No quiero perderte |Pietro y Wanda|

Era la batalla de todas las batallas. Los Vengadores contra el poderoso y astuto Ultron y sus robots.

Wanda estaba peleando junto a los otros Vengadores, levantando a sus enemigos a su voluntad y lanzándolos contra las paredes de los edificios, algunos de ellos rompiéndose en pedazos y otros siendo desintegrados por Pietro quien corría a una velocidad increíble.

Cuando todos fueron destruidos, Thor grito—: ¿Es eso los mejor que puedes hacer? —Ultron dejo salir una risa malévola antes de hacerle la seña al resto de sus réplicas.

—Tenías que preguntar... —dijo Steve mientras sostenía su escudo de forma protectora y rodaba sus ojos a Thor, quien trago saliva.

Todos habían comenzado a pelear de nuevo cuando Tony grito—: ¡Hay civiles atrapados en algún tipo de caos! Pietro, Hawkeye, ¡manos la obra!

Pietro se detuvo frente a Tony y Wanda, mirando hacia ella con ojos cansados, sacudiendo su cabeza.

—No, no, ¡no voy a dejarte sola!

—Pietro, muchas gracias, pero puedo manejar esto. No necesito que me cuides, ¡ahora vete! —Dijo ella mientras aplastaba los robots que venían en millones de pedazos con el movimiento de su muñeca.

Con esto, Pietro se volvió hacia a ella con una gran sonrisa, y mientras sacudía su cabeza él dijo—: ¿Si sabes que soy doce minutos mayor que tú?

Wanda le dio una sonrisa antes de que él desapareciera de su vista, dejando un estela azul y plateada.

La batalla siguió y pareció no tener fin, pero Wanda continuo peleando con toda la fuerza que quedaba en ella.

Pero al voltearse debido a un sonido, ella sintió dolor en su abdomen que la hizo jadear por el dolor.

Wanda miro al hombre con la ametralladora con horror antes de que Thor lo noqueara, ella miro sus manos las cuales ahora estaban cubiertas de sangre escarlata y que ahora estaba manchando su ropa.

Ella jadeo mientras caía de rodillas, Steve se volvió hacia ella gritando su nombre.

Él se arrodillo junto a ella mientras ella lo miraba con los ojos bien abiertos. Adolorida ella tosió—: P-Pietro, cuida-cuida de e-él-.

—Wanda, ¡estarás bien! ¡Solo resiste!

—Di-dile que-que lo siento por no-no ser lo suficientemente fu-fuerte y que-que lo amo.

—Puedes decirle eso tu misma cuando lo veas, ¡¿está bien?! ¡Solo resiste, Wanda, por favor! —Grito Steve mientras la sostenía con firmeza, mirando alrededor por ayuda.

—Por favor, solo díselo... —dijo ella con suavidad mientras su mano se aflojaba del uniforme del Cap. Él suspiro pesadamente antes de susurrar con suavidad: "lo haré".

Ella sonrió con suavidad cuando repentinamente su mano dejo de sostener su uniforme, cayendo al suelo con un golpe sordo, su cabeza yendo hacia atrás mientras que sus ojos se cerraban, con una sonrisa que aún permanecía en sus labios.

Steve suspiro fuertemente cuando de repente escucho una ráfaga de viento contra él, deseando que no fuera Pietro.

—¿Wanda? Wanda, que... —Steve se volteó para ver la cara afligida y llena de horror de Pietro quien había detenido su carrera al ver a su hermana en los brazos del soldado, sin responder y sin moverse.

—¡¿Wanda?! —Grito, corriendo hacia ella y cayendo de rodillas, separando su cuerpo del de Steve hasta sus brazos. Él gimió su nombre con suavidad—. ¿Wanda? Wanda, por favor respóndeme, ¡por favor! ¿Wanda? ¡POR FAVOR WANDA, RESPÓNDEME!

Él lloró, sacudiendo su cuerpo ligeramente como si fuera a despertarla de una horrible pesadilla, pero ella no se movió ni un poco. Steve observo sin poder hacer nada, dándose la vuelta con tristeza.

—¡WANDA, POR FAVOR, NO ME DEJES! —Grito. Sus lágrimas caían sin parar, sosteniendo su rostro con sus manos con gentileza, acariciándolo. Pietro dejo un beso tembloroso en su frente antes de gritar como un animal herido que ha sido pisoteado o torturado.

Él dejo salir un gruñido antes de posarla en el suelo gentilmente y salir corriendo, ignorando los gritos de sus compañeros mientras él aplastaba cada robot de su vista, destruyéndolos casi a nada.

Él grito con furia mientras destruía todo lo que se cruzaba en su camino. Él susurro "Ultron" y corrió hacia él, destrozándolo poco a poco mientras él gritaba con terror antes de correr justo a través de Ultron quien dejo salir un pequeño jadeo al caer en un montón de escombros.

Pietro dejo salir un grito al caer de rodillas, llorando, con su cabeza en sus manos.

