#014 Unhappiness ⟩⟩ Attraction III
J O N G W O O ··· jongho amaba a wooyoung, ¿pero era suficientemente para aceptar esto?
Wooyoung temblaba en el piso del baño. La cajita del test estaba rota, producto de su ansiedad mientras esperaba por el resultado. Tenía miedo de alzar la cabeza y ver que, en efecto, estaba esperando un bebé.
Wooyoung acababa de cumplir veinticinco años, todavía era joven, y aunque la idea le generara cierta felicidad, tenía miedo, por su carrera, por su familia, por Jongho. Temía por la reacción del menor, por ser abandonado, temía que su madre se molestara con él. Wooyoung estaba muy asustado.
Tomando una gran bocanada de aire, Wooyoung alzó la mirada y tomó el test de embarazo, inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas debido a la sorpresa, el miedo y la felicidad, las dos rallitas significaban que había un bebé formándose en su pancita y eso le enloquecía.
Wooyoung rápidamente tomó el otro test y realizó la prueba nuevamente, para estar seguro. Pocos minutos después, el mismo resultado fue arrojado y volvió a llorar, esta vez sintiendo que el mundo se le venía abajo, porque debía pensar en cómo decirle a todos, en qué haría con su carrera.
Sin embargo, aunque estaba aterrado, Wooyoung también estaba muy feliz. Acariciaba su pequeña pancita con entusiasmo, a sabiendas de que el feto que se estaba formando en su interior era producto del amor que Jongho y él se tenían. Wooyoung siempre se había cuidado, usaba pastillas y preservativo cada vez que intimaba con Jongho, pero los métodos de prevención no eran del todo efectivos. Ahora, la sola idea de tener un bebé en sus brazos y estar con Jongho era su más grande ilusión.
Jongho dormía en su cama, aferrado a un peluche. Wooyoung se coló en la cama y se metió debajo de las mantas, aferrándose a la espalda del menor; su cuerpo temblaba de la emoción.
Jongho soltó una risita al sentirle y tomó las manos que se aferraron a su pecho.
―Tardaste mucho en el baño ―dijo Jongho arrastrando sus palabras con la voz medio ronca―. ¿Te duele el estómago, mi amor?
Wooyoung negó soltando un sonido con la garganta.
―No, amor ―susurró Wooyoung, feliz―. No es nada, hay que seguir durmiendo.
Jongho se dio media vuelta y tomó entre sus brazos a su pareja, enterrando su cara en el pecho ajeno. Sujetó a Wooyoung firmemente y se volvió a dormir.
Jongho y Wooyoung salían hace ya cuatro años. Ambos habían pasado por muchas cosas, entre hablarlo con sus padres, con la agencia, con sus compañeros de trabajo, a tratar de lidiar con sus propias discusiones, sus desencuentros, las cosas que les molestaban del otro y las cosas que les hacían más felices. Jongho y Wooyoung eran una pareja hermosa, siempre comunicándose todo para evitar peleas innecesarias, siempre amándose, cada vez con más intensidad.
Wooyoung estaba casi seguro de que todo saldría bien.
(...)
Jongho despertó con la pierna de Wooyoung encima de su cadera, estaban tan pegaditos que podía sentir los latidos de su corazón en el brazo. Wooyoung dormía plácidamente, su carita hinchada descansaba sobre la almohada con sus pelitos rubios cayendo sobre su frente.
Jongho se colocó de costado y se estiró para besar suavemente el mentón ajeno.
Wooyoung se removió y, lentamente, aleteó sus pestañas. Ambas manos estaban sobre el pecho ajeno, bien sujeto a los pectorales de Jongho.
―Buen día, cariño ―susurró Wooyoung, deslizándose suavemente por el cuerpo ajeno, sintiendo inmediatamente la dureza de su miembro―. ¿Jong...?
Jongho se puso colorado y rio apartando la mirada; años de relación y se seguía poniendo tímido cada vez que estaba excitado, Wooyoung sonrió, apoyando la mano en la mejilla de su pareja para que este le volviera a mirar.
Wooyoung se acercó a los labios ajenos y besó suavemente sus labios, en pequeños picos que dejaba en la comisura de su boca y sus belfos abultados. Removiéndose en lentos círculos, Wooyoung se empaló contra su erección.
―Woo hyung ―Jongho jadeó y sujetó las caderas de Wooyoung, marcando un ritmo en sus movimientos.
La ropa interior que usaban comenzaba estorbar. Jongho llevó la mano a su doliente erección y la liberó apenas bajando el elástico. La punta mojada hizo que Wooyoung suspirara sobre su rostro y siguiera moviéndose contra ella. Wooyoung se separó pocos segundos después, quitó sus boxers y se colocó encima del menor, con ambas piernas a cada lado de su cadera.
