Esto no podía ser cierto..
Apreto con fuerza la hoja que sostenía en manos, arrugandola. Tenía que hacer algo antes de que se enterará.
Tomo el teléfono y hablo a una agencia de viajes, no había tiempo que perder.
*****.....*****.....*****.....*****
Ese día había iniciado perfecto, se levantó temprano, se ducho y bajó a preparar el desayuno, a medio día tendría una fiesta en casa de Calvera y estaba muy emocionado.
-buenas...
-valla, te levantaste temprano, buenos días.
El bicho le regaló una sonrisa antes sentarse a desayunar, parece que las cosas volvían a ser como antes.
-listo?
-mju
-entonces vámonos.

Era el aniversario de nuestra doctora favorita y habían organizado una pequeña comida en su casa(ya saben, que trabaje el festejado XD). Krest estaba muy emocionado y algo asustado, sería la primera vez que conocería al esposo de la mexicana, Huexuda, sabía que era uno de los principales abogados del hospital y también que era alguien intimidante y aterrador, o eso decían la mitad del hospital.
Se fueron caminando tranquilamente, era un poco lejos pero no había prisa, el bicho llevaba una caja grande de color plateado donde se encontraba el presente que él y Krest habían elegido. Je, de verdad eran una pareja muy rara, se tomaron dos días en elegirlo y es que uno no estaba de acuerdo con el otro, al final se dividieron el regalo, él le compraría a Huexuda y Krest a Calvera,así sería más fácil, aún le daba risa la cara de los pobres vendedores cuando comenzaban a discutir, le sorprendió que no los corrieran de ahí.
Miró de reojo a su compañero, se veía tan elegante y apuesto con ese traje gris, todo lo contrario a él que le dió igual y fue de ropa casual, sin importar cuanto lo regañara el cubo.
-oye Krest
-dime
-bueno...ya les dijiste a tus padres que irás  a verles, antes de ir a Italia?
En veinte días partirán a Italia, estarían por ahí dos semanas antes de regresar a clases, el pequeño cubo había planeado visitar a sus padres antes de partir y contarles como le iba, la verdad tenía deseos de que Zaphiri lo acompañará pero...le daba pena pedírselo.
-no... quiero que sea sorpresa
-je, me parece bien...yo...em...te recogeré en la terminal el viernes a las cinco, de ahí vamos al aeropuerto, de acuerdo.
-...si...está bien.
Con un poco de miedo el cúbito redujo su andar, deteniéndose.
-que pasa?
-Za... Zaphiri, tu que harás en esa semana? Cuándo me valla?
La pregunta le sorprendió un poco, la verdad no quería pensar en ello.
-pues...lo de siempre, ir al hospital, trabajar un rato...y después ir a embriagarme hasta caer en el suelo, sería muy idiota el no aprovechar tu ausencia no crees 😁
-zaphiri!
-que! No he bebido como Dios manda desde hace semanas, me tienes en ley seca recuerdas.
-no seas mentiroso, anoche te tomaste un six completo.
-y nada más!😫
La verdad es que si, su consumo de alcohol se había reducido drásticamente, o más bien lo habían reducido, el cubo había recurrido al chantaje emocional y algunas amenazas respecto a la comida y...los últimos días su cabeza se encontraba en otro lado como para preocuparse del alcohol.
-no te atrevas.
-no puedes prohibirme lo, no vas a estar😈
-a si...pues entonces me quedo😠
-...😯... qué?!
-ya me escuchaste,me quedó, no voy a dejar que eches por la borda todo el avancé de los últimos días
-krest!
-llamaré a mis padres y les diré que no podré ir hasta fin de año... entenderán.
El cubo le miraba molesto, Zaphiri sorprendido, tenía que estar bromeando, no podía dejar a sus padres de lado solo por...cuidarlo.
Será estúpido y cursi pero, eso lo puso feliz, de verdad le importaba tanto.
Por su parte Krest era un manojo de nervios, le había molestado la respuesta del mayor, entonces para que se está esforzando tanto si en cuanto de la vuelta el otro va a caer otra vez, acaso no le importaba cuanto le lástima eso.
-no puedo creerlo, te comportas como un niño, sabes cuan dañino es y te...
El rubor cubrió su rostro cuando el bichito lo abrazó, rodeando con cariño su cintura y recargando su barbilla en su cabeza.
-es broma duendecito, no te enojes, te prometo que no haré ningúna estupidez mientras no estés en casa, ve, disfruta el tiempo  con tus papá, deben estar ansiosos de verte y no creo que les guste la idea de que no vaz por cuidar a tu ebrio amigo, no te preocupes...me portare bien😇
-lo prometes?
