Sol
Segunda parte de Luna
" Desde el día que te fuiste el sol ya no sale para mi.
Con amor.___"
Doble perfectamente la hoja perfumada que tenia en mis manos y me gire dejando mi espalda sobre el suave pasto.
Abrace contra mi pecho una mas de las incontables cartas que le escribía a aquel soldado que había conocido en mi único acto de rebeldía.
- Eres una tonta, ___ - susurre para mi.
A la mañana siguiente del baile en honor a los soldados, Angie se había encargado de demoler todas mis esperanzas e ideas románticas respecto al soldado Styles.
- Es un soldado, ___. - recuerdo que dijo camino a casa. - Tienen una chica en cada lugar a donde van - se detuvo y me sostuvo por los hombros
- El dijo que nos casaríamos - le respondí a mi amiga sintiendo un pinchazo de miedo en el estomago.
- ¿Y tu le creíste? - me sacudió como a una maraca.
- Si - aparte sus manos de mis hombros.
Quizás Angie tenia razón y Harry solo había hecho promesas que no iba a cumplir pero eso no importaba. Yo lo esperaría.
Levante una de mis manos y la deje jugar con un rayo de sol que caía directo a mi pecho.
Solo había visto a Harry a la luz de la luna y no podía dejar de preguntarme como se verían esos ojos esmeralda a la luz brillante del sol.
- Es hora de la merienda, Señorita - abrí los ojos topandome con una de las sirvientas. - Si su madre la encuentra acostada en el suelo le ira muy mal. - embozo una pequeña sonrisa.
- No lo hará, Meredith - con cuidado me levante y sacudí mi vestido.
- ¿Buscaba inspiración? - pregunto al ver la carta en mi mano.
- Inspiración ya tengo, solo trataba de sentirme mas cerca de el - le di una tímida sonrisa.
Ella sonrió de la misma manera y caminamos en silencio por el pasto hasta el lugar donde tomábamos la merienda por la tarde.
Mi padre ya estaba ahí y leía el periódico tranquilamente.
- ¿Algo interesante en el periódico, padre? - Tome asiento frente a el.
Dio un suspiro, su rostro seguía escondido tras el gran papel hasta que lo doblo y lo dejo sobre la mesa blanca.
- Los Alemanes están acabando con nuestras tropas como si de juguetes se tratara - quito sus lentes de lectura y los dejo sobre el periódico.
Puse una mano sobre mi estomago al sentirlo dar vueltas. Harry dijo que no serian problema. No hay de que preocuparse, el volverá.
- Hay algo de lo que tenemos que hablar - se aclaro la garganta y se acomodo mejor en su lugar. -Pero debemos esperar a tu madre. - asintió.
Decidí no preguntar y distraerme un poco admirando el paisaje.
Las cosas habían cambiado mucho desde que el se fue, todas las noches me sentaba en la ventana a ver la luna mientras abrazaba contra mi su chaqueta.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de mi madre acompañada de unas cuantas mas.
- Levántate, ___ - murmuro entre dientes mi padre.
Me puse de pie mientras veía a mi madre cruzar el jardín con la familia Bullock. Eran íntimos amigos de mi familia y no eran mucho de mi agrado. Whitney Bullock era una mujer agradable y muy amable, todo lo contrario a su esposo Vincent y su hijo Benjamín, que por cierto era de mi edad. Ellos eran altaneros y crueles con la servidumbre, algo que yo no soportaba.
- Buenas tardes, Señorita - Benjamín beso mi mano como saludo o como yo le decía "Benjamon". El asco no desapareció hasta que todos estuvimos sentados al rededor de la mesa.
Me dedique a tomar mi té en silencio mientras los mayores hablaban sobre cosas que no me importaban solo deseando que se fueran lo mas pronto posible.
- Su hija es hermosa, nuestros nietos serán como ángeles. - dijo Vincent con su mirada clavada en mi.
El té se atoro en mi garganta al escucharlo. ¿De que estaba hablando?
- ¿Disculpe? ¿Nietos? - tosí mientras trataba de ocultar mi pánico.
- Si, los que tu y Benjamín nos darán - Dijo con una sonrisa perversa que me revolvía el estomago.
Mire a mis padres en busca de auxilio pero ellos solo se miraron y susurraron entre si.
