(+18) Satan & Lucifer 2
[ADVERTENCIA:
*Esta es la segunda parte si no han leído la primera les pido que lo hagan
*Si no te gusta Lucifer o Satan, no lo leas.
*Contenido no apto para todos los públicos. Léase bajo su propio riesgo. ]
Imagina...
....salir con Satan para poner celoso a Lucifer
(Unas semanas después...)
Saliste agotada de la última clase. Había sido un día muy largo y tu cuerpo lo comenzaba a notar. Estiraste los brazos, intentando despertarte un poco aunque tu mente aun se hallaba dispersa. Últimamente no te podías concentrar mucho. El resto lo habia comenzado a notar pero siempre te excusabas en el cansancio o los examenes. Sin embargo tu tenías muy clara la causa de ese estrés: Lucifer. Desde lo que pasó la última vez no podías dejar de pensar el ello. Su mano agarrandote, su cuerpo encima del tuyo contra la cama... era muy dificil resistirse a esos pensamientos. Negaste con la cabeza, dirigiendote a tu dormitorio. Lo que necesitabas ahora era una buena siesta para despejar tu mente y olvidarte de ese día. Diste la vuelta al pasillo, necesitabas recorrer el ala norte hasta tu habitación. Sin embargo una imagen inusual llamó tu atención. Lucifer estaba entrando a la habitación de tu novio. Cerraste los ojos y los abriste de nuevo, sorprendida. ¿Aquello había sido real o estabas tan cansada que alucinabas? Y si fuese real ... ¿Que haría Lucifer con Satan? Aquellos dos se odiaban a muerte, estaba claro que nada bueno podía salir. Querias comprobarlo pero un pinchazo en tu espalda te recordó la razón por la que estabas allí. Tenías que ir a tu cuarto cuanto antes, no querías que el dolor empeorara y tener que ir a la enfermería. Avanzaste rapidamente hasta llegar al fin a tu habitación. Dejaste los libros encima de tu mesa y te dejaste caer en la cama, exhausta. Caiste dormida nada mas rozar la almohada. ¿Dulces sueños?
Un par de horas después...
Abriste los ojos, desorientada. ¿Cuanto habías estado durmiendo? Miraste el reloj de la pared. 20:00. Habías dormido 7 horas seguidas. Mierda. Ahora no tendrias nada de sueño por la noche. Al menos te sentías mucho mejor, ya no te dolía nada y tenias mucha fuerza y ganas de hacer cosas. Apenas tenías tarea por lo que optaste por pasarte por la habitación de Satan. Hacía varios días que no lo veías y ya lo echabas de menos, hasta le habías preparado una sorpresa. A pesar de que todo comenzó lentamente, habias desarrollado un gran vínculo con el demonio. El Avatar de la Ira siempre había estado a tu lado y te había ayudado cuando más lo necesitabas. Además aprovecharias la oportunidad para interrogarle acerca de Lucifer. Por supuesto el demonio mayor te daba igual, solo te interesaba el cotilleo. Eso es, solo te interesaba la historia, él no era relevante para ti. Te repetiste eso una y otra vez hasta llegar a la puerta de la habitación. Ya te empezaba a doler la cabeza de pensar en ello.
Diste un par de golpes en la puerta. No hubo respuesta. Extrañada, empujaste hacia abajo el pomo de esta. Abierto. Que extraño, Satan siempre cerraba la puerta, odiaba que le molestaran mientras estaba leyendo. Todos tus pensamientos se disiparon al observar la figura del demonio enfrente de la estantería, seleccionando un libro.
"No me habrá escuchado"-pensaste sonriendo al ver al rubio concentrado con sus libros. Aquella era una oportunidad perfecta para darle una sorpresa. Te acercaste por detrás hasta pegarte a él, alzando los brazos a su alrededor. Colocaste ambas manos sobre sus ojos, impidiendole ver.
-¿A que no adivinas quien soy?~ -dijiste con voz melosa, lo habías echado mucho de menos, tanto, que habías sacado tu lado cariñoso.
-¿_____? -la voz sorprendida de Satan te dejó un poco fuera de lugar. Vale, había sido una sorpresa pero aquel tono denotaba más negatividad de la que esperabas. Quizás habia tenido un mal dia.
-Claro que soy yo, tonto- con una sonrisita te colocaste enfrente de él, inclinandote- Te he echado mucho de menos
Pegaste tus labios contra los suyos, besandole con ganas. Sus labios sabían más dulces que de costumbre. Sin embargo tu rebosante felicidad duró apenas unos segundos cuando te percataste de que no te estaba siguiendo el beso. Se apartó un poco, carraspeando. Obviamente estaba incómodo.
-¿Que pasa Satan? - te quedaste inmóvil en el sitio, perpleja ante la negativa de tu novio. ¿Habrías hecho algo mal?
-¿Que crees que haces? -el tono cada vez era más profundo, como si estuviera enfadado. Sus ojos llenos de rabia se clavaron en ti.
