Alec McDowell - Alfa y Omega.


Estabas harta de que él te ignorara. Estabas en crash solo queriendo beber un par de tragos cuando un olor familiar te llegó, volteaste y era Alec McDowell, quien estaba sentado en la barra.

La mismísima razón de tu delirio y tu frustración.

En Manticore te hicieron con ADN de lobo, y sin saberlo (o estando conscientes de ello) el lobo era un macho alfa y algo de ese sentido de "liderazgo" te lo había pasado a ti en los genes.

Siempre habías sido la líder en todo, incluso en Manticore habías retado a Zack un par de veces... hasta que tus superiores te mostraron las consecuencias de ello.

Pero aún con todos sus castigos y torturas, el ADN del lobo seguía en tu sistema... y darías lo que fuera porque Alec aceptara ser tu mate.

Para un lobo, "el" o "la" mate es como su pareja de por vida, pero jamás habías encontrado a tu mate hasta que te encontraste con Alec en el departamento de Logan apuntándole a este con un arma mientras el pobre reportero moría por el virus de Manticore. Sin embargo, hubo algo en él, una característica que detectaste de inmediato: su olor, su andar, incluso su misma forma de ser, todo apuntaba a que Alec era un absoluto y completo Omega; sí, esperabas que tu pareja fuese otro alfa, pero un lobo no siempre logra encontrar a su pareja, por lo que no desaprovecharías la oportunidad de reclamarlo, ni siquiera porque ahora estuviese hablando con Assa.

Te prometiste a ti misma que matarías a la rubia después de que hablaras con Alec y le explicaras tu situación, aun si él te aceptaba o no. Te acercabas con paso decidido hacia ellos cuando viste que Assa se retiraba algo decepcionada, de lo cual te preguntaste el porqué. Aun así, avanzaste hasta sentarte junto a Alec y lo saludaste.

– Creí que hoy te tocaba invitar los tragos – dijiste graciosa.

– ¡Ah, mi linda amiga Emma! – dijo Alec saludándote. El apodo te saco una sonrisa involuntaria pero lo de "amiga" te la borró – ¿qué se te ofrece?

– Quería saber cómo estás. Este asunto de... "nosotros" – al usar dicha palabra Alec giró hacia ti por lo que explicaste – nosotros y los que son como nosotros, los transgénicos, tiene tensos a todos.

– A mí no – dijo y bebió de su trago – en unos días lo olvidarán, ya verás.

– ¿Puedo preguntarte algo?

– Le dije a Assa que dejara de buscarme – dijo Alec rápidamente.

– ¿Qué? – preguntaste confundida.

– Conociéndote a ti y a tu fascinación por mí deduzco que ibas a preguntarme de qué estábamos hablando Assa y yo; bueno, le dije que una pareja de "humano con transgénico" traería muchos problemas, como lo que tienen Max y Logan, así que le dije que dejara de buscarme y dejáramos las cosas así.

– ¿Y transgénico con transgénico que tal suena? – algo bueno (o malo) de ti, es que nunca has tenido miedo de decir lo que sientes o lo que piensas.

– Problemático – sentencio Alec acabando su bebida.

– Pero es menos problemático – rebatiste.

– Pero traerá sus consecuencias aun así. De hecho, todas las relaciones son problemáticas – dijo Alec levantándose del banco para salir del lugar. Sin embargo, no ibas a dejar las cosas así, por lo que fuiste tras él.

– Lo encontraste en el callejón detrás del pub y decidiste descargar la frustración que llevabas acumulando desde que lo conociste – si sabes que solo eres una pantalla, ¿cierto?

– Al escuchar tus palabras él se dio la vuelta de inmediato - ¿Qué?

– Tú – dijiste en cuanto llegaste hasta él y lo enfrentaste – tú eres una pantalla. Con ese estilo del típico "chico malo" que atrae a todas las chicas pero asusta a todas las relaciones. Con esa actitud de "soy el mejor" y ahogándote en alcohol, teniendo sexo con quien quieres cuando quieres... haces un gran esfuerzo por ocultar quién eres realmente.

– ¿Y quién soy realmente?, dime – pidió él con las manos en los bolsillos y una sonrisita de suficiencia.

– Un chico tierno, empático y que le preocupan los demás, pero con miedo de abrirse otra vez con una persona y que termine perdiéndola a ella también.

– ¿Eso crees? – pregunto el chico con una expresión un poco más seria.

– Lo sé, Alec, se te nota. Tu obviedad desborda. Y todo es por la chica, ¿o no? La hija de Berrisford – al mencionarla su expresión se hizo totalmente seria – lo que le pasó, lo que te hicieron después...

– No sabes lo que dices – dijo y trató de irse, más tú te pusiste en su camino.

– ¡Lo entiendo!, actúas como si nunca hubiese pasado porque quieres olvidarlo, olvidar que pasó. Pero seguirá ahí Alec, siempre seguirá ahí.

– ¡Deja de hablar! – te dijo con tono de advertencia.

– Lamento lo que pasó. Lamento que le haya pasado a tu primer amor, pero... - antes de que pudieras continuar, Alec te tomó de los brazos y te estampó contra la pared.

– ¡Dije que dejaras de hablar! – dijo a un centímetro de tu cara – tú no me conoces, no sabes nada de mí, ¡así que deja de aparentar ser mi psicóloga!

– Con una de tus piernas derribaste su rodilla haciéndole perder el equilibrio y que tú cayeras sobre él– ¡tarde o temprano lo vas a tener que aceptar!

– ¡No! – gritó y con toda su fuerza te empujó hacia atrás – se lo dije a Assa y ahora a ti: ¡déjame en paz! –y con eso quiso irse, pero no te ibas a rendir tan fácil.

– ¿Y si no quiero hacerlo? – preguntaste desafiante igual que en Manticore ante una orden directa de Zack.

– Emma, no me obligues a golpearte – dijo Alec con molestia, ya quería irse a casa.

– ¡Entonces no me digas lo que debo o no hacer!, si elijo preocuparme por ti, si elijo pelear por ti, para ti o contra ti, será mi decisión – dijo alzando los puños en guardia.

– ¿En serio?, ¿es esto lo que acostumbras a hacer cuando no ganas una discusión? – dijo el rubio poniéndose en guardia también.

– Te sorprendería saber cuántas veces le dejé un ojo morado a Max – dijiste como un comentario inteligente, a lo que pudiste observar una pequeña pero breve sonrisa en Alec.

– Es un comportamiento muy infantil, ¿sabes? – dijo Alec empezando a dar vueltas.

– Es un comportamiento típico de alfas. Cuando quieren algo luchan por ello.

– ¿Y qué quieres tú Emma?

– Te lo voy a mostrar – dijiste al final sacando una sonrisa ladina, a lo que Alec alzó ambas cejas, entonces ambos corrieron hacia el otro y empezó la pelea...

































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