Era una tarde soleada, caminábamos por la orilla de la playa tomados de la mano, me sentía muy feliz...era feliz, tenia el mejor novio de todos.
- ¿Te gustaría casarte algún día? - Dijo Harry rompiendo el silencio.
- Mmh...- pensé un momento y asentí. - Si me gustaría - Sonreí y el me regreso la sonrisa.

Seguimos caminando en silencio cuando soltó mi mano y me abrazo por los hombros.

- ¿Conmigo? - beso mi mejilla y yo reí - ¡Hey! ¿Que es tan gracioso? - Me miro fingiendo estar molesto.
- Es gracioso que lo preguntes. - reí de nuevo y el levanto una ceja. - Porque la respuesta es obvia. - Sonreí y seguí caminando.

lo vi de reojo, tenia una mueca de disgusto lo cual me preocupo.

- ¿Que sucede, Bebé? - Acaricie su mejilla - ¿Estas molesto? -
- No, pero no respondiste mi pregunta - Nego con la cabeza haciendo que sus rizos se desordenaran.
- Por dios, Harry - Reí - Obviamente si me casaría contigo. - lo abrace por el cuello.

Harry puso sus manos en mi cintura y me atrajo un poco mas a el para juntar nuestros labios en un beso suave y con el sabor del mar.

- Pero...aun no, somos demasiado jóvenes - Dije al separarnos. - ¿No lo crees? - El sonrió y beso cortamente mis labios dándome la razón.

Seguimos nuestra caminata, el sol ya comenzaba a ocultarse, no había nadie en la playa, solo mi dulce novio y yo.

- ¿Algún día? - Sonrió con ilusión viendo a lo lejos.
- Algún día. - Asentí y ambos sonreímos ampliamente.

Se detuvo un momento y me cargo poniéndome en su hombro para luego comenzar a correr.
Sus rizos cosquilleaban mi piel haciéndome estremecer.

- ¡Nos vamos a caer! - Grite entre carcajadas a la vez que golpeaba ligeramente su espalda.
- No te dejaría caer - Sonrió seguramente marcando sus hoyuelos y siguió corriendo.

Si, sin duda tenia el mejor novio del mundo.