Ruptura



Perdón por la tardanza, pero no encontraba el cuaderno donde había apuntado el capitulo.

Espero la actualización sea de su agrado :3

***...***...***...

Por un momento creyó que lo lograrí­a, que conseguiría tener una relación y mantener la fuerte amistad con sus amigos...que iluso. Pensó que tal vez hací­a falta que Garnet e Itia se conocieran mejor, así se llevarían bien y él no se vería en la penosa necesidad de elegir...mala idea.

Para empezar, la pelinegra nunca oculto su molestia cada que Krest invitaba a Itia a que les acompañara, la chica se la viví­a refunfuñando y quejándose por todo, lanzando molestas miradas a su compañero, el cual por fortuna mostraba su educación y aguantaba las indirectas de la joven, después de todo no querí­a perder a su...amigo.

Pero con forme los días pasaban las cosas se tornaron peor. Garnet comenzó a mover sus cartas y por medio de la seducción y el chantaje consiguió que su niño comenzara a separase de Itia, a tal grado que ya casi ni se hablaban. Cuando los demás intentaron entrometerse la chica empezó a despotricar contra ellos, lanzando una serie de calumnias que, si bien en principio Krests se negó a creer, con el paso de los dí­as y las lágrimas y chantajes de la joven, termino por aceptar, de manera que el chico termino la relación con sus compañeros.

El pobre quedo solo, cumpliendo todos los caprichos de su chica, que no dudaba en mangonearlo. Lo obligaba a llevarle a lugares absurdos que a él le parecí­an estúpidas...y raras. También tení­a que aguantar las salidas con sus bobas amigas y las parejas de estas, las chicas eran insufribles cuando se poní­an a charlar de moda, programas de tv y novelas, en cuanto a los jóvenes, los tí­picos cabeza hueca que solo usan los bí­ceps pero no el cerebro.

Se sentía como pez fuera del agua con ellos, pero tampoco podía regresar con Itia y los demás, en primera por Garnet y en segunda...estos le veían enojados, en especial Itia, que se sentía decepcionado y traicionado.

Por increíble que parezca en poco tiempo la escuela, su centro de refugio y placer, se convirtió en el peor lugar para estar, Garnet le molestaba todo el dí­a, mandándole mensajes, estúpidas cadenas o cursilerías, llevándole de la mano de un lado a otro como si fuese su madre, sin dejarle hablar u opinar. La verdad es que no se sentía seguro y en paz hasta que regresaba a casa y se encerraba en esa amplia biblioteca, a devorar un libro de medicina, o se relajaba en el jardín, mirando el agua de la fuente y escuchando el canto de las aves...o nadando en la piscina; después de la charla que sostuvo con su casero se decidió a explorarla casa; era una mansión muy acogedora, decorada exquisitamente, tenía un area de juego, un sótano que parecí­a un departamento, una hermosa piscina y un completo salón de música donde habí­a empezado a tocar el piano, en vista de que el mayor le dio carta abierta para todo, aun no entendí­a cómo es que Zaphiri preferí­a estar embriagándose en una cantina que disfrutando la magnífica casa con la que contaba, pero ni hablar, él sabía lo que haci­a...aunque nuca se lo dijera. No  entendí­a cómo es que poseí­a semejante lugar. Ya le habí­a dicho que era una herencia familiar de su abuelo, pero nada más. Krest no pudo indagar más ya que en cuanto pregunto por ellos Zaphiri se molestó y le dijo que no le importaba, zanjando por completo el tema.

Pero volviendo al tema, ya no sabía qué hacer, estaba harto de esta situación, quería su antigua vida de vuelta, quería ver películas con Itia, charlar con Avenir y reír­ de las payasadas de Francisca. Por lo que decidió poner una norma a su noviazgo. Si ella podía tener amigos...él también.

La noticia no fue bien recibida por Garnet, pero como vieja loba de mar ya tenía un plan de contingencia, listo para ponerlo en marcha y terminar por completo con su competencia.

