Now all the birds have fled
The hurt just leaves me scared

CAPÍTULO
CUARENTA-I-CUATRO

❛❛BAILE❜❜

Por muy gracioso, luego de la noche Yara y Violet habían estado hablando y ahora estaban sonriendo y riendo juntas haciendo que los tres chicos estuvieran confundidos, luego de que Violet les dejará claro que lo caía mal de alguna forma y ahora aparecían así, que parecía que se conocían desde los pañales.

Al llegar a la aldea y cuándo se instalaron en el hotel en dónde se iban a quedar, inmediatamente le cuestionaron a Violet sobre su nueva relación con Yara.

- Ayer por la noche tuvimos una conversación, y pues nos llevamos bien. - explicó resumido mientras dejaba su teléfono aún lado.

Todos se quedaron sin habla.

- En fin, ¿Cuándo es el baile? - dijo con una sonrisa.

Estaba emocionada, nunca había ido a un baile de la "realeza" lo decía así ya que solo irán gente importante, aunque luego recordó para lo que iba.

- Hoy por la noche. - respondió Konohamaru.

- Bien, nos vemos. - Se fue dejando a los tres hombres atrás.

Caminó por la aldea mientras la miraba con atención, era bastante bonita, tiendas por todos lados, pero al ver los precios se le bajó la presión ahora entendía el porqué en esa aldea sólo había gente rica.

La voz de alguien hizo que girará su cabeza.

- ¿No tienes suficiente dinero? - preguntó y levanto las cejas.

- No, pero tampoco tengo intención de comprarlo. - respondió.

- Eres guapa, así que te lo comprare. - agarró el objeto y empezó a caminar a la caja.

La bicolor se quedó unos segundos procesando todo, ¿Un desconocido le compré algo que es carísimo? Algo aquí está mal, frunció el ceño y lo siguió.

Iba a reclamar pero el ya lo había pagado.

- Toma preciosa. - lo agarró aún desconcertada.

- Umm, gracias supongo, pero ¿Por qué lo compraste? No se ni quién eres.

- Oh, mi nombre es Erik, un gusto.

- Mi nombre es - antes de que hablará alguien la llamó así que respondió.

- Linda, ¿Dónde estás? - la voz de Boruto sonó desde la otra línea. - Yara dice que quiere empezar a arreglarte.

- Pero si falta mucho. - suspiró. - Dile que ahora voy, Adiós.

Colgó y miró al chico nuevo.

- Tengo que irme, lo siento. - Sin dejar responder a Erik salió medio corriendo.

Le había dado un poco de miedo esa escena la verdad.

Unos minutos después llegó a dónde se estaban quedando y al entrar por la puerta todo se fijaron en ella y en lo que llevaba en sus manos.

- ¿Ya compraste algo? - preguntó el mayor de todos.

- ¿Eh? Ah, no, es una cosa rara. - movió su mano para dispersar el tema.

Dejó el regalo en una estantería y se acercó a Yara.

- ¿Que hacéis aquí? - preguntó, Mitsuki, Boruto y Konohamaru se miraron. - Adiós. - movió su mano y Violet río.

- Adiós. - murmuraron y se fueron de la habitación.

...

- ¡Violet! - El grito de la rubia hizo que se pusiera derecha de una.

- ¡E-estoy despierta!

- Tu peinado está listo. - Se levantó de la silla y fue a mirarse al espejo, aún un poco dormida, no sabía que hora era, pero ya estaba lista.

- Dios... - murmuró con una sonrisa. - Está fantástico, Yara. - Se dió media vuelta encontrándose con la sonrisa de ella. - muchas gracias.

- No es nada. - respondió. - Estás genial.

- Chicas, ¿estáis listas ya? El baile comienza dentro de nada. - la voz de Mitsuki sonó detrás de la puerta.

- Si.

- Si pasa algo no dudes en decírmelo. - Habló Boruto mientras caminabamos un poco más lento.

- Tranquilo, lo haré tenlo por seguro. - le dió un apretón suave a su mano.

- Cuídate, por favor.

- Lo prometo. - Sonrió y aceleraron el pasó para para llegar con los demás.

- Bien, apartir de ahora irás sola, y recuerda que tienes que hacerte pasar por Yara, así que nada de Violet. - avisó Konohamaru y ella asintió.

- Sí, me acordaré.

- Suerte. - dijo Mitsuki sonriendo.

- Ten cuidado. - comentó la hija del señor feudal y Violet se adentro a la fiesta, iba a ser una noche muy larga.

Caminé mientras que observaba a todo el mundo en busca de algún sospechoso.

