Qué nos quieren decir? —ánimo a los chicos el peli-verde.

—Bueno... es una noticia que.. que esperamos que ustedes acepten, como nuestros amigos claro —habló el menor entre los presentes, mirando a su chico pálido—. Bien, ustedes saben que somos pareja —los pareja contraria asintió—, pues nosotros decidimos dar el siguiente paso, decidimos casarnos —y sin dejar de mirar al mayor le sonrió, como chico enamorado.

—¡Oh por todos los dioses! ¡Eso es maravilloso chicos! —gritó entusiasmado el peli-rosa mayor, aplaudiendo entusiasmado.

Admitía que él consideraba al pequeño omega como un hijo suyo, además le había apoyado tanto como a Taehyung, y le ayudó en el cuidado del bebé ex-humano, cuando fue necesario claro. Y ahora, al saber que se casaría con la persona que ama –al haberse dado la oportunidad de amar nuevamente–, le ponía más que contento.

—Me alegro mucho por ustedes chicos —felicitó el peli-verde.

—Gracias —agradecieron la parejita menor al unísono.

—Y bien.. ¿ya está establecida la fecha? ¿Ya tienen padrino? ¿Donde será? —y bombardeó con preguntas el peli-rosa sin poder evitarlo. Estaba emocionado.

—Cielo, déjalos tranquilos, no los bombardees con preguntas —regañó cariñoso el peli-verse tomando del mentón al mayor y brindándole un seductor beso.

Y maravillosamente tanto como él peli-verde y el peli-rosa mayor se besaban casi apasionadamente, igualmente el peli-negro y el pequeño peli-rosa se besaban enamorados.

Quien diría, ya dos parejas estaban forjadas. Unidas ya. Y aquel amor que sentían nada los detendría. Al menos hasta que la tercera pareja llegara.

Aunque, ahora, la pareja comprometida debería de ir y avisarles a sus clanes, ellos también deberían enterarse. Claro, antes de que todos lo sepan y estén invitados a la gran ceremonia que se llevaría acabo.

Esto sería complicado, pues en ambos clanes los matrimonios se llevan de maneras totalmente distintas. Los vampiros suelen hacer que el contrario beba la sangre del otro, además que también deben de cicatrizarse con un tipo de cuchilla especial para la ocasión el símbolo de matrimonio/unión. En cambio los lobos, eran algo similar al de los humanos, solían hacerse votos, darse anillos, y sitar unas cuantas palabras antes del ansiado beso; aunque con cierta diferencia; probablemente sepan de "shadowhunters", unos hermosos libros y una hermosa serie y película, bien sabrán que sus bodas para ellos se basa en que deben de hacerse una runa, una runa de unión; algo similar con los lobos, tienen algo parecido a la estela y de igual manera se "tatúan" la marca de unión. Lo similar era que una era justamente en el cuello donde tendría que estar la marca de unión mucho más íntima, que en este caso sería el de la chica y la otra para el chico deberá ser en la muñeca.

Así que si, su boda sería... rara para hacerse.

Veamos como les va.

Ahora el peli-rosa se encontraba en el balcón más alto que había al menos en su casa, con su manada contemplándolo desde abajo. Entre la multitud estaba cierto castañito igual interesado en la noticia.

—Amigos míos, ustedes sabrán que tiempo atrás tuve a una pareja, desgraciadamente la humanidad que nos aborrecía se lo llevaron de mi lado; pero ahora, al darme la oportunidad de amar de nuevo encontré a alguien que cambió mi vida, por completo; espero que ustedes acepten esto. He decidido unirme de manera matrimonial con Min YoonGi, líder del clan vampiro. —el mencionado unió su mano con la contraria y las levantó, sin temor alguna.

La mayoría aplaudió y gritó entusiasmado. Como se mencionó anteriormente si su alfa/omega era feliz con el vampiro a su lado, ellos igualmente lo eran.

Cierto castañito fue corriendo con su padre cuando ambos entraron a la casa nuevamente. Y de inmediato los abrazó a los dos.

—¿No es broma, verdad? —preguntó el castaño.

—No, hijo —negó sonriente su padre.

—No saben cuánto me alegra esto, me alegrará ser ahora Min JungKook —miró al peli-negro quien igual sonrió paternal.

—Yo ya soy tu padre, JungKook, desde que tú me aceptaste —acaricio el cabello el castaño.

—No saben cuánto me alegra —y los siguió abrazando con fuerza.

Claro que el castaño estaba feliz. Desde que el vampiro había llegado con su madre cierto día le había caído bien; era un tipo carismático y aveces sarcástico, pero lo consideraba como un padre, pues le regañaba si hacía algo mal, le aconsejaba cuando lo necesitaba y le apoyaba en las decisiones que considerara correctas; era como un padre para él.

Y le emocionaba que ahora ambos oficialmente unirían sus vidas en una sola, los tres serían una familia como siempre lo soñó.

Serán la familia que añoró.

Lo peor aún no se avecina, claro que no. Quien diría que por un desacuerdo la paz podrá quebrantarse; además que por una traición.

Los vampiros son más cuerdos, más apegados a las reglas, mucho más a las que desde décadas incluso siglos anteriores se habían fortalecido.

Y aquí, vemos aquello.

—Por ello, he decidido casarme con Park Jimin, alfa de los hombres lobo —sonrió al chico a su lado, quien le miraba con el mismo gesto.

Igualmente, que con los lobos, la mayoría aplaudió, y murmuraba felicitaciones a la pareja. Si su líder o príncipe inmortal era feliz junto a un hombre lobo lo aceptarían, era quien desde años anteriores les había protegido, le debían bastante aparte de respeto.

Más sin embargo, una voz de oyó en la amplia habitación. Otro joven pálido, junto con unos cinco chicos más.