Esa tarde escucho atentamente los reclamos de su novio, así­ como la exigencia de que se retractara por lo dicho a sus amigos y una disculpa. La rabia la consumí­a por dentro, pero no podí­a dejarla salir antes de tiempo.

-...entiendo, sé que estás enojado y lo siento...de verdad, pero...pero no lo hago con malas intenciones, lo juro, es solo que... ¡Krest yo te quiero mucho...¡Ay! lo que sucede, es que...

Las lágrimas no tardaron en aparecer, y como lo sospecho estas tení­an un profundo impacto en Krest, que, como buen caballero, no soportaba que una mujer llorara.

-No lo entiendo Garnet ¿Por qué te caen mal mis amigos? si antes se hablaban bien.

-Krest...no sé si deba decí­rtelo, no quiero acarrear problemas...yo...yo...

-Garnet ¿Qué sucede?

La mentira fluyo como el agua por su boca. Krest simplemente no lo podí­a creer, jamás imagino que su amigo estuviese interesado en...¡su novia! ahora entendía los celos de los que Zaphiri hablaba (que quieren, es inocente y moldeable), pero la sorpresa fue cambiando poco a poco en ira, en especial cuando la pelinegra le juro y perjuro que Itia había intentado conquistarla mientras salían, pero no era todo, parece que los demás lo sabían y no les importaba, incluso apoyaban a Itia para que lo hiciera, después de todo era el más carismático y querido por sus compañeros.

La sarta de calumnias aumento, incluso logro que sus amigas confirmaran un par de ellas.

Esta demás decir qué después de acompañarla a su casa se dirigió a ver a sus ex amigo, para reclamarle. Como es de esperar Itia se defendió y soltó una serie de verdades contra la chica..y su amigo.

-¡de verdad eres tan estúpido que no te das cuenta, ella te está manipulando, te trata como un pelele y tú lo permites, maldición Krest reacciona, esa zorra solo te está utilizando!

-¡No es verdad, no hables mal de ella!

La discusión duro por un par de minutos y al final Itia se desesperó y termino por cerrarle la puerta en la cara, mientras le exigía no volver a hablarle.

Krest regreso a casa furioso, eso era mentira Garnet le quería y no se estaba aprovechando de él, ella nunca haría algo así­.

Pasaba la media noche cuando Zaphiri regreso a casa, completamente ebrio...como siempre. El moreno entro escuchando Venom de Ghostemane en su celular, mientras avanzaba tambaleándose de un lado a otro. Krest le vio cruzar el pasillo y bufo cansado, de verdad no entendía cómo es que aún seguía vivo.

-¡Uhh! Duende ¿qué haces despierto a esta hora? casi me matas de un susto.

Zaphiri se recargo en el marco de la puerta mientras le veí­a divertido. Por su parte Krest solo bufo, no estaba de humor como para tratar con un borracho.

-nada...puedes apagar tu escándalo.

-ja,ja, el nene está¡ enfadado, qué no te gusta el Dark Trap...a mí­ tampoco, pero la tonadita esta pegajosa ,ja,ja,ja, el inicio me recuerda una peli de terror...aunque escucharla mientras caminas por las calles solitarias no es muy divertido, je,je.

-¡Ya cállate!

-¡uh, el nene está¡ enojado! ¿Qué paso duendecillo?

-¡No me digas así­! Tengo un nombre sabes, si no puedes pronunciarlo preferirí­a que no me hables.

Se levantó dispuesto a irse ¡estaba furioso! no quería saber nada de nada ni nadie. Por desgracia para él Zaphiri no tení­a la paciencia de Itia...y aborrecía que le levantaran la vos. Enojado lo sujeto del brazo antes de que se marchara.

-¡suéltame!

-¿Qué diablos te pasa mocoso estúpido? yo no soy uno de tus estúpidos amiguitos, a mí no me hables así­, a menos que quieras que te parta la cara.

-ja, no me hagas reír ¡ estas tan ebrio que no sé cómo te mantienes en pie!

Zaphiri se molestó por el comentario por lo que no tardo en mostrarle lo equivocado que estaba, de un movimiento doblo la mano del menor, ocasionando que gritara adolorido.

