"Deja de perder a tu gato"

Como ya te era costumbre estabas ayudando a tu pareja a buscar a su gato, aún no sabías como Magnus siendo un brujo tan poderoso como él era, perdía a su gato cada pocos días, ya estabas creyendo que lo hacía intencionalmente porque cada vez que esto pasaba tú te quedabas en su departamento ya que él decía que se sentía muy solo sin su presiado presidente miau.

Ya habías recorrido todos los edificios cercanos a el de Magnus y estabas por darte por vencida y volver a al departamento cuando viste a una adolescente  jugando con un gato que era igual al presidente miau por lo que te acercaste para ver si se trataba de el.

-Hola, disculpa por molestarte, ¿ese gato es tuyo? Es que se parece al de un amigo - preguntaste cuando ya estabas a su lado.

-Hola- dijo con una sonrisa cortes- no, el gato no es mío, soy cuidadora de mascotas y este es de un cliente que cada cierto tiempo me deja a su gato para que se lo cuide mientras el va de viaje, quizás el dueño sea tú amigo.

-puede ser- dijiste con una sonrisa tensa- gracias, que tengas un buen día.

Caminaste a paso rapido y volviste al departamento donde encontraste a Magnus recostado en el sillon.

-¿Como te fue florecita?- pregunto.

-Mas o menos- dijiste sentandote a su lado- sabes es curioso, pero encontre a una chica cuidando a un gato igual  presidente miau, algo muy extraño.

-Si, extraño- dijo de manera incómoda.

-Si quieres que viva contigo solo debias decirlo brillitos- dijiste con una sonrisa para acercarte y darle un pequeño beso en sus labios- no es necesario que "pierdas" a tú gato.

-No creo que fuera mi plan mas brillante- se burló- pero conseguí mi objetivo, tenerte aquí varias las noches solo para mi.

-Bueno, ahoga me tendras todos los días que quieras- dijiste con una sonrisa para sentarte en su regazo- todo el tiempo que quieras- dijiste con voz seductora mientras le acariciabas su torso.

-Eso suena genial florecilla- dijo para tomar tú rostro y besarte de la manera que solo sabía Magnus Bane.