☪️El FINAL de una odisea☪️
TaeHyung estaba a punto a pintar todo el lienzo de blanco una vez más. Era la quinta vez, no se podía concentrar. No podía hacerlo, carajo. Lo había intentado y fracasado cada vez.
—Va de nuevo —susurraba enojado, y tomaba el pincel para pasar el blanco por encima.
—Ni se te ocurra comenzar de nuevo, pestañas —decía la voz de SeokJin, haciéndolo saltar y soltar el pincel.
— ¿Hace cuánto estás ahí? —decía con ojos abiertos.
—Según tu forma de tomar el tiempo, cinco minutos —respondía sonriente.
TaeHyung hacía una mueca y se ponía de pie, acercándose casi vacilante.
—Tu sonrisa es triste... No me gusta tu sonrisa triste —decía con honestidad, se detenía frente a SeokJin y lo miraba—. ¿No pudiste dejarlo?
SeokJin sonreía—. Mi sonrisa es triste porque le rompí el corazón a alguien por primera vez de forma intencional —decía.
TaeHyung relamía sus labios y agachaba la cabeza—. ¿Entonces está pasando? —preguntaba mirando sus pies.
SeokJin sentía una sensación familiar de protegerlo de todo, otra vez. Cómo si TaeHyung lo necesitara, era un peligro ahora, pero aún así él quería rodearlo con sus brazos y tenerlo así de cerca, pero se contenía.
— ¿Estás arrepentido?
— ¡No! —se apresuraba a decir, acercándose otro poco más, miraba a SeokJin con sus ojos nuevamente vulnerables—. No sé que hacer. Dime qué hacer —susurraba.
SeokJin alzaba sus cejas y suspiraba tembloroso—. ¿Qué quieres hacer, pestañas? Tú comenzaste con esto, iluminame aquí —decía divertido.
TaeHyung resoplaba—. Te estás abusando, angelito.
SeokJin reía y tomaba la mano de TaeHyung para posicionarlo dónde él había estado apoyado, en el marco de la puerta. Así que TaeHyung se dejaba acomodar allí, apoyando su espalda y viendo a SeokJin alzarse por encima de él, apoyando su brazo más alto y acorrolandolo. Su mano sostenía la suya propia aún.
— ¿Estás haciendo lo que hacen algunas en tiktok e Instagram con su pareja y el marco de la puerta? —preguntaba confundido.
SeokJin no podía evitar reírse, esta vez con suma sinceridad.
—No, sólo quiero tenerte cerca, dónde no puedas escapar —mencionaba.
TaeHyung suspiraba—. No voy a ningún lado —decía mirando a SeokJin a los ojos y entrelazando sus dedos a los suyos. Cuando miraba sus manos, le gustaba, no podía evitarlo—. Perdón por haber jodido todo cuando encontraste a Jimin aquí... Él realmente no había venido a verme ¿Sabes?
SeokJin se sorprendía—. ¿Ah no?
TaeHyung negaba—. Él estaba aquí para hablar contigo y disculparse, pero yo fui impulsivo y lo arrastré conmigo —decía en un susurro—. Y luego el sexo fue terrible —decía sin gracia—. Me di cuenta que no tenía arreglo, no quería estar con nadie más que no fueras tú.
SeokJin lo miraba con suma atención, sus ojos negros brillaban y sonreía dulcemente—. Esto mismo le dijo Jimin a Jungkook...
TaeHyung alzaba las cejas—. Así que tu chico se quedó con Jimin, eh —decía TaeHyung curioso.
—No, por el momento. Jungkook está solo y mi chico está frente a mí confensando que fue el idiota más grande de la historia, pero yo no puedo burlarme de él excepto sentirme demasiado feliz y asustado a la vez.
TaeHyung lo veía con suma seriedad—. Sigues siendo tal cual cuando te conocí —susurraba TaeHyung sorprendido—. Creí que habías cambiado, pero no lo has hecho —la sorpresa teñia su voz.
—Lo hice, sólo que no estoy encubriendo mis sentimientos en este momento y dejé de hacerlo desde que te quedaste y te metiste en la ducha conmigo.
TaeHyung asentía—. Exacto, me tratas como lo hacías antes... Pero para ser honestos, realmente nunca fuiste un angelito cretino —mencionaba rodando los ojos—. Yo te llamaba así por haberme creído la mentira de Jae, pero tú nunca fuiste realmente un cretino. Sólo eras increíblemente indiferente, al punto de sentirme invisible en reuniones familiares. Me ignorabas tan bien como incluso tu madre lograba ignorar a tu padre y su novia —decía sorprendido.
—Nunca fue tarea fácil —admitía SeokJin —. Se volvió fácil cuando conocí a Jungkook y me enamoré de él en el proceso, pero luego sucedió el contrato de la boda falsa y yo descubrí que en realidad nunca dejé de estar enamorado de ti. Fue una jodida tortura que fueras tan descarado conmigo cuando no había dado un paso en falso ni una vez.
