ESPERARÉ

EL FINAL
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■ Instrucciones:
Leer el capítulo en un lugar silencioso y de forma lenta.
Prepara tus auriculares y reproductor de musica (lo necesitaras).
Ten a la mano el play list de tus canciones favoritas de Il Volo pero en especial la cancion de "Aspettero" en su versión español, llegado el momento se te indicará que hacer.
No olvides tener cerca chocolates o dulces de tu preferencia (por te da ansiedad).

¡Feliz lectura final!

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- Tenía mucho que no venías a verme... lo último que supe de ti fue lo que se publicó en los periódicos. - su padre le miraba con decepción, no es que fuese la primera vez, pero en era más evidente está ocasion.
- Es mentira... Todo es mentira. - respondió a media voz.
Se hizo un silencio. ¿Porque demonios había ido a ver a su padre?
- ¿Qué pasa Alessa? ¿Todo bien? - se sentó junto a ella y le tomó la mano paternalmente.
- Vine... vine... - ¿sería capaz de decirle? - papá... ¿podrías darme un abrazo fuerte? ¿Como los que me dabas cuando era niña?
Su padre fruncido el ceño, los ojos de su hija estaban a punto de llorar. Respiro hondo y le abrió los brazos. La apretó en un fuerte y cálido abrazo en el que ella se acurruco, y ahi... no pudo mas. Lloro. Y él se lo permitió sin cuestionarla, hacerlo no ubiera servido de nada, prefería esperar a que ella misma se lo dijese... Si es que queria.

Después de un rato se enjugo las lágrimas y se marcho. Miro la fachada de la casa de su padre y está vez, se toma su tiempo, no deseaba omitir detalle alguno.
Cruzo las avenidas con paso lento. No tenía prisa.
A su paso las personas le sonreían...¿sería por compasión?
La entrada del cementerio era la misma. El camino no había cambiado. El silencio seguía gobernando. A esa hora no parecía haber nadie. Mejor asi, no tendría a nadie que le molestara.
Unos metros antes de llegar a la tumba de su hermano se detuvo. Una silueta gris estaba enfrente, mirando fijamente la lápida. Una rabia la invadio; apresuró el paso y apenas estuvo cerca arremetió sin miramientos.

- ¡Largo de aquí Barone! ¡No tienes nada ir hacer aquí! - Piero se sorprendió, dio un paso atrás ante el empujón que ella le dio.
- Lo siento. No pensé que fueras a encontrarme aqui. - dijo apenado.
- ¿No se supone que tienes un concierto en 5 horas? Deberías estar preparandote... - sus ojos reflejaban una furia que él no comprendia.
- Tengo tiempo aún. - Alessandra le dio la espalda y se arrodilló mirando la lápida. Sus puños estaban cerrados. - ¿Estás bien? - se atrevió a preguntarle. Se agachó junto a ella, muy cerca...tanto que podría besarla. Deseaba besarla. No había dejado de pensar en ella.
- Vete. Quiero estar sola.
- ¿Irás al concierto? ... por favor dime que iras.
- Si voy o no, nisiquiera lo notarás.
- Si lo notare. Estaré buscándote con la mirada en cada canción hasta que pueda ver tu rostro entre la multitud. - Alessandra sonrió sarcástica y lo miro.
- Deja de ser tan cursi Barone. - le dijo. Piero la calo con la mirada. ¡Al diablo los miramientos! ¡Estaba arto!...... la tomo por el brazo y en segundos ella estaba forcejeando por liberarse de aquel beso, pero el apenas y le daba espacio de reacción. Alessandra estaba desesperada. Lucho despegar sus labios pero Piero sujetaba con una mano su cabeza impidiendo que se separaran, y entonces, al verse derrotada una vez mas... ella comenzó a llorar.
Piero abrió los ojos y se despegó rápidamente. Alessa se desmoronó por completo y oculto el rostro tras una cortina de cabello suelto.
- Alessa. Perdon. Perdóname por favor - Le dijo desesperdo. - No pensé que un beso...
- No es el beso Piero... - le respondió ella entre el llanto.
- Alessa. Me preocupas. ¿Qué puedo hacer por ti? Sabes bien que me interesas... ¿Puedes al menos dejarme estar para ti ahora?
- Estar para mi...¿ahora? - repitió ella como si no comprendiera el significado de esas palabras. - Tu... ¿tu estarías dispuesto a estar para mi...Piero? ...
- Si. Sin dudarlo.
Y entonces ella lo miro con nuevos ojos.

