Amor



Las clases terminaron y procedió a guardar sus cosas, estirándose un poco en su asiento para relajar los músculos, últimamente se sentía más cansado, algo aceptable ya que sus materias habían aumentado.

-Hey, Krest ¿quieres ir por un café?

Al levantar la mirada se encontró con su amigo Itia, el chico le miraba con una sonrisa en su boca, acepto y se encaminaron a la salida. Antes de irse giro su vista al final del salón, Zaphiri se encontraba sentado en su pupitre, pensó en despedirse con la mano pero, el moreno tenía la vista fija en su móvil y no le prestaría atención, por lo que lo dejo pasar...ahora que lo pensaba, él y Zaphiri nunca habían entablado una verdadera conversación desde que se mudó a su casa, solo los típicos saludos corteses y uno que otro tema sin sentido, aunque la verdad el mayor jamás se encontraba en casa y siempre salía más temprano, aun no entendía como es que llegaba tarde a las primeras clases.

En el camino se encontraron con Avenir y Francisca, por lo que los cuatro terminaron juntos en una mesa del rincón.

-mmm, la siguiente semana empiezan las practicas, estoy emocionado.

-no sé, la verdad me da un poco de miedo ir a la morgue.

-es broma verdad, porque de ser así déjame decirte que estas en la carrera equivocada

-ja,ja, cierto.

-ya cállense

-debe de ser por todas las pelis de terror que ves.

Itia y Francisca comenzaron a molestar al borrego, que les veía enojado y sonrojado. krest solo les miraba divertido, tomando su café sin aportar ninguna broma o comentario, pero él era así, reservado, callado, y por qué negarlo, tímido. Pese a que su semblante mostrara todo lo contrario.

-pues yo estoy emocionado, será un paso importante para nuestra formación académica.

-ah, mientras no me desmaye todo estará bien.

-o vomites, recuerda la montaña rusa.

-¡quieres dejar de molestar!

Las risas continuaron por un rato hasta que un par de siluetas se coló frente a ello.

-¡hola chicos!

Una hermosa mujer de piel blanca y cabello negro y ondulado se colocó frente ellos, acompañada por otras dos.

-Garnet, hola.

Los chicos la saludaron amables, era una delas mujeres más hermosas de la escuela.

-hey, este fin de semana hay una fiesta en mi casa ¿vienen?

-¡Suena genial!

Un ligero malestar se posó en su estómago al ver como la mujer se inclinaba frente a Itia, de tal manera que sus narices casi se rozaban y sus labios estaban a nada de tocarse. Desvio la mirada, intrigado...posiblemente molesto con su amigo por tener la oportunidad de coquetear con tan hermosa dama.

Pero esa molestia no paso desapercibida para la chica...y otro par de ojos que sonreían maliciosos.

-qué me dices Krest ¿vendrás?

Pego un brinco al escuchar la cantarina voz de la mujer, esta le veía fijamente...al igual que sus compañeros. Estaba por declinar la oferta, como siempre lo hacía, cuando Itia respondió por él.

-¡claro que iremos! ¿Verdad amigo?

El mayor le abrazo incitándolo a aceptar, Krets era muy conocido por casi, nunca, no ir a las reuniones sociales de sus compañeros, pero esta vez no lo dejaría escapar. Soltó un suspiro y acepto, no creía que estuviese mal relajarse de vez en cuando.

-¡perfecto, entonces nos veremos ahí!

La melodiosa voz de la chica y su sonrisa le hizo enrojecer, por lo que decidió girar la cara para evitarla.

***...***....

¡Mierda! ¡Para qué diablos acepto!

Era la quinta vez que se veía en el espejo, no estaba tan mal, los pantalones negros y un suéter azul, hacia un poco de frio pero no le molestaba y... ¡al diablo! solo era una tonta fiesta.