SeokJin lo miraba con el ceño fruncido, realmente extrañado y confundido.
—Sí, bueno... No era el plan ser tan insoportable y descarado. Es solo como te mencioné, eres muy bueno ignorando a otros, sé cómo se siente. Lo sabía cuando acepté el trato y me rehusaba a ser ignorado por ti esos dos años de contrato —decía con un puchero—. Es sólo que cuando dijiste que estabas en pareja todo se volvió raro para mí —susurraba—. Nunca mostraste a nadie, sólo hablabas de tus amantes en tu programa, pero jamás te había visto con uno. Y luego estabas ahí, tratando a alguien más como solías tratarme y para ser honestos, al principio tu forma de ser con él, ese momento en el que te vi como Jungkook te hacía sexo oral, fue jodidamente caliente
—Fue el momento en el que comenzaste a joderme la cabeza con esfuerzo extra... —decía SeokJin—. Me corrí por tu culpa y sentí que comenzaba a fallar.
TaeHyung lo miraba y pese a que sabía que lo había hecho correr en ese momento, y se había sentido orgulloso de su mismo. Ahora notaba la tortura en los ojos del hombre.
—Era excitante para mí verte tomar a Jungkook de esa manera —decía mirándolo fijamente a los ojos—. Es jodidamente sexy verte follar —admitía, la sangre de SeokJin corría hacia el sur ante la mirada de TaeHyung—, pero luego no me pareció tan excitante ¿Sabes? —sonreía sin gracia—. Imaginarlo me hizo querer vomitar y supe que no había marcha atrás. Me gustaba la idea de que seas sólo mío. De nadie más que mío.
SeokJin relamía sus labios, sus ojos fijos en la boca de TaeHyung semi abierta y en como jugaba con su lengua al pasarla por su labio inferior.
— ¿Entonces sigues a bordo? —preguntaba SeokJin.
TaeHyung sonreía—. Claro que lo estoy, pero ¿Tú necesitas un tiempo? No te ves bien, te ves triste y puedo intentar entender si quieres un tiempo a solas
—No quiero más tiempo perdido entre tú y yo —decía SeokJin negando, tomando el rostro de TaeHyung para morder su labio suavemente, apenas perceptible, TaeHyung se derretía—. Perdimos tanto tiempo y me siento tan eufórico contigo que no quiero esperar... ¿Tú quieres hacerlo?
—Yo estaba soltero antes de ti, no vengo de una relación seria a la cual deba superar —mencionaba con calma.
SeokJin lo miraba atento—. Volviste como un tsunami que arrasó con toda mi estabilidad emocional y con la relación que creía era perfecta. Tú sólo apareciste y me jodiste la cabeza
—Lo siento —decía TaeHyung con dulzura.
SeokJin sonreía y acariciaba su rostro—. Tú no lo sientes.
TaeHyung resoplaba—. Nop, no lo hago. Te quiero conmigo y sólo conmigo. Lamento que hayas tenido que romperle el corazón a Jungkook, pero... —acariciando el pecho de SeokJin cuesta arriba con sus manos añadía—. Tú siempre fuiste y serás mío —sus ojos negros tenían sus pupilas dilatadas y sus dedos se enmarañaban en la ropa de SeokJin.
Aquello por supuesto, presionaba todos los botones correctos en este hombre, quien le sonreía de forma seductora mientras empujaba sus caderas contra las suyas y el choque de pollas sucedia. Ambos ansiosos por sentirse. TaeHyung cerraba sus ojos cuando SeokJin comenzaba a besar su rostro con dulzura, era lento y cuidadoso.
TaeHyung pasaba sus manos por detrás de su espalda y las bajaba hasta colocarlas en el bonito culo de SeokJin y apretarlo. La corriente eléctrica se disparaban en su columna cuando sentía la punzada de placer. Su respiración irregular mientras SeokJin mordía su mejilla y su lengua pasaba descaradamente luego por su labio inferior.
—Mmm... Te necesito tan mal —susurraba TaeHyung, levantando su cabeza para que SeokJin marcará besos suaves allí. Lo sentía empujar otra vez contra su rígida erección y gemía de nuevo, suave y casi silencioso—. Jin... Ángel.
SeokJin aspiraba con fuerza ante el apodo "ángel" dicho con una devoción que no había escuchando jamás de TaeHyung, no en la actualidad. Así que tomaba su mentón y lo besaba, bebía y comía de su boca todo lo que no había bebido y comido en todos esos años de estar lejos del otro y haber creído que su amor estaba muerto y enterrado.
