Confesando
—¿Cuál es su problema? —Pregunto Natasha, entrando hacia la cocina mientras que Pietro salía de la habitación en una rabieta. Te encogiste de hombros, terminando de comer el resto de tu panqueca y poniendo tu plato en el lavavajillas.
—Ni idea. Estábamos comiendo juntos cuando Tony entro, y bueno, sabes cómo es Tony... Y entonces Pietro básicamente tiro su comida y se marchó —respondiste, ganándote una ceja alzada por parte de Nat.
—¿Tony coqueteo de nuevo contigo? —Pregunto, tomando una manzana del bol de frutas, posando sus codos sobre la encimera y dándole una mordida.
—Tony coquetea con todo lo que camina —señalaste, recargándote sobre la encimera de la cocina para mirar a Nat. Ella considero esto mientras le daba otra mordida a su manzana antes de encogerse de hombros con indiferencia.
—Él probablemente esté celoso. Sin embargo, resuélvanlo antes de nuestra próxima misión. Lo último que necesitamos es que ellos se metan en un concurso de meadas en el medio de una batalla —señalo, haciendo una seña con su cabeza en forma de 'fuera'. Con curiosidad, caminaste hacia la habitación de Pietro y tocaste su puerta con ligereza.
—Pasa —vino su respuesta gruñona y entraste a la gran habitación. Pietro estaba acostado en su cama contemplando el techo, sus ojos se movieron hacia a ti cuando tomaste asiento al final del colchón.
—¿Qué fue eso en la cocina? Pensé que estábamos teniendo un buen desayuno —comenzaste, observándolo cambiarse posición, descansando su espalda contra la cabecera de la cama.
—Tengo mejores cosas que hacer que verte a Tony y a ti coquetear —replico con un tono amargo deslizándose en su voz. Esto te tomo por sorpresa y frunciste el ceño.
—Tony esta con Pepper. Su flirteo es inofensivo —explicaste sin estar completamente segura del porque sentías la necesidad de explicarte.
—¿Y qué hay del resto de ellos? ¿Clint o Steve, o Sam? Ellos también coquetean contigo —disparo de vuelta luciendo como un niño indignado, cruzando sus brazos y tobillos.
—Casado; como un hermano y de nuevo, como un hermano —suspiraste, sacudiendo tu cabeza—. Pietro, has estado saliendo de la habitación cada vez que uno de los chicos entra. ¿Es por eso? ¿Por qué estas celoso? —La mirada de estupefacción en la cara de Pietro te hizo saber que estabas en lo correcto, pero él no lo admitiría tan fácilmente.
—¿Yo? ¿Celoso de ellos? —Él dejo salir una risa débil—. No —escondiste tu sonrisa y te moviste para sentarte contra la cabecera junto a él, chocando tu hombro con el de él ligeramente.
—Está bien si lo estas. Muchas personas se ponen celosas —razonaste—. Solo estoy tratando de averiguar porque te estas poniendo celoso.
—¿Acaso no es obvio? —Pregunto él, suspirando por tu cara de confusión—. Wanda me dijo que estaba siendo demasiado obvio. Supongo que estaba equivocada —respondió, removiendo su mirada de la tuya para estudiar la pintura de la pared como si fuera la cosa más fascinante del mundo—. No quiero que ellos te gusten más de lo que yo te gusto.
—Me gustan todos ustedes por diferentes razones —señalaste. Frunciéndole el ceño ligeramente cuando se volvió a mirarte de nuevo.
—Pero yo quiero gustarte más. De la manera en que tú me gustas —explico. Finalmente todo encajo para ti y tus ojos se agrandaron ligeramente en entendimiento.
—Estas celoso porque te gusto —murmuraste observando como sus mejillas se tornaban rosadas—. Pietro, no tienes que estar celoso cuando paso un rato con los otros chicos. Ellos son mis amigos, claro, pero solo tengo sentimientos románticos por ti. Pensé que yo no te gustaba de esa manera —razonaste, sonriendo a lo aliviado que lucía Pietro.
—Así que, ¿irías a una cita conmigo? —Pregunto esperanzado, descruzando sus brazos. Te reíste y te inclinaste hacia adelante, presionando un suave beso en sus labios antes de descansar tu cabeza en su hombro.
—Me encantaría —respondiste, acercándote más y él paso un brazo sobre tus hombros—. ¿Esto significa que dejaras de darle al resto de los chicos horribles miradas cuando les hablo? —Preguntaste, mirándolo.
—Lo tomare en consideración —jugó, riendo y ganando que rodaras tus ojos y una risita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top