Tom Hiddleston


Título: Nuestro lugar secreto.
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Ahí estaba él, preparándose para su cita de todos los días de la tarde; mientras se miraba al espejo se arreglaba los pequeños rizos que ya le habían crecido, se acomodó sus lentes y con una chaqueta café salió caminando de su casa hacia ese lugar especial.

Eran las 3 de la tarde por las calles de Londres, todo era tranquilo, los niños salían afuera para jugar un poco en lo que sus padres se sentaban a tomar el té de la tarde. Esa tarde era hermosa, el cielo estaba pintado de morado, rosado y anaranjado como el más hermoso atardecer que cualquiera pudiera acontecer.

El hombre metió su mano en su chaqueta y sonrió al sentir el pequeño collar que llevaba consigo, por cómo era el día, sabía que este día sería hermoso como los demás días pasados.

Con suerte llegó al parque sin que nadie lo reconociera, todos estaban en sus asuntos que no notaban que un actor muy reconocido caminaba por la orilla del parque. Caminó hasta donde había una cortina de hojas, "la entrada secreta" como recordaba que la había nombrado, la movió un poco y pasó a través de ella para volverla a poner en su lugar, suspiró el aire fresco de la naturaleza en ese pequeño rincón escondido y sonrió.

La vio sentada en el césped de espaldas a él y con su típica libreta donde apuntaba los miles de poemas que ella escribía por diversión. Sin dudarlo caminó tranquilamente hasta ella con una sonrisa. Ella al oír sus pasos volteó un momento y regresó su mirada a su libreta con una sonrisa.

-Vienes muy alegre Hiddleston.

Este negó sin quitar su sonrisa y se sentó a su lado cerca de ella.

-¿Acaso no haz visto el día?, algo me dice que es perfecto.

La chica lo miró sonriendo y suspiró.

-¿Alguna vez dejas de ser tan poético?

-Contigo no puedo evitarlo, sólo me sale sin yo pensarlo, y si lo pienso a fondo... Tú mereces que te hablen con la más maravillosa poesía alguna vez escrita.

La chica regresó su vista a su libreta sonriendo con un sonrojo en sus mejillas que hicieron al hombre sonreír más.

Dejó un beso en su mejilla y metió su mano en su chaqueta.

-Tengo algo para ti...

Ella volteó justo cuando él le enseñaba la pequeña cadena plateada con una pequeña piedra verde de adorno.

-Tom...

-Dime que te gusta.

-Es hermosa, pero sabes que no puedo aceptarla.

Este negó y abrió la cadenita.

-Ya sé, pero me haría muy feliz que por el resto de nuestra tarde la tengas puesta.

La hizo voltearse y le puso con mucho cuidado la cadenita, al finalizar su acción la chica sonrió acariciando la pequeña piedra verde para luego voltear a verlo.

-Gracias, pero esto no te dará puntos extras al final.

El hombre rió negando y tomó su mano sonriendo.

-No voy a hacer trampa, pero mejor empezamos la lección de hoy ¿si?

La chica sonrió asintiendo y pasó la página de su libreta para empezar la lección del día que siempre tenían. Todos los días por la tarde ella le enseñaba poco a poco el idioma español, él estaba encantado con su método de enseñanza y muy enamorado abiertamente, es más, la chica correspondía sus sentimientos pero por alguna razón en particular estos dos no estaban juntos, así que Tom aprovechaba cada momento que tenía con ella.

Se conocieron una vez que Bobby, el perro de Tom, se había soltado de su correa y terminó encontrando el escondite que la chica tenía. Él al encontrar a Bobby en ese lugar la encontró haciendo sus poesías, según ella necesitaba mucha concentración para crear sus poesías y cuando este la interrumpió en su momento de concentración ella lo primero que hizo fue reclamarle en español sin que se diera cuenta, y aunque él entendió algunos insultos que le dijo, le pidió disculpas y también le pidió de favor enseñarle el idioma que le llamaba mucho la atención. Y aunque él le ofreció dinero por enseñarle, ella se negó rotundamente afirmando que el español es un idioma muy hermoso que debe compartirse con los demás, "siempre tan poética" pensaba él. Luego de unas semanas él solo podía decir que ella era una hermosa mujer, una chica que valía la pena apreciar todo el día, ella irradiaba belleza en todo su esplendor, y no hablaba del físico, sino que ella tenía un habla tan suave y lenta que calmaba el interior del hombre, su lenguaje del habla era tan hermoso y según él hasta diciendo groserías sonaba bonito viniendo de ella. Con los días él se enamoró perdidamente de ella y sin poder evitarlo ella hizo lo mismo, usándolo a él el modelo de sus poesías de amor, ambos se querían muchísimo, incluso podían decir que se amaban y ambos lo sabían, pero simplemente no podían estar juntos.

El atardecer cayó y los dos chicos se levantaron del césped sacudiéndose un poco ya con la lección del día ya aprendida y terminada.

-Bueno, creo que te veo mañana Tom.

Sonrió la chica pero él tomó su mano suavemente acariciando su dorso.

-Espera... Por favor, acepta una cita conmigo, si quieres puedes ser en mi casa.

La chica suspiró negando.

-Tom, sabes que no puedo, si quiero pero no puedo, sabes que mis padres no aceptarían que saliera con una celebridad.

Susurró y este asintió haciendo una mueca bajando un poco la mirada.

-Déjame probarte que no soy como ellos piensan, dame una oportunidad y te lo demostraré.

La chica miró con pesadez su mirada suplicante, claro que quería ir con él, no podía decirle que no a esos ojos verdes que tanto estaban marcados en sus sueños al cerrar sus ojos y al abrirlos ahí seguían.

Suspiró y se acercó a él.

-Está bien, saldré contigo Hiddleston.

Le sonrió dulcemente y este sonrió instantáneamente para luego abrazarla dando vueltas, la chica se sostuvo riendo de sus hombros.

-Te juro que no te vas a arrepentir.

-Estoy segura que no.

La bajó con delicadeza y se separaron con una sonrisa en sus rostros mientras se veían a los ojos. Ya no podían seguir negándose y menos a sus sentimientos. Lentamente se acercaron y él tomó su rostro suavemente entre sus manos para besarla lenta y dulcemente. Ahí, en esa tarde perfecta y su lugar secreto, sellaban un nuevo futuro para ambos con ese beso.

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Desde ya les aviso que este no tiene segunda parte :'v/

Si no actualizo seguido es porque estoy muy saturada de cosas por hacer y es como que la presión me sofoca y me quita las ganas de escribir :'v/ me odio ah.

Pero ya tengo unos Imaginas preparados por hacer, gracias a VoidBennet que me dió la idea de una nueva serie con Lizzie así que esperenla 7u7r

Voten, comenten y agreguen el libro a sus listas de lectura.

Siganme.

Las quiere muchísimo, su escritora 💙

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