TaeHyung respondía. Lo besaba como si su vida dependiera de eso, haciendo ruidos de placer que volvían a SeokJin primitivo y necesitado, simplemente queriendo tomar todo lo que TaeHyung estuviera dispuesto a darle y más. También quería entregarle todo. Su cuerpo, corazón, mente y alma. El azabache tenía razón, él era suyo, siempre había sido así, siempre lo sería. Y TaeHyung siempre había pertenecido a él.
Las manos desesperadas de ambos comenzaban a tirar de la ropa ajena para sacarla y poder sentir la piel cálida. TaeHyung seguía presionado contra el marco de su puerta, pero no podía importarle menos mientras ese hombre se presionará contra él con tal necesidad. Encontraba atractivo dejarse hacer y deshacer, sólo por SeokJin. Le gustaba ver cómo lo besaba desesperado y como rasgaba su ropa para tenerlo desnudo y con sus labios y dientes dejaba rastros de sus besos apasionados y desaliñados.
—Ah... Dime que me amas, dilo —pedía TaeHyung, buscando la boca de SeokJin para un beso sucio—. Dilo y repitelo hasta que me cansé de oírlo —gemía con respiración densa y agitada.
Ya estaba desnudo, retirando la última prenda de sus pies, SeokJin estaba en igualdad de condiciones. Su pelo lacio un revoltijo, sus labios rojos sobre su rostro pálido el cual, de hecho, estaba muy sonrojado. Sus cejas presuntuosas y marcadas eran un ceño fruncido que se volvía el techo de dos ojos con pupilas dilatadas y una mirada que incendiaba a TaeHyung por completo. De adentro hacia afuera y de abajo hacia arriba.
SeokJin tomaba su mentón y lo besaba profundo, con su lengua adueñándose de la boca de TaeHyun,g, este quería seguirle el ritmo, pero en algún momento se perdía tanto que sólo podía recibirlo y dejarlo hacer. Sus pollas duras y perdiendo parte de su líquido preseminal, se apretaban necesitadas, enviando descargas eléctricas a través de la fricción. Los párpados de TaeHyung se volvían tan pesados como él se sentía deshuesado y el sexo aún no había comenzado.
La boca de SeokJin dejaba sus labios y delineaba su mentón camino a su oreja dónde tiraba de su lóbulo y con su lengua comenzaba a follarle allí. Haciéndole el amor y haciéndolo sentir ese cosquilleo que lo tenía demente y a punto.
—Yo, Kim SeokJin, prometo serte fiel en las alegrias y en las penas —susurraba SeokJin ronco, besando detrás de su oreja, debajo, sobre esta—, en la salud y la enfermedad —exclamaba moliendose contra TaeHyung y levantando la pierna de este para estar bien metido entre estas.
—Jin-... —Los ojos de TaeHyung giraban por poco detrás de su cabeza mientras las manos del castaño lo ponían a su antojo y lo ayudaba a rodear su cintura con sus piernas
TaeHyung se aferraba a sus hombros hipnotizado entre besos salvajes y los votos de SeokJin. Votos que jamás se habían dicho en la falsa boda.
—En la riqueza y en la pobreza —La lengua de SeokJin delineaba la nuez de TaeHyung—. Quiero amarte, respetarte y permanecer a tu lado... —decía, besando ahora sus clavículas, su polla rígida se metía entre los glúteos de TaeHyung y este se quedaba sin aire—. Voy a amarte... —afirmaba, besando el pecho de un TaeHyung que estaba sollozante y desesperado—. Todos los días de mi vida, Kim TaeHyung.
TaeHyung sentía que iba a explotar. Su pecho y su corazón, pesados llenos de todo tipo de euforia, de sentimientos y luego la boca de SeokJin se posaba en un de sus pezones y tiraba con sus dientes para luego suavizar con su lengua mientras embestía contra TaeHyung para conseguir alivio y la polla de Tae estaba atrapada entre el cuerpo de ambos. Todo era una combinación que tomaba a TaeHyung de sorpresa, sentía el tiron en la base de su polla y se corría repentinamente.
—Ah, joder ... Eso fue repentino —decía temblando mientras la boca salvaje de SeokJin se trasladaba a su otro pezón y lo chupaba en el proceso en el que su mano se inmiscuia entre sus cuerpos y vaciaba a TaeHyung otro poco más, sacudiendo su polla, alargando el orgasmo a través de los espasmos y él se clavaba sobre los glúteos de TaeHyung para conseguir luego una liberación suave y momentánea.
Estaba agitado, sosteniendo a TaeHyung quien aún seguía a horcajadas colgando de él y respiraban de par en par con labios abiertos sobre la boca del otro.
—Y no te pienso dar el divorcio ni aunque me lo pidas —añadía la voz ronca de SeokJin sobre la boca de TaeHyung, luego lo mordía y este siseaba del placer mezclado con dolor.
