Peter Parker

Título: Malditas fórmulas. Bendito arácnido.

Ahí estabas en tu alcoba, con la cama super desordenada, tus apuntes por doquier, plumas y lápices fuera de su lugar, tu cuaderno frente a tus ojos y mordias sin cesar un lápiz debido a tu gran desesperación.

La tarea que les habían dejado hoy era resolver unas malditas fórmulas para la clase de química avanzada, o mejor dicho, bromatologia, era un dolor de cabeza, desde el inicio de dicha clase no lograbas entender nada, por lo cual te encontrabas sumamente perdida, por más que intentabas resolver los problemas tu cerebro no parecía querer comprender en absoluto.

-¿Esto para que carajos me servirá en mi vida?-Te preguntaste a ti misma.

Llevabas horas intentando resolver esas fórmulas en vano.

Un golpe en la ventana de tu habitación te sobresalto. Soltaste un gritito y tu mirada fue a parar a la dirección de donde provenía el ruido. Te tranquilizaste al darte cuenta que se trataba de tu novio, Peter. Recién llegaba de dar su vuelta por la ciudad como el superheroe que era. Sonreíste y rápidamente fuiste a abrir.

-Hola, hermosa. ¿Cómo estás?-Saludó Parker en cuanto entró.

No perdió tiempo y te dio un beso en los labios, sentiste sus manos sobre tus mejillas. Mantenía puesto su traje de Spiderman y adorabas en verdad verlo con el.

-Hola. Peter, estoy realmente al borde del suicido. Tienes que ayudarme-Lo tomaste de las manos para guiarlo directo a la fuente de tus problemas.

-¿De qué hablas? ¿Todo bien?-Comenzó a preocuparse.

-No, nada está bien. En la clase de bromatologia me dejaron de tarea unas malditas fórmulas y por más que he intentado no puedo responderlas. Y se entrega en una hora-Te quejaste.

Peter te observaba con una sonrisa juguetona y ojos tiernos. Negó con la cabeza, enseguida le echó un vistazo a tu cuaderno.

-¿Bromatologia? Pensé que no llevabas esa clase-Dijo-Ya entiendo. Tienes que utilizar VEN=A para resolverlo, linda.

Claramente no tenias idea de como carajos contestar a eso.

-Bien. Evidentemente no tengo idea de cómo hacerlo. Ayúdame-Pediste como una niña pequeña.

Parker se acercó a ti, dejó el cuaderno sobre tu cama y pasó sus brazos por tu cintura. Juntó sus frentes, te permitiste cerrar los ojos.

-Claro que te ayudaré. Es más haré tu tarea por ti, preciosa y te explicaré-Era sin duda el mejor novio que podías pedir-Pero tendrás que compensarme, ¿sabes?

-¿Compensarte? ¿De qué forma?-Preguntaste coqueta.

Peter armó una sonrisa traviesa e inesperadamente te levantó para sujetar tus muslos, pegó tu espalda con fuerza contra la pared y enredaste tus piernas alrededor de su cadera. Te besó apasionadamente.

Amabas cuando tomaba la iniciativa y se volvía ese chico salvaje. La mayoría de las veces solía ser tímido en esos aspectos, pero últimamente estaba dejando salir esta faceta de él y realmente te fascinaba.

-¡Querida!-Tu abuela que estaba de visita llamó. Parecía que se acercaba a tu habitación.

Eso los hizo detenerse y abrir los ojos en grande.

-Es mi abuela-Explicaste.

Peter te soltó con delicadeza, ya que tenía puesto su traje debía esconderse o salir de ahí. Tus ojos fueron a parar a la ventana que estaba abierta.

-Sal por la ventana y aguarda ahí-Ordenaste-O quítate por completo el traje y aquí quédate.

-Estaría desnudo-Dijo Peter frunciendo el ceño ante tu idea.

-Sal por la ventana, ya.

Él salió no sin antes darte un beso rápido, justo cuando desapareció la puerta se abrió.

-Corazón-Era tu abuela.

-Hola, abuela. ¿Qué sucede?-Volteaste para poder verla.

-¿Podrías acompañarme a la tienda, por favor?-Pidió.

-¿Acompañarte a la tienda? Oh, claro-Repetiste alzando un poco la voz para que él pudiera escucharte.

-Gracias, querida. ¿Ya pudiste terminar tu tarea?-Se interesó.

-No, abuela, soy un asco para ella-Bromeaste mientras salias de tu habitación.

Mientras tu acompañabas a la tienda a tu abuela, Peter volvió a entrar a tu habitación, se encargó de responder por ti los 10 ejercicios que tenias en el cuaderno, con su debido procedimiento. Fue bastante rápido. Una vez terminó buscó por el lugar un cambio de ropa para él. Tu no lo sabias pero había guardado un par de prendas en tu cuarto por si se llegaba a necesitar, por ejemplo, en situaciones como esta.

Así que se quitó el traje y se puso ropa común. Una vez estuvo listo, salió por la ventana de nueva cuenta y fue directo a la tienda para encontrarse contigo.

-Muchas gracias-Agradeciste tomando la bolsa en tus manos y revisando el cambio-Podemos irnos, abuela.

-Gracias por acompañarme, corazón.

