Un Día de descanso
Krest había decidido no rendirse, sin importar como sacaría a Zaphiri de ese lúgubre infierno. No sabía muy bien el porqué, era una necesidad, como si algo en su interior le obligara a ayudarle, tal vez su espíritu altruista ,después de todo quería ser doctor.
Se levantó muy temprano al día siguiente, preparo un rico desayuno y armándose de valor, y paciencia, fue donde su compañero. Fue otra batalla pero logro convencer a Zaphiri de que desayunara con él...ok, no, prácticamente lo arrastro hasta la cocina. Tras el desayuno surgió otra discusión, solo que más ligera. El menor ya no insistió con el tema del alcohol, pero si con la comida, presiono una y otra vez hasta convencerlo de que aceptara desayunar y cenar en casa, él prepararía los alimentos y Zaphiri los compraría, algo justo y equilibrado. krest esperaba que con una buena alimentación el alcohol no lastimaría tanto a su amigo.
Pero el chico seguía inconforme con el vicio del bicho, ya no lo atacaba directamente, quería evitar más peleas, pero aun insistía. Pasados varios días llego a la conclusión de que necesitaba ayuda, con mucha pena recurrió a Itia, su más fiel y leal "amigo". Krest le narro el problema, suplicando discreción con el asunto, después de todo y pese a su facha, Zaphiri jamás había llegado ebrio a la escuela, ni daba espectáculos como los borrachos de la calle.
-Valla, bueno, no lo conozco mucho pero, jamás imagine eso de él.
-sí, yo tampoco, la verdad es que si no le viese llegar todas las noches tomado no lo creería.
-ya veo...mmm...pues no sé, no has pensado en llevarle a doble A.
-¡lo hice!...algo así...pero...bueno, fui a pedir informes a una de esas casas de rehabilitación, fueron muy amables e incluso se ofrecieron a hacer una intervención.
-¡perfecto! problema resuelto, estoy seguro de que ellos sabrán que hacer y...
-¡No!... todo terminó muy mal, Zaphiri prácticamente les corrió a patadas de la casa, se enfadó tanto que dejo de comer por tres días y al final me amenazó con irse de la casa si lo volvía a hacer.
-espera ¿qué? pero ¿Por qué se iría él de la casa? ¿Qué no es suya?
El menor solo alzo los hombros restándole importancia.
-pues, sí que es necio, yo creo que será difícil, en especial si él no pone de su parte, mmm, no se...¿Por qué no tiras la toalla? después de todo no le hace daño a nadie y...
-¡¿Cómo puedes decir eso?! Sabes las terribles consecuencias del alcohol...¡y si daña a alguien! ¡Se daña a si mismo!... y eso no lo voy a permitir.
A Itia no le agrado la preocupación de su amigo, la verdad es que comenzaba a sentir celos del bicho...¿Por qué Krest se tenía que preocupar por él?
-está bien, no te exaltes, ya pensare en algo.
-¿de verdad? ¡Gracias!
El mayor le sonrió no muy convencido, por alguna razón presentía que esto terminaría mal.
Continuaron los días y todo seguía igual, a ninguno de los dos se le ocurra nada, aunque el único que se quebraba el coco pensando en una solución era Krest. Por suerte la fortuna pareció jugar en su equipo y ese día algo bueno ocurrió.
-y ahora ¿asaltaste la taquilla?
-claro que no, aunque no lo creas me los gane en un concurso de croquetas.
-pero...si tú ni perro tienes.
-emm, bueno...¡que te importa! ¿Quieren ir o no?
-¡Sí! suena divertido
-yo voy
-yo también
Las clases habían terminado y estaban por ir a casa cuando Francisca los reunió en la entrada para invitarles a la feria, el rubio se había ganado una considerable cantidad de pases y quería disfrutar el fin de semana con sus amigos.
-son seis y nosotros somos seis así que.
-ups, lo siento pero yo no puedo ir.
-¿Qué? ¿Por qué Luco?
