#025 Yogurt, dimples & sticky fingers III

SanGi³ ────── san es un alfa renegado y mingi es un omega tímido con un bebé.

Mingi abrió su boquita y sus pequeños ojos con sorpresa, sus piernas temblaron ligeramente y tuvo que tragar fuerte para que el nudo en su garganta no imposibilitara sus palabras. Sin embargo, pese a lo que se esperó, fue San quien habló primero. Los ojos gatunos del Alfa lucían brillosos y ansiosos cuando miró de regreso a Mingi, sin percatarse del pánico que sacudió al Omega.

―¿Oíste? ―indagó contento, señalando a Hongjoong con el índice aun cuando lo estaba cargando―. ¿Ha dicho papá?

Song Hongjoong en realidad no sabía hablar todavía. La mayoría de los bebés comenzaban a utilizar algunas palabras apenas al año, aun cuando los Alfas estaban un poco adelantados. Para referirse a Mingi, Hongjoong pedía por su mami balbuceando un «omamama» alargado demasiado dulce, para referirse a San, repetía una serie de «Ani, Ani», pero eso sólo Mingi lo sabía, pues Hongjoong pedía por la presencia del Alfa cuando se quedaban en casa y el cachorro quería estar con San. Pero ahora, ¿por qué su cachorro señalaba a San como «papapa»? ¿Quién le había enseñado eso? Mingi estaba seguro de que no había sido él y por la sorpresa de San, tampoco había sido el Alfa.

―¿Me has dicho papá a mí? ―le preguntó esta vez al bebé, puesto que Mingi seguía en shock―. ¡Claro que sí, cachorro! A ver, dilo otra vez. ¿Quién soy? ―San se apuntó a sí mismo y preguntó una vez más.

Hongjoong olisqueó el aroma de San y volvió a inclinarse hacia él, frotaba su carita en su cuello, mordiendo sus mejillas y tocando su cara.

―¡Papapa! ―gritó Hongjoong y dio unos manotazos al pecho de San, su ceñito se frunció y San comenzó a reír.

―¡Eso es! ¡Me ha dicho papá! ¡Lo hizo de nuevo!

Mingi balbuceó, pero ninguna palabra salió de su boca. San comenzó a dar saltitos y pronto el aula se llenó de gritos y festejos, haciendo que muchos estudiantes se giraran hacia los tres de la última fila.

―¿Qué están festejando? ―preguntó una Beta, riendo al ver los saltos y gritos del pequeño Alfa quien lucía demasiado feliz.

Mingi aspiró aire por la boca y alzó sus hombros.

―Joongie aprendió algunas palabras ―dijo Mingi sonriendo ligeramente.

―¿Qué aprendió a decir? ―masculló una Omega de cabello corto, curiosa por la felicidad de ese serio Alfa quien siempre se veía muy distante como para preguntarle cualquier cosa.

Mingi soltó una risilla; Hongjoong seguía balbuceando las sílabas que hacían a San soltar un aroma tan agradable, que hizo que todas sus preocupaciones desaparecieran.

Todavía debía averiguar quién le había enseñado eso a su pequeño Alfa. Claramente, no había sido por instinto.

El bullicio de San y Hongjoong se detuvo cuando la directora ingresó al aula. San creyó que iban a regañarlo por hacer tanto escándalo, pero la mujer ni siquiera lo miró. Ella lucía ligeramente preocupada por lo que todos prestaron atención inmediata.

―Buen día, estudiantes. No tendrán clases con el señor Park por hoy, y quizá tampoco mañana, pero eso se confirmará más tarde. Si no tienen otros deberes, pueden retirarse.

Todos en el aula miraron con extrañeza a la directora, pues hasta el momento, el profesor Park había sido muy diligente con sus clases. Sabían que algo le tenía que haber pasado como para no asistir y avisar tan tarde.

San se acercó a Mingi y apoyó la mano en su hombro. El Omega olfateó un ligero aroma a preocupación.

(...)

San no había querido soltar al cachorro, pues lo mantuvo en brazos todo el día. Hongjoong estaba casi embriagado con el Alfa así que tampoco es como si pidiera los brazos de su mami, eso hasta que llegó la hora de comer y comenzó a empujar a San para poder ir con su mami.

Mingi lo tomó en brazos y le dio pecho por un rato, aunque la mirada de Hongjoong se perdía en la figura de San cada tanto, cerciorándose de que el Alfa seguía ahí.