Miro el reloj, era hora de salir. Cuando bajo los escalones se encontró con su compañero, Zaphiri recogía un abrigo del armario de la entrada, parece que también se iba, aunque él siempre estaba afuera.

-¿iras a la fiesta de la promotora de shampoo?

Pregunto con sorna. Esto tomo desprevenido al menor, que frunció el ceño ante lo dicho por su compañero.

-¿Shampoo?

-si, por lo de Garnier...no ves la tele.

-¡su nombre es Ganet, no Garnier!

Zaphiri rio ante el ceño fruncido de su compañero.

-como sea... ¿solo llevaras eso? hará frio en la madrugada... si es que piensas regresar.

El carmín se apodero de su cara ¡claro que iba a regresar! pues con quien cree que hablaba, él no era ningún...

-¡toma!

Su vista fue opacada y todo se tiño de negro, se quitó la prenda de la cara y la miro atento, era un hermoso abrigo negro, de cuello alto y ceñido de la cintura, muy parecido a una de esas gabardinas del siglo XVI, pero más moderna. La tela se veía calientita, parecía lana, pero combinada con piel, además desprendía un agradable aroma a manzanas (lo clásico en los bichos).

-eso te protegerá del frio-paso a su lado y se encamino a la salida, antes de cruzar la puerta se giró a verle- por cierto, si te gusta, deberías decirle.

El chico se quedó pasmado, Zaphiri salió por la puerta deseándole suerte y guiñando su ojo.

-¿eh?...de...de que ha...bla...s...

***...***...

No es que le gustara...bueno si, pero podía jurar que a cualquier hombre, era atractiva, inteligente, tenía una voz muy bella y...

La canción termino y todos aplaudieron. Garnet se encontraba trepada en una tarima, en un improvisado karaoke que las chicas habían armado. La chica bajo y los jóvenes continuaban aplaudiendo, de verdad tenía una voz privilegiada.

-y bien chicos ¿Qué esperan?

-no gracias, tengo una voz horrible

-yo paso

-oh, vamos, será divertido

-¡Nop!

-ah... ¿Qué me dices tú Krest, te animas?

Se limitó a negar con la cabeza mientras se retiraba de ahí. Sus amigos solo rieron y salieron detrás de él.

La fiesta no fue tan escandalosa y molesta como había pensado, la verdad es que se la estaba pasando bien, se burló de las bromas que Itia le hacía a Avenir y Luco, platico con Aeras y Francisca, e incluso se animó a hablar con otras jovencitas y bailar con una chica. Para media noche ya había perdido de vista a sus compañeros y se encontraba hablando con Garnet.

La plática fue amena, charlaron de todo tipo de temas, la escuela, sus gustos, cultura, películas, lo usual. Se encontraban sentados en una de las bancas del jardín trasero, era un lugar muy hermoso, bien cuidado, con macetas extravagantes y flores aromáticas, algunas figuras de barro típicas del lugar, ya saben nomos gracioso, un hongo, o flores de barro. La chica estaba en una silla de mimbre, con sus, largas y bien torneadas, piernas en el asiento, abrazándoles mientras lanzaba sutiles coqueteos, miradas cariñosas y caricias discretas.

Por su parte Krest...bueno él estaba como siempre, casi, estoico, sereno, con la mirada fija en la cara de la muchacha pero sin rastros de lujuria o deseo...aunque también nervioso, era la primera vez que se encontraba con una chica en ese tipo de situación.

-ne...tu abrigo es muy mono, tan elegante, tienes un buen gusto.

Sorprendió un poco por el comentario, la verdad ni se acordaba que lo traía puesto, estaba tan cómodo en el que ya lo había olvidado.

-¿dónde lo compraste eh? se ve algo caro.

Toco la tela y suspiro, solo lo tomo porque, bueno... prácticamente Zaphiri se lo arrojo a la cara y después se fue, sin dar tiempo a negarse. Cuando giro para decirle que no era suyo se encontró con una Garnet prácticamente arriba de él.

