Título: Amor en tiempos antiguos.
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Caminabas de mesa en mesa por todo el restaurante, tu trabajo como mesera te mantenía muy ocupada y estresada en estos días. Escuchaste la campanilla del local sonar y sin voltear a ver al nuevo cliente tomaste tu libreta y tu lápiz para tomar su orden. Se había ido hasta la mesa del fondo junto a una ventana y debajo del foco pispiliante. Fuiste hasta él con paso seguro a pesar de su apariencia de matón.

-Buenos días, bienvenido a la cafetería de Gary, ¿desea ordenar algo?

Él estaba pegado o bueno su vista a la ventana y sin voltearte a ver él hablaba.

-Un café amargo con una dona de coco, por favor.

-Como guste, ¿algo más?

-Tal vez una vista genial con un buen puro en mi mano disfrutándola.

-Ehm... Lo siento señor, pero no está permitido fumar aquí.

Volteó a verte con una sonrisa divertida.

-Lo sé linda.

Te sonrojaste un poco y anotaste rápidamente llendote antes de que te dijera más cosas que te ruborizaran.

Pusiste su pedido para que lo hicieran y mientras atendías la caja con una buena vista hacia su mesa.

Frunciste el ceño, se notaba que él no era de por aquí, de seguro había llegado en esa camioneta oxidada y descuidada. Pero había lago en él que te llamaba la atención, podia haber sido su esencia misteriosa, como si ocultara algo; o bien sería por su buen aspecto físico y su aspecto tan varonil que haría que cualquiera cayera a sus pies.

No sentiste cuanto tiempo te habias quedado viéndolo pero te sacó de tu trance una explosion en la entrada de la cafeteria, unos hombres muy altos entraron y se dividieron dos en la caja donde estabas y otros dos sacándoles las joyas y dinero a los clientes de ahí.

-Echa todo ese billete que tienes aquí perra.

Te amenazó con su arma y puso un saco en el mostrador, temblorosa abriste la caja para sacar el dinero de ahí.

-¿Así llamas a una mujer?, que mierda de persona eres.

El sujeto que acosabas salió detrás de él defiendote mientras los demás reían de él.

-Mejor lárgate de aquí o te irá mal.

-Oye, esa es mi frase.

Sonrió sarcástico y de sus manos salieron sus "garras afiladas" que no tardaron en atacar a los 4 tipos a la vez, gritos y golpes iban por toda la cafeteria. Tú los veías pelear desde debajo del mostrador. Querías ayudarlo pero no sabías cómo, tú no tenías sus garritas y no peleabas o algo, era inútil intentarlo, pero cómo en la vida hay que arriesgarse y tú no entiendes a la voz de la razón, tomaste una silla y la quebraste en la espalda de uno que noqueó a uno de ellos que quería dispararle al sujeto.

"Lo llamaré Garritas desde ahora", pensaste.

Sentiste un brazo alrededor de tu cuello y como te levantaban del suelo, el último de los tipos que quedaba sacó su arma y la puso en tu sien.

-¡Quedate quieto o la mataré!

-¿Enserio?, vamos amigo, te ves idiota pero no tanto para querer matar a alguien inocente.

-¡Deja tu ironía o la mato!

-Bueno... Entonces tendremos un gran problema.

Corrió hacia el y le atravesó la mano con sus garras que hizo que tirara el arma, le volvió a atravesar con sus garras pero ahora en su cabeza que con solo verlo querías vomitar. Te soltó y te alejaste rápidamente antes de que te cayera el cuerpo sin vida encima.

-¿Estás bien linda?

-T-tú... ¡Le atravesaste la cabeza!

-Si... Básicamente.

Te ayudó a levantarte y te pegó a él sonriendo.

-Merezco algo como premio por mi valentía ¿no?

-La casa invita, no esperes más Garritas.

Rió asintiendo.

-Al menos merezco tu numero nena.

-Te lo daré a las 8, cuando termine mi turno.

Le guiñaste el ojo sonriendo. Sin saber que ahora tenías a un gran hombre locamente perdido por ti, y tú enamorada de Garritas.

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¿Quién había ordenado un imagina de X-men? Bv

Me da alegría que les guste este especial, y los imaginas rifados créanme que son por suerte, no importa el orden o preferencia, todos tiene oportunidad de ganar uno.

Imagina dedicado a: GwenRomanoff

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Las quiere muchísimo, su escritora