Capítulo 7: La rendición total de Francia y los comienzos de la campaña polaca.

Capítulo 7: La rendición total de Francia y los comienzos de la campaña polaca.

P.O.V general Rayan Stanford (KEYNERCRESPO)

Lugar: París, actual subcapital de la Nueva Italia.

La caída de París fue una baja moral para los restos de las fuerzas alemanas ocupantes, los colaboracionistas franceses y por supuesto los restos de la resistencia francesa pues habían perdido zonas clave de reabastecimiento además de obtención de recursos para seguir comprando armas estadounidenses en el caso de la resistencia por ejemplo.

Muchas zonas se rindieron y las tropas italianas avanzaron sin ningún obstáculo aparente. Se liberó gente de los campos de concentración franceses cuyos prisioneros estaban en condiciones infrahumanas.

Miles de cadáveres estaban por los rincones de las zonas más recónditas de los campos de concentración algunos sin carne en el cuerpo o sin partes...

He de reconocer que cuando leí los informes y me enseñaron las fotografías me sentí bastante... incómodo pero no me esperaba menos de estos salvajes la verdad.

Estas imágenes e informes fueron mandados a los noticieros y a los cinematográfos entre otros para que vieran las barbaries de los campos de concentración nazis y lo que de verdad representaba su ideología para que los pocos simpatizantes de esta se mantenían en Italia y algunos aliados.

Muchos lloraron cuando las tropas italianas los rescataron de los campos de concentración. Los servicios de médicos trataron de reparar sus mentes lo mejor que pudieron aunque lo que sufrieron difícilmente podría ser reparado.

También se les curó las heridas físicas tanto de la tortura como de la inanición así como muñones y la insalubridad de las instalaciones.

Tras ayudarles a recuperarse de su inanición y los curamos de sus heridas de diversa consideración a los que se pudo salvar mientras que al resto se les enterró o se les quemó porque eran focos de infecciones.

Se les instaló prótesis modelo Vulcano a los tullidos que tardaron un poco en acostumbrarse. A los rescatados se les dió dos opciones tras explicarles que formarían parte de Nueva Italia:

1. Trabajaban para apoyar al país en el esfuerzo de la guerra en sus anteriores ocupaciones exceptuando claramente los niños que escogerían si estudiar o participar en el ejército.

2. Obviamente participar en el ejército para luchar por Nueva Italia.

Tuvieron que pensárselo un tiempo y yo se lo dejé al fin y al cabo habían pasado por un tormento inimaginable.

Mientras tanto estuve organizando las defensas de toda Italia incluso el pueblo más pequeño. Tenía el presentimiento de que en cualquier momento podríamos llegar a recibir un ataque alemán por lo que las zonas montañosas fueron protegidas con antiaéreos y otras defensas, las ciudades se convirtieron en trampas mortales para los soldados enemigos y se crearon las nuevas fortalezas reforzandolas especialmente contra tanques y ciertos tipos de artillería.


Si quisieran pasar a nuestro territorio pagarían con sangre y acero incluso sus aviones. Además estarían equipadas con grandes cantidades de municiones y otros recursos alimenticios suficiente como para aguantar asedios de cerca de 3 semanas.

Todos los pueblos tendrían armas de defensa para reabastecer a los policías con armamento de grado militar y así poder defender todo de manera eficiente.

No permitiré jamás que se desangren civiles italianos y si lo hacen serán para defender su patria.

Toda zona de Italia incluso el pueblo más alejado iba a ser un dolor de cojones para cualquiera que quisiera invadirnos.

Me llegaron detalles de que querían poner a producir vehículos pesados tantos marinos como aéreos y terrestres para aumentar su resistencia en los campos de batallas:

Joder incluso querían construir acorazados terrestres. Aunque claro por el momento no era viable. El Duce también había estado muy ocupado puesto que tenía que realizar muchas misiones diplomáticas y organizar a tropas.

Al parecer querían encargarse del asunto polaco cuanto antes para liberarlo del Reich alemán. Gracias a nuestra ayuda los soviéticos habían podido dominar algunos países europeos cercanos por lo que nos ayudarían en la misión de liberar Polonia.

Personalmente no me agradaba la idea pero eran motivos políticos y yo allí no me metía. Pregunté al Duce por teléfono y me explicó que serían países híbridos:

Países que habrían influencias italianas y soviéticas así como sus ciudadanos y ejércitos podrían pasar sin miedo o con rabia.

Era una forma de afianzar las relaciones italo-soviéticas.

Polonia sería el país oficial donde se dividiría el continente europeo entre Nueva Italia junto aliados y la Unión Soviética.

(Necesito que alguien me ayude para diseño de ciudades con la bandera italiana y la soviética porfa)

Nosotros entraríamos por el oeste y el sur de Polonia para la invasión mientras los soviéticos entraban por el este del país.

Parece un plan bastante bueno solo que hay algo que no me cuadraba sobre los alemanes. Estaban siendo muy tranquilos y eso no cuadraba con ellos.

Pero imaginaba que estaban tirándose de los pelos tras la pérdida de Rommel y de Francia incluyendo Alsacia y Lorena por lo que perdieron grandes cantidades de hierro y plantas siderúrgicas además de población alemana que nos aceptó como nuevo poder gobernante.

Y ahora me marchaba a Stalingrado a guiar a mis tropas y a los soviéticos.