- Dejémonos de poses Fiorella. Tu y yo sabemos muy bien la verdad.
- No sé de qué me habla.
- He venido a ayudarte a Alessandra y a ti. Créeme. - Barbara sonaba sincera. De hecho lo era. Fiorella a la defensiva, la observaba desde el sillón de enfrente. La mesa de estar era lo único que las dividía.
- Estamos bien. Yo ya empecé buscar trabajo. Nos las arreglemos.
- Enrico me contó todo.
- ¿Incluyendo en como ayudo al asesinato de Fabio? - Barbara suspiro.
- Si. También eso. Lo sé todo. Así que no debes preocuparte.
- Alessa sólo intento defender lo que era suyo. - intento justificar a su amiga.
- Y no la culpo. Pero me temo que ella aún intente hacer algo desesperado contra Enrico. Algo que la ponga en el borde de su final.
- Alessa aún insiste en la separación. En 24 horas todo habrá terminado.
- Enrico está muy tranquilo con respecto a eso. Nisiquiera le ha insistido a los chicos que desistan. No sé si trama algo.
- Alessa sigue trabajando con los chicos... hasta anoche Gian confirmó la separación. No creo que Enrico pueda hacer mucho aparte de ahora. - las dos guardaron silencio. Fiorella miro a Barbara. - ¿Porque quiere ayudarnos?
- ¿No lo entiendes Fiorella? Si Alessandra destruye Il Volo, se destruirá a si misma.
- Quizá eso ya haya ocurrido... - murmuró la chica, y aunque Barbara lo escucho, prefirió no decir nada mas.

Enrico miraba a Ignazio y Gianluca cono un director mira a dos alumnos que acaban de pelearse en el patio trasero de la escuela.
- ¿Porque insistes con lo mismo? Crei que te habias dado por vencido. - refunfuñeo Gian.
- Enrico, el concierto es en 4 horas. No es momento de hablar esto. ¿No crees? - Reforzó Ignazio con voz serena.
- ¿Que puedo ofrecerles para que reconsideren no separarse?
- Nada. - respondieron los dos jóvenes al mismo tiempo. Enrico suspiro para tomar calma.
- Han pasado por mucho juntos. No deberían permitir que ellas se interpongan.
- Si ya terminaste Enrico, me gustaría ir y prepararme con calma para el concierto. Es uno muy importante así que necesitamos tener todo bajo control. - Y diciendo esto Gian se puso en pie.
- Concuerdo con Gian. Me voy también. - Ignazio siguió a su compañero y ambos se dirigían a la puerta.
- ¿Seguirían pensando en destruir su carrera si les dijera quien está detrás de sus supuestas novias? - los dos chicos se detuvieron en seco. - Respondan... ¿Seguirían apostando tanto aún después de que les diga la verdad? - Ignazio fue el primero en encarar a Enrico. Sentado tras su escritorio, como siempre, parecía el dueño del mundo. Él, sonrió.
- ¿De qué hablas? ¿Es acaso una treta tuya para detener esto? - La voz de Ignazio era pausada.
- Déjalo Ignazio... conocemos a Enrico... es capaz de todo con tal de lograr lo que desea. - dijo Gianluca.
- Ustedes deciden. Pero ¿no les da curiosidad saber que relación hay entre Alessandra Vastarella y sus novias?... ¿No desean saber por quien realmente se están peleando?
- ¿Y que vas a decirnos? - Gianluca miro a Ignazio, estaba sucumbiendo a la curiocidad.
- No les diré nada, más bien les mostraré... toda la verdad está tras ese cuadro... descuelguenlo y entenderán todo. - Y señaló el cuadro grande que estaba en la pared de a lado, y detrás del cual estaba su pizarra de corcho.
Ignazio miro el cuadro, el no sabía que ocultaba y mucho menos entendía algo de lo que acababa de escuchar. Titubeo.
- Ignazio... - le llamo Gianluca. Pero era demasiado tarde, los pies de su compañero lo estaban llevando directo al cuadro.
- Dices... - murmuró al estar frente a aquella pintura - ¿que detrás de esto está la verdad?
- Una muy grande... - Enrico sonrio mientras miraba el espectaculo.
- Ignazio...la curiosidad mató al gato... - Le reprendió Gian intentando alejar a su compañero. Algo estaba mal...algo iba a salir mal si se quedaban.
- Pues entonces que me mate. - respondió Ignazio. Y colocó sus manos en posición para descolgar la pintura.