-perdón, es que mañana tengo cita con el dentista, me extraerá¡ una muela y...la anestesia siempre tarda en hacerme efecto y después de ello no puedo asolearme, perdón.
-ah, qué mal
-ni hablar, ahora nos sobrara un boleto, tal vez podemos revenderlo en la entrada.
-¡estás loco, eso es ilegal!
-oh, pero no hay que desaprovechar.
-olvídalo si la policía nos agarra estaremos en problemas
Los chicos continuaron discutiendo, regañando a Francisca, mientras en la cabecita del cubo comenzaba a formarse una idea.
-em, chicos...¿les importa si llevo a alguien?
-¿eh?
***…***…
Le faltaba salir, conocer a más personas, así no se la viviría encerrado en esos lugares de mala muerte, con gente ruin y desequilibrada (huy que feo me dije T-T). Estaba seguro de que si salía con más personas comenzaría a olvidar ese mal vicio...o almenos pasaría un día dejando a su hígado en paz.
-¡No!
-pero...será divertido.
-¡no quiero!
Por desgracia Zaphiri no era de los que cooperaban por las buenas.
-anda, aparte no tienes nada mejor que hacer.
-tú qué sabes.
-por Dios Zahiri, te levantas hasta las doce, desayunas y después te largas a beber todo el día y no regresas hasta entrada la madrugada.
-¡Exacto! como vez tengo mi agenda llena, no puedo ir.
-¡Zaphiri!
Llevaban discutiendo desde la tarde, Krest intentaba convencerle para que los acompañara pero el bicho era necio; ya era muy noche por lo que se dispuso a ir a dormir, subía las escaleras con Krest detrás de él, intentando convencerle.
-¡carajo, ya te dije que No!
-¡vamos!
Comenzaba a irritarse...y es que llevaba al cubo colgado del brazo, enojado dio un fuerte tirón para intentar zafarse, por desgracia con lo que no contaba era que Krest ya se esperaba esa reacción y estaba listo para usarla a su favor. Con maña aflojo todo el cuerpo y se preparó para el golpe...ne, ya sabía que la alfombra ahí era muy pachoncita, ya que se había resbalada un par de veces.
-¡Krest!
El bicho le miro asustado, no tardo en socorrerle, preocupado de haberlo lastimado.
-lo siento, no creí que te dejarías ir y...
-¡Idiota! ¡No tenías por qué tirarme!
-perdón es que...
-¡Ya cállate!...snif...solo, solo quería que pasaras un día lejos del alcohol...snif...que te relajaras de forma sana y tú...¡en realidad...eres malo!
Ahora imagínense a un mini Krest, con las mejillas rojas y abultadas, enormes ojos de cachorro y gruesos lagrimones bajando por estos, con un burbujita de moco y usando una voz dulce pero cortada...¡oh sí! haber tenido una relación con una bruja manipuladora como era Garnet dejo frutos. El bicho prácticamente se había congelado al oír esto y una ligera punzada presiono su pecho, por un momento se sintió la peor de las escorias al haber hecho llorar a Krest, el menor solo quería ayudarle, intentaba ser un buen compañero y él...
Suspiro derrotado y comenzó a acariciar el cabello del cubo, que había ocultado su rostro en sus rodillas y soltaba pequeños gimoteos.
-No llores Krest, lo siento, perdóname, ya...te prometo que te acompañare, de acuerdo, pero no llores...
-¿enserio?
Con voz aniñada y ojos llorosos levanto su rostro, mirando a su nervioso compañero.
-enserio
-¿lo prometes?
-lo prometo
-¿por el dedito?
Podía sentir como su ojo izquierdo comenzaba a palpitar y una vena se formaba en su frente, conto hasta tres antes de enlazar su meñique con el de su compañero.
-lo prometo por el dedito, te acompañare mañana a la feria, feliz.
Krest solamente asintió, limpio sus lágrimas y se levantó con ayuda del bicho.
