Dibujaste la nobleza de la mano.

Cuando ella posiciona su mano en su hombro para otorgarle consejos a la gótica es su parte favorita; así siendo reconfortada por la linda mueca de la de cabellera azulada que le alegra sus días sin necesidad de oraciones.

Nunca le había sujetado la mano debido a la fobia que le generaba pero... ¿Cómo se sentiría esa sensación que tanto anhelaba probar, sin embargo, era imposible?

No podría reanudar su sendero si era carente de la presencia jovial de Gwen, ella era la motivación a seguir de Zoey. Su fórmula de felicidad sin querer; pero que aún así agradece que haya ingresado en su existencia.

A tu lado... Creció nuestra ilusión. ♡

En el transcurso que compartían risitas era lo que cautivaba en exceso a la pelirroja; anonadada y en su mundo propio por la risotada símil a una melodía atrayente del áureo amanecer proporcionado por los pajaritos que le brindaba su adversa.

Era cómo la princesa que siempre deseó; con su canto que le incitaba a acercarse más hasta finalizar en el trayecto de ese mismo instante.

Sus dedos entrelazados mientras se acarician levemente; con la de bermejas hebras impulsando a ese roce de labios que le pidió a Dios hasta que él se lo concediera. La fémina también lo disfrutaba, porque las estrellas le indicaban su inerte afección que no aceptaba.

Ahí fue cuando la multitud se exterminó; retirándose de la escena y permaneciendo solo ellas, danzando en el universo precioso que adoraban.

Porque esa competencia por más impactante que fuera; fue dónde cruzaron miradas esas almas gemelas... Con el comienzo de una historia desbordante de amor mutuo.