- ¿Padre? - lo mire con suplica.
- Era de lo que teníamos que hablar - dejo su taza de té sobre su plato - Lo hemos acordado y te casaras con Benjamín este verano. -
Fue como si una cubeta de agua fría cayera sobre mi. Me cubrí la boca tratando de contener el vomito que veía venir.
Mis padres me iban a casar con Benjamon, ¡Benjamon!.
El chico que apestaba a basurero, era un mal educado y siempre lo encontraba viendo el trasero de otros chicos.
- Disculpen - me puse de pie a toda prisa y corrí a la casa.
Todo me daba vueltas de solo imaginarme ser la señora de Benjamín Bullock.
Salí por la puerta principal sin rumbo, solo quería irme muy lejos.
Mi vestido rosa se movía con el viento mientras corría, estaba mal que una señorita corriera de esa manera pero cuando te casaras con un Bullock ya nada puede humillarte mas.
Abrí los ojos un poco tarde ya que no pude detenerme y me impacte contra un hombre.
- Discúlpeme, yo...no lo vi - dije agitada y tome la mano que me ofrecía para levantarme del suelo.
- No hay problema - el castaño sonrió.
Di un paso atrás pero me detuve al ver su uniforme. Era el mismo que Harry llevaba cuando nos conocimos. Mi corazón latió deprisa de solo pensar en volverlo a ver.
- ¿Ya han vuelto...? - le pregunte buscando su sombre en su chaqueta. L.Payne - ¿Ya han vuelto, Soldado Payne? - mis manos sudaban por la ansiedad.
- Los que pudimos - Asintió tristemente. - Los alemanes ganaron terreno rápidamente y solo unos pocos pudimos regresar. - acomodo su mochila sobre su hombro. - Debo irme, un placer. - Dio un asentimiento y me rodeo para seguir su camino.
Retome mi marcha pero esta vez con destino, mi destino era el muelle.
Llegue pronto ya que no estaba muy lejos. Los barcos donde habían vuelto los soldados ya estaban vacíos y anclados en su lugar.
Me rodeaban familias enteras, algunas abrazaban con alegría a sus hijos, padres o hermanos que habían vuelto y muchas otras lloraban al saber que no volverían a verlos.
Lo busque por minutos que me parecieron horas, el soldado Styles no parecía por ningún lado.
A pesar de estar en primavera y estar rodeada de cientos de personas un frió me invadió hasta los huesos.
El no había vuelto, jamas lo volvería a ver.
Mi cuerpo se estremecía por los sollozos que no podía detener, mi esperanza no había servido de nada y ahora tendría que casarme con Benjamín Bullock.
- Angie tenia razón - limpie mis lagrimas con un pañuelo de seda que llevaba siempre conmigo.
El camino hacia mi casa nunca había sido tan deprimente. El solo pensar que mi familia y mi futuro esposo estaban ahí me daban ganas de tirarme al vació.
Cambie mi andar de la puerta principal a mi ventana, no quería que se enteraran que había vuelto. Ya sabia como entrar sin ser descubierta.
- ¿Donde te habías metido? - dijo con una sonrisa.
Me quede de pie a pocos metros de mi ventana al escuchar su voz de nuevo.
El soldado que se había metido en mis pensamientos desde que lo conocí estaba recargado junto a mi ventana. Se veía cansado pero aun así sonreía.
- Harry - susurre luchando por mantenerme en pie.
- ¿Estas bien? - camino hacia mi con preocupación.
- No puedo creer que estés aquí - Solté un sollozo pero esta vez de felicidad.
- Soy un hombre de palabra - con sus ásperas manos acuno mis mejillas.
Nos miramos a los ojos resolviendo una de mis dudas. A la luz del sol sus ojos se veían tan verdes y brillosos como el pasto bañado en rocío por las mañanas.
Poco a poco acorto la distancia entre nosotros hasta cubrir mis labios con los suyos en un beso perfecto, mi primer beso.
El sol había vuelto a salir al fin.
No quería hacer una segunda parte pero como vi que les gusto mucho la primera no me pude resistir!
PREGUNTA RANDOOOM!!!
A) Made in the A.M
B) Take me home
Gracias por leer!
BEEEESOS!
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