Chris Evans
Título: Segunda oportunidad.
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Bajaste con cuidado las escaleras, acomodando mejor tu suéter a ti por el frío que comenzaba a hacer por la suave brisa de la noche que llegaba del patio de la casa.
—¿Quieres un café?— volteaste a ver a tu amiga y negaste con una sonrisa.
—Estoy bien, estaré un rato afuera.— con un asentamiento se despidieron y tomaron caminos distintos; tú hacia el destino antes mencionado y ella a los demás en la pequeña cena de la reunión de amigos que tenían en el comedor.
Cuando llegaste te sentaste en un pequeño sofá de metal que había en el patio, viste el cielo estrellado y cerraste tus ojos aspirando la suave brisa y el olor a pino llegó hasta tus fosas nasales llenándote de un sentimiento de paz y tranquilidad que justo ahora necesitabas.
Abriste tus ojos y de reojo pudiste ver frente a ti la casa de los Evans, regresaste la mirada al frente y tu mente se fue hasta los recuerdos que tenías con cierto Evans. Cuando te mudaste con tu mejor amiga jamás pensaste que ibas a ser vecina de alguien como él, con el paso del tiempo se volvieron muy amigos los cuatro, los hermanos Evans, tu amiga y tú, aunque para ti querías ser algo más para el mayor de los Evans, al final como terminaron las cosas sabías que tal vez eso nunca iba a suceder.
La separación de tu amistad con el mayor de los Evans sucedió hace más de un año, cuando una confrontación de su en ese entonces novia pasó, ella te confrontó frente a él que tenías sentimientos por Chris, cosa que solo sabían tú, tu amiga, Scott y por supuesto Lisa quién fue la segunda en enterarse despues de tu amiga; pero cuando ella dijo esas palabras te congelaste lo que le dió a entender a Chris que era cierto, lo peor fue cuando lo hizo decidir entre ustedes dos y como era obvio y de esperarse, Chris escogió a su novia sobre ti y la amistad se perdió en ese momento.
No le hablabas, ni le llamabas, ni siquiera querías saber nada de ese hombre cuando apenas había sucedido todo eso, estabas dolida y enojada, pero contigo misma por no haber reaccionado bien ante esos sucesos, quizás hubiera sido mejor si hubieras actuadl de una manera distinta, pero el hubiera jamás existe.
Chris se fue de la casa de su madre a Los Ángeles luego de su pelea, y hasta ahora no lo haz vuelto a ver, ni siquiera cuando se supone que viene de visita a ver a su madre y hermano. Aún así Lisa y Scott han estado siempre para apoyarte y darte cariño, y estarías eternamente agradecida por ello.
Al principio sentías dolor y tu corazón dolió los primeros meses, luego fue cosa de tiempo que pasara el dolor y hace unas semanas alguien muy especial te hizo dejar ir ese dolor y rencor, para darle paso a algo más.
—¿TN?— saliste de tu trance y volteaste a verlo, aún pasado más de un año se veía muy guapo y aún más quizás. Te quisiste levantar del sofá de metal pero te hizo un ademán para que te quedaras sentada y él se sentó a tu lado con cuidado —Wow, estás muy hermosa...— sonrió algo tímido, no se habían visto hace tiempo y era extraño para él este encuentro.
—Gracias Chris, tú te ves muy bien.— sonreíste sincera y eso lo hizo quizás entrar más en confianza, te creía que lo odiabas por lo que había hecho, pero era todo lo contrario ahora.
—¿Cómo haz estado?— susurró suave.
Suspiraste y sonreíste con un asentamiento —Yo diría que bien, no me puedo quejar.— te encogiste de hombros sin quitar tu sonrisa, contagiándolo a él también.
—Ha pasado mucho tiempo...— suspiró y pasó sus manos por su cabeza —TN yo... Lo lamento, soy un imbécil, lo que hice no tiene justificación ni perdón, pero en serio lo siento, yo... No debí haberte hecho eso.— te miró apenado y avergonzado de sí mismo a punto de colapsar quizás del enojo que sentía consigo mismo.
