El cumpleaños de Hanami [5: Final]

Hanami y Sara escucharon eso y como acto reflejo la peli-rosa salió del túnel con un puñetazo quedando a un lado de Sara

—¡Duele!— se lamentó moviendo su mano

—¿Qué sucedió?— le preguntó la oji-miel mientras la nube de tierra se disipaba

—El golpe me dolió — contestó forzando su sonrisa y la de pelo negro vió como ahora a parte de las heridas de la soga sus nudillos estaban sangrado un poco

—No dejaré que te lastimen— exclamó decidida la de prendas moradas

—Estoy bien Sara— dijo al momento en que la nube se fue y pudieron verla

—¡Sara ¿Qué hiciste?!—grito enojado su padre

—Lo correcto— respondió con el seño fruncido

Sakura alcanzó a mirar a la oji-azul moviendo su mechón de cabello hacia atrás haciendo notoria su herida

—¡Hanami!— exclamó mientras sus cejas se juntaban con enojo —¿Qué diablos le hicieron?— preguntó acercándose a su hija tratando de pasar por los ninjas

—¡No, no, mamá, estoy bien!— exclamó tratando de calmar a su madre

Naruto abrazó por detrás a Sakura deteniendo la pero renegaba enojada

—Hanami-chan ¿Estas bien?— preguntó el Hokage

—Si, papá— contestó mostrando sus manos

—Creo que no debiste— murmuró Sara

El rubio escondió sus ojos en su cabello y se pasó de modo Kyuubi y soltó a Sakura, pero la peli-rosa solo lo observó, no quería que hiciera nada impulsivo

—¡Shannaro!— gritó rompiendo el piso de un puñetazo mientras el líder se salvó del golpe

—Sakura, su chakra es muy débil— expresó el peli-negro a la mirada de los esposos

—¡Papá, hagan trabajo en equipo!— exclamó sin poder verlos

Naruto le hizo una seña a Sasuke y Sakura esperaba detrás de ellos

El Uchiha hizo una seña hacia un árbol a lo que unos brazos de chakra atraparon a dos que estaban en ese árbol y así hasta quedar dos, pero el líder no era visto por nadie, lo que  hizo que se alejarán de las chicas

—Mi padre es un...— enojada pronunció mirando como Sakura curaba a Hanami

—Mamá estoy bien, me recuperó rápido— dijo valiente la oji-azul a lo que la oji-jade sonrió con melancolía

En ese momento un shuriken pasó por la mejilla de Sakura, lo que hizo sentir una presencia

Era el padre de Sara con la herida que le había dejado su propia hija

Sakura hizo hacia atrás a las dos menores, adoptando una posición de batalla

—Ese es un mal ejemplo para los niños— arrogante miraba la peli-rosa

Hanami tomó la manga de Sara y se acercó al oído de la misma

—¿Has oído de los clones sombra?—

—Sí—contesto la peli-negra

—Hay que ayudar a mamá, tal vez si los entretenemos mamá tendría el tiempo para darle una paliza—

—¿Y yo que haré?—

—Iras con mi padre y mi tío, mi papá al sólo oír que mamá está en problemas vendrá rápidamente—

Mientras Sakura lidiaba una batalla silenciosa con él, tratando de idear un plan según la pelea que había tenido con él ya hace un año

Hanami no tenía la costumbre de decir los nombres de los jutsus en voz alta así que de pronto muchos de sus clones aparecieron en los árboles y alrededor del su madre y el arrogante abversario

—¿Digna hija de tu padre?— dijo al mirar los alrededor de 50 clones

—50 clones sombra sin utilizar gran cantidad de chakra y con solo 9 años, genial...a tu edad tu padre no podía hacer ni uno solo— dijo recordando lo malo que era Naruto para eso

—¿Ayudar a tu madre? Que linda— dijo al sacar una espada

—Sí— afirmaron las 51 Hanamis que se encontraban adentrándose a una batalla con él

Uno por uno fueron derrotados, pero tal cual era su plan Sakura encontró una abertura en su guardia y tomó el cuello de él fuertemente tirando lo al piso dejándolo adolorido mirando que su hija si le había hecho daño

