Loki Laufeyson
Título: Pesadilla.
Te aproximaste a la cocina, con tu pijama puesta, te frotaste suavemente tus ojos. Pudiste distinguir en la oscuridad a aquel hombre que debería estar a tu lado en la cama, durmiendo contigo.
Entraste a la cocina, y prendiste la luz de esta, provocando que de inmediato Loki levantará su cabeza y se alejara de la encimera en la cual estaba recargandose.
-Cariño, ¿que estas haciendo aquí?-Preguntaste visiblemente confundida.
No obtuviste respuesta alguna, te acercarte a él aún más. ¿Que estaba sucediendo?
-Loki.-Lo llamaste, tu voz suave, de terciopelo.-¿Estas bien?
Estabas a punto de posar tu mano en su mejilla, pero Loki se retiró de forma drástica, como si fueras fuego o veneno, que con tan sólo tocarlo le harías daño.
Eso te sorprendió, él por lo regular amaba que lo tocaras y le dieras caricias, jamás se había negado. ¿Porque ahora sí?
-Vuelve a dormir.-Te dijo con una voz que te hizo sentir pequeña.
Ibas a decir algo más, pero el dios dio largas zancadas fuera de la cocina, tú sólo observaste sin decir palabra. Hasta que viste que estaba dispuesto a irse.
-¿Loki? ¿A donde vas?-Cuestionaste, siguiendolo por detrás.
Él abrio la puerta, estabas por tocarle su trabajada espalda, sin embargo, Loki se volteo rápidamente hacia a ti.
-Vuelve a dormir.-Repitió, está vez con menos tacto.
Un escalofrío te recorrió por todo el cuerpo, la puerta se cerró tras él. Se había ido. Te quedaste en la entrada, sin moverte por unos minutos, tu mente trabajando en buscar alguna explicación lógica, torturandote.
¿Que era ese cambio en Loki? En tú Loki.
Por un momento, te recordó a el anterior Loki, tu amado así era antes de que iniciaran un lazo. Frío, hostil, parecía que no tuviera sentimientos.
Ahora que lo observaste, antes de que se fuera, notaste que sus ojos azules se habían opacado, no sabías si era por la falta de sueño; tal vez porque no había la suficiente luz.
Despertaste de tu ensimismamiento y miraste tus pies desnudos, no llevabas ni pantuflas, tampoco calcetines. Te obligarse a encender la luz de la sala de estar, por una extraña razón no querías estar a oscuras.
Volviste a la cocina, buscando algún vaso de agua o algo que probara el porque Loki se había levantado, pero no había absolutamente nada en la encimera ni en el lugar. Tus ojos se posaron en la hora que indicaba el microondas: 4:22.
Tomaste una respiración profunda, estabas comenzando a estresarte por no saber por que Loki se había ido, así de la nada. Y es que, ¿donde podría estar?
Te serviste un vaso de agua fría, lo necesitabas. Te bebiste todo el liquido, tu garganta se refresco y tu cuerpo lo agradeció. Dejaste el vaso en la encimera y apagaste la luz. Luego la de la cocina, acto seguido subiste a la habitación que compartias con tu novio.
Te sentaste en la cama, miraste el lado donde Loki acostumbra dormir.
Mierda, ¿donde estaria?
Tomaste tu celular, que se encontraba en la mesita de noche. Tratarías de contactarlo, inmediatamente desechaste la idea. Su celular estaba en la cómoda que había en la habitación, era algo lógico, por lo regular casi nunca lo utilizaba, menos ahora. Te preguntaste si debías de molestar a algún vengador o al propio hermano de Laufeyson.
Negaste con la cabeza para ti misma, no llamarias a nadie a las malditas 4 de la madrugada, dejaste el celular con algo de brusquedad en la mesita de noche y volviste a acostarte. Te tapaste con una sábana muy delgada y te obligaste a cerrar los ojos, ignorando el vacío que estaba al lado derecho de la cama.
Tal vez en la mañana él ya estuviera de regreso y te lo explicaría todo.
(...)
-¡Mierda, Thor. Han pasado dos días ya!
Te encontrabas en el complejo de los Vengadores, pues querías ver a Thor para informarle sobre el asunto. Loki no se había dignado a pisar la casa, ni siquiera había dado señales de vida en esos dos días.
-Lenguaje.-Escuchaste decir a Steve, quien paso al lado suyo corriendo.
Tú sólo rodaste los ojos.
-Acabó de llegar de Asgard, Loki no está allí.-Hablo Thor.
Te rascaste el cabello con desesperación y frustración.
-¿Donde crees que pueda estar?-Preguntaste cansada.-Thor, han pasado dos días, no he sabido nada de él. Yo... lo amo, lo sabes. Es doloroso para mí.
Bajaste tu cabeza, pudiendo así observar el pasto, pues estaban fuera del complejo, por ende, podías escuchar a varias personas entrenando, o más bien, corriendo.
No querías que Thor te viera en ese estado, tal vez dos días no eran nada, pero para ti era ya una eternidad. Loki se había ido actuando muy extraño y eso era lo que más te preocupaba.
-Te entiendo.-Sentiste los brazos de el dios del trueno rodearte.-Pero trata de tranquilizarte, ¿si?
Agradeciste aquel abrazo, asentiste levemente con tu cabeza. Tratarias de alejar todas esas emociones que te afectaban sobremanera.
Horas después, llegaste a casa. Era domingo, por lo cual tuviste el día libre, y era justo por eso que aprovechaste ir con los Vengadores.