—Hey...— te acercaste más a él y pusiste tu mano sobre la suya con una sonrisa cálida —Está bien Chris, yo ya te perdoné hace mucho.—
Él sonrió al oír tus palabras —¿Recuerdas cuando decías que yo era un ángel en tu vida? Pues yo sigo diciendo que era al revés, tú eres el ángel de verdad.— sonreíste más y negaste levemente, Chris suspiró —El ángel que he extrañado todo este tiempo y que necesito en mi vida...— susurró viéndote a los ojos mientras te tomaba de ambas manos —TN, ¿puedo hacerte una pregunta estúpida?— asentiste algo confundida —¿Podríamos... Intentarlo?—susurró por lo bajo algo temeroso de tu reacción acariciando el dorso de tus manos.
—Chris...— un sonido de adentro interrumpió la platica y ambos voltearon a ver a la puerta que conectaba la casa con el patio.
—TN...— tu amiga salió de esta cargando a una pequeña bebé llorando —Oh, lo siento, no quería interrumpir, traté de calmarla pero no funcionó.— tu amiga te miró apenada.
Te levantaste rápido y la cargaste en tus brazos con cuidado —Está bien, tranquila yo me encargo.— arrullaste a la bebé en tus brazos para calmar su llanto, tu amiga se despidió y volvió adentro con los demás de sus amigos. Acobijaste bien a la pequeña en su mantita para que no sintiera la brisa de la noche —Shh, ya mi amor, ya estoy aquí tranquila, vamos a dormir ¿sí?— le susurraste y besaste su pequeña frentecita, volteaste a ver a Chris quién las miraba algo sorprendido y encantado con ustedes dos —Vamos arriba, debo acostarla en su cuna.— él asintió y te siguió mientras subías hasta el cuarto donde ambas dormían, te sentaste en la cama y la arrullaste pero la pequeña parecía no quería dormir aún, volteaste a ver a Chris un momento —¿Puedes pasarme su botella?— le señalaste la mesita con cosas de bebés y él obedeció haciendo lo que le pediste, después de unos segundos la bebé tomaba feliz su leche hasta el punto de dormirse a mitad de la botella, le diste unas palmaditas en su espaldita y cuando sacó el provecho pudiste acostarla en su cunita poniendo su aparato de lucesitas para la noche y que no se asustara, todo bajo la mirada atenta de Chris, quién aún seguía un poco en shock por los 5 minutos que pasaron más rápidos en su vida.
—¿Puedo hacer otra pregunta estúpida?— susurró bajo por la bebé y asentiste sonriendo de lado —¿Es tu hija?— te miró atentamente.
Suspiraste y sonreíste asintiendo —Si, es mi hija.—
Chris sonrió con algo de tristeza en su rostro que reflejaba la luz de la Luna que entraba por la ventana —Es hermosa, de seguro tú y tu esposo deben estar felices con ella...— apretaste tus labios con una mueca.
—Chris... Yo no tengo esposo.— susurraste y viste como eso lo sorprendió aún más.
—¿El padre de la niña no se hizo cargo?— podías notar como su ceño se fruncía y eso significaba que se estaba enojando, acariciaste su mejilla para calmarlo, como cuando eran amigos y ambos tenían un ataque de ansiedad y solo así lograban calmarse el uno al otro.
—Tranquilo...— suspiraste profundamente y con la otra mano tomaste la suya —Un día estaba aquí en la casa y algo en mí me decía que debía salir a caminar, y así lo hice, no tenía un rumbo específico, solo quería dar una vuelta y distraerme quizás... Llegué al parque donde siempre pasábamos abromear y platicar...— sonreíste y Chris también lo hizo pero con algo de tristeza —Lo extraño fue que no habían niños jugando, era raro para ser un sábado por la tarde, no había nadie en el parque, me sentía sola ahí...— frunciste el ceño por el relato y luego unas pequeñas lágrimas se acumularon en tus ojos —Luego me di cuenta que no estaba sola...— susurraste con la voz rota.
Chris se acercó más a ti y sobó lentamente tu espalda de arriba hacia abajo.