Jongho observó con admiración a Wooyoung, quien seguía empalándose contra su miembro mojado. Jongho estiró la mano y buscó rápidamente la botella de lubricante, sin ver qué tocaba dentro del mueble junto a la cama, pues estaba más concentrado en ver a su lindo y excitante novio.
Wooyoung soltó una risita y, apoyando ambas manos sobre el pecho amplio de Jongho, se inclinó hacia él y capturó sus labios en un beso hambriento, importándole poco que estuvieran recién amanecidos.
(...)
Los días habían pasado y Wooyoung todavía no había dicho nada acerca de su condición, sin embargo, debía hacerlo rápido. Tenía que ir al hospital, chequear que todo estuviera bien, debía dejar las prácticas y, por supuesto, hacerle saber de una buena vez al menor.
Wooyoung necesitaba un poco de apoyo primero. Juntó a San y Yeosang en la habitación de San y, los tres sentados frente a frente, se quedaron en silencio por un momento. Era extraño ver a Wooyoung tan serio, por lo que ambos mejores amigos intuyeron que se trataba de un tema importante.
Wooyoung suspiró y se estiró hasta su pequeño bolso, lo tomó entre ambas manos, ante la mirada expectante de los mayores. Wooyoung abrió su bolso y sacó dos tubos envueltos en papel de diario, entregándoselos a Yeosang y San.
Los mayores se miraron extrañados por un momento, no obstante, la enorme sonrisa que el menor les mostró hizo que ambos sonrieran también y tuvieran aún más curiosidad. San abrió su obsequio primero, confundido al ver lo que parecía ser un termómetro.
―¿Qué es...?
Yeosang abrió los ojos con sorpresa y miró a Wooyoung, su quijada cayó, abrió rápidamente el que él tenía en manos y el test de embarazo marcando positivo hizo que soltara un gritito. Yeosang saltó inmediatamente a brazos de Wooyoung y comenzó a besar sus mejillas sonoramente, riendo y soltando chillidos de felicidad.
San les miraba incapaz de captar lo que estaba sucediendo.
Yeosang miró a San y lo atrajo al abrazo, las mejillas de Yeosang estaban cubiertas de lágrimas al igual que los ojos de Wooyoung, pues estaba muy feliz de la reacción que había tenido Yeosang.
―¡Está en cinta, simio idiota! ―susurró Yeosang dándole golpes en la espalda a San, para que entendiera de una vez lo que estaba pasando.
San abrió los ojos como platos y se tensó. Miró de Wooyoung a Yeosang, de Wooyoung al test de embarazo y luego observó nuevamente a Yeosang. Una mueca tembló en sus labios.
―¿Es... Es en serio? ¿Un... bebé? ―La cara de San expresó felicidad y llanto, tapó su boca con una mano y volvió a saltar a los brazos de Wooyoung, completamente feliz por su alma gemela―. Oh, por Dios, ¿cómo pasó?
Wooyoung arrugó la nariz y le miró como si no hubiera preguntado esa estupidez.
―Me caí sobre su verga, San. ―Wooyoung le pegó suavemente en el hombro―. ¿Están felices por mí? ¡Yo estoy muy feliz! Ah, no puedo esperar a decirle a Jongho... Aunque tengo un poco de miedo ―Wooyoung rio nerviosamente.
Yeosang abrió la boca sorprendido y tomó al menor por el hombro.
―¿No sabe?
Wooyoung negó con la cabeza mostrando sus dientes en una mueca parecida a una sonrisa.
―Nadie sabe. Sólo ustedes. ―Wooyoung puso un dedos sobre sus labios haciendo el gesto de silencio―. Tendré que decirles a todos para ya no practicar y eso, no quiero que le pase nada... si me lastimo, podría perderlo, ¿verdad?
San asintió y luego Yeosang hizo lo mismo. Ambos le miraban con sonrisas enormes en sus rostros y Wooyoung estaba muy feliz porque ambos le apoyaran y le quisieran tanto.
―Serás un padre increíble. ―Yeosang limpió las lágrimas de su cara con su antebrazo y sollozó bajito―. Yo te voy a cuidar de todo.
―Yeo tiene razón, serás increíble ―San hizo pucheros y tomó las manos de Wooyoung entre las suyas, apretándolas suavemente―. Desde ahora, haré todo por ti. No tienes que mover un sólo dedo.
Wooyoung soltó una risilla.
―Gracias, chicos. ¿Qué haría yo sin ustedes? ―Wooyoung limpió las lágrimas que se acumularon en sus ojos y abrazó nuevamente a sus mejores amigos.
(...)
Wooyoung planeó todo para una cena al aire libre con Jongho. Había reservado en un restaurante privado y cenarían carne de calidad, le diría por fin a su novio que serían padres después de una semana guardando el secreto.
Jongho estaba muy feliz con la cita. Ambos se vistieron con ropa similar, como hacían las parejas, y salieron de la casa despidiéndose de todos; Yeosang y San les desearon suerte, completamente felices por Wooyoung y Jongho.
