Capítulo 5: Reunión con Stalin, ciertos avances interesantes y demás.

P.O.V Dante D'Angelo, nuevo Duce de Italia. (Yo)

Lugar: Afueras del despacho del líder soviético Iosif Stalin. Moscú.

Moscú se encontraba llena de fuerzas militares y en reconstrucción tras la batalla de Moscú. Los alemanes perdieron pero los daños se mantuvieron durante el tiempo de recuperación.

Había gente con hambre y miles de soldados jóvenes con la mirada de que tenían miedo o una falta de experiencia clara.

También vi los nuevos tanques soviéticos T-34 recorriendo las calles de Moscú. La verdad eran bastante bonitos y además parecían bastante funcionales además de producibles en masa:

Debería hablar con mis ingenieros para ver si podíamos crear algún tanque en masa de manera similar.

Estaba esperando a que Iosif Stalin pudiera recibirme porque estaba muy ocupado con los informes de los distintos frentes entre otros temas.

Yo iba acompañado de mi general Rayan Stanford (KEYNERCRESPO) por si acaso que iba armado con su querido subfusil. Él se había encargado de dar las normas finales en la campaña francesa como la conquista de París y el castigo del líder militar alemán Heinrici por la tortura de prisioneros en la fortaleza liberada.

También en conjunción conmigo decidimos ver si podíamos convencer a Simo Häyhä, el francotirador finlandés para entrenar a nuestros soldados francotiradores a pesar de seguir una ideología fascista que apoya al régimen alemán.

Finalmente terminamos por entrar en el despacho de Stalin que estaba fumando en pipa. Personalmente no me molestaba pues mi padre también fumaba en pipa pero yo nunca cogí esa "adicción".

Stalin se levantó me dió la mano y comenzamos a hablar:

- Buenas. Bienvenidos a Moscú. - dijo de manera amable Stalin. - Siento que esto no sea la mejor situación pero se hace lo que se puede.

- No se preocupe lord Stalin. - dije tranquilo. - Es una situación de guerra. Bueno mi nombre es Dante D'Angelo, nuevo duce de Italia. Y el hombre de mi lado es el general Rayan Stanford.

- Encantado señor Stalin. - dijo el general.

- Igualmente. Me sorprendió que solicitase una reunión conmigo. - dijo Stalin.

- Verá. Tenemos un par de enemigos en común y son Alemania, Japón, varios países relativamente menores de corte fascista y por supuesto británicos, australianos y estadounidenses. - respondí de manera sincera. - Incluso si nosotros ganáramos la guerra estadounidenses, británicos y sus aliados nos estarían jodiendo si me permite el lenguaje.

- Ciertamente. - respondió Stalin. - Pero mi país no está en condiciones como para llevar la guerra a otros países ya que suficiente tenemos con Alemania y Japón.

- Lo comprendemos. Por eso vinimos. - respondió el general sacando un documento. - Aquí hay un documento donde se habla de lo que la alianza entre la URSS y Nueva Italia conllevaría.

Stalin comenzó a leer el documento. La verdad es que lo hicieron un poco largo el documento pero era necesario para que comprendiera que no pensaba hacer alguna trampa o abusivo tal y como fue el Tratado de Versalles para con los alemanes entendiendo así como la ideología de Hitler triunfó.

Después de un rato algo largo nos devolvió el documento de alianza y comenzó a hablar:

- Si he leído bien esta alianza supondría un aporte de recursos naturales mutuo así como el apoyo de avances tecnológicos junto con el libre paso, con ciertas limitaciones, de tropas para apoyo mutuo y a futuro comercio entre nuestras naciones ¿no?

- En efecto. ¿Ve algún inconveniente? - pregunté amablemente. - Me parece justo a mi parecer y el de mi gabinete.

- Es bastante justo sin embargo... - dijo dejando de hablar por un momento. - La división mundial me resulta especialmente extraña.

- ¿Extraña en que sentido? - pregunté curioso.

