Historias de amor
Mire al reloj una vez mas, ya era muy tarde. La florería cerraba a medio día y era el único lugar donde podía conseguir las flores favoritas de ___. Me levante del escritorio, tome mis cosas y camine al elevador. Mi jefe podía irse a la mierda, podía despedirme si quería pero Harry Styles cumple su promesa.
Al salir del edificio el sol me obligo a cerrar los ojos por un momento, parecía ser el día mas caluroso de Agosto.
Tome un taxi que me llevara directo a la florería pero el trafico solo lo hacia mas difícil, así que decidí bajar y correr.
Pero que sorpresa me lleve al encontrar la florería cerrada.
- Mierda - golpee la pared molesto. - ___ me odiara. - Seque el sudor de mi frente con rabia.
- ¿La pared tiene la culpa, muchacho? - dijo alguien detrás de mi.
Di media vuelta, encarando a la persona. Era un señor mayor que me miraba con una sonrisa muy grande.
- ¿Que quiere? - le dije molesto.
- ¿Quieres hablar un poco? - Señalo a una mesa frente a el.
El hombre estaba sentado bajo un árbol, con una mesa donde había un cartel que decía "Escucho historias de amor".
- ¿Usted que gana con esto? - mire confundido al hombre.
- Te sorprenderías. - Respondió con una una sonrisa.
Lo mire atento durante unos segundos, ¿Tenia una historia de amor que contar? Claro que la tenia.
- Toma asiento - con su mano me invito a sentarme. - Tengo todo el tiempo del mundo. - Sonrió haciendo las arrugas de sus ojos mas notorias.
- No se por donde comenzar - me senté en un pequeño banco de madera frente a el.
- ¿Por el principio? - Dijo con sarcasmo. Como me recordaba a ___.
"Eran ya un poco después de las 7:00 am y se me hacia tarde para ir a correr. Cogí mi iPod y salí trotando de mi casa.
- ¿Como se enredan tan fácil? - Murmure luchando contra los audífonos.
Cuando termine de desenredar mis audífonos me los coloque pero un quejido proveniente de algún lugar me detuvo antes de darle play.
Mire a los lados, no veía a nadie pero de nuevo escuche el quejido así que lo seguí hasta unos arbustos.
- Joder. - dije sorprendido - ¿Estas bien? -
Entre todos los arbustos se encontraba una chica, una muy desalineada y que tenia un fuerte aroma a alcohol.
Abrió sus ojos perezosamente y los clavo en mi, tenia la mirada perdida y unas grandes ojeras sin contar con su maquillaje corrido.
- ¿Quien eres? - hablo por fin la chica poniéndose de pie. - Largo, ¿Acaso soy la pieza de un museo? - seguía totalmente ebria.
- Yo..Solo - la examine de arriba a abajo. Vestido roto al igual que sus medias definitivamente necesita ayuda. - ¿Necesitas ayuda? - le ofrecí mi mano para que saliera de aquel arbusto.
- ¿Crees que necesito ayuda? - Arrastraba las palabras debido al alcohol.
Ella ignoro mi mano extendida e hizo el intento de salir por su cuenta pero solo se tambaleaba en su lugar.
- Esto es ridículo - la tome en brazos y la ayude a salir. - ¿Que tanto bebiste? - la deje con cuidado en el suelo.
La chica me miro a los ojos y poco a poco los suyos fueron llenándose de lagrimas.
- ¿Que sucede? ¿Dije algo mal? - mordí mis labios por la expectativa.
Solamente negó entre las lagrimas y se aferro a mi en un abrazo. No hice nada, solo me quede ahí acariciando su espalda en el intento de calmarla.
- Estoy harta de mi vida. - dijo entre sollozos.
- No digas eso. - Acaricie su cabello e imagine lo raro que se ve esta escena.
Su llanto fue disminuyendo con los minutos hasta que solo eran pequeñas sacudidas en su cuerpo. Que chica tan rara.
Sabia que algo estaba mal con ella, no cualquier chica se quedaba dormida en un arbusto con aroma a alcohol y marihuana.
- ¿Estas mejor? - me separe de ella
- ¿Porque me tratas bien? - murmuro mientras de limpiaba el maquillaje corrido.
- ¿Porque no debería de hacerlo? - dije confundido.
- Ningún hombre lo hace. - levanto la vista del suelo y me miro a los ojos.
- Ya es tiempo de que uno lo haga. - quite una hoja de su cabello.
- Tengo que irme o Marcus me matara. - sonaba muy preocupada.
Sin un abrazo o una despedida la chica del arbusto comenzó a alejarse caminando torpemente. Sentí la necesidad de detenerla pero no lo hice.
- ¿No me dirás tu nombre? - decidí preguntarle.
- ___ - respondió a la distancia.
- ¿Eso es todo, muchacho? - pregunto el anciano.
- No, pero no me dejas seguir. - le respondí sonriendo.
- Lo siento, adelante - hizo un gesto con la mano para que siguiera.
Luego de que ella se fuera me quede ahí de pie, sin saber que hacer. Mi madre siempre me había dicho que era bueno ayudar a las personas con problemas y era obvio que ____ los tenia.