-claro, es mas, para que no te quedes con el pendiente que te parece si me quedo con Sage, te gusta la ideas, es igual de angustias que tú haci que te aseguro no me dejara beber.
-...mmm...si, me sentiría más seguro si te quedas con él... pero aún así voy a hablarte todos los días, más te vale que estés sobrio entendiste, o cuando regrese lo vaz a lamentar
-...😯....🤣...si mamá!
-...☺️
Se empezaron a reír, de verdad su relación era extraña.
-bueno, andando, si llegamos tarde Calvera se enoja.
-si

Su amiga vivía en el área centro de la ciudad, en una bonita mansión de estilo pop.
-chicos qué bueno que llegaron ya me estaba preocupando
-perdone el retraso... Felicidades!
-hay mi lindo Krest, tu siempre tan educado...no como el animal de tu novio, oye! Almenos saluda!
-hommmghla!
Al guapo y sexi bicho le había valido la festejada y entro como Juan por su casa, hiendo directamente a la mesa de bocadillos para atascarse.
-tsk!
-lo siento muchísimo Calvera... Zaphiri, ven aquí!
-hay,hay, mi orejita😭
Como madre mandona el cubo no tardó en ir por el y traerlo de las orejas, para deleite de algunos invitados.
-hay como puedes ser tan insensible, en lugar de que me felicites primero
-hay no seas exagerada.
-zaphiri!
-ahhhhh!
-de verdad eres un grosero, acaso yo voy a tu casa a devorar la comida.
-No te abriría la puerta
-Que!
-Zaphiri Antares! Discúlpate en este momento😠
-hay!
De mala gana al pobre bicho no le quedó de otra más que disculparse, si no era para tanto, él se llevaba así con Calvera, que a esta ahora le saliera lo princesa era otra cosa.
-ja,ja,ja, así que es verdad....ya te pusieron correa eh bicho!
Una voz áspera y fuerte se escuchó a su espalda, al girarse Krest se encontró con un hombre más alto y musculoso que Zaphiri. Era un hombre de piel morena, cabello negro opaco y corto, ojos fieros y obscuros, con el porte de un guerrero de épocas miticas, enfundado en un traje azul marino que contrastaba perfecta mente con su piel.
-tu debes ser Krest, mucho gusto, soy Huexuda Balam*, Calvera me ha hablado mucho de ti, es un placer.
Con un poco de miedo el cubo tomo su mano, recibiendo un apretón firme pero cálido, este era el esposo de su amiga.
-es un placer señor, Krest Sadalsudd.
-je, de verdad eres un chiquillo encantador
-😳😳😳
-y educado, no como este animal!
-oye...solo por eso ahora no te doy tu regaló
-Zaphiri!
-bueno si
El matrimonio comenzó a reírse, era muy gracioso ver al bicho cual niño regañado.
-espero les guste
-gracias corazón, veamos que es...
Emocionada lo coloco en una mesa y procedió a destaparlo. Habia dos cajitas blancas en su interior, cada una con el nombres de los esposos, Calvera retiró el envoltorio,era un bonito juego de té infantil de porcelana, con un lindo grabado de aves.
-ah...que hermoso!
Calvera siempre había deseado uno desde niña, por desgracia su situación no se lo permitió en ese momento y al crecer, la vergüenza le ganaba y no se animaba a comprarlo.
-dioses mira, sus tazitas... Y sus platitos! Está divino!
-que bueno que te gusto!
-muchas grácias!
-bueno, ahora el mío.
El regalo de Huexuda fue una botella de tequila blanco edición especial, cosa que hizo inmensamente feliz al hombresoto que no tardó en abrirla, para deleite del bicho y molestia de los otros dos.
-buenas, ya llegamos!
Los gemelos llegaron unos minutos después, acompañados de una agradable sorpresa.
-Aeras!
-hola!
El bicho salió disparado a saludar a su viejo amigo, colgándose de su cuello como niño pequeño y abrazándolo con fuerza, todo bajo la atenta mirada de un cubo que logró sentir como una ola de celos lo invadía.
-cuando llegaste, por que no me dijiste para ir por ti al aeropuerto, espera un momento, que diablos haces aquí, no te casas en unos días!?
-ja,ja, también me da gusto verte Zaphiri pero déjame respirar...hola, acabo de llegar en la mañana, recordé el aniversario de Huexuda y quise venir a verlos.
-hay corazón, tu siempre tan amable
-gracias hijo.