- Usted dominará la mitad sur de Asia, todo Oceanía, la mitad de Japón, el continente africano entero excepto por ciertas zonas para sus aliados y la zona oeste del continente americano mientras que el resto para mi país ¿no?

- Sí en efecto. - respondí serio.

- Sinceramente esperaba un poco más de territorio donde expandir mi ideología y pueblo como Polonia o Finlandia. - respondió Stalin.

- Bueno podría hablarse pero se debería crear un documento nuevo o crear un anexo para hacerlo de manera oficial. - dijo el general extrañado de ese repentino "orgullo". - Pero oficialmente y por el momento nos gustaría que nos dejaran pasar a través de su territorio principalmente porque se espera un ataque alemán enorme dentro de su territorio así apoyaremos a sus tropas:

Se dice que habrán mandos de las SS y queremos eliminarlos del mapa.

- Interesante dato. - respondió Stalin. - Bien tendrán permiso para pasar hasta que firmemos el nuevo documento de alianza.

- Ha sido un placer hablar con usted. - dije serio.

Tiempo después...

Lugar: Norte de África.

P.O.V comandante Nero del Quinto Regimiento de tanques italianos en el norte de África.

Nombre operación: Desierto Libre.

Unos 20 tanques de batalla principal junto con tanques ligeros y equipos de exploración con coches de exploración y motocicletas armadas se encontraban avanzando bajo el sol brillante y bajo mi mando.

Los aviones de reconocimiento habían confirmado que las fuerzas de las Afrika Korps guiadas por el mismísimo Rommel.

Nuestra campaña nos había hecho enfrentarnos a los alemanes y a los restos de los franceses en territorio africano por lo que ya teníamos experiencia de alto nivel pero Rommel... Rommel es un estratega nato.

Aunque los cortes de munición y combustible les tenían muy mal. Lo sabíamos muy bien porque nosotros nos habíamos encargado de hacerlo.

Avanzamos a lo largo del desierto yo al borde del tanque principal del avance. Nos topamos con los blindados alemanes y sus soldados esperándonos.

Los tanques enemigos, camiones con ametralladoras antiaéreas montadas, artillería y soldados comenzaron a dispararnos nada más vernos.

Ordené a las motocicletas de exploración que comenzaran a disparar sus ametralladoras así masacrando a la infantería sin problemas.

Los tanques ligeros comenzaron a destruir los vehículos con los antiaéreos pero igualmente el fuego era devuelto destruyendo algún tanque ligero y dañando los tanques de batalla principal.

Mi tanque se enfrentó directamente contra el tanque de Rommel que estaba disparando sus municiones directamente contra mí pero afortunadamente la capa de acero súper endurecido hizo resistir los impactos iniciales del cañón 90 mm aunque sacudiendonos por los impactos.

Finalmente el cañón de 100 mm de mi tanque destruyó al de Rommel y la ametralladora comenzó a arrasar con los supervivientes.

Cuando salí del tanque me fui a comprobar que entre los hombres dentro del tanque que destruí estaba Rommel.

Ejecuté a los que se me acercaban con intenciones hostiles en mi camino incluyendo los que estuvieron a punto de dispararme con los antiaéreos.

Cuando llegué al tanque pude comprobar que estaba muerto comparándolo con una fotografía de Rommel y su chapa encargandome de recuperar su cuerpo.

Desconocía el motivo pero los mandos habían ordenado recuperarlo junto con todo lo que pudiera ser usado a futuro aunque la verdad no había mucho rescatable.

Tiempo después...

P.O.V agente de campo de Kraken.

Lugar: Base militar alemana en la Selva Negra.

Operación: Sin Cabeza.

Un escuadrón de 4 habíamos sido escogidos para participar en esta misión. En esencia era entrar en la base, robar la información posible, eliminar cuanto alemán posible, rescatar algún trabajador (opcional por el momento), causar destrucción y finalmente secuestrar al científico Jefe Kamler.

Los datos indicaban que era un valioso activo para el régimen alemán y que creaba varias de sus súper armas.

