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⚠️Advertencias⚠️

• Capítulo con escenas de abuso sexual.

• No estoy de acuerdo o normalizo estas conductas, sólo son parte de la trama.

......

Los últimos días estuvieron movidos, y por suerte no ocurrió nada grave, aunque la pareja aún estaba durmiendo, algo bueno de toda la situación era que no había visto a ese molesto Alfa, Damon ya había olvidado por completo que le gustaba, ese necio era insoportable, ni siquiera logró que mantuviese la atención por mucho tiempo.

Bueno, excepto cuando iban a dispararle, que tuvo ese pensamiento estúpido sobre besarlo.

Damon negó abriendo la puerta de su apartamento, ya lo tenía de vuelta, frunció el ceño mirando al Alfa frente a él, Itzel le sonrió apoyado en la pared, lo estaba esperando, así mejor, podría salir rápido de esta situación incómoda.

Necesitaban dejar de verse o las cosas se pondrían feas.

El aroma de Itzel aumentó, Damon lo miró con las mejillas enrojecidas, este Alfa sabía claramente lo que estaba haciendo, se acercó y dejó un pequeño beso en su cuello.

Damon gimió, Itzel lo jaló de la corbata hacia la habitación y quitó la chaqueta de su traje, tiró la corbata y desabotonó su camisa, el Alfa lo derribó sobre la cama y sonrió.

Itzel no llevaba camisa, así que sólo se quitó el pantalón y quedó en ropa interior, mordió su labio inferior, quizás debería esperar un poco para romper con él.

Itzel fue a la cama con él y mordió uno de sus pezones más fuerte de lo necesario, Damon hizo una mueca.

—Auch, ve con más cuidado — gruñó, el Alfa quitó la ropa sobrante y agarró el lubricante en la mesilla, él sonrió con satisfacción.

—Lo siento, me emocioné.

Damon arqueó una ceja dispuesto a detenerse, pero Itzel mojó sus dedos y deslizó uno en su interior haciéndole ver estrellas, el deslizamiento fue placentero llegando exactamente a su punto, luego deslizó un segundo.

Damon gimió y miró hacia abajo.

—Hazlo de una vez —pidió con un gruñido, Itzel sonrió de medio lado y se deshizo de la ropa interior, untó su erección con el lubricante y lo penetró de golpe.

—Maldición, imbécil, el preservat…

—¿Imbécil? ¿Estás en posición de llamarme así? —preguntó embistiéndolo.

Damon se arqueó tratando de alejarlo, lo arañó, pero no fue suficiente para que las embestidas cesaran o alejase a este Alfa, gimió aferrándose a la sábana, Itzel volvió a embestirlo con fuerza, subió sus manos y apretó su agarre, Damon gruñó esta vez por el daño a sus muñecas y su hombro lastimado.

—¿No es mejor de esta forma? — preguntó en su oído moviéndose más rápido, Damon mordió su labio inferior.

El Alfa se carcajeó y cogió la camisa sobre el colchón, ató sus muñecas y trabó la tela en la cabecera, luego lo miró con una sonrisa torcida, esto se estaba tornando cada vez peor.

—Suéltame —él se carcajeó y mordió su labio inferior perforándolo con sus colmillos alargados.

—¿Por qué? Apenas comienza la diversión —dijo besándolo y mordisqueando cada centímetro de su piel—. ¿Sabes lo difícil que es esto?

—¿Qué cosa? —preguntó siguiéndole la corriente, Itzel embistió otra vez y se echó a reír.

—¿Tener a un Alfa dispuesto a esto?

—Esta no es la primera vez —refunfuñó fulminándolo con la mirada, Itzel lo miró con ironía.

—No, pero pensabas cortarme en estos días ¿no? —Damon hizo fuerza tratando de soltarse, el Alfa agarró sus piernas y encajó los dedos forzándolo a no moverlas.

—Suéltame.

—No, primero nos divertiremos un poco —dijo mordiendo su abdomen.

—¿Qué estás… ah...

—¿Alguien ha dejado una mordida aquí? —gruñó deslizando los dedos por su cuello, Damon lo fulminó con la mirada.

—No te atrevas a morderme, o en serio no vas a vivir para contarlo.

—Que tierna esa amenaza en esta situación —volvió a embestirlo, Damon gruñó.

Nunca estuvo en esta situación, siempre dejaba a estos estúpidos Alfas antes de que se volviesen obsesivos con su persona, accidentalmente dejó a este por más tiempo y ahora estaba en medio de algo incontrolable.

—Maldición, hijo de puta, déjame…

—No seas tan grosero.

