Por increí­ble que parezca...¡las cosas habían mejorado con sus amigos! Al día siguiente Lugonis y Luco se disculparon por haberse alejado de esa manera, incluso le invitaron a comer con ellos. Francisca también se disculpó y Avenir se sentó a su lado para charlar, incluso Itia cambio. El castaño(creo que es castaño XD)  le espero a la salida de la escuela para hablar con él, se fueron hasta un café y hablaron durante horas, ambos admitiendo sus errores y al final lograron recobrar su amistad.

Todo parecía ir viento en popa, de no ser por...Garnet.

Desde su ruptura la mujer le veí­a con rabia y celo, en las clases que compartían se la viví­a molestándole e intentando hacerle quedar como un idiota, si le veí­a solo ordenaba a sus amigos empujarle o arrojarle cosas. Krest intentaba ignorarla, pero de verdad era insufrible...

-¡siempre dije que era una bruja!

-¡maldita zorra!

-si quieres tengo unas amigas que nos podrían ayudar con ella.

-¡ahh! no ,gracias chicos,  prefiero evitar problemas.

-pero...

-de verdad, dejémoslo así­.

Se quitó su sudadera, quedando solo con una delgada camisa. Alguien "accidentalmente"le habí­a arrojado jugo de naranja desde las escaleras del segundo piso, empapando su cabello y la prenda.

-deberían ir a clase, ya es tarde.

-no te podemos dejar así.

-no se preocupen, estaré bien.

-¿seguro?

-sí­, vallan.

Avenir y Luco salieron del baño, pero Itia no querí­a marcharse.

-¿Qué esperas?

-No-negando con la cabeza- te espero.

-no te preocupes Itia, estoy bien, solo tengo que limpiarme y te alcanzo, adelántate.

-pero.

-je, Itia, si llegamos tarde los dos el profesor se va a enojar, aparte, así­ me  cuentas de que me perdí.

La sonrisa de Krest le calmo, acepto de mala gana y se marchó. Estaba furioso, esa chica se estaba pasando, estaba seguro de que ella habí­a mandado a uno de sus estúpidos amigos. Iba tan concentrado en su coraje que no se percató de la persona que paso a su lado, de lo contrario... habría regresado.

-¡Diablos!

Esto era un caos, su cabello estaba pegajoso y no dejaba de chorrear el jugo, se encamino a los lavamanos y comenzó a lavarse, por desgracia sus palmas no lograban acunar el agua suficiente para lavarse. Escucho el abrir de la puerta, estaba por girarse a ver quién era cuando alguien coloco su mano en su cabeza y lo pego más al lavabo.

-¡ahu!

-ja,ja, que te paso minion, no me digas que te peleaste con la señora de los jugos.

La risa burlona de Zaphhiri no se hizo esperar, el mayor agito su cabeza, para molestia del chico que no tardó en darle un puntapié.

-¡auch! ¿Por qué la agresión?- se quejó divertido.

-Tú empezaste.

Krest le miro molesto, mientras unas gotas de jugo escurrían por su mejilla, esto provoco la risa del mayor, que se tuvo que retirar para evitar el puñetazo dirigido contra su persona.

-ya, cálmate, vengo en son de paz- se mofo levantando las manos

-si, como no ¿Qué diablos haces aquí?

-yo...mmm, pues déjame ver, es un baño, por lo general vengo a mear o cagar aquí­, dependiendo lo que tenga en el estómago.

-¡no seas Vulgar!

-Pues Tú no hagas preguntas estúpidas.

Sin dejar de reí­rse se encamino a un armario que se encontraba al final, donde guardaban los productos de limpieza.

-no me referí­a a eso, digo ¿no deberí­as estar en clase?

-se, pero me la salte.

-¡que! ¿porqué? espera ¿Qué haces?

El menor se asustó al ver como su compañero forzaba el candado, con la ayuda de un pequeño clip.

-veamos...esto servirá.

Tomo una bandeja y jalo a su compañero a los lavabos.

-que...¿Qué haces?

Lleno el recipiente con agua, mientras obligaba a Krest a agacharse en el WC.

-voy a lavarte el cabello...¿o prefieres que te meta la cabeza en la taza?

-¡Por supuesto que no!