Wooyoung y Jongho llegaron al restaurante y pidieron la cena. Jongho miraba curioso todo a su alrededor, acariciando la mano de Wooyoung tímidamente. Su corazón latía con fuerza, sintiéndose pleno y feliz junto al chico que amaba.
Durante la conversación, en algún punto de ella, Jongho se quedó callado, admirando la belleza de su novio. Los ojos rasgados de Wooyoung, su mirada intimidante, sus brillosas pupilas, todo en él era hermoso, radiante.
―¿Qué pasa, osito? ―Wooyoung se encontró con la mirada enamorada del menor y se sintió abrumado por tanto cariño.
Jongho negó lentamente con la cabeza.
―Sólo pensaba, cariño.
―¿En? ¿Qué pensabas, lindo? ―dijo Wooyoung, coqueto, alzando su hombro y apoyando el mentón en el mismo, estirando sus labios en un piquito.
Jongho se rio bajito, su novio era la cosa más adorable del mundo.
―En que me haces muy, muy, muy feliz. ―Jongho suspiró encantado, volvió a estirar su mano por encima de la mesa y apretó la ajena con cariño―. Estos años contigo... Ah, Wooyoung hyung, me siento pleno, completo.
Wooyoung mordió su labio inferior y asintió varias veces.
―Yo también me siento así, osito. ―Wooyoung entrelazó los dedos con los de Jongho―. Y hay algo importante que quiero decirte, Jong.
Jongho se incorporó en su silla y miró atentamente a su novio, la sonrisa de Wooyoung tembló por un momento y eso le hizo preocupar, sin embargo, la carita de Wooyoung sólo demostraba felicidad.
―Cariño, esto va a cambiar nuestras vidas, vamos a tener que hacer tantas cosas... ¿Pero sabes qué? Estoy feliz, porque voy a hacer todo esto contigo ―Wooyoung hablaba tan emocionado―. Oso, vamos a ser padres ―susurró Wooyoung, sacudiendo ligeramente la mano que sostenía―. Vamos a tener un bebé, amor.
La sonrisa en el rostro de Jongho fue muriendo poco a poco, la preocupación tintó su rostro y soltó la mano ajena cuidadosamente. Wooyoung deshizo su sonrisa al ver tal reacción.
―Un... ¿un bebé? ―Jongho inquirió sorprendido, alzando sus cejas―. ¿Un bebé, ahora? Amor, en qué... ¿en qué estás pensando? ―Jongho rio incrédulo, llevó ambas manos a su frente y peinó su cabello hacia atrás en frustración―. Hyung, ¿no crees que lo mejor... sea abortar? Un bebé ahora... no estamos listos para eso, yo... yo no quiero eso... Debemos hacer lo correcto, sabes que estaré contigo... Vamos a ir a una clínica y...
Wooyoung tembló en su silla y sus ojos se llenaron de lágrimas, negó con la cabeza ante las palabras de Jongho, sin creerse lo que estaba escuchando.
La mirada de Jongho era de un niño asustado, de un chico absorto en desesperación.
Wooyoung sollozó sin percatarse, cubrió sus labios con una mano y se levantó de la silla, marchándose de allí tan rápido como pudo.
(...)
Wooyoung llegó a la casa, ingresó a los dormitorios con la mirada perdida, la postura tensa y rastros de lágrimas en su rostro.
San y Yeosang miraron hacia la puerta apenas escucharon que se abrió y se levantaron rápidamente del sofá al ver a Wooyoung en tal estado. Instantáneamente se dieron cuenta de que todo había salido mal, los labios de Wooyoung comenzaron a temblar y sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.
Wooyoung miró a sus mejores amigos sintiendo sus piernas débiles.
San lo atrapó en sus brazos inmediatamente, apretándolo con suavidad. Yeosang se quedó estático y jadeó con angustia cuando oyó los adoloridos sollozos del menor.
Aquel ruido hizo que Hongjoong y Seonghwa, quienes estaban cerca, fueran hacia ellos, completamente confundidos y asustados por ver a su dongsaeng tan destrozado.
Wooyoung seguía llorando en brazos de San cuando Yeosang lo abrazó por la cintura. Ambos mayores ya tenían una idea del porqué de ese llanto, sin embargo, las palabras que Wooyoung dijo, hicieron que sus corazones dolieran con angustia y horror.
―Él... Él dijo... ―Wooyoung apenas podía hablar con los sollozos y el hipo interponiéndose en su camino―. Él quiere... matarlo. Dijo que quiere matarlo... ―exclamó aferrándose con fuerza a los brazos de San, llorando con más intensidad tras oír lo que él mismo había dicho.
Wooyoung no cabía en su asombro, su novio quería abortar.
29112021
Aaaaa se me alargó de nuevo, bueno, se viene 4 parte 💖
recuerden que esto es puuuura ficción, amigos, no se me alteren
¿Final feliz o final triste?
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