Shikamaru puso a su equipo en línea en medio de un campo de entrenamiento separados a la misma distancia, él los había llamado sin decirles que iban a hacer

—¿Y?— preguntó la Hyuuga

El Nara se movió, le dió a cada uno un papel, los tres jóvenes se le quedaron viendo al de cada uno

—Ahora usen su chakra en él— ordenó

—¿Para qué?— preguntó la de rosa

El de coleta abrió su mano para darle entrada a que lo hiciera

Hanami cerró los ojos y se concentró haciendo fuerza, cuando abrió los ojos vio a su maestro tapando su cuerpo con su sombra. Ella pensó que había hecho algo mal, se incómodo, pero él le sonrió, enfocaron su mirada al papel, se asombró estaba roto exactamente a la mitad

—Igual que Naruto— dijo con tranquilidad

La oji-azul estaba emocionada, tenía una gran sonrisa —Dattebara—

Los otros dos voltearon, uno con su papel mojado y otro hecho polvo

—Bien, todos tienen un elemento diferente. ¿Tienen problema si empezamos con Hanami?—

La peli-rosa se asomó a verlos con los ojos brillantes —¿Sí?—

Aunque no muy convencidos, suspiraron con cansancio y afirmaron con la cabeza —Bien— repitieron

—Tengo a la tutora perfecta para tí—

La Uzumaki no sabía a qué se refería.

Shikamaru llevó a su equipo a su casa

—¿Estamos tomando un descanso?— preguntó la chica de cabellos rosados

Pasaron por detrás, ahí los esperaba la mujer de su maestro con su abanico

—¿Temari-san?— cuestionó la Uzumaki

La rubia sonrió ladina y mostró una mirada que daba miedo —¿Listos?— preguntó con autoridad

La de cabello azulado y el de bicolor cabello se pusieron temerosos detrás de su compañera —¿Qué no tienen mamá?— preguntó tranquila

Ellos recordaron a la madre de Hanami, era aterradora, vieron a su maestro y él tenía una sonrisa al ver a su esposa

La oji-azul alzó la mano —¡Yo!— pidió la palabra, la superior se la concedió —¿Segura que tiene el ritmo para enseñarme?— preguntó

Los restantes se les veía una mirada de miedo, sabían que se había equivocado

—Ya veremos, Hanami— sentenció poniendo su abanico en posición y con una corriente tumbó a los tres

Yuuko se lamentaba con su cabello revuelto, el chico estaba mirando a las chicas tirado hasta el fondo

Hanami rió con alegría —¡Eso fue genial, Temari-san!— exclamó

La de ojos verdes se quedó difusa y vió a su esposo que tenía una sonrisa viendo a la Uzumaki

Shikamaru había cambiado un poco desde que se puso el reto de ser el maestro de esos chicos y pausar su trabajo de asistente de Hokage, ella creía que cumpliría su promesa a Naruto

—¡Estoy lista para lo que venga, Temari-sensei!— animada se plantó frente a ella

—¿Puedo pasar?— preguntó la otra chica peinando su cabello

—Después de todo no tenemos ese elemento— añadió el que provecho de otra aldea

Shikamaru no se veía contento por eso

—No lo sabes aún. Puedes tenerlo también— habló la mujer con una mano en la cintura —Además les ayudaría para saber como enfrentar a una persona que si le tenga—

La Hyuuga vió a la Uzumaki que la retaba con una sonrisa que aparentaba inocencia, gruñó —¡Bien!— cedió

El de ojos negros vió a su maestro de reojo —Esta bien—

La chica de ojos azules sonrió contenta —¡Hagámoslo, Temari-sensei!—

La rubia le sonrió de lado —Empecemos—

—¡Dattebara!— apoyó

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Habían pasado varias horas, aún no podían mantenerse en pie ante las oleadas de viento que Temari, hasta habían hecho agotar

—Descansemos— pidió por piedad

La rubia fue la primera en sentarse a un lado de su pareja que estaba acostado a un lado de su tablero —Ah— soltó cansada —Ya sabía que Hanami era una chica con mucha energía, pero...— tomó aire
—¿No sé cansa nunca?—

—Es hija de Naruto y Sakura. Creó que es obvio— respondió

Hanami estaba tratando de tener más tracción al piso, concentrándose, Shikamaru no solía decirles la clave hasta que estuvieran cerca de ella. Su maestro volteó a verla, ella le sonrió

—Gracias por ayudarme con ellos, Temari— agradeció a su esposa

Ella le sonrió con total alegría —No es nada—

—Los esperó aquí mañana— bostezó caminando hacía adentro de su casa

—¿¡En serio es todo por hoy!?— se quejó la chica y fué abandonada por sus compañeros

La rubia de ojos verdes le sonrió

—¡Dattebara!— gruñó resignada —¡Hasta mañana, Temari-sensei!—

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Hanami llegó con sus hermanos, Shinachiku estaba mirando un árbol —¿Qué haces, hermano?—