Todos íbamos armados con armas ocultas incluyendo un cable de acero trenzado capaz de asesinar silenciosamente a un objetivo con rapidez.

Por si acaso también llevábamos armas de fuego silenciadas junto cuchillos arrojadizos además de granadas de humo.

La entrada fue fácil puesto que simplemente disparamos con nuestras armas silenciadas a los guardias antes de que dieran la voz de alarma y cuidadosamente retiramos las balas disparadas para evitar que supieran de quien fue el ataque.

Luego infiltrarnos abrimos la puerta blindada gracias a la perfecta imitación de Omegon de la voz de uno de los guardias diciendo la contraseña.

Nos abrieron y los ejecutamos con rapidez retirando los cuerpos de la zona. A medida que avanzábamos contemplabamos la inmensidad de la base.

Los trabajadores que allí habían estaban en fases de desnutrición y tortura inimaginables: Como ganaran estas bestias esta guerra medio mundo estaría así.

La mayor concentración de guardias parecía estar en las puertas de dos grandes puertas de acero dobles incluyendo sus extrañas motocicletas kettenrad.

Comenzamos a colocar explosivos con temporizador atrás nuestro y desactivamos las cámaras alemanas para evitar que nos siguieran el rastro.

Asesinamos varios guardias y obligamos a los científicos alemanes a entregarnos la información que tenían de sus proyectos y de avances militares a punta de pistola.

Muchos se rindieron y otros simplemente fueron ejecutados directamente:

No estábamos para tonterías. Uno casi llega al botón de alarma pero le agarré del cuello y le corté la mano con mi "hacha de bolsillo" y luego la garganta viéndole desangrarse.

Una lástima pues a lo mejor habría sido un buen científico.

Llegamos a la zona de luces y apagamos las de donde estábamos porque parece que las de dentro estaban separadas por un transformador aparte.

Una vez apagadas comenzamos la matanza:

Disparos silenciosos que hacían caer a los soldados como si fueran piñatas, ejecuciones destruyendo las gargantas con el cable de acero trenzado, clavando mi hacha en caras y cráneos, etc.

Los soldados alemanes tenían miedo. No querían encender las luces del pavor y eso lo aprovechamos. Solo uno dejamos con vida para que nos abriera la puerta doble.

Comenzó a hablar:

- Soy Hans. Aquí unos científicos querían hablar con el señor Kamler. - dijo el soldado tratando de no parecer asustado.

- El señor Kamler está ocupado, Hans. - dijo el del otro lado de la puerta.

- Han dicho que es urgente. - replicó Hans.

- Verdammte Wissenschaftler (Malditos científicos). Ahora abrimos.

Las puertas de acero comenzaron a abrirse con gran estruendo. Cuando se abrieron del todo lanzamos al soldado llamado Hans contra los soldados que vigilaban la puerta y les disparamos matándolos en el instante.

Cerramos las puertas y ocultamos los cuerpos. Vimos una especie de campana en una enorme sala industrial. Se comenzó a activar la extraña campana y todo comenzó a levitar como si una fuerza sobrenatural estuviera levantando todo.

Era fascinante pero preocupante puesto que habían gráficos en pantallas que indicaban una alta generación de energía que dejaba en ridículo a los datos que vi de los reactores nucleares:

Esto podría usarse para crear armas de destrucción masiva que dejarían en ridículo los actuales proyectos.

Cuando se desactivó me lancé contra Kamler amenazandolo con una pistola en su sien y hablando en su idioma:

- Bien. Ahora se va a dejar atar las manos y nos va a guiar hasta todo su papeleo sin rechistar. - dije serio.

- S... sí. - dijo asintiendo dándome las manos para atarle. - Pe... pero quiénes sois.

- Somos Kraken. - respondí.

Así nos llevó hasta donde todos sus proyectos y la información de las instalaciones junto la información de la extraña campana.

Luego de poder llevarnos todo lo posible avisamos a otros equipos de recuperar la campaña y lo necesario.

Esto era un gran paso para nosotros.

Aquí nuevo capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.