-¡entonces deja de quejarte!

Muy a su pesar Krest se agacho y Zaphiri comenzó a lavar su pelo, el cual ya empezaba a ponerse pegajoso, el moreno se tomó la libertad de tomar un poco de jabón en polvo y tallar las hebras de su inquilino, cuando termino le quito la camisa al chico, pese a sus protestas y lo seco.

-listo, ya está.

-gracias...pero, ahora que me pongó...

Antes de terminar la frase el suéter de Zaphiri le cayó encima; era una prenda azul con los puños y cuello negros, de lana, muy calientita...pero grande.

-listo, problema resulto.

El mayor se encamino de nuevo al armario, guardando la bandeja y tomando una bolsa de basura.

-ten, hecha aquí­ tu ropa.

Krest acepto, ya se había colocado el suéter, que le quedaba cerca de la rodilla, bueno a Zaphiri le quedaba un poco más arriba...pero es que él era más alto XD. El mayor había quedado solo con una playera negra pegada a su cuerpo, la cual dejaba al descubierto sus brazos. Era un hombre musculoso, pero no exagerado, se podían apreciar perfectamente sus trí­ceps, bí­ceps y...

-¿Qué te paso?

Krest miro asustado un par de cortadas en los nudillos del moreno. Zaphiri solo levanto la mano, mirando las cortadas,  soltó una risa mientras negaba con la cabeza.

-ah, nada importante, solo que calcule mal un golpe.

-¿eh?

-ya vámonos.

Saco a su compañero y prácticamente lo arreo por el pasillo, estaban por llegar a su salón cuando se encontraron con Garnet. La chica vení­a de frente, acompañada de sus bobas amigas, en cuanto vio la prenda que traí­a el chico, no desaprovecho para burlarse.

-ah, pero que lindo vestido Krest, te vez adorable.

Las risas, de los alumnos que se encontraban en el pasillo, no tardaron en escucharse, provocando un sonrojo en el joven que bajo la mirada apenado, estaba por echarse a correr cuando...

-Verdad que sí.

Zaphiri le habí­a tomado por la cintura, mirando desafiante a la chica.

-por supuesto que se ve adorable, su cintura es delgada y- dando una mirada rápida- tiene el culo redondo y firme- Krest se sonrojo al escuchar esto- y una carita de Ángel ¿Qué más pides?

La mujer le miraba furioso, ese entrometido.

Pero a Zaphiri le encantaba molestarla, por lo que no paro ahí.

-aunque...tú también te vez bien, claro si no contamos que el cuarto botón de tu blusa esta desabrochado, parece que la lonja te está ganando querida, deja los tacos, y no deberías maquillarte tanto, acepta la realidad, las arrugas están ahí y no existe la juventud eterna, aunque si te gusta parecer payaso el look esta genial, tampoco uses tacones, las estrí­as en tu pantorrilla se notan más.

Los chicos en el pasillo no paraban de reír, mientras Garnet se moría de la vergüenza y coraje. Sin soltar a Krest, Zaphiri avanzo por su lado.

-por cierto, anciana, deberí­as de ir a ver a tu amigo el pelirrojo, creo que se cayó o algo así­.

La piel de las chicas se erizo, tras escuchar el tono tétrico en que Zaphiri hablo. Los jóvenes se perdieron en el pasillo, dejando detrás de si a una furiosa, y asustada, Garnet.

-ja,ja, pero que gracioso.

-Zaphiri, no debiste de decirle eso.

El menor intento sonar molesto..pero la verdad lo había disfrutado.

-¡oh! vamos enano, ella se lo busco.

Krest suspiro resignado, ya habí­a aprendido que llevar la contraría a este escorpión era imposible; una sonrisa se formó en su rostro, era agradable que alguien te defienda. Tomo el pomo de la puerta y se dispuso a abrirla, pero se sorprendió al ver que Zaphiri se seguí­a de largo.

-¿A dónde vas? ¿No vas a entrar?

-¡nop! tengo cosas que hacer

-eh ...¿Qué cosas?

-Queti

-¿queti?

-¡Quetimporta!

Zaphiri  le mostro la lengua y se fue de ahí­. Dejando a un enojado y confundido cubo, en ocasiones tenía ganas de...grrr. entro dando un portazo, ganando la atención de sus compañeros y profesor.