—Mi polla no se drenó por completo —decía TaeHyung, mirándolo a los ojos—. Hazme el amor, Jin.
El castaño finalmente despegaba a TaeHyung del marco de la puerta, lo dejaba en la cama y buscaba por lubricante, cuando llegaba TaeHyung lo tomaba del brazo y lo tiraba encima de él. Nuevamente comenzaba un cruce de besos y caricias salvajes, desordenadas y hambrientas.
Eran puro instinto. Puro tomar y dar y luego repetir.
Cuando SeokJin tenía la intención de dejar a TaeHyung inmóvil y prepararlo, el azabache tenía otros planes.
—Sobre tu espalda, Kim SeokJin —decía.
El castaño alzaba sus cejas, pero sonreía ladino obedeciendo.
— ¿Qué me harás? —preguntaba.
— Qué nos haremos —decía TaeHyung ronco, luego besaba a un SeokJin que lo recibía ansioso, y apretaba su mandíbula para abultar los labios ajenos—. No quiero dejar de besarte, nunca —soltaba embelesado con los labios rojos hinchados sobre los de su amante.
Su esposo.
—Espero que nunca lo hagas —decía SeokJin, mientras miraba a TaeHyung como si todo fuera un sueño.
Pasando el nudo en su garganta, TaeHyung sonreía—. Esta es oficialmente nuestra noche de bodas ¿No? —SeokJin asentía con ojos negros y brillantes, a TaeHyung le gustaba. Le encantaba ser visto como si fuese la cosa más interesante para SeokJin—. Entonces déjame acomodarme —decía inclinandose al oído de SeokJin y susurrando—. Quiero que me folles tanto como quiero comerme tu polla —poniendo lubricante en su palma, su mano iba bajando hasta llegar a la dureza en cuestión y escuchaba como SeokJin aspiraba tembloroso ante el masaje dado desde la base hasta la sensible punta, dónde se quedaba allí.
Seokjin lo miraba respirando por su boca, pero no lo detenía, a TaeHyung le encantaba verlo dejarse hacer por él. Era irresistible la vista que tenía de SeokJin desnudo, piernas abiertas y admirando la gran mano de TaeHyung masturbarlo mientras este estaba de rodillas a su lado.
—Entonces —SeokJin reaccionaba y buscaba el lubricante y bañaba sus dedos—. ¿Me permites? Quiero follarte tanto como quiero comerte a ti —decía ronco.
TaeHyung sonreía y soltaba su polla, le daba otro beso suave y estimulante que hacía que la polla de SeokJin engordará aún más ante simples toques. Cuando TaeHyung se alejaba un poco un hilo de saliva colgaba entre ellos, su lengua salía descarada y salvaje, para pasarla entre los labios de SeokJin y cuando lo hacía otra vez, se encontraba con la lengua ajena.
Tan descarados, desprolijos y sucios. Tan sexy. TaeHyung mordía su labio y pedía a SeokJin recostarse sobre el cabezal y con cuidado se subía a horcajadas de este, enganchando sus piernas debajo de los antebrazos de SeokJin, por supuesto dándole la espalda.
—Oh, jodido infierno, sí. Por favor —susurraba SeokJin viendo la espalda trigueña y perfecta de TaeHyung con esos glúteos cual perfectos globos de carne que se alzaban luego de su angosta cintura. Lo tenía frente a su cara y lo primero que hacía era inmiscuir los dedos bañados en lubricantes por la raja de entre los glúteos y bañar con el líquido allí.
TaeHyung cerraba los ojos y dejaba caer su cabeza hacia atrás, con toda su fuerza de voluntad intentaba no empujarse contra esos dedos. Así que se concentraba en la polla larga y erecta, de cabeza colorada y venosa por dónde la viera. Dándole un aspecto delicioso en todos sus sentidos, tanto para su boca como para tenerla enterrada hasta el fondo en su cuerpo.
Cuando SeokJin comenzaba a masajear sus glúteos y separarlos a TaeHyung le encantaba demasiado la sensación, así que se inclinaba y su culo quedaba bien parado frente al rostro de SeokJin quien se acomodaba mejor para poder devorarle en unos momentos.
Su mano tomaba la polla de SeokJin y conseguía que este se encorvara y siseara sólo un poco, deseoso de empujar su pelvis en la cara de TaeHyung, pero a la vez, mordía un glúteo del azabache tomándolo por sorpresa con un gemido agudo.
—Ah, mierda. Me asustaste —decía divertido y cachondo, mientras masajeaba la polla perfecta e inmensa frente a él. El sonido húmedo era incentivador mientras relamía sus labios ansiosos.
Más besos de lengua en sus glúteos, con masajes fuertes y un chirlo repentino que lo hacían encorvarse de placer y gemir del susto otra vez.
