"Sabes que tus fiestas me dan migrañas "

Estabas en tú habitación leyendo un libro o bueno tratando de leerlo ya que la música que se oía afuera no te permitía concentrarte y eso te molestaba, odiabas las fiestas en especial cuando habían bandas de hadas, preferidas mil veces la música mundana qué la de ellas.

Habías logrado avanzar dos capítulos de tú libro, y eso había requerido mucho esfuerzo y unos nuevos tapones para oídos, por fin estabas en paz y podías avanzar tranquila en tú libró. Estabas tan concentrada que no notaste que alguien está tratando de llamar tu atención hasta que el te sacaron uno de los tapones.

-Hey- dijiste en forma de queja- estaba usando eso.

- Lo note florecilla- dijo el gran brujo de Brooklyn- pero mi pregunta es porque estas aquí y no en la fiesta.

- Sabes que tus fiestas me dan migrañas- dijiste con una mueca para luego acercarte a él y abrazarte a su torso- sabes que prefiero nuestras fiestas privadas en vez de estas tan concurridas.

- Lo sé mi florecilla, pero había que celebrar nuestro aniversario- dijo con una sonrisa mientras jugaba con tu cabello - pero si quieres podemos dejar a los invitados en la sala y nosotros podemos celebrar aquí.

-Eso suena genial- comentaste pero más que eso sonó como un ronroneo. Para empezar las cosas te separaste de él y te sacaste la camiseta, el con sus ojos recorrió tu pecho desnudó, ahora dabas gracias de no haberte puesto sujetador- comenzamos querido.

Magnus no dijo nada sólo sonrió y de un tirón logró sacarse su camisa Y a dos zancadas quedó junto a ti y con sus manos te atrajo más a él.

- Claro que si florecilla- dijo para luego juntar sus labios en un beso salvaje, que a ambos los dejaría sin aliento. Y así fue como comenzó su noche y siguió así hasta el amanecer.