Itzel le dio una nalgada, Damon abrió los ojos con asombro, él sonrió de medio lado y cogió la corbata colgando en la cabecera de la cama, el imbécil probablemente la dejó ahí a propósito.

Él lo amordazó y sonrió con satisfacción.

—De esta forma no serás tan ruidoso —embistió con fuerza, Damon mordió la corbata con fuerza y gruñó intentando soltarse —. ¿Qué pasa?

Carajo, este maldito idiota se las pagaría, Itzel embistió una última vez y mordió, Damon se quedó de piedra debido a la impresión y el dolor recorriendo cada célula de su cuerpo.

La mordida no dejaría ningún vínculo o incluso marca, pero dolía como el infierno y era denigrante, podía dejarse hacer esto de un Alfa, pero de ahí a morderlo eran cosas completamente distintas.

Itzel no se detuvo ahí, él profundizó aún más y se anchó dentro de él, Damon se quejó, ese estúpido Alfa lo había anudado, esto no era un maldito juego.

Su interior dolió como si lo estuviesen quemando desde dentro, el alfa se veía satisfecho y peinó su cabello hacia atrás.

—¿No fue agradable? —preguntó Itzel con una sonrisa, Damon sintió el dolor punzante en su pelvis, la sangre correr por la herida en su cuello, abdomen, la boca seca y dolorosa debido a la corbata.

Iba a matar a este tipo en cuanto pudiese soltarse.

Luego de unos minutos Itzel salió de su interior haciéndolo quejarse, cogió su pantalón y salió de la habitación, Damon terminó de romper la camisa que estuvo sujetando sus brazos y desamarró la corbata de su boca.

Se sentó haciendo una mueca, ese estúpido lo había desgarrado, incluso había un poco de sangre en la sábana, maldición ¿esto era en serio?

Se puso su pantalón y caminó hacia la cocina, por suerte para este Alfa su arma estaba en el auto, a partir de ahora escucharía a Yulián más a menudo cuando lo regañara por eso.

Itzel estaba muy sorprendido de verlo y retrocedió, Damon le dio un puñetazo haciéndolo caer al suelo, él sonrió.

—¿A dónde se fue tu maldita valentía ahora, uh? —gruñó.

Itzel trató de escapar, Damon lo agarró del pelo e impactó su cara contra el suelo, la sangre salpicó haciéndolo un poco feliz, el Alfa manoteó y logró darle quebrando su labio.

Damon volvió a golpearlo, los ruidos en la puerta lo desorientaron un poco y el Alfa aprovechó el momento para correr hacia la salida, Damon no corrió lo suficientemente rápido debido al dolor en su parte baja.

Itzel abrió la puerta y se dio de lleno con alguien, él resopló.

—Debí imaginarlo —luego salió corriendo.

Fue demasiado tarde cuando llegó afuera, Damon apretó la mandíbula viéndolo correr, maldición, mataría a ese cabrón y se aseguraría de llevar su arma la próxima vez que lo viese.

—¿Qué pasó? —preguntó Misel viéndolo con sorpresa, Damon gruñó, se sentía peor que antes y no quería hacer un papelazo frente a este Alfa.

Caminó hacia él, pero las cosas parecieron moverse de lugar, Misel estaba de cabeza.

Joder.

No podía aguantarlo más.

Damon hizo justamente lo que no quería hacer, se desmayó frente a este Alfa en el estado deplorable en el que se encontraba.

……

¿En qué terminó metiéndose?

Misel miró al Alfa en sus brazos y suspiró, lo sentó en el sofá para revisar su aspecto, Damon tenía el labio inferior roto, moretones, un parche en el hombro, una mordida profunda en el cuello, otra en el abdomen, sus muñecas con marcas de atadura.

¿Las relaciones entre Alfas funcionaban de esta forma? Misel estaba asustado de lo que estaba viendo.

Misel colocó el abrigo en el respaldo del sofá luego de quitarlo y suspiró, puso de pie al Alfa agarrándolo por debajo de los brazos, el sofá se manchó de sangre diciéndole que lo que había visto no era lo único que ese estúpido le hizo.

Maldijo y volvió a sentarlo con cuidado, lo mejor era llamar a un médico, él no debería estar aquí, Damon agarró su camisa y medio abrió los ojos mirándolo.

—No llames a nadie, por favor —Misel apretó la mandíbula mirándolo de arriba abajo.

—¿Sabes en qué estado estas?

Damon lo miró como un cachorro herido, sus ojos estaban cristalizados, Misel no iba a meterse en este problema, no quería mas contacto del necesario con este muchacho.

—¿Puedes ayudarme?

—No, llama a alguien para eso —Damon agarró su mano y apretó levemente.

