#012 Attraction

J O N G W O O ––– ambos se sentían atraídos por el otro, pero los sentimientos son tan difíciles de manejar.

Jongho ladeaba la cabeza sentado en la sala de espera, viendo con atención al chico sentado en la silla frente al espejo, que era maquillado por un estilista. Jongho no se dio cuenta de que estaba sonriendo hasta que San se sentó a su lado y puso su rostro justo frente a sus narices, sobresaltándolo. 

―¿Y esa sonrisa? Cuéntame el chiste ―murmuró San con una ceja arqueada, mostrándole sus dientes en una gran sonrisa.

Jongho lo empujó suavemente para dejar de tenerlo a centímetros de su cara y rio, San continuó pegado a él incluso cuando Jongho no le respondió. Jongho tomó su celular para tratar de disimular y abrió una aplicación, tratando de evitar la mirada de San en su nuca.

El menor de los miembros estaba hipnotizado, estupidizado diría su madre. Jongho no podía dejar de pensar en Jung Wooyoung, en ese lindo demonio disfrazado de ángel. En su risa tan escandalosa que pasó de ser irritante a encantadora, en su carita que dejó de ser fea a lucir sumamente atractiva...

Jongho estaba en un gran dilema.

San, al ver que el menor no le respondió, se levantó y caminó hasta su mejor amigo, sentándose a su lado y comenzando a hablar acerca de carreras de tortugas.

Jongho le miró, entrecerrando los ojos, estaba celoso, lo admitía para sus adentros. Jongho odiaba que San estuviera pegado a Wooyoung todo el tiempo, que lo celara como si fueran algo más allá de mejores amigos, que lo abrazara y lo tocara tanto, Jongho quería empujar a San lejos y ocupar su lugar.

No obstante, Jongho no se atrevía a hacer algo como eso. Jongho primero tomaría una pastilla suicida antes que decir que estaba celoso porque quería a Wooyoung para él, porque quería su atención, sus caricias, sus besos. 

Jongho se encontró gruñendo como un animal al ver que San pasó la mano por la cintura de Wooyoung, atrayéndolo a su cuerpo. Había tanta tensión sexual entre ellos, Jongho estaba seguro de que en cualquier momento les tiraría agua helada encima.

Wooyoung soltó una risilla cantarina y San se pegó más a él, viendo directo a los labios pomposos y cubiertos de bálsamo de Wooyoung.

Jongho bajó la cabeza, tratando de evitar ver algo que sabía que le lastimaría.

―Sani ―Wooyoung jadeó apartando al mayor y se levantó de su silla, casi escandalizado por el casi beso que estuvo a punto de recibir―, no hagas eso ―rio de manera casi histérica, avergonzado. 

Jongho casi se rio, pero una amarga sensación en su pecho no le permitió disfrutar de ese rechazo. Quizás Wooyoung lo había hecho porque había mucha gente allí y podrían verlos.

Jongho no quería saber qué cosas hacían cuando estaban solos, si Wooyoung dejaba que San tomara sus labios, si se tocaban por debajo de la ropa, si intimaban. Jongho no quería saber nada de eso, prefería quedar ignorante que caer en esa fea realidad.

Wooyoung se acercó a Hongjoong y lo abrazó por la espalda, apoyando el mentón en su hombro. Hongjoong se asustó, pero no se quitó al menor de encima.

Jongho había leído en Twitter que Wooyoung había dicho que le gustaba abrazar a Hongjoong últimamente (así como también a él). El maknae quería aprovecharse de ello, ir y abrazar a Wooyoung, fundir su rostro en la nuca ajena y suspirar sobre su piel, pero el pánico le invadía inmediatamente.

Hongjoong tomó varias fotos con Wooyoung abrazándole antes de que un celoso Mingi llegase hacia ellos y pidiera ser parte del abrazo. Hongjoong rodó los ojos juguetón y se apartó de Wooyoung para tomar al gigante celoso.

Jongho miró cómo Wooyoung vagó por la sala hasta que se sentó en un sillón y tomó su teléfono. La ropa de Wooyoung era sexy, mostraba su pecho con un corte en ve que bajaba hasta la línea de sus pectorales, con body chains doradas adornando su acanelada piel. El chaleco debaja ver parte de su vientre, por lo que Wooyoung no alzaba demasiado los brazos, abochornado. Sus pantalones eran ajustados remarcando sus perfectos muslos.

