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| C A P Í T U L O #2 |
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Immortal Centuries [Monsters Book #1]
P A R T E U N O.
CAPÍTULO 2.
E N S U E Ñ O.
¿Qué como me sentía? Me sentía abatido, fuera de lugar. No sabía qué pasó, sólo corría desesperado huyendo de esos tipos y su injusticia, y la desesperación fue tanta que me adentré al bosque, sin importarme las consecuencias. Solamente corría esquivando ramas, árboles, rocas y raíces, tanto sólo para alejarme de quienes me criaron a su imagen y semejanza, o más bien alejarme de ellos, quienes lo hicieron con tan pocos cariños que un niño de tan solo 7 años podía recibir. A esa corta edad fui entrenado para sobrevivir en este mundo tan extenso y atroz, según me había enseñado en todos esos años. Pasé por niveles, aguantando y sufriendo tanto. Soporté gritos, golpes, raspones, incluso huesos rotos, tanto para llegar a titularme como militar oficial, totalmente dedicado a la caza de criaturas tan atroces, voraces y peligrosas; el problema era que nunca me había enfrentado a uno de ellos cara a cara. No los conocía.
Pero todo empeoró, al menos para mí, cuando en un paso en falso tropecé con una raíz callendo al suelo, rodando poco después. Debo admitir que me dolió ciertas piedritas con las cuales mi cara fue a dar, más sin embargo poco me importó y al levantarme miré algo que nunca creí ver; un hermoso paisaje se abría a mis ojos, con más flora y fauna de lo que hubiera imaginado, el ambiente era más vivo, no como el bosque en el que hace unos minutos corría, que era más apagado. Sin duda este lugar era hermoso.
Me hubiese encantado admirar más, pero repentinamente aullidos de escucharon; y cuando me giré para ver de donde provenía el estruendoso ruido que cada vez se acercaba más me encontré con algo que modificó drásticamente mi tranquilidad a algo de temor. Inmediatamente me puse en posición de ataque, que sirvan los años en los que me entrenaron.
Por Dios, eran lobos. Una manada de lobos estaba frente a mí.
La mayoría gruñía furiosa a mi posición, podía visualizar en sus fauces unos colmillos tan afilados como para poder atravesar mi carne con una facilidad tan increíble.
Concentré mi atención a uno que parecía ser el alfa pues estaba preparándose para atacar; hasta que un silbido tan claro y fuerte llegó hasta nuestros oídos ellos no retrocedieron. De entre las sombras se visualizó una silueta que se acercaba a ellos, caminando tranquilamente con una capucha en su cabeza.
—¿Quién eres? —preguntó una voz un tanto fuerte pero suave y tierna, que podría ser incluso de una mujer.
Miré a la persona con la capucha roja, y ésta sin dejar que su rostro se vea; pero distinguí que la voz provenía de un hombre, pues no había cabello largo visible, y lo que podía ver de su complexión era un poco más tosca a comparación de una mujer.
—Eso debería decírtelo a ti... ¿Quién eres y donde estoy? —pregunté intentando que mi voz soñara normal y amenazante.
Escuché una suave risa, una tan dulce y tierna que incluso estaba apunto de sonreír por lo inocente que era, pero me contuve. Y más razón para hacerlo cuando el hombre se quitó la capucha, dejando ver su rostro. He de admitir que quedé impresionado por tal belleza. Un chico que se veía joven, labios gruesos y tentadores, ojos pequeños pero pupilas inocentes pero profundas; un rostro demasiado hermoso.
—¿Eres humano, no es así? —preguntó sonriendo levemente el chico.
Asentí a la pregunta, aún algo anonadado por su belleza deslumbrante. De repente el chico dejó de sonreír.
—Que pena.... —susurró.
Y fue lo último que escuché de sus palabras antes de que todo a mi alrededor se nublara y desapareciera de mis cinco sentidos.
Abrí los ojos lentamente, esperando pacientemente a que mis ojos se acostumbraran a la luz que recibieron. Parpadeé ayudándolos a acostumbrarse a la iluminación; y al menos cuando ya podía ver un poco mejor giré mis cabeza lentamente para poder saber en donde me encontraba. Lo único que se es que estaba en una habitación que parecía de enfermería.
Mi cabeza dolía a horrores. El dolor era tal que estaba dispuesto a tomar otra siesta.
Y así lo hice, al menos un rato hasta que unas voces interrumpieron mi sueño. El cual lamentablemente era ligero y casi con cualquier cosa me despertaba. Horrible lo se.
—Tendremos que hacer algo con él —una voz grave y profunda se escuchó en el lugar.
—O lo matas, o lo interrogas. Sea cual sea, hazlo ya —demandó otra voz, un poco más aguda.
Gruñí cuando la luz topó con mis ojos nuevamente. Ambas personas se giraron a mirarme.
