Tercera parte de Rossewood.

- ¿Cuando vas a admitir que te encanta? - dijo riendo Ada a mi lado mientras tomábamos nuestro almuerzo.
- ¿Qué? - le pregunte distraída.
- Harry Styles, ¿Cuando admitirás que te tiene loca? - levanto una ceja y llevo a su boca un poco de fruta.
- No sé de que hablas - murmure y baje la mirada a mi plato casi intacto.
- ¿Segura? - rio una vez más - Desde que nos sentamos aquí lo único que has hecho es suspirar y mirarlo como un león hambriento a su presa - echo su cabeza hacia atrás riendo aun mas fuerte - Mi bebé lo aprueba - llevo una mano a su vientre de 8 meses.
- Los dos mienten - fruncí el ceño y comí de mi ensalada
- Bebé y yo solo decimos que será mejor que actúes rápido - se encogió de hombros y bebió de su botella de agua - Puede que no seas la única leona detrás de el - susurro con una sonrisa mirando a la puerta de la cafetería

Deje suspendido el tenedor en el aire a solo unos centímetros de mi boca.
Todos los ojos estaban centrados en la nueva maestra de matemáticas, la cual acababa de entrar al comedor.
Se veía como modelo al caminar por el pasillo, sus tacones contra el suelo era lo único que se podía escuchar en ese momento.

- No te atrevas - susurre casi inaudible.

La rubia se detuvo frente a la mesa donde estaban Harry y un pequeño grupo de profesores.
No podía escuchar de que hablaban pero la sola sonrisa de Harry al tener una conversación con ella me hacia querer gritar.

- Bebé, ¿Tu también hueles los celos? - dijo Ada hablándole a su vientre.
- No me interesa - lleve el tenedor a mi boca y comí molesta mi ensalada.
- Esa chica está desesperada - dijo Ada mientras ponía su basura sobre una charola - Debo irme, tengo que llamar a alguien para que arregle la puerta del armario del conserje - se puso de pie con un quejido - Debí hacerlo ayer pero lo olvide - tomo la charola con ambas manos - Cosas de embarazada - sonrió y se fue.

Seguí con la mirada a Ada hasta que desapareció por la puerta, ¿Era tan obvia? Desde que había descubierto mis sentimientos por el profesor Styles había sido discreta o eso creía.

- ¿Emocionada? - me pregunto mi ligeramente embarazada amiga.
- Para nada - respondí mientras firmaba unos papeles - Aquí tienes - los deje sobre su escritorio.
- Vamos ___, alégrate un poco - sonrió y ordeno los papeles que le acababa de dar.

Mañana habría un evento muy especial, lo llamábamos La feria Rossewood. Simplemente era un día entero donde los profesores teníamos puestos de comida y juegos para los alumnos. Era mi día favorito hasta que Celine, la brillante maestra de matemáticas se había propuesto para estar en el puesto de besos.

- Al fin hora de irnos - la abrazadora presencia de Harry Styles inundo la oficina - ¿Como están, señoritas? - dijo con una sonrisa en su rostro.
- Nos vemos mañana, Ada - rodee los ojos y me di la vuelta caminando a la puerta.
- Hey - me cogió del brazo - ¿Te sucede algo? - su expresión de preocupación hizo que mi interior se derritiera.
- Yo...- tartamudee - Harry, yo... - las palabras se quedaron atoradas en mi garganta al ver la melena dorada entrar.

Sus ojos verdes viajaron hasta los de ella y ambos se sonrieron. Mi estomago dio un vuelco. No podía soportar que esa sonrisa fuera para alguien más.

- Suéltame - zafe mi brazo y salí a toda prisa de la oficina.

Necesitaba salir lo más pronto posible de aquí y alejarme de Harry Styles tanto como fuera posible.

Al día siguiente cuando llegue al colegio apague el auto y me quede sentada viendo a la distancia como algunos profesores terminaban de ordenar los puestos de comida.
Este era mi día feliz y una chica de pechos enormes me lo había quitado.
Hice una mueca y mire hacia mis senos, no están tan mal.

- El se lo pierde - baje del auto y arrastre mis pies dentro del edificio.

Los pasillos eran una locura, los alumnos no llevaban su habitual uniforme, los profesores se veían relajados y nadie se preocupaba por las tareas y trabajos finales.

- Que gran día para estar viva - Dijo Ada cuando llego a mi lado con un hot dog en su mano.
- ¿Tan temprano? - levante una ceja refiriéndome a la salchicha en su mano.
- Si mi bebé lo pide no puedo decirle que no - le dio un mordisco - patea muy fuerte - se encogió de hombros.

Sonreí por su comentario y seguí mi camino hasta mi lugar. Yo siempre me encargaba de la estación de helados.

- ¿Crees que Celine me bese en los labios? - escuche a unos chicos murmurar entre si.
- No - rieron sus amigos

Gruñí por lo bajo, el puesto de besos había sido divertido cuando la señora Murphy se encargaba de él pero ahora simplemente no lo soportaba.

- Alguien se levanto con el pie izquierdo esta mañana - dijo una voz fingiendo susurrar. - ¿Por qué tan molesta? - Styles recargo todo su peso en el pequeño cubículo de madera que hacia función de heladería.
- Porque sigues vivo - cruce los brazos y evite mirarlo.
- Woh - rio y paso una mano por su cabello para peinarlo. - Mejor me alejo antes de que me apuñales con una cuchara - levanto ambas manos en un gesto de rendición y se fue a su estación.