El pequeño cubo les veía desde un tercer plano, todos habían rodeado al chico, un apuesto pelinegro de piel clara y ojos avellana, con una nariz y sonrisa perfecta, delgado y tan alto como Zaphiri, tenía un porte digno de la nobleza, vestía un fino traje sastre acompañado de un abrigo rojo, así como unas gafas oblicuas que le daban un toque de intelectual.
Aeras? Ese era el hijo de el señor Sage, el amigo de Zaphiri que se iba a casar dentro de unos días en Italia. Krest no lo conocía en persona, pero ya había hablado un par de ocasiones con el por teléfono...a petición suya, ya que Aeras quería conocer mejor al chico que tenía cautivado a su "hermano" por decir lo así.
-hola...déjame adivinar, tú debes ser Krest, cierto.
-ho...hola, si yo soy Krest, mucho gusto Aeras!
-es un placer finalmente conocerte.
Sus ojos se abrieron como plató cuando el pelinegro le abrazo con fuerza regalandole un par de besos en las mejillas.  Y si bien esta acción produjo un sonrojo en el menor, Zaphiri también se puso rojo, pero de ira, al bicho no le agrado para nada el contacto entre su casi hermano y su cubo.
-grrrr...ven vamos a platicar.
Tomo a su amigo del brazo y lo arrastró hasta uno de los sillones.
-je, sigue igual de posesivo con él
-mmm?
-Zaphiri siempre ha Sido muy posesivo cuando se trata de Aeras, desde pequeño, solo le gusta que le preste atención a él y nada más.
Le dijo Hakurei antes de retirarse con su hermano y Huexuda por un poco de tequila.
Esa observación le dolió un poco al cubo, que bajo la cabeza... triste.
-hey, no te preocupes...solo son buenos amigos, nada más.
Calvera le sonrió buscando animarle, lo tomo del brazo y lo arrastró al centro de la sala, para que conviviera con los demás doctores.
-es muy lindo, tienes buenos gustos.
-si...que?...no, es solo un amigo, nada más...solo, un amigo
-ah, aun te cuesta trabajo expresarte verdad?
-...no..e expresó muy bien, si no me crees pregúntale a los oficiales.
-ah niño....como te extraño.
Le dolió al ver como Aeras lo abrazaba y Zaphiri se dejaba mimar, recargando su cabeza en las piernas de este, mientras el mayor jugaba con su cabello. Transcurrió toda la tarde y el bicho en ningún momento se separó de Aeras, no es que le molestará, después de todo ellos no eran nada y...y pese a ello si le molestaba.
Por desgracia su molestia no duró solo ese día, ya que la siguiente semana Zaphiri práctica mente se desapareció, se levantaba muy temprano para irse con Aeras y no regresaba hasta la madrugada, dejando al pobre cubo abandonado y muerto de celos.
***...***...***...
-parece ser que el plan de Aeras está funcionando
-si...menos mal, no quiero ni pensar en lo que puede hacer si se entera.
-conociendo a Zaphiri...una tontería, cuando la ira nubla su juicio...bueno ya sabemos lo que pasa.
-y no le han dicho a Krest?
-no...es mejor no involucrarlo
-pues yo creo que deberíamos decirle...nos podría ayudar si algo sale mal.
-opino igual
-mmm...ya veremos, de momento dejémoslo al margen, aparte, no creo que Zaphiri le haya contado nada del asunto.
-...eso parece.
-entonces mejor dejémoslo así.
***...***...***...
Durante toda esa semana el cubo se encontró solo, ya ni siquiera desayunaban juntos y los dos últimos días Zaphiri no llego a dormir.
-...esto es absurdo...bien, si prefiere a su amiguito que se quede con él.
En un arranque de celos el chico comenzó a empacar sus cosas, adelantaría el viaje con sus padres esperando con ello calmarse un poco, terminó de empacar y llamo un taxi, dejando una seca nota donde decia: te veo en el aeropuerto el viernes...nada más.

Tal vez lo que Krest no sabía es que toda esa semana Zaphiri no había hecho otra cosa que hablar de él, preguntando a su amigo como declararse. Tampoco sabia que esa noche el bicho había llegado con un lindo ramo de rosas y una invitación para una cena romántica. Ni el ataque de ira que tendría unas horas después tras ver una noticia en la  televisión.
Krest no se enteraría hasta dos días después, cuando llamara por teléfono a Calvera para salir de una duda que surgió tras leer el periódico y una llorosa mujer le contestará, haciendo que regresara a media noche.