—¿Oyen eso? Nuestro príncipe inmortal se quiere casar, maravilloso, ¿pero con un apestoso perro? —y se acercó demasiado al peli-rosa, casi oliendo su cuello hasta ver la marca—, y para cagarla más, ya estuvo marcado alguna vez, pero lástima que lo dejó por ser poca cosa —y rió burlón sin despegarse del cuello del omega.

El peli-negro se acercó rápidamente gruñéndole al chico, tomando por la cintura a su pareja y pegándolo a él. Protegería lo que es suyo a cualquier costo.

Hyung Jun, aléjate ahora —amenazó el peli-negro.

—Escúchenlo, ahora defiende a un perro en vez de a nosotros —bramó el chico—. Min YoonGi, te reto a un duelo.

—¿Sólo por esto? —preguntó fastidiado el nombrado.

—Sí, si tú no nos puedes cuidar lo haré yo, hazlo, además, demuéstrale a tu perro cuanto lo amas —retó provocando que el peli-negro se irritara ya.

Al final, se encontraban cara a cara. Claro, ambos traían pantalones holgados y una camiseta sin mangas, facilitándoles la pelea. Ambos listos para pelar uno con el otro.

Al final, el peli-negro salió a defender su lugar y quien era él.

—Adoraré romperte la maldita cabeza, y después matar a tu linda perra —siseó burlón el sujeto nombrado Hyung Jun

—Vamos Hyung Jun, sólo pelea y ya —respondió tajante el peli-negro.

—YoonGi, por favor, no te rebajes a su nivel —susurró tomando del brazo a su amado.

—Estaré bien, no te preocupes —tomó de las manos al menor y besó los nudillos de estas.

"Defiendo lo que amo", pensó el vampiro peli-negro.

Por último le dedicó una última sonrisa antes de entrar al podium.

Una batalla se reñiría. Sólo por una tontería.

Ambos chicos fueron al centro, otra mano se interpuso entre ellos forjando las reglas.

—No está permitido matar al contrario, cuando ya esté a punto de desmayarse será cuando la pelea acabe. Quien aún se mantenga de pie, será el príncipe inmortal. ¿Listos? —ambos se miraron a los ojos—, ¡Ya!

Se separaron a las orillas del podium. Como era de esperarse el joven castaño se lanzó primero a atacar; y entonces ahí sí empezó la pelea.

YoonGi esquivaba y atacaba con tanta destreza. Mientras que el castañito también iba en desventaja. Pero no era idiota, sabía que perdería, así que en un chasquido otro de sus compañeros estaba sosteniendo al omega del cuello, y éste había soltado un gemido lastimero.

Aquel sonido alertó al vampiro, quien volteó y se encontró con la escena, distrayéndose terriblemente. Y así, recibió un puñetazo en la cara, mandándolo al suelo, y poniéndolo en desventaja a él; y ahora el castaño se encontraba encima de él propinándole varios golpes en la cara, hasta que el príncipe inmortal ya casi estaba quedándose inconsciente.

—Ríndete, YoonGi —susurró el chico.

El mencionado miró a la gente a su alrededor, unos gritando su nombre, otros gritando desesperados que se levantara, y otros exigiéndole hacerlo. Estaba a punto de dar su brazo a torcer y rendirse.

Hasta que el peli-rosa, propinándole un buen golpe en las bolas al tipo que le agarraba justamente con su pie, tuvo suficiente para deshacerse de él y animar a su pareja.

—¡YoonGi levántate! —gritó el peli-rosa—. ¡LEVÁNTATE!

Y YoonGi juró oír un leve "confío en ti", algo lejano pero claro.

Como si eso hubiese sido su dosis de adrenalina, el peli-negro empujó con una fuerza descomunal al otro chico hasta la pared, suficiente como para que a éste le sacara el aire, dejándolo en el suelo.

YoonGi se acercó peligrosamente a él y le propinó un solo golpe en la cara para dejarlo tirado en el suelo.

—Ahora sabes... —inhaló profundamente—... quien es el verdadero príncipe inmortal, ¿verdad?

Los aplausos y silbidos no se hicieron esperar en el lugar. Más él sólo se levantó caminando algo cansado hacia su pareja quien lo abrazó enseguida.

—Dios... creí que te perdería —susurró el omega.

—¿Tan poca fe me tienes? —preguntó burlón el vampiro.

—Idiota —susurró en su oído—. Te amo.

El vampiro sonrió.

—Y yo a ti.

Y ambos se fundieron en un beso enamorado. Desgraciadamente interrumpido.

—Escúchame bien, Min YoonGi, tu paz pronto se acabará, que te quede eso claro —advirtió amenazante el chico quien estaba siendo ayudado a parase por sus otros compañeros.

—Kim Hyung Joon, a partir de ahora quienes te sigan y sobre todo tú, quedan desterrados de estas tierras —sentenció el peli-negro aferrándose a la cintura de su pareja.

El mencionado gruñó y se alejó casi empujando al peli-negro.

Mientras que la pareja se miró con una sonrisa y volvieron a fundirse en un beso.

Sin duda su amor superaba toda barrera de lo común. Más sin embargo aún se avecinan muchos más problemas que aquellos.

Mucho peores.

Más desastrosos.

Más catastróficos.

Más mortales.





Shiks... o puerks? B|
Bueno ya, me temo avisarles que estamos llegando al final.
De la primera parte, relajen las tetas que se viene la parte dos.

Muy probablemente se habrán dado cuenta que ahora cambie el separador. Ahora no será una animación o gif, sino que ahora es una simple imagen. Obviamente editada por mua, la reina oficial de las pndjas en el pishi mundo.

Y una última cosa...
Preparen sus sensuales músicas para el siguiente capítulo~

êwê

Me iré... lentamente.....

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