—Hola Hanami-chan— saludó —Arashi-chan está practicando su control de chakra—

La peli-rosa luego volteó hacía arriba para ver las marcas

—¡Eso estuvo genial, Arashi-chan!—

Hanami se asombró por el avance de su hermano menor —¡Sí, estuvo genial!— apoyó también

La oji-azul se alejó un poco para buscar a sus padres e iba a entrar a su casa

—¡Cuidado, Hanami-chan!— avisó desde que se alejó de él —Papá y mamá llevan tiempo solos ahí adentro. Toca antes de entrar—

La peli-rosa tragó saliva, la salvó haber interrumpido algo, tocó —¿Puedo entrar?—

—Dattebayo— gritó haciendo sentir alivió a su hija

—¡Papá! ¡Mamá!— exclamó en camino a ellos —¡Papá! ¡Papá! ¿Adivina cuál es mi tipo de chakra?—

El rubio vió a su esposa

—Veremos, Shina es tierra como yo, tú debes de ser aire— hiló la mujer

—¡Mamá siempre sabe esas cosas!— se quejó haciendo un puchero

—Es porque eres tan parecida a tu padre—

El oji-azul la abrazó para acariciar la cabeza de la también oji-azul —Eso es porque eres mi hija, dattebayo—

Hanami rió por el gesto

—No te preocupes por eso, te enseñaré mi elemento después— comentó la madre que si tenía un poco de celos que su hija no le siguiera más pasos

—Eso sería genial, mamá— dijo abrazando a la otra peli-rosa

—Arashi-chan en tres horas llegó a seis veinticinco— anunció el rubio con su hermano al lado

Los tres se asombraron por la gran distancia que alcanzó, todos abrazaron al niño avergonzado por la atención, más no molesto

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Naruto y Hanami hablaron después

—Papá, ¿Tienes algún consejo?—

—¡Claro!— soltó con una sonrisa —Pero Shikamaru me habló para avisarme que no lo hiciera—

La oji-azul se molestó

—¿Tienes alguna idea?—

—Temari-san nos a estado golpeando con su abanico esperando que podamos mantenernos en pie. Tal vez podría mantenerme en pie si usó el chakra en mis pies o en mis manos y me sostengo de un árbol. No sé.—

—No creó que eso es lo que quiera Shikamaru que hagas— aconsejó

—Yo también, por eso no lo hice— derrotada reviró

—Con el control del chakra estás en el camino correcto— dijo —Pero ellos están muy acostumbrados a tener todo bajo control. Deberías retarlos, Hanami-chan, así, tal vez, podrías acelerar las cosas— comentó con una sonrisa

La peli-rosa sonrió de forma maliciosa —¿Estás dando permiso para molestar, papá?—

—Si Sakura-chan pregunta; no. Pero sí— rió en complicidad

La peli-rosa sonrió y rió también

Los dos salieron y vieron a Sakura con los brazos cruzados, pensaron que los había escuchado

Si lo había hecho

Los dos tenían miedo

—Puedes usar un sapo también— aconsejó

Hanami le sonrió, Naruto respiró con alivió

—Mamá a veces es muy divertida— exclamó la chica

—Lo sé, dattebayo— dijo sonriendo por ser apoyado por su esposa

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Hanami estaba lista para orillar a sus maestros para acelerar el proceso. Los tres estaban en posición, ellos parecían haber notado que ella tenía un plan.

—Empecemos por muy poco— avisó la rubia

Los dos ninjas de atrás pudieron quedarse unos nanosegundos más, Hanami se quedó en el lugar gracias a que usó el chakra en sus pies, Temari se indigno un poco, cuando los otros dos se levantaron lo hizo un poco más fuerte, la niña de rosa dió un paso hacía atras y volvió a plantearse

Shikamaru no pudo evitar sonreír por lo osada que era. La de ojos verdes se enojó un poco por lo mismo. La estaba retando

Yūko y Touma se vieron entre ellos preocupados

—¡Sigamos Temari-sensei!— ánimo la chica

Temari con más intensidad mando dos corrientes de aire cruzadas, la Uzumaki se desestabilizó pero pudo aguantar, también vió que sus compañeros usaban la misma técnica para resistir. Subió la fuerza de nuevo y esa vez pudo mover un poco del lugar en que estaba íntegramente mientras trataba de evitarlo tapándose con los brazos, piso con fuerza y haciendo presión y movimiento en el suelo para caminar hacía su lugar. Sus compañeros se creían acabados, la Nara se enojaría más por el desafío.