-ya vete a dormir, es tarde y nos vamos a levantar muy temprano.
-Si...descansa.
-tú también.
El bicho desacomodo su pelo y le dio un beso en la frente, algo que ya se había hecho tradición en ellos. Kest se encamino a su habitación, en cuanto cerró la puerta se tumbó en su cama y... ¡se echó a reír! Jamás imagino que algo tan absurdo como el chantaje funcionara, en especial en Zaphiri, je,je, tal vez debería intentarlo cuando lo viese con botella en mano...no, si fuese tan fácil ya lo habría convencido de dejarlo...mmm...bueno, de momento lo alejaría por un día y eso ya era ganancia.
Mientras el menor se reían en su cuarto Zaphri...se daba de topes en la pared de su habitación, como fue tan idiota para caer en esa treta, él ¡Él había cedido ante las lágrimas y chantaje emocional! eso era imposible ¡Nunca cedía! ni siquiera con su pequeño vecinito que lloraba a mares cada que volaba su pelota y Zaphiri se negaba a regresarla y eso que era un niño de cinco años. Pero con Krest, con Krest todo siempre era diferente, el menor provocaba un instinto protector que le inundaba y lo llevaba a complacerle en casi todo...y eso comenzaba a asustarle.
-Ah...genial, ahora tendré que tratar con los nenes...¡Mierda!
***…***…
-ya se tardaron...¡vámonos!
-Zaphiri, no llevamos ni cinco minutos aquí.
-pero ya me aburrí, igual y no vienen.
-deja de quejarte.
-pero ya me quiero ir.
Los chicos se encontraban en la entrada del parque, esperando a los amigos del cubo. La gente que pasaba a su lado no dudaba en reírse, y es que el mayor se encontraba haciendo un berrinche como niño pequeño.
-ya, no han de tardar.
-no quiero, ya vámonos.
-¡Zaphiri!
Krest lo agarró del brazo para que no se le escapara, mientras el mayor inflaba sus cachetes e intentaba zafarse, al final Krest termino abrazándolo para retenerle mientras el moreno hacia pucheros.
-Hola
La suave, y enojada, voz de Itia les sorprendió. El mayor veía con molestia como su pequeño abrazaba a Zaphiri.
-Itia, Hola.
Krest no tardo en soltar al bicho y correr donde su amigo, Zaphiri suspiro aliviado, se acomodó su chamarra y saco un reproductor, se colocó los audífonos y comenzó a escuchar música, ignorando por completo a Itia, la verdad aun no entendía por qué diablos acepto, si esos chicos le caían mal...bueno...no, la verdad le eran indiferentes.
-¡Zaphiri!
Al final el grito de Krest lo obligo a girar, y es que el menor le había arrebatado el audífono y gritado en su oído.
-¡ahu! ¿Qué diablos te pasa? ¿Por qué gritas?
El cubo le veía enojado, y es que frente a Zaphiri se encontraba Itia...con la mano estirada.
-¡ah! perdón...hola.
Respondió el salud de forma cortes, aunque no ignoro el fuerte agarre del librano...interesante.
-Chicos Hola.
Francisca llego un par de minutos después. El rubio no tardo en presentarse con Zaphiri y comenzar una charla, algo normal ya que era muy amistoso.
-perdón la tardanza, es que no pasaba el autobús.
-no importa.
Avenir y Lugonis fueron los últimos en llegar, los jóvenes se sorprendieron al ver a Zaphiri ahí, pero no mostraron enfado o incomodidad por su presencia, para alivio de Krest que por un momento llego a creer que esto podía salir mal.
***…***…
Maldita sea, los juegos mecánicos no eran lo suyo, jamás le gustaron, ni de pequeño, eso de pagar para que te zangoloteen, termines mareado con dolor de cabeza y todo dando vueltas... Mejor se echaba una botella de tequila y terminaba igual. Aunque no negaba que estaba sorprendido por el comportamiento de Krest, al menor le encantaban los juegos, corría de un lado a otro, acompañado por el borrego pachón, como Zaphiri le decía, gritando y trepándose a toda actividad, era lindo verle tan feliz.