Las lindas pestañas de Wooyoung formaban una sombra sobre sus mejillas, y su lengua, atrapada entre sus dientes, estaba roja y mojada, su suave piel cubierta de base no dejaba a Jongho admirar su sutil tono rosado al que ya se había acostumbrado.

El rostro sin maquillaje de Wooyoung era realmente precioso, Jongho no se cansaba de verle, de admirar cada manchita o lunar.

Jongho suspiró y, parpadeando varias veces, desvió la vista de la figura del mayor. Poco tardó Choi en percatarse de que Yeosang estaba mirándole, con una ligera sonrisa y las cejas alzadas demostrando su curiosidad. Jongho se puso colorado y el calor lo sofocó al sentirse atrapado por el mejor amigo de Wooyoung.

(...)

Muy tarde en la casa, cuando ya pasaban de la una de la madrugada, Choi ingresó a su habitación arrastrando sus pies. Durante la cena había tenido a Yeosang sentado a su lado y dándole sonrisitas coquetas cada tanto, tratando de demostrar complicidad y apoyo.

Jongho estaba muy apenado. En un mismo día había sido descubierto por dos personas.

Si seguía siendo tan descuidado, en cualquier momento todos descubrirían lo que tanto había querido ocultar.

―Jong... ho ―canturreó Wooyoung ingresando a su habitación, separando el nombre del menor con dulzura―, ¿ya estás dormido?

Wooyoung no recibió una respuesta inmediata, pero la cama se movió así que se acercó al menor y saltó sobre el colchón. Jongho pegó un pequeño gritito y un quejido agudo que sólo hizo reír a Wooyoung.

―¿Qué quieres? Ya estaba dormido ―Jongho mintió sonando harto y sumamente tierno, con sus labios abultados en un piquito característico de él.

Wooyoung se aferró a los fuertes brazos de Jongho. Enternecido por la mentira, ese comportamiento era tan usual en Jongho.

―Baby Jongho, hay una araña en el baño ―Wooyoung jadeó sacudiendo al menor―, ¿puedes matarla? Me tengo que bañar y está en la ducha.

Jongho bufó dando a notar su hartazgo, sin embargo, se levantó y, con pasos firmes, se dirigió al baño siendo seguido por Wooyoung, quien aplaudió contento. Jongho caminó arrastrando sus pies, mirando con curiosidad el cuarto de baño en búsqueda de la arañita que asustaba al mayor.

―¿En dónde está la araña, hyung? ―Jongho miró las esquinas del techo.

―Ahí ―Wooyoung se colocó detrás del menor y apuntó a una gigantesca araña detrás de la ducha.

Jongho se sobresaltó al verla causando una risilla en el mayor. Se apresuró a golpearla con una toalla para manos y la araña cayó al suelo, Wooyoung soltó un gritito y salió del baño.

Wooyoung miró la puerta del baño con curiosidad, pocos segundos después, Jongho salió con una pequeña sonrisa, contagiándole.

(...)

Jongho estaba despierto cuando Wooyoung ingresó a la habitación, tenía una toalla alrededor de su cintura y secaba su cabello con una más pequeña. Su espalda acanelada tenía gotas de agua bajando por ella, sus piernas se veían más rellenas desde la última vez que Jongho le vio semi desnudo y sonrió.

Un gemido de gusto salió de los labios de Wooyoung, asustando a Jongho. El mayor secaba su cuerpo y se colocaba desodorante.

Jongho quiso apartar la vista. Siempre había respetado a Wooyoung y apartaba la mirada cuando este, desvergonzado, se desnudaba frente a él, sin embargo, la tentación era demasiada para Jongho. Jongho asomó la cabeza nuevamente, recorrió con sus ojos la figura del mayor, desde su nuca, pasando por su espalda, bajando por su pomposo trasero y hermosas piernas.

Los ojos sorprendidos de Jongho se abrieron aún más cuando Wooyoung se agachó para buscar algo en su cajón. Cerró los ojos inmediatamente, pero en contra de sus deseos, uno se abrió ligeramente, espiando.