-No hay de que, abuela-Sonreíste. En verdad amabas mucho a tu abuelita.

Cuando salieron de la tienda te encontraste con Peter frente a ti. Tus ojos se abrieron con sorpresa, no esperabas verlo ahí. Lo examinaste de arriba a abajo, dándote cuenta que ya no tenía su traje, sino ropa normal. ¿En qué momento se cambió?

-Peter... ¿Qué haces aquí?-Preguntaste visiblemente confundida.

-Preciosa, hola. Venía a la tienda-Te guiño un ojo, te encantaba cuando hacía eso-Señora, un gusto saludarla.

Peter abrazó a tu abuela, ya se conocían desde hace tiempo. Llevabas aproximadamente 6 meses de noviazgo con el chico, y a decir verdad toda tu familia se llevaba de maravilla con él. Tu abuela lo estimaba bastante.

-Querido, que gusto verte. ¿Vas a cenar con nosotros? Más te vale que si-Advirtió.

-Por supuesto que los acompañaré. Hermosa, yo cargare esa bolsa por ti-Se ofreció.

Te quitó la bolsa para llevarla él, le agradeciste con una sonrisa. En el camino hablaron un poco de trivialidades pero a decir verdad tu novio estaba más entretenido hablando con tu abuela, quien adoraba hacerle charla a él. Una vez llegaron, tu abuela se sentó en el sillón y se excusaron unos minutos para ir a la habitación y finalmente entregar tu tarea.

Cuando cerraste la puerta notaste que el desorden que tenias ya no existía más.

-¿Qué paso?

-Cuando saliste entré a tu habitación, me cambié de ropa ya que tengo algunas prendas por aquí y terminé tu tarea. Ya puedes enviarla. Hazlo antes de que se haga tarde-Explicó mientras se sentaba sobre tu cama y armaba una sonrisa orgulloso.

Compusiste una mueca graciosa y te limitaste a sonreír. De verdad lo querías demasiado. Te acercaste a él, colocaste tus manos sobre sus hombros y él desde su posición te sujeto por la cintura.

-Eres el mejor, ¿lo sabías?

-Lo sé-Asintió sin mucha modestia.

Reíste y le diste un beso en la frente. Enseguida entregaste la tarea, quitando así un peso de encima. Una vez hecho lo anterior le pediste a Peter que te explicara paso por paso como resolvió las fórmulas, necesitabas comprenderlo. Gustoso, él se dedicó a explicarte con toda la paciencia del mundo.

Eso era algo que amabas de él y apreciabas sobremanera, el hecho de que tuviera la paciencia inagotable para explicarte algún tema que no comprendieras. El hecho de que tenías la confianza suficiente con Peter para decirle cuantas veces se necesitara que lo explicara de nueva cuenta ya que no entendías, te sentías a gusto y cómoda con él. Por esa razón estabas sumamente agradecidas, sabiendo de sobra lo afortunada que eras.

-Y finalmente despejas la operación, una vez hayas realizado lo anterior, multiplicas y divides esta cantidad-Finalizó la explicación mientras señalaba los números finales.

Al mismo tiempo concluiste el ejercicio y para tu suerte estaba bien hecho.

-¡Lo lograste!-Felicitó tu adorable novio.

-¡Lo hice! ¡Por fin entendí lo que con el estúpido profe no pude! ¡Te amo! Tu deberías dar la clase sinceramente-Le dijiste con clara emoción en tu rostro.

Peter adoraba verte así de feliz, con esa sonrisa adornando tu bello rostro y su sonido favorito era la risa que emitias.

Con una sonrisa lo besaste expresando así tu agradecimiento, como ambos se encontraban en la cama, giraron sobre ésta, el chico quedó encima de ti, con cada segundo el beso se volvía más apasionado, tus manos fueron a parar a su cabello despeinandolo un poco.

Justo cuando ibas a quitarle su playera, las sirenas de la policía se escucharon pasar con velocidad. Eso puso en alerta a ambos.

Se miraron mutuamente, sabian lo que significaba.

Ya estabas acostumbrada, al inicio no podías negar que te costaba un poco aceptar que tu novio era el hombre araña, fue un golpe difícil de digerir, con el tiempo pudiste hacerte la idea y asumir todo lo que conllevaba ser la novia de Spiderman.

-Mi arácnido, ve y atrapalos-Le diste un último beso.

Él velozmente volvió a cambiarse y cuando estaba por salir usando la ventana te regaló una sonrisa.

-Pero en cuanto termines debes volver y terminar lo que comenzamos-Dijiste-Ten mucho cuidado.

-Lo haré. Te amo.

-También yo.

Peter salto de la ventana y se fue columpiandose en dirección al peligro. Te acercaste a la ventana para observarlo con una sonrisa.

No sabias que era lo que habías hecho exactamente para merecer a un chico como Peter Parker pero estabas muy feliz por ello.

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¡Hola! ¿Cómo están? Espero se encuentren muy bien. Me da un gusto haber vuelto a actualizar, les traigo un imagina algo corto pero sumamente dulce de Peter Parker. ❤️ Ojalá les guste mucho.

Saben que si tienen alguna sugerencia o gustan algún Imagina pueden pedírmelo.

¡Gracias por leer! 💚

Ale 💚🐍

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