🖍Epílogo🖍

Mikel le abrazó las piernas en cuanto lo vio y se echó a llorar mientras lo pellizcaba, Damon sonrió y lo cargó, amaba a este cachorro más de lo que podía admitir.

Se sentó en el sofá con Mikel llorando contra su cuello, Damon lo dejó desahogarse, Regina suspiró.

—Me alegra que regresaras —Damon sonrió.

—A mí también —murmuró besando la cabeza de Mikel, Damon miró a Misel recordando el problema que de antes—. ¿Qué hay de los trabajadores sociales?

Misel se sentó a su lado y acarició el cabello rojo de su cachorro.

—Yulián me pagó el favor que me debía por asumir el trabajo de Darien —Damon arqueó una ceja, no lo recordaba de esa forma.

—Creí que no era un favor.

Misel se carcajeó, estaba feliz y Damon estaba encantado de verlo así.

—No lo era, hicimos las paces.

—¿Ya nacieron los cachorros?

—Sí, tienen unos días —Damon suspiró pensando en Yulián.

Lo engañó para irse del hospital y luego se fue sin decirle nada, lo traicionó por completo, sabía que Yulián lo tomaría así.

—Creo que le debo otra disculpa a Yulián.

—Ujum… pero hoy eres mío —dijo besándole la mejilla, Mikel gruñó de forma divertida sacando la cabeza de su cuello—. Nuestro —rectificó Misel con una sonrisa.

—Mikel —mencionó, el cachorro aspiró su cuello, Damon hizo que lo mirara.

—¿Uh?

—Siento lo que te dije ese día, estaba asustado, si te quiero, cachorro —Mikel sonrió de forma brillante, idéntico a su padre.

—Yo también a ti, papá D —Damon lo sentó sobre sus piernas, Mikel luchó por abrazarlo otra vez.

—Tu papá D no escucha bien ahora —explicó, Mikel se quedó quieto escuchándolo, él probablemente estaba confundido con sus palabras—. Así que siempre debes venir por este lado a hablarme —dijo apuntando a su lado derecho.

—¿Este? —preguntó Mikel levantando su mano y tocando su oreja.

—Sí —murmuró.

Damon sabía que era demasiado complicado para un niño tan pequeño, pero tenía que decirle esto.

En su antiguo trabajo a veces le hablaban por su lado izquierdo e ignoraba a esas personas si no estaba lo suficientemente concentrado en su entorno, no quería que Mikel se sintiera rechazado.

Miró hacia abajo tratado de buscar una forma más fácil de explicarle, los cordones rojos de Misel saltaron a la vista, sonrió diciéndole que se los tendiera, haría las cosas más fáciles para Mikel.

Misel quitó uno de sus cordones y se lo tendió con confusión, Damon lo amarró alrededor de su muñeca derecha simulando una pulsera y se la enseñó a Mikel con orgullo.

—Antes de hablarme siempre debes buscar la pulsera roja en tu papá —los ojos de Mikel se iluminaron.
 
—¿Es un juego?

—Sí —Mikel sonrió con emoción.

—Lo haré, será divertido.

—Sí, lo sé, pronto será tu cumpleaños, ¿qué quieres de regalo?

—Te quiero a ti, papá D —Misel se echó a reír y lo abrazó, él miró al cachorro.

—Tu papá D es mío —dijo infantilmente, Mikel enseñó los colmillos con enojo, Damon estaba seguro de que sería Alfa en un futuro.

—¡No!

Damon se carcajeó y le acarició una mejilla.

—Estaré aquí para ti, seré el primero en felicitarte —él le sacó la lengua a su padre luego de escuchar eso confirmando ser el ganador.

—Lo consientes demasiado —se quejó Misel arqueando una ceja, Damon acarició la cabeza del cachorro.

—Mikel, ¿puedes traer tus juguetes?

—Sí, tengo más juguetes.

—¿En serio? Quiero verlos —Damon miró a Misel cuando el cachorro bajó y fue corriendo a buscar los juguetes—. Ya no hay vuelta atrás, no voy a irme esta vez, ni aunque me lo pidas.

Misel sonrió.

—Bien, porque eso no va a pasar, quiero que te quedes conmigo y me ayudes con el cachorro —Damon ladeó la cabeza y habló en su oído.

—Podría besarte si tu madre y cachorro no estuviesen aquí.

—Bésame en la mejilla — murmuró, Damon se echó a reír, Mikel ya venía con todos los juguetes, él dejó un pequeño beso en su mejilla, Misel estaba feliz.

Mikel dejó todos sus muñecos en la alfombra y caminó hacia él, Damon lo miró confundido.

—Yo también —dijo tocando su mejilla.

—¿También quieres que te bese?

—Sí —murmuró, Damon besó su mejilla, en realidad sí que era idéntico a su padre.

—¿Contento? —Mikel murmuró su confirmación y fue a su montón de muñecos, tomó un león de felpa y lo dejó en sus piernas.

—Papá lo compró para mí.

—¿Y qué animal es este?

—León —dijo con orgullo, Damon le agitó el cabello.

—¿Te gustan los leones?

—Sí, se parece a ti.

