Jeffrey

Después de aquel momento incómodo con el joven Golden, decidí acudir a alguien que sabía sobre este tema, y que sé que me ayudaría a como de lugar.

Mi gran y fiel amigo...

Don Toño.

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—Oh, ¡Jeffrey! ¿Qué te trae por aquí?— Me dijo mi amigo Toño mientras ponía el letrero de cerrado en su puesto y se acercaba a mí.

—Bueno, sólo vine para decirte que te quiero mucho, eres un gran amigo y...— Iba a seguir dando mi discurso pero me interrumpió.

—Ok, ¿qué quieres ahora?— Me miró con el ceño fruncido.

—Me atrapaste, necesito ayudaaaa— Me quejé a lo que me miró poco convencido. —Porfa plis— Hice un puchero.

—Agh, ok, ¿en qué necesitas ayuda?— Se rindió mientras suavizaba su expresión.

—Ehm, cómo te lo digo...?—

—Con la boca, con palabras; ¡sólo escúpelo!—

—Ok— Dije antes de escupir mi chicle.

—¿Me quieres ver la cara de estúpida?—

—Bien...— Rodé los ojos. —Bueno... Digamos que el joven Golden se... Semedeclaró.— Le dije las últimas palabras rápidamente desviando la mirada algo avengonzado.

Me miró asombrado. —¿Neta?—

—Nah, cómo crees, la verdad es que lo dejé embarazado y te estoy diciendo esto para que no llames a la policía.— Rodé los ojos. —¡Pues claro que es verdad!—

—Uh... No sabría qué decirte en este caso, pues ando en la misma situación que Golden, disculpe.— Me miró apenado.

—Qué...?— Me paré a pensar un momento. —Ay, no me digas que te volviste a enamorar de un menor—

—¡LO SIENTO, FUE MÁS FUERTE QUE YO, LO JURÓ!— Lloriqueó.

—Bueno... ¿Pero de verdad no puedes ayudarme?—

—Lo lamento, pero esta vez no... Tendrás que hablar con un experto.— Me dijo mientras sacaba una manzana fresca y le daba una mordida.

—Pero, ¿dónde encontraré a alguien más experto en este tema que tú?—

—Hmm...— Hizo pose de pensar. —¡Ya sé! Habla con Freddy, él tiene un harem.— Me sonrió con esos dientes amarillentos que tiene.

—¡Buena idea! Gracias por la ayuda.— Miré la hora en mi iPhone 7 Plus —Uy, ¡mira la hora! Me tengo que ir, bye.— Dije antes de dar media vuelta e irme.

—Ay... Estos jóvenes de ahora...— Exclamó Don Toño.

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