Un chico peli-verde y otro peli-rosa me miraban, uno neutral y el otro un tanto impresionado.
—¿Cómo te sientes? —habló el peli-verde acercándose a donde yo estaba.
No respondí. Pero en cambio me giré a otro lado, no quería ver a nadie y en éste momento estaba algo fuera de lugar. Aparte de que me seguía doliendo la cabeza. Esperaba que al menos mi acción diera a entender que no quería hablar es éste momento; pero en cambio sentí el dolor ir desapareciendo de a poco; me giré y unas ondas estaban rodeando mi cabeza, que me hacían ver algo borroso el exterior de aquellas ondas. Al desaparecer ya ni había dolor.
Miré nuevamente donde antes encontrándome con el chico peli-rosa y su mano extendida hacia mi cabeza. Había sido él.
Y aquello fue impresionante.
—Aquí hay que dejar las cosas claras humano, cuando el líder te pregunta algo hay que responder, ¿Bien? —preguntó amenazante mirándome mal.
No respondí pues aún seguía en el acto anterior.
—¿Quedó claro? —preguntó ahora pero sentí algo rodear mi cuello, claramente no era ninguna mano.
El aire comenzó a hacerme falta pues la manera en que mi cuello fue tomado de una manera tan repentina que claramente el aire se había ido de la impresión. El peli-rosa tenía su puño cerrado apuntándome, de nuevo era él y sus poderes extraños.
—Jin, por favor, déjalo en paz. —pidió amablemente el otro chico.
El peli-rosa que respondía al nombre de Jin abrió su mano bajándola a su costado. El aire regresó a mí provocando que tomara bocanadas de aire tan profundas para volver a recobrar el aliento, incluso tosí por su exageración. Y por lo que había vivido.
—¿Cuál es tu nombre, mortal? —preguntó el peli-verde mirándome, pidiendo que contestara con su mirada.
Le miré, y ahora comencé a acercarme a la pared, intentando alejarme de ellos. Muy claramente habían dejado en claro que no eran humanos. Ellos eran de esas criaturas que contaban en mi aldea, al menos antes de alejarme de ellos, y que contaban en las leyendas de la zona que yo habitaba y entrenaba arduamente cada día y con escaso descanso. Y me llevé la grata sorpresa de que no eran criaturas horribles y deformes como los visualizaban en las leyendas, sino cada uno tenía una belleza a su manera, una tan impresionante y fuera de lo que yo conocía como normal.
—Humanos... —susurró el peli-rosa, Jin, antes de salir claramente estresado de la habitación.
—¡Vamos contesta! ¡Se que no eres mudo! —cada vez recibía más y más golpes.
La tortura había comenzado hacia ya tiempo, cuanto no lo sabía. Pero llevaba días así. No comía nada, no bebía nada, y no hablaba nada tampoco. Estaba ya demasiado débil. Sin contar que casi no dormía. Todo el cuerpo me dolía, y lo único que deseaba era morir. Desaparecer y que ésta tortura acabara ya.
—No lo harás, ¡otra vez! —y salió más que enojado de la celda y del lugar.
Lloré en silencio. Ya ni recordaba cómo era mi voz o como se sentía aquellas emociones tan características de mí. Tenía miedo de que esto fuera a desaparecer.
Como siempre me hice ovillo en mi lugar, respirando pesadamente. Sentía las lágrimas respaldando hasta llegar al suelo. Lloraba por el dolor físico y emocional. Sólo lloré, desahogándome silenciosamente en mi celda.
Desde días habían empezado. Nunca contesté a las preguntas que me hacían. Y sabía que les desesperé pues llegaron al grado de meterme a este lugar y castigarme con prohibirme mis necesidades más fundamentales, comer y beber; aquello era horrible y ellos lo sabían. Y aumentaron el golpearme como castigo, me pateaban, incluso con palos o fierros llegaban a golpearme. Habían llegado a más allá del límite.
Pero estaba acostumbrado a los malos tratos.
Mis nervios aumentaron y con ello el miedo, cuando nuevamente las voces hablaron, habían empezado a inundar mi cabeza desde ya demasiado tiempo atrás. Siempre me juzgaban de débil, me insultaban dañándome sentimental y mentalmente, y llegaban en abundancia. Me llamaban loco.
"Eres un maldito enfermo, ¿lo sabías?"
"No le eches en cara lo que ya sabe"
"Venga ya, maldito falso"
¡Cállate ya!
¡Todos cállense!
"No puedes vivir sin nosotros Hoseok, sin nosotros no eres nada"
"¿Y sabes algo?