Temari tomó su abanico y con fuerza hizo un movimiento de moderada intensidad, los movió más

—Shannaro— maldijo entre dientes al sentir que la iba a tumbar

Sus compañeros están ya en los árboles, pero paró, Hanami pudo ver a la esposa de su maestro, notó la mirada desafiante que tenía, sonrió gustosa, estaba funcionando

—Sigamos— desafío la menor

La rubia así lo hizo, pudo despegar a la chica del suelo pero ella pudo volver a el unos centímetros más parándose de manos, cuando paró se reintegro

El Nara ahora parecía más interesado en la práctica que el día anterior

—Ahora más fuerte— exclamó a su instructora

La corriente era más fuerte, tumbó completamente a los compañeros de Hanami, después de unos segundos también la tumbó a ella, se agarró de un árbol, la originaria de la aldea de la arena iba a parar pero su pareja la instó a seguir, Hanami se mantuvo y fue bajando con ayuda del árbol puso sus pies en la tierra, fue golpeada por cosas de alrededor obstaculizando su concentración pero se mantuvo fuerte, la mayor mandó dos corrientes cruzadas de nuevo, ella se soltó uso sus manos, mordió su pulgar y puso su mano en el suelo, apareció una rana que apretó he hizo que su lengua se pegara al tronco del árbol, la mujer ni siquiera miró a su esposo y fué mas ruda en su trató, usaria una técnica que usaba de gennin en pelea, Hanami con dificultad y con ayuda del sapo pudo pasarla con algunos rasguños.

La peli-rosa vió hacía enfrente, si esa había sido difícil la siguiente probablemente la iba a tumbar completamente

Temari no estaba segura de intensificar el ataque, era madre y tenía ese instinto protector también.

La niña alzó un pulgar aceptando lo que vendría después de todo

El Nara lo pensaba, tenían poca preparación y esas eran técnicas de exámenes chunnin, pero los ojos azules que miraban atentos le dió confianza

La técnica se dió, Hanami se soltó,  dió vueltas hasta que pudo poner los pies en el piso se plantó usando su chakra y en el proceso de levantar sus brazos notó que abrió la corriente un poco, se asombró, controló su energía y pudo cortar el viento frente a ella

La pareja Nara sonrieron

—¡Vieron eso!— gritó la Uzumaki-Haruno y vió hacía atras

Sus compañeros estaban detrás de Shikamaru que los había sacado por su seguridad porque eso era una lección para ella solamente, bufó

—Felicidades, Hanami— felicitó el maestro —Entendiste lo que debías hacer—

Temari le sonrió —Yo aprendí más duro pero se cumplió su propósito—

—Tienes que perfeccionar eso Hanami— añadió el Nara —Aunque podemos usar armas  como ayuda— dijo llevando por una caja —Yo puedo prestarte unas—

La oji-verde vió las armas del maestro de su esposo en las manos de su alumna, ella estaba asombrada y feliz —¿Dattebara?— se escuchaba agradecida

Él afirmó contento, Hanami se lanzó a él para abrazarlo contra su voluntad —Ya, vas a cortarme—

La peli-rosa se separó con una gran sonrisa en el rostro —Las cuidaré, lo prometo, dattebara—

Él le creía —Que chica tan problemática— bufó mirando a su esposa que tenía una mirada dulce al igual que su sonrisa

—Sé que tienes a tu papá, pero... Sí necesitas algo con respecto a esto puedes preguntarme—

—¿Temari-sensei podría practicar conmigo?— preguntó dando pequeños brincos

—¡Claro! Pero pregunta primero, ¿Bien?— con su sonrisa ladina le pidió

Ella rió un poco —¿Y que debo hacer con ésto?— pregunto rompiendo el ambiente

Los Nara le explicaron que algo parecido a lo que había hecho antes, el chakra era un poco disperso pero estaba siendo mucho mejor que lo de una novata podía hacer y con poco entrenamiento

Temari entendió mejor a su pareja, sabía que estaría mejor con ellos que con su trabajo de oficina

—Tienes que hacer eso hasta que tengan una forma uniforme—

Hanami lamentó eso, era desesperada y eso parecía que le llevaría mucho tiempo

—¿O podrías quedarte día y noche frente a una cascada teniendo que partirla?— sugirió el Nara

—¿Puedo pedirle ayuda a mi hermano para conseguir que  estén como quieren?— preguntó sudando, eso parecía ser una medida demasiado desesperada para ella

—Claro— contestó Shikamaru

Hanami le mostró más cercano a sus compañeros sus armas prestados, esas cuchillas para los nudillos

—Parecen a las de Mirai-san— mencionó la Hyuuga

—Son como las de su papá, en realidad— puntualizó la oji-azul —Son especiales— suspiró mirando las armas

Shikamaru parecía un poco conmovido, Temari lo apoyó — Sí...creo que el camino que elegiste es el correcto—

El Nara sonrió, sabía que seguía apoyando a Naruto cuidando y educando a su hija, y también era un homenaje a su maestro compartir su profesión. Esperaba estar en el camino correcto para llegar ser tan bueno como él.

N/a: Cancelé la historia "Sabia de los sapos" porque era un poco complicada de sostener, osea, lo que debía ser el argumento lo revolví y lo hice mal. Haré una restructura y lo voy a reescribir.