Cuando los demás llegaron quedaban 10 clones de Hanami que veían como su madre a veces abusaba de su fuerza

—Dejalo mamá— le dijo mientras la oji-jade amaraba con fuerza una soga en sus muñecas

—¡Sakura-chan!— gritó el moreno al ver a su esposa

—Hola Naruto— dió la bienvenida limpiando sus manos

—Sakura-chan ¿Porqué no me esperaste?— preguntó indignado

—¿Porqué lo necesitaría?— preguntó al ver a un enojado Naruto

—Yo tenía que protegerte—

—¿Quién dijo que yo necesitaba un héroe?— enojada le pregunto a los ojos

—Yo soy tu esposo tengo que venir a salvarte cuando lo necesites...— divago un poco y miró hacia otro lado un poco sonrojado —No quiero que te hagas daño...te amo demasiado nunca me perdonaría si algo te pasará—

Hanami sonrió a la mirada de su tío que veía incrédulo como una chica que no era genio podía crear 9 clones perfectos y eso que no había visto los 50 de un principio

—¡Tonto!— gritó sonrojada al igual que enojada —¡Yo tampoco me perdonaría si te lastimaras!— a lo que el rubio la abrazo mientras sumisa pero enojada se dejó

—Felicidades— exclamó el oji-azul

—¿Porqué?— preguntó la pequeña

—Eso fue genial, defendiste a tu madre— dijo ya que lo había sentido mientras llegaba como clones se enfrentaban a el padre de Sara

—¿Y dónde están los otros?— preguntó la oji-miel mirando a su padre

—Los encerramos— contestó cortante el de cabello azabache

Hanami se acercó a sus padres, pero el padre de Sara tomó un kunai a lo que vió la de trenza rosa pateó su mano con fuerza

—No dejaré que le hagas daño, ella es mi hogar— enojada se hizo escuchar

La oji-azul miró con unas lágrimas de felicidad a la ninja de traje color morado

Sakura y Naruto se miraron entre sí y sonrieron

—Gracias...— suspiro la peli-rosa

—No, la única que tiene que agradecerte soy yo— contestó con una sonrisa

Hanami se desesperó y fue corriendo hacía ella, abrazándola cuando llegó

—Hice una nueva amiga, y me quiere— le dijo casi ahorcando a la oji-miel

—Sí, sí, Hanami-chan— calmó respondiendo al abrazo

—Yo lo digo mejor— celoso bufó el Hokage

—Seguro, Naruto— dijo jalando una de las mejillas de su esposo

—Esta anocheciendo— vocifero el Uchiha

—Vamonos ¡Hanami-chan!— gritó el celoso rubio

—Vamonos— le dijo la peli-rosa a la de peluca color negro jalandole un brazo

—Hanami...—

—¿Sí?—

—Creo que necesito irme de aquí— dijo con lastima

—¿Porqué?—

—Porque recordé que tengo otro hogar— pronunció mientras sacaba su kunai con el colgante morado —Toma— le dió el instrumento

—Pero...— dijo mientras Sara lo coloco en su mano

—Esto significa que regresaré, y comeremos ese ramen— sonriendo dijo cerrando la mano de Hanami

—Te extrañaré— dijo mirandola a los ojos

—Yo también— contestó mientras acariciaba su cabeza de la más chica —Te veré pronto— dijo al retirarse

—¡Hasta luego!— exclamó despidiendose con la mano

—Yo soy el único que come ramen contigo— haciendo pucheros se integró su padre a su lado

— Deberías estar feliz, hice una nueva amiga—

—Lo estoy, también porque sigues los pasos de tu asombroso padre— dijo recibiendo un codazo en el estómago por parte de su esposa

—Y humilde sin duda— enojada lo miró

La oji-azul río entre dientes ya que era su padre de quién se trata

—Papá no dice mentiras mamá, él es asombroso— dijo mirando a su padre

—Lindo momento familiar, vámonos—

—Tío Sasuke— dijo corriendo a tomarle el brazo — Viniste por mí y porque mañana es mi cumpleaños ¿No?— dijo con una voz burlona mientras tomaba la única mano de Sasuke