Sabía que todos los que estaban en ese fiesta era gente con prestigio o dinero así que no me sorprendió verlos con joyas caras o con actitudes clasistas sobre los camareros.

Fruncí el ceño al ver a unos camareros murmurando algo mientras me miraban así que sólo aparte la mirada y me fijé en un chico hablando animadamente con alguien y cuándo se dió media vuelta nuestras miradas se encontraron.

- Erik.

- ¡Hola! - sonrió acercándose a mi. - Está mañana no me pudiste decir tu nombre.

- Soy Yara. - hablé.

- Un gusto, nunca imaginé verte aquí luego de que no tuvieras dinero para comprarte eso.

- Ah... Es que se me había olvidado la cartera. - mentí riendo nerviosa.

No tenía bastante dinero como para comprarlo.

- ¿Quieres algo de beber?

- Porfavor. - El contrario sonrió y se fue antes de que pudiera hablar, ni si quiera le dijo lo que quería.

Mire al techo para hacer tiempo, pero vi algo inusual en una de las esquinas así que mandé mi sombra para que fuera a mirar, luego de eso Erik volvió con dos copas.

- No tiene alcohol ¿No? - pregunté mientras agarraba aquel objeto.

- No, tranquila.

Los dos nos quedamos hablando durante un rato hasta que sentí que mi sombra volvía así que me disculpe y fui al baño, una vez ahí me asegure de que no hubiera nadie, puse seguro en la puerta.

- ¿Que viste? - Cuestioné y está dejó un pequeño cuadrado en el lava manos, lo coji y levanté las cejas. - ¿Bombas? - Murmuré, ¿Quién está tan loco para hacer esto?

La pequeña sombra dejo siete cuadrados más en dónde había puesto el anterior.

- Así que una en cada esquina ¿Eh? - Las agarré con mis manos y como estaban desconectadas las destruí con un apretón. - Ves a buscar más. - Asintió y volvió a irse. - Chicos. - hablé por el receptor.

- ¿Si? ¿Viste algo? - respondió Konohamaru.

- Habían ocho bombas, una en cada esquina y puede que hayan más, mandé a mi sombra para que vaya a inspeccionar.

- Bien, gracias por decirlo, ¿Viste a algún sospechoso?

- No, estoy en ello. - hizo un sonido de afirmación. - Tengo que irme, si veo algo más avisaré.

Dicho esto salí del baño no sin antes tirar los pedazos que habían quedado en la basura, salí del baño y volví con Erik.

- ¿Quieres salir un rato a la terraza? - me preguntó mientras me entregaba mi bebida otra vez.

- Sí, aquí dentro hace calor. - empezamos a caminar hasta llegar en dónde habíamos dicho.

Me apoye en la pared mientras le daba un trago a mi bebida.

- Cuéntame, ¿De dónde eres? ¿De quien eres hija?

- Konoha, soy la hija del señor feudal. - Pude ver cómo dió una pequeña sonrisa haciendo que levantará las cejas. - ¿Y tú?

- Soy el hijo del presidente de una pequeña aldea, no es muy importante.

- Bueno, si estás aquí es por algo, ¿Cuantos años tienes?

- dieciocho, ¿Tú cuántos tienes? pareces de diecisiete.

- Tengo dieciséis, casi. - sonreí.

- Interesante. - Los dos empezamos a hablar, en un momento mi sombra volvió pero sin nada así que lo deje pasar.

Sabía que tenía que buscar a un sospechoso, pero delante mío tenía a uno ya.

En un momento el se me acercó bastante.

- Así que, hija del señor feudal ¿Eh? - esbozó una sonrisa de lado.

- Sí, ¿Algún problema?

- No, ninguno.

Sentí como sacaba algo de su bolsillo haciendo que me pusiera a alerta.

- ¿Vienes sola o con alguien más?

- ¿Por qué estás tan interesado?

- Sabes que responder una pregunta con otra es de mala educación ¿Verdad?

- Lo se, no hace falta que me des clases de educación.

- No respondiste a mi pregunta.

- No estoy obligada a responder eso. - Se me acercó más quedando a centímetros y podía sentir su respiración. - Me gustaría tener espacio personal.

- No creo que te vaya a importar. - Él movió su mano e intentó clavar un kunai en mi abdomen pero mi sombra me protegió.

- ¿Ni siquiera investigais bien? - dije con burla y le di una patada en su barriga haciendo que retrocediera. - La terraza, encontré al sospechoso. - Dije por el receptor sin esperar una respuesta, lo apagué.

- ¿Sombras? - lo escuché murmurar.

Esto iba a ser largo, bastante largo.

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Os quiero 💜

⋆ ˚｡⋆֗ ִ LXNAET,,2023
( 3 de junio ).