-que decías escuincle.

Presiono más provocando un par de lágrimas en los ojos del cubo, por lo que no tardo en soltarlo, en cuanto lo hizo Krest se le fue encima...eso dolió. En poco tiempo se enfrascaron en una pelea, la cual obviamente gano el mayor, Krest termino en el suelo, con Zaphiri arriba de él sosteniendo con una de sus manos ambas muñecas del francés.

-y bien...¿Ya se te bajo el coraje, enano? ¿O prefieres seguir luchando conmigo?

La respiración del otro era muy acelerada, estaba furioso que incluso lloraba de rabia. Su compañero tomo una profunda bocanada de aire ante de empezar a hablar.

-¿Qué diablos sucedió? no creo que estés así­ por mi borrachera, cierto...¡ah! y bien, dime ¿tiene que ver con tu noviecita e Itia?

Mordió sus labios antes de atreverse a contestar, tení­a que explotar y contarle a alguien, y por el momento...solo lo tenía a él. Comenzó a narrarle todos los problemas, las discusiones con sus amigos y con Garnet, así­ como lo ocurrido hace un par de horas. Zaphiri le escucho atento, asimilando cada palabra, si bien en principio le pareció  divertido, ahora le molestaba, y es que habí­a empezado a desarrollar un pequeño sentimiento de empatí­a por su inquilino. Cuando Krest termino de hablar Zaphiri ejerció mayor agarre en sus manos, dejando caer su peso en el estómago del menor, y es que lo que iba a decirle ameritaría otra pelea.

-Ok enano, esto es lo que creo...Itia tiene razón, Garnet es una maldita sanguijuela que te está chupando y se aprovecha de ti.

-eso no es...¦mph¦...

Bloqueo su boca con la otra mano para que no le interrumpiera.

-Escúchame y luego hablas, entendido. Ah, Krest tan solo piénsalo, desde que estas con ella has tenido que hacer a un lado muchas delas cosas que te gustan. Te obligo a cambiar un par de materias para pasar más tiempo juntos, y a ti ni te agradan esas clases, se la vive llamando y monitoreando cada uno de tus movimientos, te obliga a ir a lugares muy...idiotas, o ya olvidaste la función de tí­teres de la semana pasada, y ni que decir de la vez que tuviste que pagar todos los cosméticos que compro...aun me debes esa renta. Ah ,enano piensa, estas renunciando a las cosas que quieres tan solo por complacerla...¡y no debe ser así! Una relación no se basa en eso Krest, se supone que tiene que ser equilibrada, los dos deben tener el mismo derecho y ninguno está sobre el otro, ella debería de respetar tus gustos y opiniones, de la misma manera que tu respetas los suyos, lo mismo con sus amigos, tu jamás le pedirías que dejara a sus bobas amigas solo porque te caen mal ¿cierto?

Su compañero negó.

-lo vez, incluso haces lo posible por tolerarlas, ella tendría que haber hecho lo mismo con tus amigos...y no Krest, no me creo lo que dijo- se apresuró a decir al ver la mirada de reproche del otro,- esa es una mentira, te lavo el cerebro para tenerte a su entera disposición y se aprovechaba de tu bondad convenciéndote con lágrimas, no te sorprendas, vi como lo hací­a un par de veces, de verdad eres un blando- Zaphiri le mostro una sonrisa burlesca, dejando al descubierto sus blancos colmillos, retiro la mano de la boca de su compañero y aflojo un poco el agarre, mientras sostenía su peso en las piernas, para alivio del menor ya que si pesaba.-Krests escucha, una buena relación solo funciona si las dos personas están de acuerdo y se respetan mutuamente, sus gustos, sus amistades, su libertad, si no lo tienen...terminaran muy mal, serían infelices y...duendecito...¿tú eres feliz con ella? ¿Con lo que tienen?