Baje la vista al suelo y me encontré con un pequeño bolso, el cual supuse era suyo. Lo abrí buscando pistas de como encontrarla de nuevo pero solo había mentas y una tarjeta que parecía ser de su trabajo, eso podía servir.
Después de la escuela decidí ir a buscarla al lugar que decía la tarjeta. Marcus y ferretería era el nombre de aquel lugar, al llegar entre algo tímido, la busque por los pasillos hasta encontrarla cargando unas pesadas cajas.
- ¿Necesitas ayuda? - Cogí la caja que ella estaba por levantar.
Dio un salto de sorpresa provocando que algunas cosas del estante cayeran.
- ¿Crees que necesito ayuda? - Sonreí por su respuesta.
Esta vez ya no llevaba un vestido roto sino uniforme de trabajo, no llevaba una sola gota de maquillaje y no olía mas a drogas y alcohol.
- Esto es muy pesado para una chica - deje la caja sobre el estante
- Oh un caballero - Dijo con algo de sarcasmo. - ¿Que haces aquí? - cruzo los brazos.
- Quiero hablar contigo. - levante otra caja mas y la coloque junto a la pasada.
El rostro de ___ palideció, yo no comprendí por que hasta que tres tipos que me doblaban en masa muscular y altura me rodearon.
- ¿Quien eres? - dijo el que parecía ser el mayor.
- ¿Y que quieres? - secundo el mas bajo de los tres.
- Si molestas a ___ te partiremos la cara. - hablo el tercero.
Me quede sin palabras, yo nunca había sido un chico de peleas y justo ahora tenia a tres bravucones rodeándome. Los tres usaban camisas blancas y pantalones demasiado anchos. Terminaban su look con tatuajes por todos lados.
- ___ - mire a la chica en busca de auxilio.
- ¿Lo conoces? - el mas bajito miro a la chica.
- Es...mi amigo. - dudo un poco - Marcus, déjalo. - le dio una mirada suplicante al mayor.
Los tres bravucones se miraron entre si y se alejaron no sin darme una mirada de advertencia.
- ¿Quienes son esos fenómenos? - le dije cuando estuvimos solos.
- Mis primos. - dijo viendo por donde se habían ido. - Son algo protectores. -
- ¿No te hicieron nada? - pregunto el hombre con interés.
- Si - Sonreí tristemente al recordarlo.
Esa misma tarde le pedí a ____ que saliéramos a comer helado, se negó pero pude hablar con ella durante su turno en la ferretería. No podía hacer preguntas personales ya que la incomodaba pero si aprendí algunas cosas.
El tiempo paso, seguí frecuentándola, nos hicimos amigos pero seguía sin saber muchas cosas sobre ella hasta que una noche dio ese ultimo paso.
Sentados de noche en el jardín de la casa de sus primos, me hablo de sus padres los cuales habían desaparecido cuando era una niña. Desde entonces vivía en este lugar con su tío y sus tres primos. Eso no fue todo.
guardo silencio un momento que pareció horas, tomo valor y me hablo de sus adicciones, las cuales no eran un secreto para mi pero guarde silencio. Eso fue lo que necesite para prometerme protegerla el resto de su vida.
- Háblame de ella, Harry - me interrumpió el hombre.
- ¿No puede esperar? - reí.
- No - Sonrió.
- Sus flores favoritas son los tulipanes - señale la florería a nuestras espaldas. - Sus primos me dieron una paliza la primera vez que la bese frente a ellos. -
- Lo siento - Dijo riendo, sabia que no lo sentía pero le sonreí. - ¿Que mas paso? ¿Que paso con sus adicciones? -
- Ella era muy testaruda pero logre convencerla de ir a rehabilitación - Sonreí orgulloso.
Fueron seis meses difíciles para ambos, llenos de noches en vela por su ansiedad pero nunca la deje sola. Al terminar su tratamiento era una nueva ____, había dejado atrás todo eso en lo que las malas compañías la habían convertido.
Y fue cuando decidí hacerlo, en su ultimo día de rehabilitación le pedí matrimonio. Todavía recuerdo su gran sonrisa y la forma en que me abrazo cuando me dijo que Si.
- Me alegra saber que tuvieron un final feliz. - Su sonrisa era sincera.
- Ojala lo hubiéramos tenido - Murmure apenas audible para mi mientras me ponía de pie. - Tengo que irme, un placer conocerlo Señor... -
- Llámame James - el se puso de pie también.
- Un placer, James - le sonreí una ultima vez cuando comencé a alejarme.
- Salúdame a tu esposa. - dijo a unos metros de mi.
Mire el reloj en mi muñeca y di un gran suspiro, si tan solo pudiera.
- Tres años hoy, nena - susurre a la lapida en mis pies. - Y aun te extraño. - sonreí tristemente.
El viento comenzó a soplar despeinando mi cabello. Ella también me extrañaba.
Perdón por no haber subido nada ayer pero tenia cita con el doctor :(
Las extrañeeeeee!
Preguntas random!
A) cita romántica con Niall
B) noche en las vegas con Louis.
C) Quedarte atrapada en un elevador con Harry.
D) ver películas con Liam
Besos!
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