—No empieces niña— dijo al alejarla

Después se cayó al suelo un colgante de un sapo rosa pastel con detalles fucsia

—¿Qué es ésto?— preguntó levantando el colgante mientras el Uchiha miró enojado a otro lado avergonzado

—Es tu regalo— bufó avergonzado pero cortante

—Aawww— dijo mientras sus mejillas se volvían rosas y sus ojos brillosos —Es hermoso, ¡Muchas gracias tío!— exclamó mientras abrazaba a Sasuke

—Sí, sí lo que sea— dijo agobiado por las sonrisas de todos los presentes

—Lo quiero tío — dijo mirando a los ojos del Uchiha a lo que respondió moviendo el pelo de la oji-azul

—Entonces irás a la fiesta de cumpleaños de Hanami-chan— lo comprometió el Hokage

—Tengo que irme...— no terminó de decirlo cuando vio como la nombre de botón de cerezo hablaba con su madre buscando un buen lugar para su colgante  —Solo por unos segundos—

—Yo no te pedí nada— dijo sonriendo —Gracias Sasuke— agradeció el rubio

—No hay de que...— dijo mientras cruzaba los brazos

—Mamá me pareció escuchar que tendré una fiesta de cumpleaños— dijo con curiosidad

—Naruto, tonto— susurró a lo bajo —Era sorpresa—

—¡Sí! En verdad yo pensé que no se acordarían de mi cumpleaños—

—Claro que nos acordamos, pero pensé que te gustaría una sorpresa— dijo mientras tomó una mano de la peli-rosa

—Creo que ya son demasiadas sorpresas por un tiempo— dijo mientras veía a la luna

Los cuatro llegaron a su casa y eran las doce en punto, oficialmente 3 de abril

—¡¡Feliz Cumpleaños Hanami!!— gritaron todos los presentes en la casa, sus tíos, tías, abuelos, amigos y compañeros

—¿Cómo?— preguntó confundida

—Papá, nos dijo que estabas bien y que lo hiciéramos— dijo el rubio con una sonrisa

—Mi linda niña— pronunció Ino mientras la abrazaba —Felicidades—

—Felicidades— dijo Shikadai con un poco de indiferencia

—No creí que vendrías— dijo con una sonrisa dandole una palmada en lo espalda

—Siempre tan brusca— susurró con las mejillas un poco rosadas

Todo el ambiente se llenó de voces y de música, pero el pequeño de pelo rojo quería hacerse escuchar ya que todos habían hablado con su hermana menos él

—¡Felicidades!— gritó con la voz un poco quebrada

Hanami lo miró y sonrió mostrando sus dientes y haciendo callar a los demás

—Te quiero hermana— dijo sin titubeos pero avergonzado

—Yo te quiero más a ti— le contestó cargandolo en sus brazos y sentándose enfrente del pastel

—Pide un deseo— le dijo el rubio con una cámara en la mano

La oji-azul miró a todos sus amigos y familia para como último mirar a su padre con su acostumbrada sonrisa

—No es un deseo— dijo nerviosa rascándose la mejilla ganando la mirada de todos confundidos —Es una meta...— suspiro —No te lo había dicho papá... pero mi meta es ser Hokage— pronunció para después cerrar sus ojos y apagar las velas

Naruto tenía los ojos brillantes y todos aplaudían mientras la mano de su esposa en el hombro regalando una sonrisa

—Te lo agradezco tanto— dijo la peli-rosa mayor dándole un beso en la mejilla para calmarlo

—Papá ¿Me ayudarás?— cuestionó interesada por su respuesta

—Claro'ttebayo—

Shinachiku también se unió a todos y consolaron al jefe de la familia al ver que lloraba de felicidad

—¿Es de felicidad?— preguntó el oji-jade al rubio mayor

—Sí—

—Recuerda que solo podemos llorar de felicidad— le dijo su hijo apoyando su mano en su hombro

—Papá, papá, me haras llorar a mi también— dijo esnifando con sus ojos brillosos la oji-azul

—Mamá ¿Estás... llorando?— preguntó el peli-rojo

—Es que ... ellos— tartamudeo y fue abrazaba por su esposo y después por toda su familia

¡¡Feliz Cumpleaños Hanami!!
[Fin]

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