—Tan bonito, por dónde se te vea —decía SeokJin, estúpido e hipnotizado. Él lo masajeaba y TaeHyung hacía lo mismo con su polla, hasta que sentía la humedad de esa lengua salvaje—. Joder, Tae-TaeHyung.
El azabache se sentía estimulado por esa voz rota y daba el primer chupón que asaltaba sus papilas gustativas con sabor a frutilla—por el lubricante —y el sabor natural salado y masculino de SeokJin.
”Mmm" era lo que gemia cuando chupaba la polla en cuestión y SeokJin abría sus glúteos, pasaba dos dedos por la raja otra vez y luego lo asaltaba con su lengua. El agujero de TaeHyung se cerraba ante la sensación, ansioso por dejar de sentirse vacío. Así que aquello comenzaba a ponerlo ansioso y hambriento a él. Aún más.
Una succión delicada de la punta, se volvía en una felación más profunda con su boca bajando para meterse más de la polla de SeokJin allí. La recompensa a eso era esa lengua golpeando su esfinter para comenzar a dilatarlo y follarlo lo suave con la lengua protagonista en la boca del castaño.
El proceso se volvía cada vez más intenso, SeokJin mojaba sus dedos una vez más con una cantidad necesaria sobre el agujero de TaeHyung y comenzaba a introducir el primero con la ayuda de su lengua porque no quería dejar de comerse a un TaeHyung que ya había comenzado a tragarse su miembro sin tapujos. El sonido de la boca de este en su polla era incentivador y caliente. TaeHyung gemia alrededor de la carne dura, su lengua delineaba las venas y SeokJin curvaba los dedos de sus pies cuando sentía demasiado intenso el efecto de la succión desenfrenada de TaeHyung.
Su mano, no podía evitar apretar los glúteos, las caderas del otro otro hombre mientras un segundo dedo se inmiscuia con suma facilidad y necesitaba todo de su control cuando TaeHyung quedaba con la punta de su lengua lamiendo su glande, pero sus caderas se golpeaban hacia atrás para follarse sus dedos.
— Mírate —susurraba, TaeHyung lo miraba desde adelante como le era permitido, por encima de su hombro y le sonreía como el culo engreído que era—. Estás hambriento por esto.
TaeHyung mordía sus labios y sentía un tercer dedo estirarlo, pero no era suficiente. La sensación quemaba y enviaba una punzada de placer en la base de su polla en su bajo vientre. Necesitaba un mejor ángulo, necesitaba sentirlo más profundo, para entonces solo podía masajear la polla de SeokJin y gemir por sentirse no tan lleno aún, así que se erguía y movía su parte inferior sobre esos dedos que, lo penetraban con ganas.
—No es suficiente —gemía TaeHyung, mirando hacia atrás—. Quiero tu polla —y luego se inclinaba y devoraba la misma, hasta el fondo, apretando con los músculos de su garganta, logrando que los ojos de SeokJin rodarán hacia atrás mientras se contenía no correrse y follar esa boca. Un sonido de arcada resonaba en la habitación y TaeHyung lo soltaba y salía de encima con cuidado.
—Vas a matarme —susurraba SeokJin, aún estaba inmóvil en la cama, a TaeHyung le encantaba, así que se abalanzaba y lo besaba.
El propio sabor de su polla en la boca de TaeHyung, asaltaban los sentidos de SeokJin y lo volvían un animal demente y hambriento cuando movía con tanta facilidad a l azabache para dejarlo bajo su cuerpo y acomodarse entre sus piernas.
TaeHyung sentía mariposas en su estómago por el movimiento repentino y por toda la situación en sí. Mirando a SeokJin abría sus piernas lo máximo que podía y tomaba al castaño de la nuca para acercarlo a su boca, su lengua daba otra lamida superficial y podía ver esos ojos negros brillando con lujuria y algo más.
TaeHyung sonreía—. Amor... —susurraba complacido—. Me miras con lujuria y amor.
SeokJin lo miraba unos segundos y lo besaba de forma pasional y desordenada mientras alineaba su polla con cuidado en la entrada resbalosa de TaeHyung y luego empujaba su glande. Un gemido suave se tragaba de su amante cuando comenzaba a abrirse paso por esos músculos que cedían con suavidad. Envolviendo su polla poco a poco como si fuera seda misma.
Se sentía apretado, caliente y perfecto. TaeHyung sentía el ardor convertirse poco a poco en placer, llenándolo como lo estaba necesitando mientras dejaba de besar a SeokJin y respiraba por su boca abierta de par en par. Se sentía vulnerable, pero en el mejor sentido de la palabra y le gustaban las manos de SeokJin, abriendo sus piernas hasta su límite y metiendo su polla hasta el fondo. Enterrado hasta donde comenzaban sus bolas.
