Universo
Este 10 de diciembre el libro de imaginas cumple un año! muchas gracias a todas por su apoyo, voy a llorar. nunca creí que tantas personas leyeran mis imaginas. las amo mucho, les dedico a todas ustedes este imagina.
Parte extra y final de luna (si no han leído luna, sol y estrellas, les recomiendo hacerlo antes de leer este)
Les recomiendo leer escuchando over and over again de Nathan Sykes♥
Me desperté por la luz grisasea que entraba por la ventana, no necesitaba correr la cortina para saber que el cielo estaba nublado y que posiblemente llovería.
Trate de levantarme pero un fuerte brazo me mantuvo en mi lugar.
Me gire y me encontré a mi hermoso esposo durmiendo como un bebé.
- Harry, déjame salir - reí acariciando su cabello.
Solo recibí un gruñido como respuesta, el odiaba levantarse temprano los domingos.
- Solo un poco mas - murmuro su pastosa voz contra mi cabello.
Sus ojos verdes se abrieron poco a poco encontrándose con los mios, lo que provoco que ambos sonriéramos.
- Tengo a la mujer mas hermosa del mundo - beso mi frente y libero mi cuerpo de sus brazos.
- La tienes - sonreí dándole la razón.
Me puse de pie pero me arrepentí instantáneamente por el frió que me invadió al ya no encontrarme envuelta en las tibias sabanas.
Con prisa me coloque mi abrigo y me gire a ver a mi esposo que aun descansaba en el colchón.
- Vuelve a la cama - se quejo como un niño y despeino los rebeldes rizos que habían crecido borrando casi por completo su corte militar.
- Alguien tiene que cocinar, general Styles - sonreí y me encamine a la puerta.
- Aun no soy general - dijo a mis espaldas.
- Pero lo seras - asentí antes de salir de la habitación que compartíamos.
Hace mas de un año que Harry y yo habíamos escapado de la iglesia donde se llevaría acabo mi boda con Benjamin. Sin duda la mejor decisión que había tomado en mi vida.
No teníamos lujos ni dinero por montones pero nos teníamos a nosotros y era lo único que necesitábamos.
Tome entre mis manos una taza caliente de te de hierba buena y le di un sorbo.
No podía dejar de pensar en las ganas que ambos teníamos de ser padres, lo habíamos intentado pero parecía que no funcionaba.
- ¿En que piensas, bonita? - rodeo mi cintura con sus brazos y beso mi cabeza
- En nada - pegue mi espalda a su pecho sintiendo su respiración.
- Tengo algo que decirte - susurro acariciando mi vientre con sus tibias manos.
- Adelante - me libere de sus brazos para escucharlo ya que su toque me hacia perder la razón.
Busque su mirada pero el veía hacia el piso con su labio inferior entre sus dientes. Eran malas noticias.
- Tengo que volver a la guerra - murmuro y el frió volvió a invadirme.
Me quede en silencio un momento tratando de controlar los sentimientos encontrados que la noticia me provocaba.
Harry levanto mi rostro tomandome de la barbilla para conectar nuestros ojos.
- No hay nada que temer, ángel - acaricio mi mejilla con el pulgar.
- ¿Por que tienes que ir? - le pregunte con mis ojos brillando por las lágrimas.
- Me necesitan - tomo la taza de mis manos y la hizo a un lado.
- Yo también te necesito - Le dije sin poder contener mas el llanto.
Me atrajo a su pecho en un abrazo y me dejo sollozar ahí. No dijo nada, solo acaricio mi cabello susurrando palabras dulces.
- ¿Y si algo te pasa? - el dolor que causaba el nudo en mi garganta era insoportable.
- Seré un héroe - tomo mis mejillas entre sus manos y unió nuestros labios con un dulce beso.
Nos alejamos poco a poco hasta que hubo un pequeño espacio entre nosotros, el sonreía con un hoyuelo en su mejilla provocando que llorara de nuevo. Simplemente no podía imaginar mi vida sin este tonto de buen corazón.
- Ya eres mi héroe - esta vez fui yo quien tomo sus mejillas. Me permití estudiar cada detalle de su rostro. - ¿Cuando te vas? - susurre pasando mi pulgar por una pequeña cicatriz que tenia en el pómulo.
Volvió a morderse el labio, el no sabia mentir.
- Mañana - respondió con un hilo de voz.
Junte nuestras frentes sintiéndome derrotada. Ya no había nada mas que hacer.
- Desayunemos - me aparte de el y serví un par de panes que había tostado
- Lo siento - cogió un pan y lo llevo a su boca dándole un mordisco - Lo único que sabes cocinar - dijo con la boca llena.
- Cuidado con esa boca, señor Styles - lo mire de reojo untando mantequilla en mi pan.
Sin duda la casa se sentiria sola sin sus bromas.
El día se fue en un parpadeo, lo pasamos juntos, aprovechamos cada segundo hasta que llego la hora que tanto quería evitar.
- ¿Tendrás cuidado? - nos encontrábamos ambos junto a la puerta.
- Lo que sea para volver contigo a casa - beso mi frente.
- En una pieza, por favor - suspire abrazandolo por milésima vez en el día.
- Nada va a pasarme, yo siempre volveré - susurro su calido aliento contra mi frente.
- Te amo - me aferre a el. Su aroma inundo mis sentidos relajandome por completo.
- Y yo a ti, nena - se alejo mirando a mis ojos para luego bajar a mis labios.
Me beso con abrazadora ternura, sus labios suaves hacían que todo a nuestro al rededor desapareciera y que por poco olvidara lo que estaba sucediendo.
- Decir adiós es de mala suerte - beso mi frente y cogió del suelo su ligero equipaje.
Atravesó el jardín con sus pesadas botas y se detuvo justo al final de nuestra propiedad.
- Siempre tendremos la luna para sentirnos cerca, nena - Sonrió envuelto en su uniforme militar que lo hacia lucir el doble de atractivo.
- Lo se, soldado Styles, lo se - le respondí mientras lo veía subir al camión junto a sus colegas.
Sonreí al sentir una lágrima bajar por mi rostro, el cual ya no era el mismo de antes.
- Me encanta esa historia, abuela - dijo la pequeña de rizos castaños.
- A mi también - abrí las cortinas para dejar entrar la luz del día a la biblioteca.
- ¿Puedo ir con mamá? - se puso de pie y sacudió su vestido.
- Adelante - susurre aun inundada por los recuerdos de aquel ultimo domingo.
mi reflejo me miraba atravez de las ventanas, el tiempo había hecho de las suyas. Se había llevado la juventud dejandome solo arrugas, canas y recuerdos.
- ¿Como serias si hubieras regresado? - le hable al aire.
No había visita que aterrara mas a la familia de un soldado que la que se recibía por las noches, los compañeros de batalla con la tristeza plasmada en el rostro y un simple gesto podría derrumbar mundos.
El soldado Styles murió como un héroe, justo como el lo había dicho.
- Aun eres mi universo entero, Harry - le susurre al cielo esperando que desde donde el estuviera pudiera escucharlo.
- Mamá, ven a comer - dijo la voz de mi única hija a mis espaldas.
En la puerta estaba uno de los dos únicos recuerdos que Harry me había dejado, el otro brillaba en el cielo todas las noches.
Chan chan chaaaaan! Parte final sorpresa! No tenia pensado hacer otra parte pero no me resisti!
¿Les gusto? No me odien!!
Mil disculpas por el abandono pero no tengo ni un segundo libre de escuela!
Pregunta randoom!
Si pudieran viajar con uno de los chicos por el mundo, ¿A donde irían y por que?
Besoooos!
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