Dean Winchester - Hija de un Cazador.
Mientras Sam iba por comida, Dean decidió quedarse junto al impala.
Estaban en un caso en Seattle Washington, siguiendo a una criatura que secuestraba niños.
Dean no esperaba mayor sorpresa ese día, excepto encontrar el nombre de dicha criatura. Estaba a punto de levantarse para entrar al impala cuando...
- Hola – una diminuta vocecita interrumpió su tarea. El cazador se giró y vio a una pequeña de menos de cinco años, con el cabello castaño peinado en dos adorables trenzas a cada lado de su cabecita. Dos grandes ojitos verde manzana lo veían con toda la ternura e inocencia del mundo. Su ropita era un diminuto camisón blanco de dormir y dos botitas blancas a juego.
- Ammm... hola – Dean no supo que hacer excepto mirar a todos lados a ver si veía al adulto que viene con ella, pero no había nadie. La nena se acercó más a él – oye, deberías ir con tu madre, ¿sabes?
- Pero antes de proseguir, la pequeña abrazo sus piernas con ternura. Dean miro a ambos lados esperando que nadie haya visto eso y entonces aparto a la pequeña – oye – dijo y se puso a su altura - ¿quién es tu mama?, ¿sabes su nombre?
- La niña asintió – Katy Jones.
Un flashback atravesó la cabeza de Dean de la última vez que estuvo en Seattle:
Una cafetería. La chica que accidentalmente le botó el café encima. Él desayunando al día siguiente con esa chica. Un vampiro secuestrando a la chica. Él salvando a la chica. La chica... "agradeciéndole". Y el nombre de la chica es... Oh por Dios.
- ¿Dean? – llamo Sam con las bolsas de comida en la mano, viendo a su hermano con una pequeña.
- Sam – dijo Dean al levantarse y tomar a la niña – debemos ir a...
- Espera, ¿quién es ella? – pregunto Sam apuntando a la nena en los brazos de Dean.
- Hola – saludo ella al hermano más alto moviendo su manito.
- ¿Recuerdas cuando estuvimos aquí... hace como... exactamente cinco años? – pregunto Dean haciendo la cuenta en su cabeza.
- ¿Ssí? – dijo Sam no muy seguro.
- ¿Y recuerdas a la chica?, a la que conocimos en la cafetería... Katy – dijo Dean al borde de un ataque de nervios.
- Sí.
- Es su madre – dijo Dean alzando a la pequeña – sí, es-es su madre, sí – dijo Dean dejando escapar una risa nerviosa.
- Dean... - dijo Sam abriendo bien los ojos - ¿qué hiciste?
- Aun no lo sé – afirmo el rubio-castaño.
- Pero y-y... ¿de dónde salió?, ¿cómo diste con ella?
- No lo sé, yo-yo estaba aquí y cuando me di la vuelta ella solo apareció, así de la nada – explico Dean.
- Entonces Sam se acercó a la pequeña y sonriéndole le pregunto - ¿cuál es tu nombre?
- Emma, ¿y el tuyo? – pregunto la pequeña con una dulce voz.
- Hola Emma, yo soy Sam y él es Dean. Amm... ¿cómo nos encontraste?
- El hombre dijo que lo siguiera – dijo la niña.
- ¿El hombre? – preguntó Dean.
- El mismo que me salvó del monstruo – dijo la niña.
- ¿Qué monstruo Emma? – preguntó Sam.
- El que vive en el edificio abandonado. Dicen que es un fantasma.
- ¿Un fantasma? – le preguntó Dean, la pequeña asintió.
- ¿Dónde está ese edificio abandonado Emma?, ¿lo sabes? – le preguntó Sam.
- Lejos, muy lejos, hacia allá – dijo la pequeña apuntando a la derecha.
- Es una dirección – dijo Dean a Sam.
- Tendrá que servir – dijo Sam y ambos se dispusieron a entrar al impala para ir recto hacia la derecha.
Afirmativamente, luego de unas tres calles llegaron a un edificio abandonado, no terminado y lleno de grafitis. Al entrar se encontraron con una Shtriga que secuestraba niños para alimentarse de ellos cuando quisiera. La mataron como mataron a la última y posteriormente llamaron a la policía, usando sus alias de agentes del FBI para que ellos se encargaran de los demás niños, mientras ellos llevaban a Emma con su madre.
.
Tocaron la puerta y abrió una muchacha de cabello negro azabache largo, piel blanca y de rostro alargado y facciones finas.
- ¡Mami! – gritó la pequeña al verla. La madre exclamo y tomó a la niña en sus brazos besándola, fue en ese momento que se percató de las dos personas que habían traído a su tesoro de vuelta, por supuesto las reconoció.
- ¿Sam?, ¿Dean? – preguntó ella al verlos.