Era sucio, era perfecto. El acto más crudo, pero lleno de todo. Tensión, hambre, lujuria y amor. Amor que se habían estado conteniendo y ocultando incluso para ellos mismos. TaeHyung se sentía lleno de todo tipo de sentimientos que no podía expresar excepto clavando sus uñas romas en la espalda de SeokJin e ir cuesta abajo para posicionarlas en sus glúteos.
Ese trayecto enviaba una corriente de electricidad a todos los puntos correctos en el cuerpo de SeokJin, comenzando en su nuca, su glúteos, hasta su polla y la base de esta. No podía evitar tomar el labio inferior de TaeHyung entre sus dientes y tirar levemente mientras el azabache apretaba su culo para meterlo más a fondo. TaeHyung sentía el ardor y la sangre brotar del labio que estaba entre los dientes de SeokJin y este sentía el sabor a cobre que calentaba sus más instintos animales.
—Ah... —Seokjin lo soltaba y pasaba su lengua cual balsamo—. Eres un animal —decía TaeHyung, más complacido que atormentado.
—Lo lamento, cariño. Lo siento... —SeokJin sonaba caliente y dulce. A TaeHyung le encantaba.
—Tenias razón en lo bien que encajamos —decía el azabache, recordando la vez que follaron en el viñedo por segunda vez en toda su historia—. Muevete, ángel... Follame, por favor.
SeokJin se lanzaba por su boca y sus caderas se retraian saliendo hasta su glande y luego embestía con fuerzas robando a TaeHyung un agudo gemido que daba comienzo a un acto salvaje y necesitado. Más que la simple búsqueda de la liberación, era la sensación de hacerlo sin tener que pretender que no amaban al otro con locura. Sin tener que pretender que esto solo era carnal.
TaeHyung enroscaba piernas y brazos en SeokJin mientras gemía complacido ante la penetración ruda que estaba recibiendo. Sus ojos húmedos y su boca floja, probablemente se veía arruinado mientras lo besaba desesperado en la boca, en la mejilla. Mordía la línea de la mandíbula afilada, el lóbulo de la oreja de SeokJin. Orejas prendidas en un rojo furioso, TaeHyung estaba lagrimeando y babeando, y no podría importarle menos mientras SeokJin lo follaba a una pulgada de su vida.
—Más, más, más... —sollozaba arañando la espalda de SeokJin. La electricidad que sentía en su cuerpo mientras su próstata era apuñalada una y otra y otra vez. Se estaba llenando de a poco, listo para explotar. No quería hacerlo aún, era demasiado perfecto todo—. Ah, no, no, no... Aún no, aún quiero más
—Tranquilo... —susurraba agitado y ronco su amante, su SeokJin—. Estoy aquí, y estoy igual que tú.... Déjate ir, podemos volv- volver a repetir... Carajo, tan apretado —decía besando el hombro de TaeHyung y mordiendo allí, marcando el cuello y las clavículas.
Sus caderas perdían el ritmo y comenzaba a perforar a TaeHyung a la cama, levantando las piernas del azabache al punto de colocarlas en sus hombros y clavarse justo en el centro del punto dulce de TaeHyung. La base de su polla pesada, su estómago burbujeante y la necesidad de llenar a TaeHyung lo volvían loco.
—Te amo —susurraba, mordiendo el tobillo de TaeHyung y besando su pierna, luego mordiendo otra vez—. Te adoro y te amo —susurraba.
TaeHyung sentía que no podía contenerse más y su orgasmo salía disparado de él. Sin previo aviso, sin él estar preparado. Su pecho explotaba también con una sensación cálida, una emoción demasiado fuerte y sus ojos se humedecian mientras gemía ante la abrumadora sensación de sentirse deshuesado. SeokJin empujaba otro poco más mientras bombeaba la polla de TaeHyung al ritmo de sus últimas embestidas.
—Jin-... Ah, Jin... —Taehyung estaba temblando, demasiado sensible, demasiado estimulado. Su agujero apretándose con desesperación hasta que lo sentía comenzar a llenarse con la corrida de SeokJin y se sentía tan eufórico y satisfecho. Le gustaba ser follado hasta perder la cordura por el placer. Su agujero lleno y su polla flácida en la mano de SeokJin.
Un SeokJin que se hundía hasta el fondo y caía en su pecho, agitado, gimiendo suavemente mientras movía su pelvis de forma circular y sentía los brazos de TaeHyung apretarse a su alrededor.
—Te amo... —susurraba exhausto—. Te amo, Kim TaeHyung.
El azabache lo apretaba, no respondía, estaba en silencio calmando su respiración, pero le era difícil. SeokJin estaba con sus ojos cerrados, aún bien enterrado en TaeHyung, podía sentir que su semen escurría alrededor de su polla y fuera del agujero de TaeHyung y la sensación era perfecta.