-no crees que Krest está muy animado, es raro verle así.
Lugonis veía divertido las muecas de enojo que Itia hacía, el mayor estaba concentrado en su compañero, que se encontraba comiendo un algodón con Zaphiri...la verdad le estaba robando el algodón a Zaphiri.
-ya, deja, es mío
Los dos discutan cual niños pequeños, Zaphiri alejaba el algodón y Krest brincaba para arrebatárselo.
-mmm, pues no sé, Krest dijo que no eran amigos pero...yo creo que se llevan muy bien.
Avenir sonreía ante la escena, mientras tomaba un poco de soda.
Pero Itia no.Molesto decidió actuar.
-ne, Krest ¿no quieres subirte a la ruleta?
Itia se acercó a su amigo mientras señalaba la atracción, los ojos del menor brillaron emocionados y no tardo en aceptar, giro a su costado para invitar a su casero.
-Vamos
Zaphiri lo pensó un poco, estuvo tentado a aceptar, solo para molestar al más alto, pero desecho la idea.
-no, la verdad tengo hambre, voy a comprar algo, tu ve.
De forma cariñosa desacomodo el cabello del cubo y se encamino al área de comida.
-espera, te acompaño.
Francisca fue detrás de él, al toro le había caído bien el bicho, en especial al descubrir que también tenía una fuerte pasión por los comics y animes, igual que él. Krest suspiro desanimado, cosa que no paso desadvertida para el mayor, se giró a ver a los otros.
-y ustedes ¿vienen?
Lugonis y Avenir se lo pensaron...je, sería divertido molestar a la báscula.
-claro, vamos.
Por fortuna para Itia los asientos eran para dos personas y él se subió con su adorado niño, estaba feliz de ver sonreír a Krest, después de lo mal que lo había pasado meses atrás...tenía que armarse de valor, no podía dejar que Zaphiri le ganara.
La atracción termino y los chicos fueron donde sus amigos, les encontraron devorando un par de hamburguesas y dos cubetas de pollo frito, mientras discutían quien había ganado la carrera en la película de Gosh Rider, Johnny Blaze o Carter Slade.
-pues prácticamente llegaron al mismo tiempo.
-mmm, cierto...pero el caballo se veía genial, mejor que la moto
-sí, la verdad es que se veía más imponente.
-valla Zaphiri, no sabía que te gustaran las películas de súper heroes.
Lugonis se sentó a su lado y le robo una pieza de pollo, esto no le molesto al bicho...pero si al cubo.
-son divertidas.
-¿y tienes comics?
-tener, por favor, tiene un cuarto repleto de cuentos y figuritas- se quejó el cubo mientras se sentaba a su lado y le robaba la cubeta de pollo, para compartirla con los demás.- la verdad no sé qué le ven, intente leerlos y encontré una gran cantidad de incongruencias.
-tú porque no exploras tu imaginación.
-imaginación, por favor, haber por ejemplo ese manga de los monitos con armadura.
-cual el de Saint Seiya.
-¡oye! son caballeros, no monitos¡caballeros! -se quejó el rubio en apoyo al bicho.
-lo que sea, está llena de incongruencias y errores.
-eso no es cierto.
-claro que sí, eso de meter personajes de la nada, que supuestamente conocían pero jamás mencionaron en números anteriores.
-Es que es para dar misterio- respondió el toro.
-uy si claro, y que me dicen eso de nadie llega hasta el templo principal sin atravesar las doce casas, pero de la nada personajes secundarios aparecen en la quinta, sexta y no sé cuántas más...de la nada, no se supone deben empezar desde la primera.
-ah, es la magia de la edición- se quejó el bicho.
-no entiendo ¿de qué caricatura hablan?-pregunto confundido el borrego.