El cuerpo del mayor era sensual, atraía sexualmente a Jongho. Y se sentía enfermo por tener esos deseos por el mayor, no porque creyera que estaba mal, sino porque sabía que, jamás, ni en un millón de años, sería correspondido por él.

Un jadeo se escapó de sus labios y se dio vuelta en la cama, desviando su atención de Wooyoung.

El cuerpo del menor se sentía caliente, estaba sumamente apenado. Apretó sus antebrazos con sus piernas, encogiéndose en posición fetal, cerrando los ojos con fuerza.

Jongho sintió los pasos de Wooyoung en la habitación y luego el borde de su cama se hundió. Jongho se tensó.

―Honey ―el susurro bajo y alargado de Wooyoung hizo que la piel de Jongho se erizara.

Jongho se quedó quieto, ni siquiera respiró.

―Honey ―Wooyoung volvió a susurrar, esta vez junto a un suspiro ahogado.

Wooyoung gateó encima de la cama para posteriormente colocarse sobre el menor, con ambas manos a los costados de su cabeza. Jongho alzó la cabeza tímidamente.

Wooyoung relamió sus labios, viéndole curiosamente.

―Osito ―Wooyoung sonrió ladino―, ya estoy listo.

Jongho alzó una ceja, con una mueca de confusión en su pequeña boca.

―Vamos, no soy ciego. Ya lo noté. ―Wooyoung llevó su diestra al rostro ajeno apartando su flequillo―. ¿Me estabas espiando? ―susurró pícaro―. ¿Te gusta mi cuerpo?

Jongho titubeó. Su quijada tembló amagando una respuesta, pero la cerró inmediatamente y desvió la mirada. Wooyoung soltó una pequeña risita y acercó su rostro, su respiración caliente sobre la mejilla de Jongho hizo que este volviera a sobresaltarse.

―A mí me gusta mucho cuando me miras ―murmuró, colocando las rodillas a cada lado de las caderas ajenas cuando Jongho se recostó sobre su espalda―. Mírame más, tócame, Jongho.

Jongho jadeó. Wooyoung sólo usaba ropa interior apretada, erguido sobre su cuerpo.

―Hyung... ―Jongho boqueó cual pez―. Hyung, ¿qué hace?

Wooyoung ladeó la cabeza con ligera confusión. Un calor subió por su espalda y su boca se secó; si Yeosang y San habían mentido y jugado con sus sentimientos, metiéndolo en esta situación tan vergonzosa, él los iba a despellejar.

Wooyoung era un tipo desvergonzado, no tenía problema en desnudarse enfrente del chico que le gustaba e ir al grano, pero Jongho no se veía muy contento.

Wooyoung rio nerviosamente.

―¿No te gusto? ―preguntó tímidamente, volviendo a inclinarse para disminuir el campo de visión del menor aunque así invadiera su espacio personal.

―No... ¿por qué piensa eso, hyung? No me gusta. ―Jongho mordió su labio y cerró los ojos con fuerza―. Esto es incómodo.

El rostro de Wooyoung se desfiguró en vergüenza y se bajó inmediatamente de la cama de Jongho. La ira en sus facciones no tardó en hacerse notar, e importandole poco la hora que era, caminó rumbo al cuarto de Yeosang y San.

Jongho se quedó estático unos segundos y, dándose cuenta de lo que había hecho, se golpeó la cabeza con su mano hecha un puño varias veces. Se levantó de la cama de un salto y corrió para seguir al mayor.

La puerta de la habitación junto a la suya estaba abierta.

―¡¿Qué demonios les pasa?! ―gritó Wooyoung, tirándole una almohada a cada uno―. ¿Cómo mierda se les ocurrió jugar así con mis sentimientos? ―dijo con rabia.

Jongho se quedó parado en el pasillo, escondido.

San y Yeosang se despertaron y miraron al menor con confusión.

―¿Qué? ―Yeosang arrastró la pregunta.

―¡Me dijeron que le gustaba a Jongho! ¿Por qué hicieron eso? ―Su cara estaba roja de la rabia y su cuerpo tenso―. ¡¿Ah?!