―Creo que alguien está pasando por la crisis de los diez meses ―dijo Yunho viendo que la manito de Hongjoong se aferró a la ropa de San cuando comenzó a sentirse adormilado.

Mingi frunció el ceño y San lució aún más confundido.

―Creí que Joongie no pasaría por eso...

―¿A qué se refieren? ¿Qué es? ―inquirió San mirándolos a ambos con duda y miedo, la palabra «crisis» no le gustaba, y menos si tenía que ver con su cachorro.

―La crisis de los 10 meses ocurre cuando el cachorro busca a su padre o madre y teme que este se vaya del nido ―murmuró Mingi―. Hongjoong es un Alfa, y nunca ha tenido un vínculo con uno, por eso creí que eso no le pasaría a él ―señaló con timidez.

San tocó las marcas que su cachorro le hizo con sus pequeños dientesitos. Hongjoong apenas tenía algunos dientes y eran demasiado pequeños como para causar un daño severo, pero claro que le habían dejado marca en la mandíbula y las mejillas.

―¿E- eso explica lo que pasó en clases? ―San miró los ojos cansados, pero dulces, del Omega más alto―. Hongjoong me marcó con su aroma e intentó marcarme con sus dientes ―rio bajito y acarició la manito que se aferraba a su chaqueta, Yunho y Wooyoung prestaron atención al rostro de San y notaron las marquitas diminutas que le había causado el bebé.

Mingi torció la boca.

―Te ha reclamado como el Alfa de su manada ―murmuró Mingi―, como su papá.

Los ojos de San se llenaron de lágrimas al comprender el alcance de esas palabras.

Wooyoung comenzó a llorar y se aferró a la chaqueta de su Alfa, mirándole con su nariz roja. Yunho se sorprendió por el repentino llanto y tomó a su Omega en brazos para sentarlo en su regazo, acarició su cabeza y le escuchó algún que otro ronroneo. 

San, por otro lado, limpió las lágrimas en sus ojos y sonrió sin poder contener su felicidad.

―¿En serio me reclamó como su papá? ―preguntó incrédulo, con un pequeño puchero en sus labios que aprendió muy bien de Hongjoong.

Mingi asintió y estiró la mano para tocar la mejilla de San.

Sip, apestas a menta. ―Mingi rio bajito y acarició la mejilla de San―. Los cachorros de familias monoparentales sufren muchísimo, más si son Alfa u Omega... Y Joongie...

Mingi suspiró y volvió a fijar su atención en el pequeño Hongjoong. Le esperaban meses terriblemente difíciles, ya que se acercaba el receso invernal y Hongjoong no podría ver a San.

―¿Por qué eso te pone triste? ―preguntó San al ver que la expresión de Mingi decayó, San creía que si el vínculo era así de fuerte, su Omega estaría feliz.

Mingi suspiró.

―Cuando le toque despegarse de ti, lo pasará horrible ―susurró el Omega y, como casi todos en la mesa, sus ojos se llenaron de lágrimas. Mingi desvió la mirada con vergüenza y se sintió un poco inútil por no haber podido mantener a su Alfa con él, por haber sido tan poca cosa. Si Yeosang se hubiera quedado con ellos, Hongjoong no tendría porqué sufrir y todo sería tan fácil.

San boqueó cual pez fuera del agua.

Yunho se levantó y se llevó a su Omega cargándolo como un pequeño cachorro adormilado, pues sentía que sobraba allí. San y Mingi debían hablar de algo muy importante y él no quería estorbar.

―¿P- pero, por qué se despegaría de mí? ―inquirió San, como si no comprendiera en lo absoluto a lo que Mingi se refería.

Mingi frunció el ceño.

―Joongie te extraña mucho cuando no vengo a clases, ¿imaginas lo que serían las vacaciones? ¿Más ahora que te ha reclamado como su figura de protección, su padre? ―Mingi explicó con un nudo en la garganta―. Es complicado, Sani.

―¡Puedo visitarlos en vacaciones! ¡Puedo ir a casa a ver a Joongie! ―señaló y sus ánimos se renovaron―. Si ese es el problema, ¡podemos solucionarlo! ―exclamó en susurros alegres, procurando no despertar a su cachorro.

Mingi negó con la cabeza y San se quedó callado.

―Sani, no es tan fácil. Esto es un compromiso, no puedes jugar a ser su padre por un tiempo... ¿Y luego qué? Harás tu vida, tendrás a tu pareja y a tus cachorros. Lastimarás a mi bebé, y a mí.

