Capítulo 5 ✨viviendo En El Bosque✨
Las hadas iniciaron la tarea de criar a shun, en una pequeña cabaña del bosque.
—— oh, no, ¿es aquí?.
—— es un espanto. - Nachi habló con cara de disgisto
—— entremos - dijo para luego soltar las grandes riendas del caballo.
Las tres hadas llavaban a duras penas la canasta donde yacía el pequeño peliverde balbuceando.
Ichi —— ay! necesitamos un bebé más pequeño.
Los tres casi se les caía la canasta donde llevaban al bebé pero lograron mantener el equilibrio.
Nachi —— o cuerpos más grandes.
Jabu —— necesitamos un disfraz más adecuado.
Ichi - ¿de qué hablas?
Cansados dejaron la canasta en un tronco de árbol, quedando ellos flotando alrededor.
—— pues, de adaptarnos. con este tamaño no podemos cuidar al bebé. - los otros dos no estaban del todo convencidos de la idea, pero no tenían de otra —— entonces, acerquence caballeros. —— Los otros dos se pusieron al lado de su amigo. —— ¿listos?. Uno, dos, tres, a crecer.
Dando vueltas rápido como a un remolino los tres obtuvieron un cuerpo más grande como el de una persona "normal".
Ichi y Nachi se vieron riendo de su nueva apariencia.
—— dio resultado. Ahora no llamen la atención, se fueron las hadas, somos tres campesinos criando a un huérfano en el bosque así que. No más vuelo. - concluyó el peli mostaza para luego adentrarse a la cabaña.
—— ¡¿Ah?!. ¿Sin volar?. - ambos desconcertados siguieron a jabu
—— ¡No!, no y no.
Ichi. - pero...
Nachi - porfavor....
Se adentraron en la cabaña sin percatarse que el pequeño bebé peliverde lloraba para obtener su atención.
Seiya en su forma de cuervo se posó en la canasta del pequeño, pero no duró ni un segundo debido a que ichi regresó por shun.
—— allí estas ¿por qué siempre te escondes? - corrió y cargo la canasta llevando al bebé. - ven aquí, ya no llores.
Entre la oscuridad de los árboles se asomaba la figura de ikki con su cayado en mano, con seiya volando a su alrededor. Caminó hacia la cabaña y se asomo a la ventana donde estaba el nene.
Shun se le quedó viendo e ikki hizo una mueca al verlo.
—— Hmm. Es tan horrendo que tal vez me da algo de lástima. — Habló recibiendo una sonrisa de parte del bebé..
Ikki gruñó con la intención de asustarlo pero, el bebé agrando más su sonrisa. —— te odio. Bestia.
Dio una última mirada a los tres chicos para después dar media vuelta y retirarse.
quizás las hadas no eran los indicados para esta tarea...
Shun se encontraba de nuevo fuera, en compañía de los chicos, lloraba sin control y los otros ni sabían qué tenía.
Nachi —— ¿Por qué está llorando?. - preguntó al acercarse a su compañero que vigilaba al bebé.
Ichi —— talvez este hambriento.
Jabu, quien "labraba" la tierra, solamente les grito para que ambos siguieran con sus tareas. —— alimentalo.
—— si... —— Se alejo para acercarse a una canasta llena de verduras.
En la rama más alta de un árbol estaba seiya observando toda la escena.
Shun seguía llorando y Nachi se acercó con zanahorias y rábanos que le dio al bebé.
Seiya solamente negó con la cabeza fastidiado.
Encanbio ikki, que estaba detrás de un árbol, sentado con las manos en las orejas sacado de onda. —— agh. Si siguen así van a matarlo.
Llegó la noche y el bebé no dejaba de llorar, un llanto que se escuchaba por todo el bosque.
Dentro de la cabaña en una habitación estaban los tres chicos disfrutando de su sueño sin poner importancia al pequeño peliverde que no dejaba de llorar fuertemente.