San se levantó y trató de acercarse al menor, pero este lo empujó.

―Dijiste que debería intentarlo, que se moría por mí... Ustedes saben que me gusta Jongho desde hace años ―Wooyoung apuntó, su voz se tornó aguda―. ¿Qué clase de amigos son? ¿Se están burlando de mí?

San abrió la boca sorprendido y miró a Yeosang con confusión, ambos se veían atontados.

El plan había sido sencillo, San iba a sobrepasarse un poco con Wooyoung para ver la reacción de Jongho, y el menor había sido tan obvio. Las sospechas de ambos eran ciertas y sólo ayudarían a sus dongsaengs a acercarse más.

Los gritos despertaron a algunos miembros y se acercaron a la habitación, lucían adormilados y confundidos, restregando sus ojos, despeinados y con baba seca en la cara. 

―¿Qué son estos gritos? ―preguntó Seonghwa, apoyando la mano en la espalda de Jongho antes de ingresar a la habitación.

Todo el mundo ignoró la llegada de Seonghwa, Yunho y Mingi.

―Woo, te lo dijimos porque vimos que también le gustas ―Yeosang rio sin gracia, preocupado por la exaltación en el menor―. Es obvio que le encantas... ¿Qué pasó?

Wooyoung, con sus ojos húmedos, negó con la cabeza. Su pecho dolía y se sentía humillado.

―Di... dijo que no le gustaba. ―Reclamó Wooyoung, bajando la voz, completamente decepcionado―. Gracias por ayudarme a exponerme tanto, idiotas.

Jongho no pudo soportar ver esa carita angustiada y dolida, y se fue a su habitación, huyendo.

Wooyoung limpió sus lágrimas bruscamente e ignoró los llamados de los miembros, acercándose al armario de San para tomar unas prendas y una manta. No se atrevía a volver a su habitación, por lo que se instaló en la sala.

Yeosang y San se miraron preocupados; Seonghwa, cruzado de brazos, alzó una ceja buscando respuestas.

―Lo arruinamos ―murmuró San, haciendo caer su rostro sobre la almohada.

Wooyoung se acurrucó en el sofá y llevó su mano temblorosa al pecho, sintiendo su corazón latir con rapidez. Wooyoung no era realmente bueno con las palabras, a él le gustaba ir al grano, expresarse con su cuerpo. Y Yeosang le había metido la semilla dentro, le había dicho que estaba segurísimo de que le atraía a Jongho, de que debía hacer su movimiento por fin.

Wooyoung apretó su pecho. Ahora no sabía qué iba a hacer, ¿las cosas se pondrían incómodas con Jongho? Probablemente.

(...)

Wooyoung se despertó temprano en la mañana y preparó el desayuno para todos, aunque estaba distraído y con pocos ánimos, hizo lo mejor que pudo.

Cuando Jongho se sentó en la mesa y le miró, Wooyoung apartó la mirada, avergonzado. San y Yeosang llegaron después, tímidos, se sentaron y bajaron la mirada como si hubieran sido regañados.

Hongjoong no entendía nada.

Yunho y Mingi estaban en su propio mundo, jugando, prestando poca atención a la tensión en la mesa.

―Gracias por preparar el desayuno, Woomy ―murmuró Seonghwa tratando de aligerar el ambiente.

Wooyoung sólo asintió y volvió a bajar la mirada a su plato. Sus ojos estaban hinchados y rojos, había sangre seca en sus labios, pues había pasado toda la noche mordiéndolos.

El pecho de Wooyoung se sentía presionado ante la compañía de todos en la mesa.

―Woo... ―Jongho intentó hablar.

Wooyoung se levantó de la mesa inmediatamente y se marchó, ignorando el llamado tímido de Jongho. Wooyoung no quería escuchar a nadie.

Jongho mordió su labio con fuerza y bajó la cabeza, sintiéndose terrible. Si tan solo no le hubiera mentido, ahora todo sería diferente. Jongho había arruinado la única oportunidad de estar con el chico que le gustaba, por miedo.

28112021

este no tiene mpreg, al menos en la primera parte(? ahre lo vengo escribiendo desde el cumple de woo pero me había quedado estancada jajsjaj

no sé si gustó de todas formas :(

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top