—En una esquina del parque escuché ruidos, la misma fuerza que me decía que debía salir a caminar, fue la misma que me dijo que me acercara ahí, y vi una caja sucia ahí, cuando me acerqué y la vi...— sollozaste por lo bajo y volteaste a ver hacia la cuna —Ella estaba ahí, tan pequeña y sin ropita, sentí que alguien me arrancó el corazón y se lo daba a ella, no podía dejarla ahí solita... Tuve que traerla a casa, tu madre y Scott me dieron todo su apoyo para cuidarla y atenderla, no podía llevarla a un orfanato, era tan pequeña y frágil, pero cuando me vió con esos ojos supe que ella me había robado el corazón al instante... Decidí que iría al registro y decir que era mi hija, que el padre nos había abandonado y que por cuestiones de tiempo tuve que tenerla en casa y por eso no tenía registro médico del parto, le puse mis apellidos y ahora soy su madre...— sentiste como Chris limpiaba las lágrimas que caían sin control por tus mejillas.
Cuando lo volteaste a ver, él sonreía como nunca antes lo habías visto.
—Tú eres en verdad un ángel, TN... Acabas de darle a una personita una segunda oportunidad cuando le negaron la primera... Creo que podría hablar por todos al decirte que estamos muy orgullosos de ti.— sonreíste y lo abrazaste fuertemente, acarició tu cabello y besó tu cabeza tratando de calmar tu llanto —¿Sabes? Quisiera ser parte de tu vida y de la pequeña también.— susurró en tu oído y te separaste un poco para verlo.
—¿Ahora puedo hacer una pregunta estúpida yo?— sonreíste y el rió por lo bajo asintiendo —¿Por qué?—
—Porque te amo TN, me di cuenta muy tarde de eso y quiero remediar mi error, además, esa pequeña merece todo el apoyo del mundo y si puedo darle una figura paterna entonces lo haré con gusto.— sonrió acariciando tus mejillas y sollozaste abrazándolo de nuevo.
—No tienes porqué hacer esto... Pero aún así, lo aprecio muchísimo.— susurraste por lo bajo.
Ambos se separaron un poco y besó tu frente —¿Qué dices? ¿Me das una oportunidad para enamorarte de nuevo?— susurró y con un sonrojo asentiste, te tomó de las mejillas y juntaron sus labios en un beso algo ansioso por todo el tiempo que habían estado esperando esto, un beso un poco desesperado pero lleno de amor o el inicio de una historia de amor.
Ambos se separaron cuando unos quejidos se escucharon y te levantaste a cargar a la pequeña bebé en tus brazos, sonreíste viéndola y lo miraste.
—¿Quieres cargarla?— un brillo en sus ojos resplandeció y asintió, con cuidado le pasaste a la pequeña y este la acurrucó en sus brazos arrullándola —Creo que le agradas.— susurraste sonriendo viendo como la bebé tomaba con su pequeña manita un dedo de Chris y lo miraba con la boquita entreabierta.
—Tienes razón.— volteaste a verlo —Cuando ella te mira a los ojos te roba el corazón, ahora es de ella.— sonreíste junto a él y besó la frentecita de la bebé.
Acariciaste la cabecita de la bebé suavemente —Bienvenido a nuestra pequeña familia, Chris.— ambos se miraron sonriendo y se dieron un pequeño beso para luego quedarse un rato con la bebé, dándole mimos, cariñitos y amor a ese pequeño humanito que llegó para juntarlos a ambos de nuevo.
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Primero y antes de que me linchen, sí, ya sé que me he desaparecido demasiado y no tengo excusa, y menos que no venga con los pedidos, yo lo sé, pero denme tiempo porque son demasiadas ideas que acomodar, ya estoy tratando de salir de ese mini bloqueo que me ha dado para sacar sus pedidos, pero tenganme paciencia por favor, gracias :'v/
Segundo, creo que me gusta más la escritura en ese estilo, ¿ustedes qué piensan? (Aquí de ingenua esprando que Wattpad no me cambie los guiones largos por pequeños :'v/)
Voten, comenten y agreguen el libro a sus listas de lectura.
Síganme.
Las quiere muchísimo, su escritora 💙
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