-yo...lo...lo siento.

Corrió a sentarse, apenado por su conducta, por suerte el profesor lo dejo pasar.

-¿y ese suéter?

-no quiero hablar de ello.

Itia le miro confundido y acepto...¿pues qué paso?

El resto de la semana transcurrio normal, la relación con sus compañeros regreso a la normalidad, incluso se quedaban a su lado la mayor parte del tiempo, para evitar más "extraños" accidentes. Por fortuna estos desaparecieron casi en su totalidad, la única que continuaba molestando era Garnet, ya que incluso sus amigos se alejaron de ella, pues consideraban que la chica estaba perdiendo sus cabales

El que nunca se separaba de él era Itia, el chico habí­a decidido que en esta ocasión no desaprovecharí­a la oportunidad para acercarse más a su amigo, y con un poco de suerte declararse. No está de más decir que durante esta cercanía se percató de cierto detallito que comenzaba a incomodarle.

-Ne, Krest

-¡mph!

-Tu y Antares...¿se conocen? ¿Son amigos?

Los chicos se encontraban en la cafeterí­a, descansando un poco antes de sus prácticas. Itia veía impaciente al francés, la duda le estaba matando, en el poco tiempo que habí­a acompañado a su compañero se percató de cosas importante. Por ejemplo, Krest siempre parecí­a preocupado cuando no le veí­a en las clases y giraba la vista cada cinco segundos a la puerta, en espera de que el mayor apareciera, y cuando lo hacía siempre sonreí­a, no de forma exagerada, pero si una discreta sonrisa...que siempre era contestada. En la clase de Sage trabajaban juntos, ya que eran compañeros, y podía escuchar una ligera risa proveniente de los labios de Kres, resultado de alguna absurda broma o comentario de su compañero, también les había visto platicando un par de veces, no más de cinco minutos y, aun no olvidaba la vez que les vio cruzar el campus...¡tomados de la mano!...o que el bicho lo fuese a visitar hace un par de noches y hablara con el sobre la manera en que estaba tratando al cubo.

-pues...no, no somos amigos...solo...conocidos.

Un deje de tristeza se escuchó en las palabras del chico, si bien le gustarí­a ser su amigo...respetaría la decisión del mayor y lo considerarí­a solo un compañero, o un camarada, nada más.

-ah...es que...no sé, parecen.

-cierto, a mi también me dio la impresión.

-¿de verdad?

-¡mju!

Todos sus compañeros afirmaron, ocasionando un discreto sonrojo en el cubo...¿de verdad daban esa impresión?

-bueno, creo que no les he contado, verán. Zaphiri es mi nuevo casero

-¡¿Qué?!

Sus compañeros le miraron asombrado, incluso Francisca estuvo a punto de ahogarse con su bebida.

-sí. Lo que sucede es que al principio de año me vio obligado a dejar mi antiguo... hogar, la casera vendió el edificio y nos hecho, prácticamente al siguiente día. Yo no tenía a donde ir y...bueno, en el camino me encontré a Zaphiri y el me ofreció su casa, vivo ahí­ desde entonces, me cobra poco de renta y es un lugar muy bonito...es todo, es la única relación que tenemos, solo somos conocidos...nada más.

Los chicos no lo podían creer, pues para ser solo conocidos Zaphiri...se preocupaba mucho por él, de lo contrario ¿Por qué fue a hablar con todos ellos?

-¿Por qué no me dijiste? Podrías haberte quedado en mi casa

-bueno, no querí­a incomodar, aparte, fue de sorpresa, ni yo sabí­a que me echarí­an ese dí­a, je...fue algo raro.

-entonces ¿Antares tiene departamentos?

-no exactamente, su casa es muy grande...la verdad es una mansión, a mí me renta un cuarto ya que vive solo ahí­.

-¡Una mansión, impresionante!

-mju, es muy hermosa

-y ¿estás a gusto ahí­? ¿No te molesta?

-para nada, la verdad es que prácticamente vivo solo, él nunca está en casa, en cuanto llegamos dela universidad se va a...-el chico callo, no creyó correcto hablar sobre el problema de alcoholismo de su compañero- bueno, no sé a dónde se valla, pero regresa hasta el dí­a siguiente, casi no le veo.

