Imagina que Draco y Hermione están a mitad de una típica discusión, de esas que pasaban entre ambos día con día. Ya era costumbre. Estaban en clase de Hagrid y, Hermione había soltado que Draco era ridículo.

El chico pudo escuchar lo anterior, se acercó a paso firme y un tanto coqueto a Hermione, mirándola a los ojos como si la retara y le preguntó:

—¿Qué has dicho?

Hermione le sostuvo la mirada, un tanto desconcertada internamente debido al extraño comportamiento del rubio.

—Dije que eres ridículo.

Todos alrededor estaban expectantes, pues de un momento a otro, el lugar se lleno de una rara tensión... Ellos la desprendían.

—¿De verdad te parezco ridículo, Granger?—Su rostro estaba cada vez más cerca del suyo—¿incluso ahora?

Hermione evitó tragar saliva y con todas sus fuerzas mantenía su vista en los ojos grises de Malfoy, no podía dejar que descendieran a sus labios... Por Merlín, ¿qué le sucedía?

Estaban frente a todos y él... Llegaba al punto de que la cercanía entre los dos era tanta que sus respiraciones se cruzaban. Manteniendo la compostura y los nervios al mínimo, esta vez fue ella la que hizo chocar sus narices.

—Sí, Malfoy. Incluso ahora, ¿entiendes? Así que aléjate—.Después de eso, lo empujó fuera de su espacio vital.

El silencio hizo presencia, los demás estaban atónitos por lo particular que había sido la escena entre ambos enemigos. El momento se rompió cuando Hagrid llegó por fin.

—Muy bien, todos, iniciemos con la clase—.La voz del semigigante bajo el estupor de los presentes.

Draco por último miró a Hermione de pies a cabeza, siendo ella testigo de su acción.

—A la siguiente no te salvaras, Granger.

Con una sonrisa traviesa se acercó a su grupo de amigos. Mientras que Hermione intentaba recuperarse, porque aunque nunca lo admitiria, si que la cercanía de Draco le puso los pelos de punta.

Ale 💚🐍