-una donde unos mocos transgénicos, que según tienen trece y parecen de más de veinte, cuidan a una supuesta diosa buena para nada, que solo sirve para llorar, ser secuestrada, herida, y demás burradas, se nota que no usa el sentido común... y eso que es la diosa de la sabiduría.
-oye, no insultes a Athena, que es una diosa muy bonita y amable-refunfuño el rubio.
-se claro, tan amable que en lugar de curar al caballero de plata y unirlo a sus filas, solo le dice Descansa en paz, y lo mismo hizo con los de oro. Los cuales tampoco son muy listos, digo, si el de la primera casa sabÃa que era Athena desde el principio por que no la siguió al instante y se unió a los otros, total ya lo consideraban traidor. Y el de leo, si ya se enteró debió quedarse a cuidarla, no ir como idiota a que le lavaran el coco. Y ni qué decir del arquero, no era más fácil bajar las doce casas con la bebe en brazos y decirle a sus compañeros lo que ocurría, después de todo si quería matar a la mocosa por que la llevaría en brazos y buscaría protección.
-ya, no insultes mis gustos, yo no te digo nada cuando estás leyendo tus novelas de suspenso- se quejó el bicho.
-pero almenos esas si tienen coherencia.
-es que tu no entiendes el trasfondo Krest, es pa darle suspenso a la serie- apoyo el toro
-ay olvídenlo, discutir con ustedes es caso perdido.
-¡Amargado!- respondieron los dos
-¿Qué me dijeron?
-¡fue él!- señalándose mutuamente.
-je,ej, bueno, ahora sabemos que Francisca no es el único loco que conocemos- menciono divertido el borrego mientras seguían comiendo.
Pasaron el resto de la tarde entre bromas y juegos, Zaphiri intento llevarse bien con todos ellos ya que no deseaba que el menor se decepcionara, la verdad no le fue difícil, Francisca era un sujeto muy risueño y agradable, Avenir muy tranquilo y respetuoso, Lugonis alguien educado y con clase, e Itia, Itia era un sujeto agradable, serio pero no tanto, educado, amable y muy cortes, tal vez el único problema era que...malinterpretaba la relación que tenía con el cubo. El solo veía a Krest como un agradable inquilino al cual le había tomado aprecio, nada más...¿cierto?
-bueno, nos queda un juego más y después a casa.
-¡La montaña rusa!-
Exclamaron el cubo, borrego y toro levantando las manos.
Los demás sonrieron y aceptaron, caminaron hasta la fila cuando se dieron cuenta de algo.
-no inventen ¡hay mucha gente!
La fila era enorme, daba unas tres vueltas y no se veía el final.
-olvídenlo, tardaremos horas aquí.
-Tal vez no tanto.
Zaphiri sonrió de forma traviesa, tomo a Krest de la mano y le jalo hasta delante de la fila.
-espera, no podemos...
El bicho no lo dejo terminar, lo cargo y se colaron en la fila, seguidos por sus compañeros.
-¡Señora muévase!
Una regordeta mujer se encontraba hablando por teléfono, la dama se encontraba casi a la entrada de la atracción, ahí donde daba esquina con un cartel.
-espera un momento...¡no me grites niña!- reprendiendo a dos jovencitas- aparte, la fila no se ha movido, no es así joven.
-sep, aún no se mueve.
Lugonis le respondido sonriente, mientras sus compañeros contenían la carcajada, eso de colarse fue genial. Tardaron solo diez minutos en llegar a la entrada.
-bueno chicos los asientos son para tres personas ¿cómo iremos?
-que les parece esto. Lugonis, Avenir y yo en un vagón, Zaphiri, Krest e Itia en otro.
-por mi está bien.
El pequeño cubo sonrió feliz, mientras el bicho podía sentir el aura asesina de Itia dirigida a su persona.
-yuju, siempre quise que me arrojaran de veinte pisos- susurro el bicho desganado.
Gracias a dios era el último juego y podría ir a casa y relajarse con una botella de Bacanora.
-¿Miedo?