El Coliseo se había iluminado de tal forma que el juego de sombras a su alrededor lo hacían parecer aún más monumental y fantástico de lo que podía ser imaginado.

Las jóvenes hacían filas interminables esperando su turno par poder ingresar. Las risas nerviosas, el aroma a perfume y los flashes de las cámaras no paraban.

Adentro, el ambiente no era diferente. Aunque nadie sabia que aquel seria el inicio del fin, la emoción e incertidumbre no se hacían esperar.

El concierto daría inicio en 15 minutos.

Piero se acomodaba el saco frente a un espejo de cuerpo entero, intentando concentrarse en no dejar al aire cada detalle, pero realmente su mente se encontraba en Alessandra. Cuando él le pregunto si llegaría al concierto, ella había respondido que si, que asistiría, que estaría ahí en primera fila observándolo... que seria como a manera de despedida...y aunque él le pregunto a que se refería con eso, ella no respondió. Se había puesto en pie y se había marchado. Solo esperaba que realmente, al salir al escenario, ella estuviese ahí.

En otra parte se hallaba Gianluca. Mientras se abotonaba los puños de la camisa, se preguntaba que pudo haber sido aquello que Enrico le habría mostrado a Ignazio, aquella verdad definitiva de la que tanto alardeaba.
Él se rehusaba a seguirle el juego, salió de la oficina del director de Marketing apenas Ignazio se había acercado al cuadro, y el sonido de la puerta tras él fue el final de aquello.

Por su parte, Ignazio tenía la mirada perdida en su reflejo.
El espejo iluminado por una luz blanca lo hacían sentirse en un sueño...o una pesadilla.
Se recorría el rostro con la mirada, intentando ver algo, aunque en realidad no veía nada en especial.
Fruncido el ceño al recordar.... apretó los puños y poniéndose en pie de la butaca donde se hayaba sentado tomo el vaso con agua que tenía sobre la mesa próxima y lo arrojó contra la pared al tiempo que dejaba salir un gruñido.
- ¡Maldición! - grito. Tomo su cabeza entre mas manos intentando borrar lo sucedido en la oficina de Enrico, pero ahí estaba, ese recuerdo... la verdad desvelada...

Descolgó el cuadro con manos temblorosas y apenas lo dejo en el suelo vio un tablero de corcho. En el se hallaban muchas fotografías y pequeñas notas.
- ¿Que es esto? ¿Nos has seguido todo este tiempo? - dijo sin dejar de mirar el tablero.
- Era necesario Ignazio. Sólo tu has decidido conocer la verdad... y ahí la tienes. - Enrico estaba tras de él, y su voz le llegaba muy cerca del oido, como si quisiera meterse en su mente...como Si fuera su consciencia.
- ¿Porque? ¿Tanta ha sido tu desconfianza en ellas? Gwendoline...
- Tu amada Gwendoline - Le interrumpió con voz grave y alta - No es más que una impostora. Mira bien esas tres fotos de arriba - Y señaló 3 fotos instantáneas de Marcella, Gwendoline y Nataly - mirarlas bien... ¿Notas algo?... - Ignazio recorrió una a una, pero no entendía. ¿Qué debía descubrir? - Fíjate bien... - la voz de Enrico otra vez en su cerebro... y tras un parpadeo que dio, sus ojos al fin dieron con la respuesta... - ¡Bingo! ... ahora... comparala con aquella... la de la esquina... - Ignazio no salía de su asombro, no movió ni un músculo, sólo sus ojos se enviaron en aquella cuarta foto y fue sólo ahí, en ese punto, que entendió lo lejos que había llegado todo.

- Ignazio, es hora. - escucho decir a Barbara. Parpadeo varias veces para salir de sus recuerdos y la hayo reflejada en el espejo tras de él. - ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado Aquí? - pregunto ella al mirar el vaso estallado en el suelo.
- Se me ha caido. Aveces soy un descuidado. - dijo. Se colocó rápidamente la corbata ante la mirada de Barbara y pensó en preguntarle si ella estaba al tanto de todo, pero se contuvo.

Camino por el pasillo tras Barbara, que a su paso hasta el escenario llamo a Piero y Gianluca, este último le miro directo a los ojos. No había necesidad de mediar palabras, sabía que Gian quería preguntarle lo que había descubierto, y él deseaba contarselo, a él y a Piero. Deseaba con todo su corazón contar la verdad y pedir perdón... ¿y entonces que lo detenia?... nada..y sin embargo no se sentía con valor para hacerlo.