- Hola Katy – saludo Dean dejando escapar una rápida sonrisa.
.
- No me digan que mi hija fue secuestrada por un vampiro – dijo Katy.
- Por una Shtriga, más bien – dijo Dean.
- ¿Una qué? – preguntó ella.
- Es un tipo de bruja pero que, se alimenta del "aliento de vida" de una persona pero, prefieren niños – explicó Sam.
- Santo Dios – dijo Katy sentándose en el sofá con las manos en su cara.
- No, hablemos de eso, ¿sí? – propuso Dean sentándose junto a ella - ¿Por qué no nos hablas de Emma? – dijo el rubio opaco con una sonrisa.
- Katy alzó la mirada hacia él y al ver su cara supuso que ya lo sabía, o lo sospechaba – ella es maravillosa. Es una niña sumamente tierna, risueña, le encanta hacer bromas y jugar. Pero también es muy lista y valiente, y siempre cuento con su apoyo... se parece a su padre – dijo ella mirando hacia el rubio, Sam se dedicaba a observar nada más.
- ¿Entonces ella...? – iba a preguntar cuando ella se adelantó.
- Sí, es tuya – al escuchar dichas palabras Dean se llevó ambas manos a la cara y Sam respiro hondo imitando después la acción de su hermano.
- Wow... wow – dijo el rubio procesando la información.
- Descubrí que estaba embarazada cuando ya te habías ido... por eso yo no... no quise forzarte a nada, fue una decisión que tomé sola.
En ese momento, Emma bajó corriendo las escaleras con ropa de casa y fue directo al sofá para trepar a este y sentarse entre sus dos padres.
- Emma, quiero presentarte a unos amigos – dijo Katy acariciando el cabello de su hija.
- Ya sé quiénes son – dijo la niña sonriendo hacia Dean, el rubio no pudo evitar sonreír de vuelta.
- ¿Así?, ¿sabes quién es él? – dijo apuntando a Dean.
- Claro, es papá – que la niña supiera que el "extraño" frente a ella era su progenitor sorprendió a todos.
- ¿Tú sabías... qué él es tu padre? – preguntó Katy incrédula.
- Sí, el hombre me lo dijo – dijo la pequeña con su voz dulce.
- ¿Qué hombre Emma? – preguntó Katy en tono protector.
- Era alto – dijo la pequeña extendiendo sus bracitos al cielo y luego bajándolos – pero no tanto como tú, papi >>
Dean no estaba preparado para escuchar esas palabras, mucho menos si estaban dirigidas a él. Su sorpresa fue evidente: abrió los ojos y echó los hombros hacia atrás, sin embargo, relajo el cuerpo en cuanto un sentimiento cálido y nervioso se instaló en su pecho, y no planeaba dejarlo por ahora.
<< Su cabello era negro y sus ojos azules – dijo la pequeña poniendo sus deditos en sus parpados para abrir más sus ojos – también hablaba muy extraño, y traía un abrigo largo.
Al tener la descripción del sujeto Sam se imaginó quien podría ser, miro hacia Dean esperando que este le confirmara pero se encontró con su hermano mirando embelesado a la niña. Hasta podría jurar que se moría internamente por cargarla y ponerla sobre su rodilla.
<< Fue él quien me salvo del monstruo que me secuestro mientras dormía, luego me dijo que si lo seguía, al final encontraría a mi papá – finalizó la pequeña.
- Y, ¿no te dijo su nombre? – pregunto Katy.
- No – respondió la pequeña.
- Yo creo saber quién es – dijo Sam – de hecho, Dean y yo lo conocemos.
- ¿Qué? – al oír la mención de su nombre el mencionado salió de su trance.
- Cas – dijo Sam divertido de que su hermano haya estado toda la conversación solo al pendiente de la niña. Katy por su parte estaba esperando que Dean le confirmara que conocían al sujeto.
- ¿Qué hay con él? – pregunto Dean perdido.
- Fue él quien hablo con Emma, y quien la salvo de la Shtriga – dijo Sam.
- Oh, ¿fue él? – pregunto Dean con sorpresa a lo que Sam no pudo evitar reír.
- Pero, si conocen al sujeto, ¿verdad?, e-es amigo suyo – preguntó Katy.
- Sí, es Castiel él es... un ángel – dijo Dean.
- ¿Un ángel? – pregunto Emma con la misma cara de asombro que tenía Dean hace un momento.
- ¿Los ángeles también existen? – pregunto Katy.
- Aunque sea difícil de creer – dijo Dean.
Dean y Sam se quedaron a pasar la noche en casa de Katy; según la excusa que Dean dió "para esperar y ver si Castiel aparecía", pero era claro para el menor que su hermano solo quería pasar más tiempo con la pequeña Emma, cosa que Sam le concedió, pues él mismo también tenía curiosidad por su propia sobrina.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top