-ah, entonces eso explica su relación, solo son...compañeros de habitación, por decirlo de una manera.

-sip, solo eso.

Los chicos no sabían si creerle o no, Krest no era de las personas que mentían, pero las acciones del bicho...nah, de seguro estaba harto de tener que aguantar las quejas de Krest, ya que en ocasiones el chico era verdaderamente sentimental, y decidió poner un alto para librarse de los lloriqueos...eso debido ser.

Terminaron el almuerzo y regresaron a sus prácticas. La clase de Sage llego y el moreno no se presentó, ocasionando la preocupación en su inquilino, que fue ayudado por el mismí­simo Sage.

-ah, ese niño, ya después lo reprenderé, le he dicho que no debe faltar.

-je, si...¿Dónde estará?

El viejo le miro de reojo, mostrando una sonrisa.

-pues, me envió un mensaje, tení­a algo importante que hacer y no podrí­a asistir, pero prometió recuperar la clase...comienza cortado aquí­.

-sí­ señor.

Una ligera punzada de tristeza le invadió, le habrí­a gustado que a él también le hubiese dicho que faltaría.

La tarde transcurrió como siempre, Itia lo acompaño hasta su nuevo hogar, solo para saber dónde encontrarle en caso de ser necesario, el chico se sorprendió al ver el tamaño de la mansión, no ingreso ya que el cubo temí­a eso hiciera enfadar a su casero, pero si platicaron un rato en la puerta. La noche llego y el bicho no dio señales de vida, cuando el menor se fue a dormir ya eran las dos de la madrugada. Despertó al dí­a siguiente... debido al ruido que el moreno estaba ocasionando en la cocina.

-Mierda...donde están las cervezas.

-¿Zaphiri?

-mmm, buenos dí­as duende ¿qué tal dormiste?

-bien...gracias ¿A qué hora llegaste?

-a la hora en que tenía que llegar.

El chico frunció el ceño, porque siempre tení­a que ser tan grosero. No dijo nada más y se encamino a la estufa, era sábado y podrí­a desayunar tranquilamente.

-ah, genial, se acabó la cerveza (¿encerio?o.O)-ah, ni hablar, bueno no importa...¡el ron es mejor compañí­a!

Krest suspiro al ver como se dirigí­a a otra alacena y sacaba una botella de Matusalem.

-no crees que es uy temprano para beber.

-no crees que es muy temprano para que me regañes, a parte, estoy en mi casa, puedo hacer lo que quiera

Tomo un buen trago para después suspirar contento.

-primero deberí­as desayunar.

-como mueles, está bien angustias iré a desayunar.

Guardo la botella y se encamino a la salida.

-¿A dónde vas?

-no me mandaste a comer.

-sí­, pero la cocina está aquí...a menos que tengas otra.

-enserio Gismo, no te has dado cuenta.

Krest parpadeaba, confundido.

-ah, haber duende dime ¿Cuándo me has visto cocinar algo?

El chico se quedó pensando antes de negar, la verdad es que nunca, incluso, ahora que lo menciona, lo único que estaba en la nevera era lo que él había comprado, lo mismo en la alacena, salvo botanas, no habí­a nada más, bueno aparte del quilo de botellas y cervezas, Solo lo que él compraba y consumí­a.

-Tú...¿no comes aquí­?

-¡bah! obvio no. Enano no se cocinar, créeme soy capaz de quemar hasta el agua, lo hice una vez...aunque aún no sé cómo, pero bueno. Prefiero pagar a intoxí­came con alguna de mis creaciones.

-entonces...¿Dónde comes?

-pues, en varios lugares, dependiendo lo que se me antoje. Por ejemplo, hoy quiero acompañar el Ron con wuafles, así­ que iré a una cafeterí­a que está a cinco cuadras de aquí...¿quieres venir?

Krest simplemente no lo podía creer, eso era...¡un despilfarro! Pues cuanto gastaba en los alimentos, si comí­a tres veces al día, y miren que él no comía poco como lo comprobó la vez que le invito a la cafeterí­a, era una buena cantidad de dinero. Aparte comer en la calle todos los dí­as, era poco higiénico. No, este chico llevaba un pésimo estilo de vida.