Ithia vea divertido al pequeño, Krest se removía de un lado a otro, el menor iba en el asiento de en medio.
-algo, la verdad es que no me gusta mucho dar tantas vueltas de 360 grados, je.
-relajate, estarás bien.
Itia sonrió intentando tranquilizarle, mientas Kres le regresaba el afecto.
-a menos que te zafes y salgas volando, con eso de que el cinturón te cerro con facilidad, no necesitas un libro en el trasero para que amases bien.
Zaphiri le veía sarcástico, era tan divertido interrumpir sus momentos melosos.
-¡Zaphiri!- Itia le miro enojado
-¡No digas eso!
Krest le miro aterrado, cosa que lo hizo reír, se disculpó y aseguro que todo saldría bien. El juego comenzó a avanzar. Ah solo quería que ese día acabara y regresar a su rutina diaria, había sido divertido pero no era lo suyo. Apenas llegaban a la primera vuelta cuando sintió un fuerte agarre en su mano. Krest había entrelazado sus dedos con él, en busca de apoyo. Sonrió y devolvió el gesto, de verdad en ocasiones el cubo actuaba cual niño pequeño, asustadizo e inocente, tal vez por eso...le gustaba. Gracias a Dios no era Destino Final y lograron salir con vida, algo mareados pero bien.
-bueno, nos vemos maana, cuídense
-Hasta mañana
-Hasta mañana
-Adiós
-nos vemos.
Regresaron despacio, el sol comenzaba a caer y la calle se pintó de naranja rojizo.
-fue un buen día ¿verdad?
Krest venía sonriente, caminando a su par.
-Sí, buen día.
Zaphiri venia relajado, con un ligero mareo pero bien. Los pasos del menor se fueron haciendo cada vez más lentos, por lo que su compañero se detuvo a esperarlo.
-¿cansado?
-algo
-ven.
Zaphiri se agacho un poco y el cubo brinco a su espalda, no tardo en enrollar sus manos alrededor del cuello del moreno, ocultando su cara en este.
-ne, Zaphiri.
-mm
-crees..¿crees que el próximo fin de semana podríamos hacer algo parecido? no sé, salir a un lugar.
-salir, la próxima semana
-si...y la que sigue y la que sigue.
El bicho lo medito un poco antes de echarse a reír.
-no te vas a rendir, verdad.
Era claro para él que la intención de Krest era evitar verlo beber todos los fines de semana, aunque, para ser exactos nunca lo veía, pero sabía que lo hacía.
Krest se quedó congelado un segundo antes de tallar su cabeza en una clara negación.
-no, no lo hare...te voy a ayudar, te guste o no.
-¡hay enano! sí que eres necio
-¡tú también!
-cierto
-...
-...
-entonces
-mm, ¿Qué?
-¿si saldremos?
-¡ah!...no sé, lo pensare, de acuerdo.
-¡Sí!
Lo abrazo con más fuerza mientras sonreía, ya estaba avanzando.
El Chico se quedó dormido y Zaphiri le llevo cargando todo el camino, al llegar lo llevo a su habitación y le acostó, tras quitarle los zapatos, se quedó contemplándolo un par de minutos, pensando.
Un hermanito...si, Krest le gustaba porque lo veía como un hermanito menor, tal vez por ello lo cuidaba tanto y complacía...eso debía ser.
Con esta idea se fue a dormir, no sin antes de echarse una botella para dormir mejor. Mañana seria otro día y se tenía que preparar para la nueva locura que el cubo planeara para alejarlo de la bebida...tenía que descansar.
*****…..*****…..*****…..****….
Perdón por no actualizar antes, pero ya saben...el trabajo y escuela te consumen.
Espero que el capítulo fuese de su agrado, y el dibujo también. Les deseo un buen fin e inicio de semana cuídense y nos leemos después.
pd. El Bacanora es una bebida tradicional mexicana, de la región de Bacanora en el estado de Sonora, es muy fuerte, para machos Dicen algunos XD.
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