Pietro Maximoff

Título: La correcta.

Estabas tan solo a mi lado, acurrucada sobre mi pecho, tus brazos rodeando mi cuerpo. Podía observar su dulce aroma que me volvía loco y simplemente me mantenía hipnotizado. La televisión se encontraba encendida reproduciendo una comedia romántica, género que le encantaba a la chica de mis sueños.

Yo no era un gran fanático pero realmente disfrutaba verlas con su compañía. Adoraba el simple hecho de que se emocionara ante cualquier cosa, su sonrisa presente, amaba lo emotiva que era y que siempre solía llorar con las películas que lo ameritaba. Incluso con aquellas que no tanto.

Debo admitir que me había enamorado de todas esas cosas. Aquellos pequeños detalles eran mis favoritos.

Estaba perdidamente enamorado... Y apenas me percataba de ello. Llevamos saliendo casi 9 meses y cada día transcurrido lograba quererla aún más, con todos sus defectos y pecados; con todas sus virtudes y sueños.

No sabía con exactitud en que momento logre quedar sumamente hechizado por ella... Y es que jamás había experimentado algo tan fuerte y poderoso. Claro, había tenido otras relaciones, pocas y ninguna duradera o profundamente significativa como lo era ahora.

De hecho las pocas relaciones anteriores que tuve se podría decir fueron algo desastrosas, se cometieron equivocaciones de ambos lados y hubo un punto de inflexión, en donde perdí toda esperanza... Hasta que tu apareciste y me hizo recuperarla, volver a creer y devolverme ese sentimiento abrasador, lleno de esperanza.

Simplemente sentía que cuando ella estaba a mi lado, la balanza se equilibraba y nada me podría faltar.

Arriesgaba todo por ella. Por ti.

Mis ojos dejaron de observar la película y se fijaron en ella. Noté como estabas sonriendo quizá inconscientemente. Yo imite su acción y le di un beso en la frente.

En algunas ocasiones llegaba a pensar que sería de mi si ella se iba de mi vida por circunstancias que no están en nuestro control... Eso me destrozó. No sabría como lidiar con ello, de eso estaba seguro, no obstante, confiaba en que eso no pasaría. El destino sabe bien que es lo correcto y el hecho de llegar a separarnos no lo era en absoluto.

Deje de pensar en esas tonterías, porque siendo honestos, eso no se haría realidad.

La tenía a mi lado, formaba parte de mi vida, una muy importante. Estaba convencido de que aquella relación era trascendente, especial y distinta a las demás.

No había nada que no hiciera por ella. Me desvivia de una forma increíble y como jamás lo había hecho... Aún no sabía si estaba enterada siquiera, esperaba que si, y si no, se lo haría saber sin duda alguna.

Nos habíamos conocido por azares del destino en una de las tantas fiestas que realizaba Stark en la torre, las cosas se dieron de un momento a otro, sin planearlo y de forma inesperada todo funcionó para nosotros.

No miento al decir que es una de las mejores cosas que me ha sucedido en la vida. ¿Ya lo había dicho antes?

Y no pensaba dejarlo ir jamás.

Mi mano entrelazo la tuya lentamente, mi sonrisa creció más.

En algún momento de mi vida me esforcé por buscar a la chica de mis sueños, a la indicada, aquella que me hiciera plenamente feliz y yo a ella... Sentía que jamás llegaría.

Me encontraba buscando lo que por fin hoy he encontrado, puedo asegurar que toda la espera valió cada segundo. Valió totalmente la pena. Cada maldito segundo lo valió.

Cada uno tenía su pasado correspondiente, quizá uno más desgarrador y doloroso que el del otro, sin embargo, eso jamás fue un impedimento, ni un retroceso para ninguno de los dos. Fue una forma de crecer, tomarlo, afrontarlo y amarlo.

Ella es perfecta. Y no lo digo por el hecho de que estoy perdidamente enamorado, sino porque así era. Sus imperfecciones, sus defectos, inclusive las inseguridades que poseía era lo que la volvía sumamente especial y había aprendido sin esfuerzo a amar, aceptar, comprender y curar.

Había descubierto nuevas formas de poder amar a tu lado, de como el amor se podía expresar y estar presente de distintas maneras. Se lo debía a aquella mujer hermosa que estaba acurrada a mi lado. Todos los momentos con su compañia eran sagrados y magistrales.

Decir que estaba condenadamente ilusionado era poco, jamás podía olvidarme de ti, ni cuando iba a alguna misión en la que no estuvieras involucrada. Más bien, resultaba un motivante para terminarlas pronto y regresar triunfante.

Claro, no todo era miel sobre hojuelas, somos una pareja, somos personas y vivimos en el mundo real, pasamos por problemas y bastantes considerando el entorno y contexto en el que nos hemos visto obligados a vivir. Conflictos más graves que otros, topando con muro, entre la espada y la pared a veces, no obstante, hemos sabido como superarlos y fortalecer nuestra relación. Lo resolvemos de la mejor manera y todo volvía a ser maravilloso.

Siempre iba a estar en deuda contigo porque no tenias idea de como me habías ayudado con las cargas que llevaba de mi pasado. Había conseguido no mirar atrás más.

Ya no existían pretextos de espacio no tiempo, solo formas nuevas de poder amar.

Si ella llegará a irse, simplemente todo se reducia a ser un rey que ahora se viste de soldado, buscando tus besos desterrados.

Ojalá nunca, jamás mi suerte me condenara a perdete.

Ojalá no fueras la correcta y yo resultara el equivocado para ti.

Porque eso acabaría conmigo por completo.

Jamás pensaría dar un paso atrás en el camino que me lleve hasta tus besos. Lo confieso.

El destino nos había unido por un razón y esperaba que eso perdurara por siempre. Me aseguraré de que sea así.

Mis ojos resplandecian al admirarte. Tu seguías enfrascada en la película, los ojos un poco vidriosos ya. Un mechón caía por tu frente rebeldemente. Lo aparté con delicadeza.

Acerqué mi rostro a tu oreja.

—¿Te confieso algo?

Sentí como le dio un ligero escalofrío. Me encantaba saber que poseía un efecto en ti. Sus ojos se encontraron con los míos. Asintió con una sonrisa.

—Te cuento que me encuentro enamorado y siento que esta vez es la correcta—Dije con melodía, aún en un susurro—Sé que eres la correcta para mi.

Y a pesar de que ella amaba las películas románticas, de amor y justo en ese instante sucedía el tan esperado momento en el que los protagonistas se unen y se besan. En nuestro caso ocurrió exactamente lo mismo, sus ojos se aguaron y una lágrima de felicidad y conmoción se deslizó por su mejilla. Ella unió sus suaves labios con los míos. Ambos estábamos viviendo nuestra propia película de amor.

Yo me comprometo a amarla y protegerla con mi propia vida. No habia duda.

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Si, uno medio empalagoso no hace daño a nadie. 😭💚
Espero les guste mucho, y si, está inspirado en la canción "La correcta" de Morat. 💚😭

Sentí que funcionaria mejor si lo narraba desde el punto de vista de Pietro, así que si les gusta este estilo, haganmelo saber para hacerlo más seguido.

¡Gracias por leer! 💚

Ale 💚🐍

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