Zaphiri le veí­a extrañado, ahora que le pasaba...¡Nah! decidió no darle importancia, no estaba de humor para tratar con sus problemas el dí­a de hoy, aparte...¡Tenia hambre! Estaba por irse cuando Krest le sujeto del brazo.

-que pa...

-¡Siéntate!

-¿eh?

-Siéntate, yo preparare el desayuno

-que, no olví­dalo no qui...

-¡Zaphiri Antares Que te Sientes, AHORA!

El grito del chico lo asusto ¡Guahu! de verdad podía ser intimidante cuando lo deseaba ¿porque no era así­ con la loca esa? Muy a su pesar se sentó en la barra, se quedó quieto, como buen niño, mientras veía a su compañero caminar de un lado a otro, murmurando lo irresponsable y despilfarrador que era. Al final terminaron desayunando un par de huevos con tocino, una pieza de pan con jamón y jugo de naranja, que en el caso de Zaphiri fue Ron con unas gotas de jugo.

-no puedes gastar tanto dinero Zaphiri, tienes que ser más ahorrador.

-ah, como molestas...aparte ¡es mi dinero y hago con el lo que me plazca!

-¡No digas estupideces! ¡No eres un niño, así­ que deja de comportarte como tal y empieza a ser responsable!

-¡no me grites enano!

-¡pues deja de comportarte como un niño caprichoso!

-¡Basta!

Zaphiri se levantó molesto, dando un fuerte golpe en la mesa.

-¡Escucha bien Krest! ¡Yo hago con mi vida lo que me plazca, si quiero beber, lo hago, si quiero comer fuera lo hago y nadie me va a ordenar que hacer...entendiste!

-solo quiero ayudarte

-pues nadie te pidió tu ayuda, yo estoy perfectamente, así­ me gusta mi vida y no pienso cambiarla

-ser un ebrio, despilfarrador y vago...que bonita vida.

-si no te agrada Lárgate, nadie te tiene preso aquí.

-qué crees que dirí­a tu madre si te viese ahora, tu abuelo, no creo que ellos...

El mayor se detuvo de golpe, apretó con fuerza la botella hasta reventarla, provocando miedo en Krest. Inesperadamente tomo a su compañero y le azoto contra la pared, ocasionando que se quejara por el golpe.

-¡No te atrevas a mencionarlos!

Zaphiri le veía furioso, sus ojos estaban rojos y apretaba con fuerza los dientes y el puño.  Por su parte Krest le miraba desafiante, se habí­a propuesto ayudarle, le gustase o no.

-Entonces, deja de comportarte como un idiota, deja de destrozar tu vida.

Enojado apretó con fuerza el hombro del chico, provocándole un gemido.

-no te metas

-solo quiero ayudarte

-nadie te pidió ayuda.

-yo tampoco la pedí­, pero tú me la diste, solo quiero devolverte el favor.

Un par de lágrimas bajaron por los ojos del cubo, no deseaba llorar, pero el agarre era fuerte, Zaphiri era muy fuerte... y lo estaba lastimando. En cuanto el chico las vio soltó de inmediato a su compañero, retrocediendo...asustado.

-e...es mejor que te marches Krest, ya no puedes estar aquí­

Prácticamente hecho a correr a la puerta, tení­a que salir de ahí; por desgracia las palabras de Krest le frenaron nuevamente.

-No lo hare...no me voy a ir...no te voy a dejar.

Había decision y fuerza en sus palabras, Krest le miraba fijamente, sin doblegarse, esto ocasiono un descontrol en el bicho, que prefirió huir.

-gra...gracias por el desayuno...yo...te veo al rato.

No dijo más y salió.

Krest le vio irse, se limpio las lagrimas y sobo su brazo, no se rendiría, lo iba a ayudar, le gustase o no.

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y se acabo.

Para que vean que los quiero mucho les traje otro capitulo :)

Y comienzan los problemas, como le ira al pobre bicho ahora que Krest ya se encapricho  en cuidarlo...peor aun, como le ira con Itia, que empieza a sentir celos de su bichesca persona XD.

Les deseo un excelente inicio de semana y los leo después...la verdad sera el viernes.