Cuidado con aparentar ser dulce niño de papá. Es fácil engañar, pero el lobo se viste con piel de cordero. Dime, ¿Tienes el control? ¿Eres lobo o eres el cordero? Sé sincero, mírate, cómo son tus ojos, o cómo es tu color de piel. Pregunto, dime, ¿Tú duermes tranquilo? ¿Cómo eres capaz de ser así? Vamos, ven y justifica toda la mentira que es tu vida, sé que, ven escucha bien:
Pagarán, pagarán. Viene el karma y empezó a cobrar."
"Cuidado si vas a hacer mal, primero piensa antes de actuar; sacar provecho de la gente que dependes y luego cara de "¿Qué es lo que debes?". Corre, huye, no sabes hacer más. Puedo oler tu miedo, bien sabes que no miento. Sé sincero, mírate. Cómo te escondes luego de echar la red".
"Cambia de ser, muestra tu fragilidad, es la mejor forma de engañar. Yo soy real, tomaré el control por fin, sólo muestra un poco, sólo un poco de ti".
"¿A quién miento? Se te da bien hacer ese papelito de buenazo, sin embargo ¿Te digo la verdad? ¡Tengo poder de sobra para controlarte y lo haría! Pero... ¿Qué tal si colaboras, eh? Dicho esto...
¡Haz el mundo arder!".
"Entonces, ¿Tú duermes tranquilo? ¿Cómo eres capaz de ser así? Vamos, ahora justifica toda la mentira que es tu vida, sé que, ven escucha bien, pagarán, pagarán, somos karma y vamos a cobrar."
—¡CÁLLENSE YA! —grité ya desesperado de la voz cantante en mi cabeza, ya me rayaban y quería deshacerme de ellos.
Quería que desaparecieran.
Escuché la puerta de las celdas abrirse. Eso me asustó de sobremanera. Más sin embargo no me moví de mi lugar. Escuché los pasos seguros y decididos para acercarse y abrir la reja. Bueno, eso no me lo esperaba. Levanté mi cabeza encontrándome con el chico rubio más hermoso que había visto pero con un extra tan peculiar y maravilloso, unas alas enormes que se arrastraban incluso en el suelo, eso era increíble. Luego le miré a los ojos, enfrentándolo.
—Tranquilo, no he venido a hacerte daño, vengo para sacarte de aquí, bueno sólo de la celda y llevarte a un lugar mejor. —informó el chico en un tono que deduje como amable.
No respondí, más sin embargo retrocedí hasta dar con la pared.
"Cobarde y sin huevos como siempre, ¿verdad, Hoseok?"
Escuché su tono burlón, y su risa.
Nunca te callas..
"Escuchamos tus pensamientos; y se que este chico es más hermoso que tus estúpidas ex novias tablas que tenías"
Gruñí internamente.
—¿Cómo te llamas? —volvió a hablar el chico, acercándose ligeramente a mí.
Abracé mis piernas a mi pecho, viendo por lo que podía sobre mis brazos mirándole y analizándolo detenidamente. Era hermoso, debía admitir, y de alguna manera me generaba una sensación de paz, una de confianza que desde que había llegado aquí hablé con él.
—Ho... Ho.... —intenté hablar, pero la garganta me ardía y mis sentidos estaban durmiéndose, además ya ni siquiera recordaba mi voz— Hoseok —respondí al tomar valor y aliento, seguro, pero arrastrando las palabras—, Jung Hoseok.
El me sonrió, sincero y de una manera peculiar. Una linda sonrisa cuadrada.
—Taehyung —se presentó el chico— Kim Taehyung. Líder de los demonios. Es con gusto conocerte —evité pensar en lo segundo dicho y mejor me concentré en su mirada.
Le sonreí como el a mí. Mirándonos y probablemente pensando los mismo. Sería agradable pasar tiempo con él que lucía sin segundas intenciones.
"Esto será interesante de ver. Veamos si no lo arruinas con tus estupideces, Hoseok".
Bien. Hola shiks, como están? 😁 espero que bien.
Ahora, antes que nada, les presento el nuevo separador, éste específicamente será para cuando el capítulo acabe. Solamente para eso, en caso de excepciones ya avisaré en las notas.
Por cierto, la multimedia, todos los créditos a su respectivo autor. ¿Eres Lobo O Cordero? Es el título, por si quieren buscarlo ^^
Es perteneciente a una seria que me encanta la verdad, y sus shipeos.. O POL DEOS MEO hermoso we r^w^r
En fin. Este capítulo estuvo intenso no? |:| ahre ya pues
Y bueno... que siga éste especial de apenas los primeros capítulos. Me convenció tu ternura ShocoShips :3
Que siga esta maratón... que ya se acaba ;–;
Bueno, sin más que decir... aquí lo dejo.
Les deseo un lindo día, tarde o noche, sea cual sea el horario en el que estén leyendo esto.
Se despide su autora:
YoungMi17.
PD. Al escribir mi despedida solamente deje que el teclado de mi Celular lo hiciera. Hasta ste men ya se lo sabe \•<•/ anamamez...
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