San no supo qué decir aunque quiso refutar sus palabras. Él jamás lastimaría a su cachorro, ni a Mingi. Nunca.

Mingi se levantó y miró a San con pena.

―Iré a casa, tengo que- tengo que ver cómo manejaré esto...

Mingi se fue y San se quedó ahí.

(...)

Jongho se levantó frotando los ojos con sus puños y abrió la puerta con cara de pocos amigos, se estaba a punto de quedar dormido en el sofá. Apenas había dormido unas horas desde que salió del trabajo y fue por su hyung, por lo que estaba terriblemente cansado, pero no quería que Mingi saliera de la habitación, no cuando este llegó hecho un manojo de nervios. Ahora mismo, su hyung estaba tratando de calmar a Joongie, quien lloraba fuerte y claro.

Por suerte Jongho era inmune al llanto de bebé y dormía como un oso.

―¿Y tú quién eres? ―Jongho tardó varios segundos en reaccionar―... ¿Ani? ―adivinó frunciendo el ceño.

San mostró confusión.

―¿Ani? ―repitió.

―Sí, el menso que sale en las fotos con mi sobrino ―Jongho bostezó―. Ani, ani, no sé qué. ¿Estás buscando a Gigi hyung? ―se hizo a un lado dejando entrar al Alfa, Jongho no lo conocía, pero Hongjoong le había hablado mucho de él (si lo que el cachorro balbuceaba del Alfa con su carita toda adorable eran mentiras, no lo sabría, Jongho todavía no entendía ese idioma)―. Están en la habitación de allá, Joongie está llorando.

San se quedó parado en medio de la sala por un segundo, hasta que el hermano de Mingi volvió a recostarse en el sofá. Caminó hasta la habitación señalada y entonces el llanto que se había estado escuchando comenzó a disminuir.

Sólo había sido un par de horas desde que la llamada «crisis» dio inicio, y el pequeño Hongjoong estaba terriblemente triste. San había investigado sobre la crisis de los diez meses y no podía permitir que su cachorro se sintiese abandonado. Fue a buscar a Wooyoung y le rogó que le diera la dirección del menor, así como su número de teléfono (que tarde se percató de que no lo tenía).

Apapa ―un balbuceo quebrado por una garganta irritada rompió el corazón de San.

San tocó la puerta y la respuesta tardó varios segundos.

―Pasa...

San abrió la puerta con cuidado, allí, en el suelo, se hallaba Mingi con lágrimas de desesperación en las mejillas; el cachorro en el regazo, intentando parar su llanto con juguetes, biberones y yogurt, aunque nada de eso había servido. El pequeño Hongjoong sólo quería estar con su padre Alfa, es decir, San.

Joongie, que tenía los ojitos y la nariz rojos, estiró sus bracitos hacia él y San no tardó ni un segundo en correr a su brazos. El corazón de San se alivió al sentir el cuerpecito aferrarse a su torso.

―¡Papapa! ―Hongjoong volvió a llorar con fuerza y San lo apretó cudiadosamente, prometiendo que no volvería a estar lejos de él otra vez.

―Vi- viniste... ―Mingi miró sorprendido al Alfa.

San le sonrió y trató de ignorar las mejillas rojas del Omega. No quería incomodar a Mingi en lo absoluto.

―Minie... ―San volvió a agacharse a la altura de Mingi y acomodó a Hongjoong en su regazo. El pequeño Alfa se recostó sobre su pecho y cerró sus ojitos, pues estaba muy cansado.

Mingi notó el alivio en las expresiones de su cachorro y nuevamente, se sintió el peor madre del mundo. Permitir que Hongjoong tuviera un vínculo tan grande con un Alfa que ni siquiera estaba cortejándolo fue un error.

Mingi cerró los ojos y se maldijo por haber sido tan idiota.

―Minie ―San volvió a llamarlo, suavemente, cuando las lágrimas de Mingi volvieron a bajar por sus mejillas.

¿Por qué Mingi no se daba cuenta de cuánto los amaba?

05102022

ya van tres personas que me dicen que en menos de dos meses cumplo años. ya basta por favor, me quedé en el 2018 yo

(triste xq 21 es la mayoría de edad)

se me ha alargado esto y me quedó triste, pero en la cuarta parte hay final feliz ♥

por si les quedó la duda, fue jongho quien le enseñó a hongi que le dijera papá a sani 😂

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top