Seiya se asomo por la ventana viendo a los tres chicos dormir, entonces se acercó a la cuna del pequeño llorón.
En su pico llevaba una pequeña flor que contenía leche, se la dio al pequeño que empezó a disfrutar de aquel líquido dejando de llorar. Seiya con su pata mecio la cuna dejando al bebé satisfecho. Serás un buen papá, seiya.
Al día siguiente los tres chicos estaban alrededor de la pequeña mesa. Ichi intentaba tejer, Nachi y jabu jugaban un juego de mesa.
Nachi - ¡Ahh! - exclamó sosteniendo la mano de jabu al ver que le quitaba piezas de lo que había ganado
Jabu - ¿Qué? - dijo haciéndose el tonto.
- eso es juego sucio.
- yo vi eso. - hablo defendiendo a su amigo.
- ¡bien! si eso crees - respondió ofendido, recogiendo rápidamente sus piezas al igual que el pelinegro.
- eres un... Burro con cuerno, creído y feo.
Ichi - jajaja Burro creído!
Ichi y Nachi se empezaron a reír dejando a un jabu enojado.
El pelo mostaza sintió que gotas callo encima de él y dirigió su mirada a su compañero de enfrente.
- ya basta ¿si?.
Nachi vio confundido hacia arriba luego a su compañero. —— ay, pero si yo no hice nada.
Le siguieron cayendo pequeñas gotas, esta vez su mirada la dirigió a ichi.
- pues alguien lo hizo - hablo serio viendo a su otro compañero.
- yo no fui - contestó enojado por la acusación.
- ustedes dos quieren burlarse de mi y no lo voy a tolerar. - esta vez le cayeron más gotas con una rápida velocidad. Enojado se levantó de su aciento. —— ¡ya basta!
Los chicos solamente bajaron la cabeza y siguieron con lo que estaban. Nachi al poner una pieza a la tabla empezó a chorrearle agua a jabu.
Los dos chicos se empezaron a reír pero no contaban de que empezaría a empapar los a ellos también. Asi iniciando una tormenta con truenos dentro de la casa.
Ichi agarro una olla y se la puso en la cabeza y jabu agarro la tabla del juego cubriéndose de la lluvia. —— ¡¡Los dos tienen la culpa!!.
Fuera de la cabaña se escuchaban los gritos y truenos.
Ikki movía con diversión sus dedos en un aura dorada provocando más truenos y a su vez más gritos.
Sonrió abiertamente por su travesura, volteo a ver a seiya quien le miraba con reproche.
—— ¡Ay! admitelo es divertido - sonrió restándole importancia a su "sirviente".
con el paso de los días el carácter de Radamanthis se ensombrecio, consumido por la paranoya y la venganza.
En la entrada del santuario estaba su ejército intentando destruir el muro de espinas.
- listos! .
Los hombres colocaron bolas de fuego en las catapulta.
-¡¡Fuego!!
Soltaron y muchas bolas fueron disparadas quemando y destruyendo el muro.
Todos gritaron felices de lograrlo pero esa felicidad les duró poco.
Las espinas empezaron a crecer aún más, pues ikki estaba del otro lado y con su poder controlo las grandes raíces combatiendo y dañando a los soldados que huían asustados, y de fondo la Malvada carcajada de ikki.
De vuelta en el castillo estaba Radamanthis junto a la chimenea y a sus soldados lastimados. —— me fallaste.
——no hay forma de quemar el muro, creo que es indestructible.
El Rey se acercó enojado a él y le dio una bofetada lastimando aún más al capitán.
—— ¡¡nada es indescriptible!! ¡¡ Ni el muro¡¡ Ni ikki!! ¡¡ Y tampoco su hechizo !!.
Terminó clavando su daga en la mesa llena de diferentes papeles. Suspiro cansado y fastidiado para luego sostener su daga, la estuvo contemplando un tiempo y entonces hizo un clik en su cerebro.
—— vallan por los herreros del reino.
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