Pero habías regresado ya, dejaste las llaves sobre la mesa y te quitaste la chamarra de mezclilla que traías puesta, la lanzaste al sillón sin importarte mucho el orden por el momento. Te pasaste la mano por tu cabello, y soltaste un suspiro.
Subiste a la planta alta y optaste por tomar un relajante baño, eso haría calmar tus nervios al menos un poco. Te fuiste desvistiendo, acto seguido entraste a la regadera y la abriste, el agua que cayó fue fría, te helo hasta los huesos, tus poros reaccionaron ante la temperatura y te recorrió un escalofrío. Sin embargo comenzaste a mojarte completamente y decidiste dejar el agua fría, no abriste la caliente.
Pasaron 20 minutos, y ya habías terminado, cerraste la llave para luego secarte, colocarte una toalla en tu cabello y ponerte la típica bata blanca que tenías. Saliste del baño y te dirigiste a tu habitación, quitaste la toalla que estaba en tu cabeza y comenzaste a secarte bien tu pelo, para que así no estilara por lo menos.
Fue en ese momento cuando escuchaste la puerta de la casa abrirse, detuviste lo que estabas haciendo y quedaste anonada unos segundos. Soltaste inmediatamente la toalla, está terminó en el suelo, sin importarte que te encontrarás en bata y sin zapatos, recién salida del baño; bajaste como un rayo las escaleras.
Y lo viste al fin, después de dos días sin saber nada sobre él, sobre tu Loki. Estaba de espaldas a la puerta que ya estaba cerrada, ¿seguiría con esa actitud?
Tenías muchas preguntas formulandose en tu cabeza, pero las eliminaste y caminaste a paso lento hacía Loki. Cuando ya sólo te faltaban unos cuantos metros para llegar corriste y lo abrazaste por la espalda.
Cerraste los ojos, al menos estabas tranquila de que estuviera bien, él había regresado. Pudiste olerlo, tierra y humedad. Era extraño, ese no era su aroma comúnmente.
Pero le restaste importancia.
Ni siquiera supiste como lo hizo ni en que minuto, sucedió todo demasiado rápido para tus sentidos. Él se volteo quedando frente a ti, sin embargo, tú sentiste un dolor insoportable en tu pecho, cerca del corazón, te comenzó a faltar el aire y la sensación de la sangre escurriendose por tu cuerpo. Abriste los ojos como platos, fue tu primera reacción.
Estupefacta, miraste hacia ese lugar, del lado derecho en tu pecho, tenías una daga bastante afilada y larga, enterrada. Pero, ¿que mierda?
La bata blanca que llevabas puesta se había teñido de un rojo carmesí.
Levantaste lentamente la mirada de nuevo, hacia Loki, él lo había hecho, había sido el causante.
Te tambaleaste hacia atrás, lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, caiste al suelo, poco a poco quedaste acostada sobre este, ibas a morir en cualquier momento a manos de la persona que amabas y confiabas plenamente. En la persona por la cual tu hubieras dado tu vida para salvarla.
-¿Porqué?-Pudiste preguntar, tu voz fue apenas un susurro audible.
Loki se puso en cunclillas, no lo conociste, sus ojos estaban sin ningún brillo, tenía una sonrisa cínica en su rostro y no parecía importarle en absoluto que tú, su novia estuviera muriendo.
-Eras una piedra en mi camino, linda. Tenía que eliminarte. Solo así podré continuar.-Explico, con esa voz que te provocaba estremecimiento.
Tu vista se fue nublando, sabías que el momento había llegado, derramaste una última lágrima. Aquel hombre que habías amado, que era todo para ti, ese en el que confiabas hasta con los ojos cerrados había provocado tu muerte y te había dicho que eras un obstaculo, un estorbo.
Mierda, no sabías si eso dolía más que la herida que habías sufrido.
Tus ojos se cerraron y lo último que escuchaste fue a Loki decir un adiós.
Se levantó de golpe, estaba sudando y tenía la respiración agitada al igual que los latidos de su corazón. Miro al lado, donde tú dormías tan tranquilamente, parecias un ángel en medio de la oscuridad, pero tu presencia iluminaba la habitación.
Se pasó la mano por el cabello y salió de la cama, con sumo cuidado para no despertarte. Bajo y fue directo a la cocina, se recargo en la encimera y mantuvo la cabeza gacha, mirando algún punto del suelo, pensando en la pesadilla tan horrible que había tenido. Y es que de verás que le aterro demasiado.
Pasaron unos minutos en los cuales él seguía en su burbuja, hasta que la luz de la cocina se hizo presente, levantó la cabeza de inmediato, ahí estaba su chica.
-Cariño, ¿que estas haciendo aquí?
Loki no contestó, comenzó a preocuparse, todo estaba sucediendo exactamente igual como había comenzado su pesadilla.
-Loki ¿estas bien?
Por los dioses, eso no podía estar sucediendo. Lo peor era que tú no estabas siquiera enterada de la pesadilla del hombre.
...………………………………………
No tengo mucho que decir, se me ocurrió esta idea y dije, ¿porque no escribirla? Ps aquí esta.
Espero que este imagina sea de su agrado. Espero (x2) que no les moleste que el sueño de Loki este narrado desde el punto de vista de la chica (que se supone eres tú :B) y cuando se termina desde el punto de vista de Loki. Es que decidí ponerlo asi xd.
Notita nueva después de dos años de escribir este Imagina: Se me ocurre que quizá podría haber una segunda parte de este Imagina, donde Loki haga todo lo posible por hacer que la pesadilla no se vuelva una realidad. ¿Qué dicen? ¿Les gusta? ¿O con este es suficiente?
¡Gracias por leer! 🐍
Ale 💚🐍
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