Zaphiri soltó sus manos y le miró fijamente. El chico se habí­a quedado callado, pensando en lo que su casero le habí­a dicho. La verdad ya lo habí­a escuchado por parte de sus amigos pero...estos no le habí­an obligado a prestar atención, no por la fuerza. Comenzó a pensar en todas las cosas que habí­a vivido con Garnet antes de tomar una decisión. Después de unos minutos dirigió sus orbes a las de su compañero.

-ella mintió ...verdad...sobre Itia y los demás...

-pues, no les conozco muy bien pero, la verdad no creo que sean capases de esos actos, en especial tu amiguito Itia, se ve que es...una buena persona.

Krest sonrió débilmente -No, no me gusta la relación que tenemos, admito que fue linda al principio pero ahora...no me gusta, no me gusta que difame a mis amigos, no me gusta que me ordene que hacer o cuando hacerlo, tener que ir solo a donde ella quiere y aguantar a sus bobas amigas. Odio que me alejara de mis amigos y me odio a mí­ por permitirlo... no, no me gusta lo que tengo con ella Zaphiri...yo...no la quiero, no soy feliz.

-y...¿Qué  harás?

Zaphiri le miraba expectante, le gustaba la mirada de determinación y fiereza que reflejaban las pupilas del menor.

-yo...quiero terminar, ya no quiero seguir con esta farsa.

-pues entonces- Zaphiri acerco su rostro al del menor, sacándole un sonrojo, -¡Sobre el muerto las coronas! ¡Vamos a terminar con esto!

Se levantó de un brinco, jalando en el proceso a su inquilino, y corrió a la puerta, arrastrando al menor.

-¿A dónde vamos?

-¡a romper con la bruja esa!

-¡estás loco! ¡Son las dos de la mañana!

-¡y que! ¡Al mal paso darle prisa!...o prefieres seguir siendo novio de esa arpí­a.

-¡No, Jamás!

Tomaron sus abrigos y se marcharon a la casa de la chica. No está de más decir que todo termino en circo. Para empezar, Zaphiri tocó el timbre como poseso mientras se bebía su licorera (¿de dónde lo saca? quien sabe, la magia de la edición XD) él parecía ser el interesado y no Krest, el padre de la chica salió molesto, pero gracias a dios Krest logro convencerlo para que le permitiera hablar con Garnet. La joven primero se asustó al ver a su novio ahí­, pensando en que había ocurrido una calamidad, pero esta no ocurrió hasta después de que Krest termino de hablar, la primera reacción fueron las lágrimas, intento convencerle para que continuaran juntos, pero el joven se mantuvo firme  ignorando el llanto fingido de la joven, lo cual ocasiono la ira en la chica que comenzó a gritarle, una serie de amenazas y calumnias fueron soltadas contra el chico, que comenzaba a asustarse al ver la rabia teñida en los ojos de la pelinegra. Zaphiri, los padres de la joven y una cantidad de vecinos, observaban  la escena. La bofetada no se hizo esperar, la chica gritaba enojada e intento asestarle otro golpe, este habría impactado de nuevo en la mejilla del cubo de no ser por el escorpión, que sostuvo la mano con fuerza y empujo a la loca lejos de su compañero. El padre de esta no tardo en salir a la defensa de su pequeña, que lloraba exageradamente sobando ahí­ donde Zaphiri la habí­a tocado. Los dos se enredaron en palabras y amenazas, uno furioso y el otro más ebrio que Rodolfo el reno (por eso la nariz), si no pasaron a los golpes fue porque Krest logro arrastrarlo lejos de ahí­, mientras unos vecinos contenían al furioso padre, pero pese a ello Zaphiri se marchó gritando algunos insultos y respondiendo a las amenazas del señor, con uno que otro corte de manga y señales obscenas tanto a padre como a hija.

-Toma, esta fría.

-¡no quiero, no me gusta el alcohol!

-¡ay por favor! No sabes que una buena cerveza siempre ayuda en las rupturas amorosas.

-pero no me gusta.

-haya tú, yo si la necesito.

-pero si quien termino con su novia fui yo, no tú.

-pero quien se comporta como princesa y no quiere beber eres Tú, y aparte ¡Es por solidaridad!

-¡Dame acá!