Un sollozo llenaba la habitación y SeokJin miraba de inmediato a TaeHyung, sosteniendose de su brazo. Notaba los ojos cerrados del azabache, pero las pestañas húmedas y sus nariz roja.
— ¿Qué pasó? ¿Te hice daño? —preguntaba con su corazón retorciéndose y acelerado, su mano acunaba el rostro de TaeHyung—. Amor, hablame ¿Tae?
TaeHyung sorbía su nariz y sacudia su cabeza—. No me hiciste daño, estúpido —decía con un puchero, él sollozaba, contradiciendo sus propias palabras.
— ¿Y por qué lloras? ¿Que hice mal? —preguntaba SeokJin con el nudo en su garganta obstruyendo su voz ya más que ronca—. Tae...
—Te amo —decía el azabache—. Eres demasiado perfecto y todo es demasiado perfecto y aish.... Mierda
—Hey, hey, hey... —SeokJin salía de TaeHyung.
—No... —o al menos lo intentaba, pero TaeHyung lo apretaba para que se quedará allí—. No salgas... No me dejes —las palabras parecían tener otro tipo de mensaje, no se trataba de una simple connotación sexual.
SeokJin sonreía, sus ojos húmedos y luego limpiaba las lágrimas de TaeHyung—. No te voy a dejar —decía SeokJin en un susurro—. No podría hacerlo, no quiero hacerlo, bebé.
TaeHyung aspiraba intentando calmarse, miraba a SeokJin a través de la humedad de sus ojos y mordía su labio para evitar hacer el puchero que estaba haciendo.
— ¿Qué tal si no funciona? ¿Y si la cago? ¿Y si no soy suficiente para ti? —soltaba repentinamente.
SeokJin fruncía su ceño—. El hecho de que estes pensando en eso, significa que vas a intentar no arruinarlo. Significa que te importa y no podría estar más tranquilo al respecto —decía SeokJin con calma, sorbiendo su nariz—. Eres más que suficiente. Eres más grande que todo lo que me rodea, solías ser mi prioridad y volverás a serlo o nunca dejaste de serlo, creo —mirando a TaeHyung le sonreía con dulzura y dejaba un casto beso en esos labios hinchados con sabor salado debido a las lágrimas—. Lo haremos funcionar, pestañas húmedas.
TaeHyung resoplaba y rodaba los ojos por el apodo, luego lo miraba con seriedad. Sus cuerpos húmedos por el sudor, SeokJin encima de él compartiendo la corrida de su cuerpo a causa de la explosión del orgasmo. Pegados y enroscados como si fueran uno, a TaeHyung no podria importarle menos el olor a sexo que había alrededor porque le gustaba, le encantaba y él simplemente amaba dónde estaba justo en ese instante.
—Yo Kim TaeHyung te quiero a ti , Kim SeokJin como mi esposo y me entrego a ti —decía con su voz melosa y grave mientras acomodaba el cabello húmedo de SeokJin detrás de su oreja y lo apartaba de su rostro—. Prometo serte fiel en las alegrias y en las penas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Quiero amarte, respetarte y permanecer a tu lado... —aspiraba con fuerza—, todos los dias de mi vida.
SeokJin aspiraba el aire y sus fosas nasales se dilataban, su corazón acelerado ante la imagen de un TaeHyung muy bien amado y los votos de matrimonio que había dicho con su voz grave y el nudo en su garganta.
—Eres el hombre más hermoso que he visto —susurraba.
TaeHyung resoplaba y se sonrojaba—. Eres un mentiroso ¿Qué hay de Jungkook?
SeokJin suspiraba y rodaba los ojos—. Es hermoso también, pero son dos bellezas diferentes. Tú siempre fuiste demasiado especial para mí y lo sigues siendo. La comparativa no viene al caso —exclamaba, apartando el cabello de TaeHyung de la frente —. Y debajo de mí, con mi polla dentro de tí. Sonrojado y sudado. Despeinando y con labios rojos e hinchados... Plus estos ojos inmensos húmedos... Joder, eres un sueño.
TaeHyung sentía que su corazón no iba a calmarse en un buen tiempo si SeokJin seguía hablando, tocándole y viéndolo de esa forma.
Se había corrido dos veces ya, la segunda demasiado intensa, pero sentía que se estaba recuperando mientras su polla estaba presionada entre su abdomen y el de SeokJin. Suspirando cuál enamorado empedernido tomaba el rostro de SeokJin y estrellaba sus bocas juntas una vez más. Basta de palabras que lo volvían loco, necesitaba más de esto.
Necesitaba todos los besos que se había perdido por imbécil, necesitaba volver a repetir con SeokJin hasta el cansancio y él aún no estaba cansado. El beso con lengua, húmedo y pasional, comenzaba a hacer efecto. Lo sentía en su polla y lo sentía en la de SeokJin y como esta se iba endureciendo.