No pude evitar seguirlo mientras se alejaba. Se veía tremendamente atractivo con sus jeans negros y esa playera que en la espalda se leía "Hot n Hard" era demasiado para mí.

- ¿Me das un helado de chocolate, por favor? - una chica pregunto llamando mi atención.
- Por supuesto - le sonreí y me obligue a dejar de mirar a Harry.
- Los chicos tienen a la profesora de matemáticas y yo tengo un helado - dijo la chica con el ceño fruncido
- Al menos el helado no es de plástico - mordí mi lengua pero ya era muy tarde. Lo había dicho.

La chica me miraba con los ojos abiertos a tope y justo después rompió a reír.

- Eres la mejor consejera - pago por su helado y se fue.

No me arrepentía era como quitarme un peso de encima.
Busque a Styles con la mirada, no estaba en su estación así que supuse que no debería estar muy lejos se aquí. Y no me equivocaba, estaba con Celine teniendo una charla tan animada en su puesto de besos.

- Chica, tranquila - la voz de Ada me trajo de nuevo a la realidad - Nos vas a dejar sin barquillos - dijo riendo.

Mire al suelo y a mí al rededor estaban los restos de algunos barquillos que inconscientemente había roto.

- Lo siento, debo limpiarlo - me sacudí las manos - Cuida el puesto por mí, volveré rápido - Ada no respondió lo cual me preocupo, ella jamás paraba de hablar.

Ada tenia la miraba fija en algún lugar, seguí su mirada justo al puesto de besos.
Celine tenia entre sus manos un dólar y se inclino hacia Harry hasta dejar un casto beso en los labios de este.
Mi corazón aun seguía latiendo como loco mientras me abría paso entre los estudiantes, me faltaba el aire pero aun así comencé a correr hasta llegar al armario del conserje.

- ¡Te odio, Harry Styles! - Grite pateando las paredes - Te odio tanto - gruñí y me deslice por la pared del pequeño armario hasta el suelo.

No sé cuanto tiempo estuve mirando a la nada hasta que decidí levantarme y coger lo que necesitaba de los estantes.

- Maldita sea - murmure entre dientes cuando intente abrir la puerta - No hoy, ya estoy teniendo un mal día - con mi puño golpee la puerta - ¿Hay alguien ahí? - grite. Y nada.

Me aleje de la puerta buscando algo para abrir, esto era culpa de Ada y su mala memoria.

- ¿___? - la voz de Harry hizo que me quedara como estatua. - Aquí estas - sonrió cuando me miro. - Ada me dijo que viniera a buscarte porque habías tardado... - frunció el ceño. - ¿Que te sucede? Haz estado muy extraña - dio unos pasos hacia mí pero yo retrocedí.
- Aléjate de mi - le respondí furiosa
- Compórtate como una adulta y dime qué demonios te tiene tan molesta - su ceño se frunció, era claro que estaba molesto.

Deje caer lo que tenía en mis manos y con todas mis fuerza le di un empujón.

- ¡Tu!, maldita sea, ¡tú me tienes volviéndome loca! - le conteste molesta mientras trataba de alejarlo a empujones. - Tú y tu maldita sonrisa que creen que pueden aparecerse en mi casa...- poco a poco baje mis brazos y pare de empujarlo - decirme todas esas cosas y luego actuar como si nada hubiera pasado - susurre con la mirada en el suelo
- ___, yo...creí que...- lo interrumpí.
- Y luego esta Celine con su cuerpo perfecto y su habilidad en matemáticas - pegue mi espalda a la pared - Yo detesto las matemáticas - dije comenzando a divagar

Una ronca carcajada proveniente del chico frente a mi detuvo las tonterías que salían de mi boca.

- Estas completamente loca por eso me gustas tanto - sonrió de medio lado remarcando su hoyuelo - Creo que debes ser ciega para no haber notado... - se acerco a mí y me acorralo contra la pared - que tu, ___ Beckett, tienes loco a este chico - con sus fuertes manos tomo mi cintura y me acerco mas a él.
- Mientes - susurre evitando su mirada.
- ¿Te lo demuestro? - retiro una mano de mi cintura y con ella tomo mi barbilla.
- No te atrevas - volví a susurrar pero esta vez ya era muy tarde, nuestros ojos se conectaron y todo paso.

Aun con su mano en mi barbilla guio mis labios hacia los suyos. Cerré los ojos y me deje llevar por la calidez y suavidad que ofrecían Harry Styles y sus labios.
Lleve mis manos, tan temblorosas como mis piernas, hasta su cabello y enrede mis dedos entre sus mechones de seda.

- ¿Aun crees que miento? - sus labios rosados rozaban los míos al hablar.
- Besaste a...- ni siquiera pude terminar la oración, sentía que mi alma había dejado mi cuerpo.
- No volverá a pasar - con su pulgar acaricio mi labio inferior - Porque desde ahora podre besarte a ti así como lo acabo de hacer cada vez que yo quiera - me miro a los ojos y sonrió. - Asiente si estás de acuerdo - rio por lo bajo.

No hable ni asentí, con mis manos aun entre su cabello lo empuje a mis labios de nuevo y lo bese esta vez con pasión, sin ternura y exigiendo tener más de el.
Esta era la cura a mi locura.

Hola chicaaaaas! Espero les gustara, gracias por leer.
Queria informarles que tal vez desaparesca un par de semanas, es que tendre mi examen para entrar a la univeraidad y tengo que estudiar :(

Preguntas random!!

A) Harry rubio
B) Louis rubio

Las amo, besos!