—¿En serio?

—Ujum, son amarillos —dijo tomándolo de vuelta, Damon sonrió viéndolo buscar otro muñeco.

—Sí, como yo.

Damon nunca tuvo a alguien a quien llamar familia cuando era pequeño, pero ahora si la tenía, estas tres personas eran su familia, también Yulián y Darien.

No fue feliz de pequeño, sin embargo, podía decir que actualmente lo era.

……

Misel miró a Damon por el espejo retrovisor, él estaba ayudando a Mikel a salir del auto, lo miró por un momento y sonrió tratando de calmarlo, eso no funcionó, él no quería venir a esta extraña cena.

—No te preocupes, Yulián no muerde —Misel torció los ojos y salió del auto.

Mikel bajó, él fue directamente al jardín y miró las flores, Misel se apresuró a ir por él, los delfines en la fuente le llamaron la atención, el cachorro subió una pierna en la base de la fuente y se estiró tratando de tocar uno de ellos.

Misel lo agarró y terminó cargándolo.

—No hagas eso, si te caes en la fuente Papá D se pondrá triste —Misel había descubierto que lo mejor para hacer entrar en razón a Mikel era Damon, así que lo utilizaba de vez en cuando, el cachorro miró hacia Damon.

—Lo siento.

—Está bien, sólo no lo hagas de nuevo —murmuró Damon frotándole el pelo.

Luego de caminar un poco por fin llegaron a la puerta, Damon envió un mensaje para evitar despertar a los gemelos, Darien les abrió unos minutos después con una sonrisa.

—Damon, Misel y tú pequeño, ¿cómo te llamas?

—Mikel —murmuró el cachorro.

— Pues bienvenidos, siéntense donde quieran, Yulián está a punto de… —Darien resopló viendo a Yulián llegar a ellos—. Olvídenlo, ya está aquí. 

—¿Dónde te habías metido? —preguntó dándole un golpecito en la cabeza a Damon, él se puso tremendamente nervioso.

—Jajá, estuve lejos.

—No te rías —gruñó fulminándolo con la mirada, Damon se sentó, Misel hizo lo mismo viendo la interacción desde lejos, ellos necesitaban espacio.

—Lo siento —murmuró, Yulián al parecer estaba feliz de que volviera, así que no siguió regañándolo, él lo miró.

—Misel.

—Yulián —saludó de vuelta, Yulián se acercó y jaló las mejillas del cachorro, ya se conocían luego de que lo ayudara con los trabajadores sociales.

—Eh, Mikel, volvemos a vernos ¿te gustaron los juguetes que envié?

—Sí, gracias.

—Por nada.

—¿Podemos ver a los gemelos? — preguntó Damon con una sonrisa.

—Sí, vengan —dijo Darien dirigiéndolos escaleras arriba.

Misel se detuvo frente a los dos bebés, a penas tenían medio mes, Mikel miró de un lado a otro, él se veía confundido.

—¿Uh? Son iguales.

—Sí, lo son.

—Son bonitos, se parecen a él —dijo apuntando a Darien, las mejillas de Mikel estaban rojas, todos se echaron a reír por eso.

—Parece que el cachorro sacó tus dotes de Don juan —murmuró Yulián. 

—¿Sigues enojado por eso?

—Un poco —admitió.

—Salgamos de aquí o los despertaremos.

De vuelta en la sala otra vez, Mikel salió de sus brazos, el cachorro estaba sobre Darien, él parecía un poco embobado con el Omega, sus genes eran terriblemente peligrosos.

—¿Cuándo tuviste a este pequeño? —preguntó pellizcándole las mejillas levemente.

—A los diecisiete, fue durante mi pasantía.

—Oh, tienes una genética increíble, es idéntico a ti.

—Eso parece —replicó viéndolo bajar de su regazo, nadie como Damon al parecer.

Mikel se detuvo a unos pasos de Damon, evidentemente estaba buscando la cinta roja en su muñeca, el cachorro por fin logró verla y se apoyó en el reposabrazos del asiento de Damon.

—Papá D, ¿podemos ver las flores?

—¿Qué fue eso? —preguntó Yulián confundido.

—¿El qué? —preguntó Damon, él por fin se dio cuenta, cargó al cachorro y sonrió —. Ah, pretendía decírtelo más tarde, luego del incidente me quedaron algunas secuelas, una de ellas es que no escucho de este oído —dijo señalándose el lado izquierdo—.  Y le enseñé a Mikel a hablarme por este lado —señaló el contrario, Yulián arqueó una ceja.

—¿Es permanente?

—Sí, no puedo volver a trabajar haciendo lo que hacía, una pena, porque era realmente bueno en ello.

—Maldición, debiste matar a ese idiota —gruñó Yulián con los ojos dorados, Darien le dio un golpe en el hombro.

—Yulián, hay un cachorro, no maldigas.

—Lo siento.

—Estoy bien, y Mikel también, ya no importa, ¿podemos ir a ver el jardín antes de la cena?

—Vayan —dijo Darien sin problema, los tres se quedaron viendo cómo se iban, la voz de Darien interrumpió el silencio.