La batalla se había acabado y el mundo estaba silencioso y hermoso una vez más. Pero para Pietro, sin Wanda, el mundo era una prisión.




Pietro se encontraba en su habitación a solas. Meciéndose a sí mismo como una forma de consuelo, su rostro pálido e hinchado. Lagrimas bajaban mientras contemplaba la cama vacía que se encontraba en el lado opuesto de su habitación, la cual había pertenecido a su hermana.

Hubo un toque en la puerta pero él lo ignoro, estaba se abrió para mostrar a Steve quien camino hacia él y se sentó a su lado.

—Siento lo de tu hermana, Pietro. Se lo cercanos que ustedes eran. Y sé lo que se siente perder a alguien así... —Pietro permaneció en silencio mientras escuchaba las palabras de Steve—. Ella quería que te dijera que lo sentía por no haber sido lo suficientemente fuerte, y que te amaba mucho...

Él se volteó con esto, mirándolo con los ojos bien abiertos antes de voltear de nuevo al sentir el dolor de su pecho incrementar.

—Gracias, Cap...

Steve asintió y supo que era tiempo de irse. Cuando el capitán dejo la habitación y sus pisadas cesaron, Pietro se arrojó contra la pared de metal, gritando mientras la golpeaba con fuerza.

Tony se mantuvo frente el cuerpo sin vida de Wanda, antes de susurrar—: Wanda... sé que todavía estas ahí en algún lugar... Si pudieras, por favor, solo volver con nosotros. Sé que puedes... Hazlo por Pietro, él te necesita más que ninguna otra persona.

Él suspiro antes de voltearse.

Ella no había dado respuesta alguna a muchas de las pruebas a las que él y Bruce la habían sometido, y él estaba perdiendo lentamente la esperanza de que ella siguiera viva.

Al voltearse, el escucho las puertas abrirse lentamente para revelar a un desaliñado Pietro.

—Lo siento, Pietro...

Pietro lo miro con tristeza antes de asentir. Tony palmeo su hombro antes de dejar la habitación y cerrar la puerta detrás de él para qué Pietro pudiera tener privacidad con Wanda.

Pietro se hundió en la silla que se encontraba junto a la cama en donde su hermana yacía, sin moverse y sin alterarse. Su cuerpo se sacudió con solo verla y sus manos temblaron descontroladamente.

—Wanda... Si puedes escucharme, solo quiero decir que lo-lo siento por no haber llegado a ti a tiempo. Lamento no haber podido salvarte. Lamento no haber sido a veces tan buen hermano. Solo lo siento.

Él tomo las manos de su hermana con gentileza, sosteniéndolas mientras susurraba un "lo siento".

Él dejo su cabeza caer sobre su cuerpo, sosteniendo su mano contra su corazón mientras lloraba, así como había estado llorando por las últimas cuatro horas desde que la batalla acabo.

Pietro lloraba con tanta fuerza que él ni siquiera sentía la presión en su mano siendo devuelta cuando la voz de su hermana hizo eco a través de sus orejas.

—¿P-Pietro?

Su cabeza se levantó instantáneamente con el sonido de la voz de Wanda y él la miró para encontrarse con sus ojos, aleteando al abrirse.

Él se movió mientras ella se sentaba, lentamente haciendo una mueca pero moviéndose para quedar cara a cara con él.

—¿Wa-Wanda? —Pietro tartamudeo mientras contemplaba a su hermana, con sus ojos bien abiertos y llorosos cuando su hermana le sonrió.

—¿Si, Pietro?

Y con eso, Pietro se le abalanzo, abrazándola con fuerza mientras lloraba contra su cuerpo. Ella posiciono sus brazos alrededor de su cuerpo y sonrió, atrayéndolo más cerca.

—¡¿Pero, cómo?! Pensé que te había perdido.

—Tú nunca me perderás Pietro. Nunca. Porque eres tú el que me trajo de vuelta.

El ceño de Pietro se frunció con esto y Wanda se levantó de la cama, mientras observaba a su hermano mayor con mucho amor, tomando sus manos entre las de ella con fuerza.

—Fue tu voz, la escuche en la pelea, cuando me llamaste. Fue mi mente la que se mantuvo viva cuando te escucho, mi cuerpo solo necesitaba algo de tiempo para regresar... Tú me salvaste. Pietro, y no podría estar más agradecida —dijo ella mientras bajaba un poco la cabeza de su hermano para posar un beso en su frente mientras él gemía. Ella sonrió y susurro—: Nunca te dejare, Pietro. E incluso cuando me haya ido, tienes que saber que siempre estaré justo aquí —Con esto ella posiciono su mano en su corazón—. Siempre estaré contigo, Pietro, dondequiera que corras y dondequiera que vayas. Y sin importar que.

Él sonrió antes de traerla de nuevo a sus brazos con firmeza, dejo múltiples besos en su cabeza y susurro—: No quiero perderte. No ahora, ni nunca más.




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