La chica se había trepado a sus piernas y le miraba de forma un tanto lujuriosa. El nervio se apodero de él, y este aumento cuando la joven comenzó a besarlo, ocasionando que sus ojos se abrieran más de lo normal. El aroma a fresa lo descontrolo, así como el peso extra y la lengua que invadía su boca, sujeto a la joven de la cintura para que no fuese a caer, pero sin tocar o presionar demás.

-¡oi Krest! ¿Estás aquí?

La voz de Itia les sorprendió. El mayor venia entrando, cruzando esa puerta de cristal decorada con una cortina blanca, en busca de su amigo.

-¡oh! lo siento, no quería interrumpir

Los chicos se separaron en el acto, Garnet agacho la cabeza avergonzada y él solo desvió la mirada para evitar que viesen su sonrojo.

-bueno, les dejo...chao.

Pese a que lo dijo sin interés se logró apreciar un deje de molestia en su voz, pero eso pasó desapercibido para los dos jóvenes, en cuanto Itia se marchó los chicos comenzaron a reír, fue vergonzoso pero divertido.

-¡me gustas!

Confeso la joven sin dejarle de verlo. Krest se había quedado en blanco sin saber que decir, era la primera persona que le decía eso, se sentía alagado ya que jamás imagino que una chica tan linda se fijaría en él. Le causo un poco de gracia al ver como la joven se mordía los labios en la espera de una respuesta.

-tú, también me gustas.

Se dieron un nuevo beso, solo que en esta ocasión el chico rodeo su cintura y participo más.

***...***...

-valla, las tres de la mañana ¿Dónde has estado muchachito?

Iba entrado cuando se encontró con su compañero en las escaleras de la entrada, se notaba que él también venia llegando, en especial por el olor tan fuerte a alcohol que emanaba y la ropa desarreglada.

-¡tú también vienes llegando!-Protesto

-se, pero en mi es normal, en ti...debe de haber pasado algo muy bueno para que llegues a esta hora- se mofo el pelinegro mientras guardaba el abrigo.

Krest se limitó a voltear el rostro y murmurar una maldición, en ocasiones era molesto. Cuando oyó cerrar la puerta del armario reacciono, recordando el abrigo que le había prestado.

-ah, to...toma, gracias, de verdad hacia frio a esta hora.

El pelinegro miro la gabardina en la mano contraria y negó.

-quédatela, te va mejor que a mi...es de tu tamaño, enano.

-¿Qué?

La ira se apodero de él, no era ningún enano, media 1.67...Ok, Zaphiri 1.82, pero aun así tenía una altura promedio, estaba por regañarlo cundo el mayor paso despeinando su cabello con fuerza para después subir las escaleras, a medio camino se detuvo y giro a verle.

-por cierto ¿se lo dijiste?

La pregunta le tomo desprevenido, pero no tardo en recordar la plática de la tarde, sonriente afirmo.

-sí...Garnet ahora es mi novia.

-¿Garnet?

La respuesta lo sorprendió...él no se refería a la chica, se había equivocado, podía jura que Krest...mmm, tal vez interpreto mal.

-ah, qué bien, harán una linda pareja... ¡Blanca Nieves y su enano! ¡ja,ja,ja!

La carcajada resonó por todo el salón

-¡¿Qué?! ¡Zaphiri!

Pero antes de que el cubo lograra alcanzarlo, el bicho se echó a correr y se encerró en su cuarto, mientras seguía riendo. De verdad, en ocasiones su casero era realmente molesto.

***...***...***...

Y se acabó.

Dirán ¿Qué es esto? ¿Dónde está el romance entre el bicho y el copo?

Ok. sí, es un fic yaoi de Krest y Zaphiri solo que ahora decidí cambiar un poco el tema, en esta ocasión quiero que se conozcan más a fondo antes de...de empezar algo, ya saben, para hacerlo más realista.

Les prometo que el romance llegara, tardara un poco pero llegara.


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