- Eres mi novio, pensaba que besarte era algo normal- protestaste, comenzando a enfadarte también. No te parecía bien su reacción. Aquella negativa te había dolido y mucho.
-Sabes que no soy tu novio, así que no finjas- replicó Satan. El semblante serio del demonio, esta vez con un aire decepcionado era genuino.-
-¿Que te pasa? ¿Tienes amnesia o que? Deja la bromita Satan, no hace gracia -gruñiste en voz baja, acercandote a él de nuevo. Seguramente sería una broma que había preparado con Mammon o Levi para molestarte. Sin embargo, tenías un arma secreta- Estoy segura de que después de ver la sorpresa que te preparado dejarás de actuar como un estúpido.
Sin darle tiempo a responder te comenzaste a desnudar. Primeto te quistaste la camiseta, para luego bajarte la falda, quedando tan solo en ropa interior. Pero aquella no era una ropa interior cualquiera. Era un conjunto especial de encaje que Asmodeus te había ayudado a elegir. La tela negra del sujetador era muy fina, de seda. Un encaje transparente recubría la mayor parte de este, solo tapando con un tono mas oscuro los pezones. Por otra parte llevabas un tanga negro, muy pequeño con lacitos a ambos lados. Un toque algo infantil en aquel conjunto tan provocativo. Perfecto para Satan. Sabias que le encantaba ese tipo de ropa aunque hasta ese momento no habías tenido la oportunidad de mostrarlo. Aquel sería el momento perfecto para enseñarle que ya no eras una niña y que querías dar un paso mas en vuestra relación.
-¿Y bien? ¿Qué te parece?- orgullosa, diste una vuelta sobre ti misma, enseñandole el conjunto.
-Tu... -sentiste como te agarraba por la muñeca, arrastrandote hasta quedar contra la pared. Sabías que le iba a gustar pero no pensabas que empezaría tan duro. Tampoco te molestaba si era él. Al fin llegaría el momento que tanto estarías esperando.- Lo estas haciendo aposta ¿verdad? ¿Tan poco te importa Satan?
-¿Eh?- ahora ya no estabas excitada, estabas confusa.
-No me digas... ¿no te has enterado? -una sonrisita malevola surgió en el rostro del rubio, acercandose más a ti.
-¿Enterarme de qué?
-Soy Lucifer
- ¿Que? - te echaste a reir apartandote un poco- En serio, no me importa que Mammon te haya comido la cabeza para seguirle el juego pero para ya. Me estas quitando las ganas.
-Es la verdad. Yo soy Lucifer. Satan y yo intercambiamos cuerpos debido a un libro maldito. Todo el mundo lo sabe -corrigió- Todo el mundo menos tu
-A...ah... - aquella historia tenía sentido y explicaba su actitud. Satan te había hablado en muchas ocasiones de libros que poseían hechizos pero jamás habias escuchado de uno que cambiase de cuerpos. Espera... entonces... tu estabas desnuda.... - ¡¡¡¡Ahhhh!!!!
Rapidamente te alejaste de él, buscando tu ropa. No podías creertelo, estabas frente a Lucifer casi completamente desnuda. LUCIFER. El demonio que te gustaba desde hacía meses. Que te había gustado mejor dicho, ya lo habias "superado". Ibas a alcanzar tu ropa cuando te agarraron de la cadera, empujandote hacia la cama. Caiste boca arriba, dandote cuenta de que Satan- no, Lucifer- se hallaba encima tuya.
-¡O...oye! ¡Sueltame! Ya hemos aclarado el malentendido -suspiraste con las mejillas completamente rojas, aquella situación te resultaba muy humillante- Lo siento enserio pero me tengo que ir y--
-¿Irte? ¿De verdad crees que alguien puede provocarme de esta manera y después irse sin sufrir las consecuencias?- los ojos de Lucifer se clavaron en ti, mirandote con deseo. Aquellos orbes verdes del rostro de Satan ahora te miraban con un brillo que nunca antes habías podido observar. Lujuria.
Lucifer se inclinó, comenzando a besar tu cuello. Comenzó a dejar húmedos besos, bajando hasta tu clavícula. Un cosquilleo te recorrió el estómago al sentir sus besos. No podías evitarlo, era el cuerpo de tu novio fin y al cabo.
-Ah...ahh.. para... -le empujuste, alejandole- ¿Que crees que haces, pervertido?
-Probarte. Sabes tal y como habia imaginado -se inclinó hasta dejar sus labios a la altura de tu oido, susurrando con voz grave- Llevo soñando con este momento desde que llegaste
-¿Q..que? -aprovechando tu confusión Lucifer te volvió a besar, esta vez en los labios. Era un beso salvaje, te necesitaba y estaba dispuesto a reclamarte como suya. Sentiste como colaba su lengua por tu boca, explorandola sin pudor. Tus mejillas se tornaron aún mas rojas mientras intentabas moverte. No habia escapatoria, Lucifer sujetaba tus brazos con una mano mientras sus piernas te impedían mover las tuyas. Con la otra mano comenzó a acariciar tu pecho, apretandolo y amasandolo en circulos. Otro gemido se escapó de tu boca. Lucifer te gustaba y llevabas soñando con un momento así demasiado tiempo. Abriste un poco las piernas.