—Joder.... —el castaño se apartaba—. Estoy para otra ronda, pero necesito ir al baño, tú también y podemos seguir en la ducha.
TaeHyung mordía su labio y asentía, cuando SeokJin salía de él, se quedaba un momento mirándolo. TaeHyung sentía que la semilla de SeokJin no se había secado del todo, por ende estaba saliendo de su entrada y SeokJin no podía parecer más fascinado al respecto. Notaba la polla roja y brillante comenzar a elevarse otra vez. Señalandolo como el único culpable de su hambre.
—Dios. Eres increíble —soltaba TaeHyung—. Pervertido.
SeokJin alzaba la vista de su bonito culo a su rostro y TaeHyung se sonrojaba por la intensidad de aquellos ojos. El castaño usualmente tenía una mirada suave y dulce, pero luego estaba esta mirada. La mirada. TaeHyung relamía sus labios.
—No tienes idea de lo perfecto que te ves en este momento con mi esencia brotando de tu bonito culo —susurraba la voz ronca de SeokJin.
Joder, iba a volverlo loco. Hacía cinco minutos era dulce como el cielo y ahora era sexy como el infierno.
— Muévete antes de que quiera treparte otra vez como mono, vamos... —decía TaeHyung sentándose y empujando a SeokJin entre risas sensuales—. Al baño, ahora.
SeokJin sonreía y tiraba de él par ayudarlo a levantarse, TaeHyung hacía una pequeña mueca.
— ¿Te lastimé? —preguntaba SeokJin, borrando todo indicio de diversión.
TaeHyung sacudia su cabeza—. Sólo me siento demasiado vacío —respondía y se acercaba a SeokJin para delinear con su dedo la vena de la polla otro poco más dura—. Volvamos a empezar ¿Quieres?
Y aquella frase parecía significar mucho más que simplemente tener sexo otra vez. Así que SeokJin lo sostenía de su cintura y lo acercaba a su cuerpo.
—Sí, acepto —decía SeokJin de pie a su lado, frente a él. Tan perfecto pegado a su cuerpo.
TaeHyung rodaba sus ojos y sonreia, pero duraba poco porque sus ojos se teñian de gran sorpresa—. Oh por dios... —soltaba sin aire.
— ¿Qué, que sucede? —preguntaba SeokJin con preocupación.
—Estamos casados —decía sorprendido TaeHyung.
El castaño reía —. Sip, hace ya unos meses
—No, no... Cómo en realmente estamos casados, SeokJin —repetía y la sonrisa de SeokJin se volvía una de pánico.
Era divertido cuando caían en la cuenta de que su matrimonio realmente tenía otro significado ahora.
—Woah... Es impactante —decía SeokJin sorprendido—. Me gusta.
TaeHyung rodaba sus ojos y sonreía mientras rodeaba el cuello de SeokJin y daba un salto dónde era atrapado de inmediato y rodeaba con sus piernas la cintura de SeokJin. Se sentía como un pulpo más que un mono—. Que bueno que sea así, porque yo no te daré el divorcio tampoco y me gusta estar encima de ti todo el tiempo sin tener que pretender que no te quiero —decía ajustando su posición.
Su polla más dura e incómoda y necesitada. Pero SeokJin lo rodeaba y sostenía con sus brazos con facilidad mientras caminaba en dirección al baño.
—También me gusta haberme sacado de encima la carga de tener que fingir que no eres a quien quiero. Porque lo hago, te amo y haré que esto funcione —prometía.
TaeHyung sonreía, no podía sentirse más enamorado o quizás si. SeokJin era impredecible y único.
—Haremos que funcione, angelito —susurraba cerca de sus labios y luego un beso dulce se presentaba.
Dios, nunca se habían sentido tan perfectos y en el lugar indicado desde hacia mucho tiempo. Uno al lado del otro, sin importar nada más que su relación y su conexión.
Eran diferentes a los adolescentes que se amaron una vez, pero la fuerza de amor seguía ahí. Diferentes personas, misma intensidad y devoción. Un único amor que había pasado por una odisea de tiempo que podría haberlo destruido, sin embargo, lo habían rescatado a tiempo. Se habían rescatado a tiempo y finalmente estaban dónde querían y habían anhelado estar hacía mucho tiempo ya.
Se lo debían a esos adolescentes curiosos, cachondos y enamorados. Se lo debían a los hombres maduros que intentaron alejarse uno del otro, pero que la fuerza y la necesidad de amarse otra vez, los había atrapado en un punto medio del que no podían escapar.
Del que no querían escapar nunca más.
Fin.
¿No les pasó de caer en la cuenta y realización de que ellos ESTÁN CASADOS? Me pasó 😭💜
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