- Este sera nuestro último concierto en Italia como Il Volo - dijo Piero. - Si ha de ser asi, demos lo mejor entonces. Por esta noche, volvamos a ser los que eramos. ¿Les parece?
- Estoy de acuerdo. - apoyo Ignazio, y los dos miraron a Gian.
- Nunca vamos a poder volver a ser los que éramos. - dijo con las manos en la bolsa del pantalón.
- Intentemoslo. - insistió Piero.
- ¿Hay algo que te preocupa Gian? - Ignazio sono realmente preocupado. Gianluca miro al suelo, se mordió el labio. Dudo un momento.
- Más que preocuparme estoy ansioso de ir con Nataly... creo que ella... que ella puede estar embarazada.
Apenas Gianluca soltó aquello Ignazio padeció y sus ojos se abrieron.
- ¡Qué bien! - exclamó Piero - bueno, tal vez no era planeado pero eso es bueno...¿No?
- Lo es Piero. Me reunirse con ella apenas termine el concierto.
- Yo no he sabido nada de Marcella. La he bloqueado para no seguir recibiendo llamadas y mensajes de ella... es lo mejor.
- ¿No vas a decir nada Boschetto? - desafío Gianluca - Es el inicio del fin... al menos se cortés.
Ignazio miro a sus compañeros. Si Nataly estaba embarazada eso significaba en realidad que...
- Ignazio... No te ves bien...¿llamo al médico? - Piero le puso una mano en el hombro.
- No. No. Sólo me sorprendió la noticia. - Y ahí estaba de nuevo esa mirada entre Gianluca y él. - Gianluca... - comenzó diciendo - ¿Y si nos estuviéramos equivocando?
- Ignazio... - murmuró Piero sorprendido.
- ¿Realmente vamos a ser capaces de terminar con nuestra amistad así de facil?
Gianluca no movió ni un músculo. Las palabras de Ignazio le hicieron sentir nostalgia. En todo aquel tiempo no había dudado de su decisión de separarse, pero algo lo había puesto a pensar en las últimas horas.

- ¡Ya! ¡Al escenario chicos! ¡Enrico los mirará desde el otro lado por sí algo necesitan! - dijo Barbara apresuradamente. Los tres jóvenes tomaron los micrófonos y se dirigieron unas miradas significativas. Era el punto sin retorno...

- Alessa... ¿Estás segura de lo que quieres hacer?
- ¿Tengo más opciones? - Alessandra intentaba no continuar llorando. Colocó las últimas prendas de ropa dentro de la gran maleta y cerró los cierres.
- Por favor piénsalo... quizá haya una solución menos drástica.
- Tu estas exenta de esto Fiorella. Puedes hacer lo que mejor creas para ti. Pero yo ya he tomado mi decisión.
Fiorella miro con ternura a su amiga. Siempre la había visto tan desamparada, tan sola... debió dejarla sola cuñis inicio todo, pero algo le impedía separarse de Alessandra. Fiorella, la quería como la hermana que no tenía, u sentía por ella, además, una gran compasión. Miro las paredes de la habitación... y suspiro.
- Dame unos minutos. Prepárate mis cosas... - Y ambas se sintieron con ternura.

INSTRUCCIÓN 1: selecciona una canción de tu play list, cualquiera. Escuchala un poco y continúa leyendo.

La sonrisas de los chicos abarcó las dos gigantescas pantallas a un costado del escenario y que permitían a las fans de los asientos del final poder verlos.
Tenían tan practicado el protocolo artístico que nadie se imaginaba la lucha interna que cada uno tenia.

Las sonrisas brindadas a todas y a nadie en especifico, causaban furor. Sólo les impedía gritar de emosion a las fans, el hecho que hacerlo, arruinaria el momento de escucharlos cantar.

INSTRUCCIÓN 2: pausa la canción y selecciona otra de tu preferencia. Escuchala un poco, disfrutarla y continúa leyendo.

*Puedes terminar de escuchar la canción anterior si lo deseas, pero tendrás que pausar la lectura hasta que termine la canción y luego seleccionar otra para poder continuar.*

Enrico observaba todo sin apenas pestañear. Había ordenado a los guardias que si Alessandra o Fiorella aparecian, que se lo dijesen de inmediato.

Ignazio había quedado muy afectado de conocer la verdad. Tuvo que ser muy honesto y contarle el incidente de Fabio... Fabio aún después de muerto seguía estorbndole. No tenía remordimiento alguno con ese asunto. Lo había hecho en los de su trabajo...por el bien de Il Volo.

