One Shot: Seonghwa (ATEEZ)
Bolbbalgan4 - Some
00:38 ━━━━⬤─────── 03:02
⇆ ◁ || ▷ ↺
Confirmo que muchas veces somos los responsables de nuestros propios sufrimientos, sobre todo cuando a temas románticos nos referimos. Siempre fijándonos en quien no debemos, siempre enamorándonos de quien no siente lo mismo por nosotros, siempre dándole nuestro corazón a quien no lo va a proteger. ¿Y aún así lloramos por el desamor?
Pero aún así, ¿quién soy yo para criticar? Podría ser nombrada como la reina y emperatriz de la friendzone, la comandante del gigantesco batallón de personas con el corazón roto por personas que probablemente ni siquiera tienen conocimiento de sus sentimientos. Y todo esto por Park Seonghwa.
Park Seonghwa es nada más que el chico más apuesto que ha existido sobre la faz de la tierra, la persona más hermosa, tanto por fuera como por dentro, que he conocido y que conoceré en toda mi vida. Todo es rosa y dulce hasta que llegamos a la triste realidad: para Park Seonghwa no soy más que una pequeña y torpe hermana a la que debe cuidar.
—Tu madre me ha dicho que no estás comiendo bien —su melodiosa voz me trae de vuelta a la realidad, al parque en el centro de la ciudad en donde siempre nos reuníamos. Alzó mi cabeza para encontrarlo mirándome fijamente en la espera de una respuesta.
—Mi madre siempre piensa que debería comer más, todas las madres son así —digo bajando de nuevo la mirada, si lo sigo mirando terminaré perdiendo la noción del tiempo.
—No creas que puedes engañarme tan fácilmente, niña. ¿De verdad crees que no te conozco lo suficiente? —"Niña" Como si existiera algo peor que ser llamada "niña" por el chico que hace latir tu corazón el triple de lo usual— Las últimas dos veces que salimos con los chicos dejabas que Mingi se comiera casi toda tu comida, además de que te la pasas buscando tantas imágenes de dietas para nada saludables.
Mis ojos se abrieron en sorpresa con su último comentario, entre balbuceos intenté preguntarle de dónde había sacado eso, más bien preguntándome a mí misma cómo podría saber eso.
—Dejé que descargaras Pinterest en mi celular y dejaste tu cuenta abierta. Tú culpa, no mía.
La vergüenza hizo enrojecer violentamente mi rostro, me sentía como una nena a la que habían descubierto robando galletas del tarro de la abuela. Apresuré mi paso para quedar a su lado, debía caminar más rápido para que mis piernas cortitas fueran al mismo ritmo que las suyas, y aún cuando lo sabe el muy gigante no tiene consideración conmigo.
Ignorando hacia dónde nos dirigíamos comencé a caminar junto a él aprovechando que lo tenía tan cerca, llevé mi mano hasta el bolsillo de su abrigo para tomar su celular. De una manera sorprendente ni siquiera chisto con la extracción, hasta parecía que estaba esperándolo ya que recitó la serie de números en qué consistía su contraseña la cual yo conocía, pero cada vez se encargaba de repetirla cada vez por si acababa olvidándola. Una foto de Seonghwa dio paso a otra, una más linda que la otra y las conocía bien ya que fui yo quien tomó cada una.
Mi dedo recorrió la pantalla pasando app tras app hasta dar con el logito rojo de la aplicación que buscaba, sin siquiera abrirla dejé presionado mi dedo sobre esta para dar sin pensar en la opción de "desinstalar". Quise ponerme a pensar sobre el motivo por el que él mismo no hubiese eliminado la aplicación, pero el sonido de una notificación interrumpió mis pensamientos.
"@taeri__taeri acaba de subir una publicación"
Nuestros ojos se encontraron cuando alcé la mirada, sin siquiera pensarlo extendí el aparato hacia él sin pronunciar palabra alguna. Su expresión casi no cambió, con curiosidad entró en la aplicación de Instagram al darle un toque a la notificación para llegar a su foto, fue entonces cuando dirigí de nuevo mis ojos al suelo por donde caminábamos.
«Vamos, ¡di algo!»
— ¿A dónde vamos? —Internamente quise golpearme por preguntar tal tontería— Estoy cansada de caminar.
—Puedo llevarte en mi espalda si así lo quieres —propone antes de soltar una risa pequeña por mi inmediata negación. Sentí sus ojos sobre mí por un momento para luego dar unos empujoncitos en mi espalda—. Vamos, iremos a comer algo dulce para darte energía. No falta mucho, pequeña perezosa.