-Sabía que eras pervertida- se rió el demonio subiendo la mano hasta tu cuello- Pero nunca pensé que serías tan puta.
-...
- Abriendole las piernas a otro chico que no es tu novio, que patetico- Lucifer parecía divertido, se notaba que disfrutaba humillarte de esa manera. Estúpido sádico. Te soltó los brazos para bajar su mano hasta tu intimidad, comenzando a acariciarla-
-No...no... - a pesar de que era el cuerpo de Satan todo era diferente. Su actitud, sus gestos...su forma de tocarte eran completamente opuestos. Satan te tocaba con delicadeza mientras que los movimientos de Lucifer eran duros y agresivos.
-¿Sabes lo que he tenido que contenerme todo este tiempo? - se apartó un poco mirandote furioso mientras bajaba tu ropa interior, dejando tu intimidad expuesta- Debería haberte besado aquella vez, en la habitación. Me arrepentí nada más verte salir. Pero para cuando intenté arreglarlo ya estabas saliendo con mi hermano. Pensaba que tu también sentías algo por mi, pensaba que era recíproco _____.
Bajó su rostro hasta la altura de tus pechos, besandolos con suavidad. Llevó tu pecho derecho a su boca mientras que acariciaba el izquierdo con su otra mano. Te estremeciste, no podías asimilar la situación. Todo era tan... rápido.
-Pero ahora ya no tengo por qué contenerme- rió de nuevo, acariciando tu vagina. Soltaste un suspiro al sentir su mano rozarte. Eras vulnerable a su tacto, cada caricia se sentía como una descarga eléctrica que recortía todo tu cuerpo.
-Estas empapada- sin avisar introdujó dos dedos dentro de ti, haciendo que arqueases la espalda y soltaras un gran gemido. Dolía, era demasiado brusco... sentías que tu mente se derretía por momentos- Y sin embargo eres tan estrecha...tu sucia vagina aprieta mis dedos... realmente eres una puta
-Ah...ahh... -tus gemidos iban en aumento, estabas muy excitada. Deberías odiarlo. Deberías odiar cada una de las palabras horribles que salían de su boca. Sin embargo...no podías... era algo superior a ti. Cada vez que te insultaba la sensación de calor en tu estómago aumentaba. Ardía. Dolía muchisimo pero a la vez se sentía demasiado bien como para resistirse. Lucifer aumentó la velocidad de los movimientos, entrando y saliendo de tu interior mientras volvía a besarte. Esta vez no te resististe, le seguiste el beso, incluso tomaste iniciativa para jugar con su lengua. Los jadeos inundaron la habitación conforme te acercabas más al final.
-S..satan...no aguanto...
-Llamame por mi nombre -te agarró del menton de manera que solo pudieras mirarlo a el- Hazlo
-Luci...lucifer....
-¡Más fuerte! -ordenó el demonio aumentando el ritmo e introduciendo un tercer dedo en tu interior. No aguantabas. Una calida sensación invadía tu mente.
-Lucifer....me corro... -apenas podías hablar, de tu boca solo se escapaban gemidos. No pudiste evitarlo y acabaste sobre sus dedos, empapandolos. Con una sonrisa de suficiencia se llevó su mano a la boca, lamiendo sus dedos.
-Deliciosa- susurró clavando su mirada en ti. Él había ganado. Tu cuerpo vulnerable y lleno de marcas se hallaba tendido en el colchón. No podías ni moverte. Había sido tan...intenso. Tu cabeza estaba completamente vacía, no pensabas en las consecuencias. Apenas eras capaz de asimilar lo que acababa de pasar.
-A..ah....
-Toma, tu ropa- Lucifer te lanzó un montón de prendas a tu lado mientras se incorporaba de la cama.- Esto no se ha acabado. Continuaremos cuando vuelva a mi cuerpo original. Y entonces te haré completamente mía
El demonio salió de la habitación cerrando la puerta. Y ahí estabas tú. Desnuda, fría y vulnerable. ¿Que habías hecho?
_______________________
Creditos fanart: _ivutyozo_
Y aquí la segunda parte, especialmente larga. Me encanta escribir esta mini-historia de Satan y Lucifer.
Ya me imagino a todos los lectores impactados después de leerlo. No se lo esperaban ¿verdad?
Sinceramente estoy orgullosa de este capítulo, lo había planeado desde que comencé la historia. Quería escribir algo erótico, es la primera vez que lo hago enserio y creo que Lucifer era el personaje perfecto para hacerlo (además es mi favorito).
Espero que les guste
¡Hasta la próxima!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top