El menor le quito la cerveza, mirándole enojado.

-ya, no que no querí­as.

-¡No me la voy a tomar!- la coloco en su mejilla que ya comenzaba a inflamarse- es para bajar el ardor.

-¡tsk! que desperdicio.

Zaphiri gruño y fue a la cocina por otra.

-deberí­as dejar de beber.

-tu deberí­as no fijarte en psicóticas depredadoras pero ya vez, nadie hace lo que debe.

El acuariano refunfuño y prefirió desviar la mirada. Estaban sentados en el sofá, mirando a la nada.

Por increíble que parezca y pese a la inflamación en su cara, el menor se sentía más tranquilo, la angustia de los últimos dí­as y el mal sabor de boca que le inundaba desapareció, ya no sentía nervios cada que escuchara sonar su celular, podrí­a caminar tranquilamente por los pasillos de la escuela sin ser arrastrado como un niño, y no tendrí­a que dar explicaciones de donde estaba. Ahora solo se tení­a que preocupar por sus estudios y la relación con...sus...a...migos.

Y nuevamente la angustia y tristeza regresaron, sus amigos, a los cuales habí­a herido por culpa de su ex, los habí­a alejado sin explicación alguna, solo por petición de Garnet, y también...le había dicho cosas horribles a Itia, se habí­an peleado e incluso se atrevió a golpearlo...¡jamás le perdonaría! Parece que al final Garnet habí­a ganado, lo alejo de todos...y ...él lo permitió.

-¡ah! no te preocupes copito, todo se solucionara.

Zaphiri coloco su palma en el cabello de su compañero y lo revolvió tiernamente, no hací­a falta ser un genio para saber lo que estaba pensando.

-ellos te perdonarán.

-no lo creo, después de lo mal que me porte, estoy segu...

-Krest, todos cometemos errores, no eres el primer chico que se deja encular por una mujer. Solo tienes que disculparte con ellos e intentar arreglar todo...si de verdad son tus amigos te escucharan, y te entenderán, no te preocupes.

-de verdad lo crees.

-claro, todos cometemos errores, nadie es perfecto, solo debes mostrar que de verdad estas arrepentido. Lo suyo solo fue una estúpida pelea de niños, estoy seguro de que lo arreglaran, no te preocupes, no es como si alguien hubiese muerto por esto.

Krest sonrió agradecido, era verdad, solo tenía que esforzarse y aceptar que se equivocó, estaba seguro de que sus amigos entenderí­an.

-gracias

-se, como sea.

El mayor se levantó y encamino a la salida, era momento de irse a dormir, pero la voz del menor le detuvo.

-Zaphri, de verdad ¡gracias! si no me hubieses hecho entrar en razón yo...también me acompañaste...y me ayudaste con sus padre, no era tu obligación pero...de verdad, muchas gracias, me habría arrepentido de haber ido yo solo...eres un buen amigo y...

-¡No somos amigos!

La fuerte voz del mayor le congelo, Zaphiri se había girado a verle, solo que su mirada no era cálida como hace unos segundos, esta se había vuelto frí­a y distante.

-no te confundas duende, nosotros no somos amigos.

-pe...pero, entonces ...¿porque me ayudaste?

-...aburrimiento...

Esa fue la respuesta que broto de sus labios, se giró y marcho a su habitación sin decir ninguna palabra. Krests le vio irse, el chico bajo la mirada y apretó con fuerza la lata que tení­a en su mano, parece que nuevamente se equivoco, soltó un suspiro y se encamino a su cuarto, mañana intentarí­a arreglar las cosas con sus compañeros, después de todo no quería perder a sus únicos...amigos...

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je,je, Zaphiri es todo un loquillo, yo también me pregunto de donde sacara tanto alcohol ¿tendrá una bolsa mágica de Barney?

Por lo menos nuestro pequeño cubo ya se libró de la loca esa, ahora a ver cómo le hace para recuperar a sus amigos.

Bueno chicas y chicos les deseo una buena noche, muchas gracias por leer el capítulo y nos leemos en el siguiente.

Cuidense mucho:3


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