Crucé mis brazos para evitar quejarme sobre el nuevo apodo que salió de su boca. Pequeña, niña, bebé, tonta y así seguía con miles de apodos en la lista. Aunque tampoco es que pudiera pensar mucho en esto, mi mente estaba demasiado ocupada reproduciendo la voz de mi entrenadora personal repitiendo una y otra vez que los postres estaban terminantemente prohibidos para mí, lo que conllevaba a un problema ya que, si tratara siquiera de decirle acerca de esta dieta: uno, pensaría que ponía solo excusas, y dos, tan solo le daría una razón más para llevarme a cada sitio de comida que se le cruzara por enfrente con tal de "mantenerme en un peso sano".
Pero lo peor de todo es que nada de eso me importa, no cuando estoy con él, ningún regaño de Kaeun podrá borrar el recuerdo de un día más con Seonghwa, una salida en el parque que cuando esté sola en mi habitación podré fantasear sobre esta como una cita, pero una cita de verdad y no de simples amigos.
«No importa si no puedo comer cosas postres. Lo haré por ti, Park Seonghwa»
—No te quedes atrás. —De repente era jalada por la muñeca haciéndome apresurar mi paso. Al estirar mi brazo la manga de mi chaqueta se encogió dejando que sujetara la piel desnuda de esta zona, enviando una descarga eléctrica por todo el brazo.
No, seguramente fue la ráfaga de viento helado que caló por la falta de abrigo.
—Tus piernas son el doble de las mías, ¡obviamente caminas más rápido! —me quejo tratando de ignorar el calor que subía a mi rostro.
—Sigue en pie mi oferta de cargarte en mi espalda —comentó sin una pizca de burla en su voz y sabía de sobra que le importaría muy poco incluso llevarme como bebé mientras el resto de las personas lo observan.
Negué de nuevo con la cabeza sin importar que él no me estuviese viendo, en mente solo trataba de que mis pies no tropezaran al caminar tan rápido, pero esto tuvo su lado positivo ya que en menos de lo que noté ya nos encontrábamos cruzando la calle saliendo del parque, teniendo de frente una librería. Nuestra imagen en la vitrina del local me puso a fantasear como nunca, su mano casi lucía como si estuviese tomando la mía lo cual me hizo querer ponerme a chillar.
Sin embargo un detalle no pasó desapercibido y era que toda su atención estaba volcada sobre su celular, parecía que ni siquiera veía por dónde caminaba.
— ¿A dónde vamos? —digo la pregunta nuevamente con la voz mucho más baja. La barrita de ánimo se había ido de nuevo hasta el suelo.
—Lo he dicho, comeremos algo dulce —contesta sin más y sin siquiera levantar su mirada.
Suspiro con resignación dejándome guiar a donde sea que piense ir, dejo la mente en blanco y me concentro en el calor que envía su mano al mantener sujeta mi muñeca. Debería hacerlo con más frecuencia: dejar de pensar tanto y disfrutar hasta el más pequeño momento en que estuviéramos juntos.
Pensándolo bien no es tan malo estar en la infame friendzone. Si, puede que quizás me esté volviendo loca, pero es un pensamiento que surgió de repente. Ignorando el pequeño detalle de que tu enamorado no responde a tus sentimientos románticos, cuentas con el hermoso privilegio de ser considerado un buen amigo, algunas veces el mejor, lo que de buenas a primeras te da un lugar en su corazón.
Cuentas con su cariño, aprecio y sobretodo, confianza. Puedes estar a su lado cuando lo desees, salir juntos cada que lo quieras y lo tienes a tan solo una llamada de distancia. Estamos siendo amados, no de la forma en que lo desearíamos, pero no por no ser de una manera romántica significa que es menor el cariño. ¿Quién dice que el amor de pareja es más fuerte que la amistad?
Este pensamiento logró subir un poco, tan solo un poco la barrita del ánimo. Poniendo una pequeña sonrisa en mi rostro tomé la iniciativa y forcejeando un poco logré dejar que sujetaba mi muñeca para sujetar su mano, aprovechando que retrasó su caminar para quedar a su lado. Por un segundo miró nuestras manos y sin darme tiempo de sentir miedo, una sonrisa ladina surgió en sus labios. Antes de seguir caminando apretó el agarre metiendo nuestras manos en el bolsillo de su abrigo.
—Tu diminuta mano está helada —anunció acompañado de su melodiosa risa.
Sonará tonto, pero al menos para mí esto es el significado de felicidad.
Bitches, les tengo un pequeño anuncio y quiero saber sus opiniones. Tengo pensado empezar a hacer las reacciones con imágenes en lugar de gifs, principalmente debido a la nueva, o antigua, actualización donde los gifs no pueden ser más grandes de 1 MB y para quienes saben de esto entenderán lo complicado que es encontrar gifs tan pequeños y al hacerlos de este tamaño los hace muy feos.
¿Qué opinan ustedes de esto? De ser así, ¿tienen recomendaciones de dónde encontrar fotos bonitas de los idols que se vean indicadas como para hacer reacciones?
Ahora sí, ¡hasta la próxima, mis bellezas!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top