—Realmente se lleva bien con el cachorro.

—Mikel lo conoció primero que a mí, Damon es como su padre.

—Espero que no le hagas daño —replicó Yulián con un gruñido.

—Esa no es mi intención, Darien —dijo mirando al Omega.

—¿Qué pasa?

—Me gustabas desde los diecisiete —confesó, Darien abrió los ojos con confusión, Yulián negó.

—¿Qué?

—¿En serio estás diciendo eso con su Alfa enfrente?

—Está bien, ya pasó, ahora… umm… estoy enamorado de Damon —Misel podía sentir su cara caliente, Yulián confirmó sus sospechas burlándose de él.

—Wow, está completamente rojo, ya no es sólo su pelo.

—Cállate, necesitaba decir esto por dos razones, la primera es que ya no siento nada por ti —dijo hablándole a Darien—, y quería dejar eso claro, creo que Damon se merece eso, la segunda es que ese fue el verdadero motivo por el que cedí ese día, no quiero malentendidos, no lo hice por tu padre.

—Gracias —dijo con una sonrisa, Damon entró dejando al cachorro caminar libremente.

—Mmm… ¿Qué nos perdimos?

—Nada. ¿Deberíamos comer?

—Sí.

La cena fue agradable, y luego se sentaron en la sala de estar a conversar, Darien le puso animados a Mikel, su cachorro se quedó dormido en menos de diez minutos acurrucado en su pecho.

—Escoge cualquier habitación y déjalo ahí, quédense esta noche, ya es tarde para conducir —dijo el Omega amablemente.

—Está bien, gracias.

Misel encendió la luz de la primera habitación que vio y dejó al cachorro sobre la cama, Mikel ni siquiera abrió los ojos, él estiró los brazos y se puso a dormir de forma incómoda.

Dios, también tenía sus hábitos de dormir.

Luego de cubrirlo regresó a la sala de estar, Damon estaba hablando con Yulián y Darien sobre lo mismo que habían hablado ellos, Damon aún no estaba seguro de la relación que tenían.

— …. Una vez quiera cachorros de nuevo —Misel entró de nuevo y lo miró.

—Maldición, Damon, ¿cuántas veces te lo he dicho? No quiero más cachorros.

—Los intereses cambian con el tiempo —dijo insistentemente.

Misel frotó su frente y suspiró.

—Mira, no pensaba decírtelo porque me parecía que no era importante, pero ya que sigues con la insistencia voy a decírtelo —Damon frunció el ceño—. Me hice la vasectomía hace cuatro años apenas me enteré de que la madre de Mikel estaba embarazada, no quiero más cachorros, así que vive sin preocuparte, no voy a irme con algún Omega para tener hijos.

Para su sorpresa el primero en reaccionar fue Darien.

—¿Vasectomía?

—Uh, sí, siento decir esto frente a ustedes.

—¿Así que no puedes tener cachorros? —volvió a preguntar, Misel arqueó una ceja.

—Esa es la finalidad.

—Joder —maldijo a pesar de que antes había regañado a Yulián, Yulián se carcajeó mirando a Darien, el Omega también terminó haciendo lo mismo.

—¿Qué es lo que da risa de todo eso?

Yulián secó las lágrimas de sus ojos y se puso de pie.

—Lo siento, sólo recordé algo, no nos tomes en cuenta, los dejaremos hablar, ya es tarde —dijo llevándose a Darien, Misel no lo entendió, pero tampoco quería saber. 

—¿En serio no quieres más cachorros? —preguntó Damon poniéndose de pie, Misel lo envolvió en sus brazos.

—No, Alfa, te quiero a ti.

—¿En qué habitación está Mikel? —preguntó tomándolo de la muñeca y caminando, Misel señaló el lugar.

—En la primera.

—Vamos —Damon lo besó antes de entrar.

Damon se acostó junto a Mikel y acarició su cabello, Misel se acostó del otro lado mirándolos, se veían increíbles juntos y ambos eran suyos.

—Me alegra que el cachorro te encontrara ese día, terminamos amándonos gracias a él —dijo viéndolos, Damon se echó a reír.

—En realidad terminaste cediendo gracias a él, ¿no recuerdas lo que te dije cuando te conocí?

—¿Cómo olvidarlo? —eso le trajo tantos problemas, Damon sonrió de medio lado.

—Bueno, fue en serio, desde ese día me vuelves loco, Misel, con cachorro o sin él estoy seguro de que hubiésemos terminado igual —dijo besando la frente Mikel.

Misel tomó su mano.

—No te alejes de mi lado.

—No lo haré, te amo, ustedes son mis tesoros —dijo apretando su mano.

—Eso debería decirlo yo, gracias a ti tengo al cachorro, conociéndome nunca hubiese cedido, así que gracias.

—Fue un gusto para mí —murmuró colocando la cabeza sobre la almohada, Misel también se acotejó, acarició su mejilla suavemente.

—Te amo, Alfa, espero que te quedes a nuestro lado hasta el final.

Damon besó la palma de su mano, sus ojos estaban dorados.

—Puedes apostarlo, nada me alejará de ustedes.

******
*FIN*

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