Cierto tiempo después...

Lugar: Stalingrado en ruinas.

Mis tropas estaban avanzando por las calles destruidas junto con el apoyo de bípodes/ trípodes de combate/ exploración y equipos invernales así como plásmidos Ráfaga Invernal.

La cuatro piezas de artillería Aracne se habían colocado en zonas clave mientras los bípodes y trípodes de ataque/ exploración avanzaban a nuestro lado.

Francotiradores alemanes eliminados y sustituidos por los nuestros haciendo que parecieran que aún estaban.

Veíamos cadáveres de los pobres civiles quemados o con cientos de disparos de balas. Los cadáveres de soldados también estaban por todos lados algunos sin su cabeza o con su chapa enganchada en la tráquea.

Recé una breve oración por sus almas y seguimos avanzando. Mandé los vehículos esconderse puesto que había una patrulla donde los alemanes revisaban los cadáveres de soldados soviéticos y nosotros acechabamos de las sombras.

Escuchábamos como se burlaban de los soviéticos muertos y quemaban algunos cuerpos con lanzallamas. Escuchaba a mis soldados que estaban con ganas de masacrarlos a todos pero les dije que esperaran en silencio.

Avisé por radio a los francotiradores que se prepararan para un ataque inminente. Sin embargo vi un extraño movimiento entre los cadáveres apoyados en un muro y saqué mis binoculares:

Eran dos soldados soviéticos heridos con sus armas en la mano. Intenté mandarles una breve señal por código "morse" por medio de mi espejo pareciendo entenderlo y se mantuvieron quietos.

Hice la señal de 3... 2... 1... y:

- ¡YA! - grité con fuerza haciendo que mis soldados y yo comenzamos a disparar contra los alemanes que tardaron en reaccionar ante el ataque sorpresa.

Los francotiradores se posicionaron y comenzaron a eliminar los cabecillas que comandaban a los soldados haciéndoles perder la cabeza porque aún se seguían preguntando porque sus francotiradores disparaban contra ellos.

Lo bueno de estos francotiradores es que aprendieron de uno de los mejores por no decir el mejor: Simo Häyhä convencido de servir a la causa italiana con la seguridad de que sus hombres y familia tendrían lugar en Nueva Italia.

Entonces volví a hacer una señal a los soldados soviéticos y a mis hombres. Los soldados soviéticos comenzaron masacrando a los que pensaban alemanes que habían pensado que estaban muertos.

Los lanzallamas de los alemanes iban a atacar pero yo bebiendo rápidamente plásmidos de Ráfaga Invernal los congelé con el poder el tiempo suficiente para que bípodes/ trípodes de guerra junto vehículos de exploración con ametralladoras pesadas destrozaron a éstos.

Esto alertó a los alemanes y ellos avisaron pero justo después los ejecuté con mi pistola con munición de alto explosivo destruyendo los cuerpos de los soldados y sus cráneos.


Después de eso nos acercamos a los soldados soviéticos y los soldados médicos se encargaron de sus heridas y me presenté:

- General Rayan Stanford del ejército italiano. ¿Con quién hemos tenido placer de luchar?

- Víktor Reznov, comandante soviético y mi camarada Makarov. Gracias por la ayuda.

- ¿Ustedes son parte de las tropas que tenían que esperarnos para el combate? - pregunté serio.

- Sí. Los alemanes nos emboscaron ya que no esperábamos fuerzas tan grandes alemanas: Incluso nos atacaron una compañía entera de tanques. - respondió Reznov. - Pero esos se retiraron hacia otras zonas.

- No se preocupe. ¿Solo ustedes son los que sobrevivieron o saben de alguno más? - volví a preguntar.

- De mi equipo solo nosotros dos. Pero más adelante creemos que puedan haber heridos. - respondió Reznov.

- Bien. Están lo suficientemente bien para ¿seguir peleando o prefieren esperar un poco?

- Esos cabrones han invadido la Madre Patria y van a pagar con su sangre. - respondió alzando su PPSH 41 junto Makarov. - Aunque me interesa probar eso que usted tomó para lanzar hielo.

- Por supuesto. - dije sonriendo.

Cierto tiempo después...

Como los alemanes sabían de nuestra existencia en Stalingrado pudimos ir algo más directos. Los bípodes y trípodes comenzaron a disparar contra todos los enemigos posibles.

Tanques panzer y dos Tiger (cambios en la historia) comenzaron a disparar con brutalidad contra las tropas y nosotros tuvimos que hacer uso de los cañones anti tanque y de la orden de la artillería Aracne que comenzaron a bombardear destrozando los tanques y los que nos estaban acosando aunque a costa de dos bípodes semi destruidos y tres trípodes de exploración destruidos.

Reznov y su compañero, como si hubieran nacido para ello, usando el plásmido Rafaga Invernal para congelar los enemigos mientras los destrozaba con ráfagas de PPSH 41.

Este combate se cobró vida de ambos bandos. Nuestros equipos comenzaron a cazar a los mandos de las fuerzas alemanas incluyendo las SS que se atrevieron a poner un pie en la Unión Soviética.

Celebramos la victoria final cuando ejecuté al general enemigo con mi pistola y poner la bandera italiana y la soviética en el centro de la ciudad bajo el grito de:

- HURRA.

Aquí nuevo capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.

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