Gianluca se cerco suficiente al borde del escenario y dirigió una mirada coqueta a la primera fila...

INSTRUCCIÓN 3: pausa la canción por completo y sigue leyendo sin escuchar más nada.
*

Puedes terminar de escuchar la canción anterior si lo deseas, pero tendrás que pausar la lectura hasta que termine la canción*

- ¡Excelente chicos! - les dijo Barbara mientras les repartía las botellas de agua en cuanto bajaron del escenario. - rapido, hagamos el cambio de ropa, ya lo tienen en sus lugares...
Ninguno dijo nada, pero asistieron y se dirigieron a sus improvisados camerinos.

Mientras tanto, Fiorella subía las maletas al auto. Se sentía con miedo, y sin embargo estaba decidida a seguir a su amiga al final del mundo.
- Todo irá bien partir de ahora... - se dijo a si misma. Y cerró el maletero con fuerza.

Alessandra recorrió el departamento sin dejar un sólo lugar sin ver. Paso sus dedos por las paredes... se llevaban sólo las cosas de uso personal, el resto se quedaría ahí, y sin embargo, el lugar parecía decierto...
- Quizá sea sólo impresión mia... - se dijo. Y se mordió el labio. Estaba tan nostalgica.
- ¿Alessa?
- ¡Aquí! - Fiorella se asomó por la puerta pruncipal. Todo está listo.
- Si. Ya voy. - busco entre su bolsa de mano unas cosas y con seguridad fue a dejarlas hasta la mesa de centro de la sala.
- ¿Qué haces? - pregunto Fiorella.
- Dejaré esto aqui.
- Puedo intuir eso... pero ¿porqué? - Alessandra no le respondio. Seguia dándole la espalda a ella. Miraba lo que acababa de dejar. - Mis papás vendrán apenas yo les llame... no me gustaría que viesen eso...y menos que intuyeran porque hacemos esto.
- Tranquila. Esto ya no estará aquí cuando ellos vengan. Él va a deshacerse de esto.
- ¿Él?...¿Quién es Él? - Alessa no respondio.
- Vamos. - Pasó junto a su amiga sin mirar atrás y sus pasos se escucharon a lo largo del pasillo. Fiorella miro por última vez aquella mesa de centro...
- Tu tienes tus motivos... - murmuró. Cerró la puerta, la llave la dejo bajo el tapete y se alejó sabiendo que quiza, era un adiós a su vida completa.

En el Coliseo los gritos estallaron al terminar la canción.
El concierto estaba en el final.

- La siguiente canción - comenzó diciendo Piero mientras miraba los asientos vacíos que había reservado para Alessandra y Fiorella - es una de las más pedidas por ustedes por la gran emotividad que posee en sus letras.

- Este concierto es muy especial para nosotros - tomo la palabra Ignazio mientras se acomodaba el auricular. - queremos en la medida de lo posible hacerles también a ustedes está noche un momento único.

- Queremos... - Gianluca continuó pasándose al borde del escenario y mirando a la gran retención oscura que se hayaba frente a él y en la que sabía estaban las fans - Queremos que Il Volo deje huella en ustedes. - el público estalló en ovación. Los tres se miraron mutuamente con afecto.

A tras de ellos, tras bambalinas, Enrico sonreía...
Del otro lado del escenario, en el pasillo de los camerinos, Barbara se mordia los labios...

INSTRUCCIÓN 4:
Selecciona la canción "Asperetto" (Esperaré) en su versión español.
Apenas comience, respira hondo y comienza a leer.
No detengas la canción o la lectura por ningún motivo.
Lee al son de la música e intenta imaginarte las escenas.
La lectura está cronometrada con la canción, así que deberías terminar de leer esta parte al mismo tiempo que termina la canción.

La música inicio.
Las luces se atenuaron y solo los reflectores de luz blanca iluminaba a los chicos.
Se habian quitado los sacos. Lucían las camisas blancas desabotonadas y las corbatas deshechas.
Asperetto, era la canción final...

El auto de Fiorella se detuvo y Alessandra bajo corriendo.
Abrió la puerta del departamento que supuestamente correspondía a Nataly.
Tenia que ser rapida...
El concierto casi terminaba......

El rostro de Ignazio apareció en close up en la pantalla...

El sonido de las llaves no la detuvo.
Bajo las escaleras corriendo y sin siquiera haber cerrado la puerta del auto, Fiorella quemó llanta y arrancó...

Mientras cantaban, Gianluca, Piero e Ignazio sentían una opresión en el pecho... una especie de presentimiento...

Las luces de la ciudad iluminaban el interior del auto. Los rostros de Alessandra y Fiorella se mantenían inexpresivos...

Del departamento de Marcella quedaba poco que recoger.
No podía dejar de llorar.
Vació todo lo que quedaba y salió.
De nuevo el sonido de las llaves cayendo al suelo no la detuvo...

El rostro de Piero apareció en close up en pantalla...

Fiorella tenía las manos en el volante y la mirada en el camino.
Alessandra mientras tanto, miraba el reloj...

El rostro de Gianluca apareció en pantalla... un close up a su pupila brillante...

Alessandra entró al último departamento.
Las lágrimas brotaron sin poder controlarlas y lograron desencajarle el rostro en una mueca amarga de dolor.

Tenía que irse cuanto antes, pero le estaba resultando muy difícil.
Abrazando una almohada se derrumbó a llorar...
Los recuerdos de aquellos meses se le vinieron  a la mente.
Recordó la primera vez que se encontró con Gian...
La primera vez que beso a Ignazio...
La forma en que Piero la hacía sentirse especial...
Recordó como ella, Alessandra, se sentía feliz con tenerlos cerca.

¿Qué pensarían ellos cuando se dieran cuenta de todo?
Eso le atormentaba.

Le hubiese gustado verlos por última vez, pero sabía que ya no le quedaban fuerzas para mantenerse firme, y era mejor no tentarse.

Se imagino a Ignazio, Piero y Gianluca en ese momento en el concierto...

Los rostros de ellos reflejaban, pese a intentar ocultarlo, una tristeza desconunal.
Las fans, al verlos, sólo pensaron en que debía ser producto del cansancio...o de lo sentimental y emotivo de la canción...

En el justo momento que Alessandra salía y dejaba caer las llaves tras de sí, ellos terminaban la canción y las luces del coliseo se encendían para iluminarlo todo.
El público se puso de pie y una ovación y ola de aplausos lo cubrió todo.

Los tres se tomaron de las manos y las levantaron a manera de triunfo.
El concierto había finalizado.







Gianluca subió las escaleras. Apenas iba a atreverse a tocar pero las llaves en el suelo llamaron su atención. Eran las de Nataly.
Entró apresuradamente al departamento.
- ¡Nataly! - grito - ¡Nataly! - recorrió todo el departamento. No había nadie. Algunas cosas estaban fuera de lugar o revueltas.
Gianluca saco su teléfono, marco el número de ella...
El sonido de un teléfono lo alerto.
Sobre la barra de la cocina estaba el teléfono de ella y con un sobre con el nombre de el a un lado...

Ignazio llevaba unos minutos dentro de si auto sin decidirse a bajar. ¿Sería cierto?
Tenia que comprobarlo.
Bajo del auto y casi en la banqueta encontró unas llaves. Eran las de Gwendoline.
Fruncido el ceño.
El departamento estaba vacio.
Apoyo la espalda en la pared.
- Así que todo era cierto... - murmuró. Ya iba a marcharse pero un bulto sobre una mesita auxiliar lo hizo regresar.
Encontró el teléfono de ella y un sobre dirigido a él...

Piero había estado tocando varias veces. Entendía que era tarde y que quizá las chicas ya estuviesen dormidas, pero necesitaba hablar con Alessandra... no estaba dispuesto a perderla.
Abrió su teléfono y le llamo. No respondió.
Suspiro resignado.
Al bajar la mitad y ver el tapete, se le ocurrió algo descabellado.

La puerta se abrió suavemente.
Piero la cerró tras de sí.
Con pasos sigilosos se dirigió a la habitación de Alessa. Todo estaba oscuro así que busco el interruptor a tientas sobre la pared.
Cuando lo encontró la habitación se iluminó.

Como un loco busco por todo el departamento. La ropa había desaparecido y habían cosas regadas por todos lados.
- ¡Alessandra! - la llamo a grito desesperado.
Intento llamarle de nuevo... el teléfono de ella sono sobre la mesa de centro de la sala.

Piero se acercó.
Junto al teléfono había un sobre dirigido a él...
Al parecer el sobre tenía muchas cosas.
Saco el primer documento que sus dedos atraparon.
Sus ojos se entonaron y su boca se abrió en asombro...
Leyó dos veces.
No había duda... Había leído correctamente...

"Prueba de embarazo POSITIVA"

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