—No tengo a quien llamar —Misel gruñó sin poder creerse la situación y lo puso en pie nuevamente.

—¿Puedes caminar?

—No mucho —Misel suspiró, ya lo imaginaba, apoyó todo su peso sobre él y lo agarró de la cintura.

—Apóyate en mí, tenemos que darte un baño.

Misel se estremeció cuando llegó a la habitación, la sábana tenía sangre y las feromonas de ese Alfa estaban por doquier, ladeó la cabeza mirando a Damon, él estaba medio dormido.

—¿No hay otra habitación?

—La de Yulián —murmuró, Misel gruñó viendo el interior, estas feromonas agresivas acabarían poniéndolo de mal humor y empeorando el estado de Damon.

—Prefiero esa que ver este horror.

Misel caminó a la otra habitación, las feromonas de Yulián estaban presentes, pero por lo menos no eran agresivas y ya se había acostumbrado gracias a Darien.

Lo llevó directamente al baño, no había tina, así que la ducha tendría que servir, Misel puso a un lado los productos de limpieza en el muro y lo sentó haciéndolo quejarse, le sacó el parche en su hombro viendo una pequeña herida, también quitó el pantalón y lo tiró a un lado, si Damon se sentía incómodo no hizo ni siquiera una mueca.

Joder, con todo ese dolor probablemente ni le importase.

—¿Puedes…? —Damon volvió a quedar inconsciente, Misel lo apoyó en su abdomen y suspiró, al parecer tendría que encargarse él de esta situación.

Abrió la llave de la ducha y lo levantó, Damon quedó con la cabeza contra su cuello, Misel tomó una esponja y la untó con el gel, lavó su cuello con cuidado, sus brazos viendo los moretones, la herida en su abdomen.

Era un desastre, podía ver la sangre corriendo hacia el desagüe, Misel sabía perfectamente que eso no era todo, lavó su espalda e intentó despertarlo para que él terminara.

Damon no despertó, debió llamar al médico e ignorar a este tonto.

Misel mordió su labio inferior y llevó dos dedos a su trasero, Damon gimió de dolor agarrándolo con fuerza, algo de semen y sangre se escurrió de su interior hacia sus dedos.

Gruñó dándose cuenta de la situación, ese Alfa lo había anudado y provocó esta barbaridad.

Joder, iba a volverse loco, Misel metió sus dedos más profundo haciéndolo lloriquear, Damon se aferró con fuerza.

—¿Qué estás…?

Misel resopló.

—Lo siento, pero tampoco es cómodo para mí, trató de ayudarte, ¿no era eso lo que querías? —preguntó deslizando sus dedos más profundo, ese estúpido Alfa era un salvaje, el cuerpo de un Alfa no estaba preparado para esto.

—Eso duele — lloriqueó aferrándose a su camisa mojada, Misel sacó sus dedos, un poco más de sangre se escurrió.

—Ya terminé —Damon escondió la cabeza en su cuello y habló suavemente.

—Siento que tuvieses que hacer esto —Misel resopló.

—Sí, debo admitir que es lo más extraño que he hecho en mi vida.

—¿Terminamos aquí dentro?

—Sí —murmuró, Misel cerró la llave y se estiró hacia una bata —. Y vamos a ponerte esta —dijo envolviéndolo con ella.

Luego de sacarlo del baño lo recostó en la cama de Yulián, Damon tocó su pecho y suspiró.

—Estás empapado —Misel se encogió de hombros.

—No tuve muchas opciones.

—Hay ropa en mi habitación, aunque Yulián también tiene en su armario y como ya no va a usarla puedes tomarla.

—Bien, gracias ¿puedes quedarte solo por un momento?

Damon asintió, Misel se puso de pie, agarró algo del armario y volvió al baño, la camisa blanca le quedaba y el pantalón también, odiaba hasta tener la misma talla de ese Alfa.

Regresó a la habitación sólo para escuchar a Damon quejándose, Misel hizo una mueca, aún no había terminado con Damon.

—Ugh.

—¿Dónde está el botiquín?

—Yo que sé, busca en las cosas de Yulián —Misel torció los ojos y rebuscó, por lo menos Yulián tenía de todo en el botiquín, demasiado quisquilloso para ser un Alfa, este imprudente debía aprender algo de él.

Misel volvió con él y se sentó en la cama, Damon lo miró con una ceja arqueada.

—Ven aquí —murmuró, Misel desinfectó las mordidas y las cubrió con un parche grande, también su labio y el hombro, luego lo miró — Colócate boca abajo.

—¿Otra vez vas a…?

—No es como si quisiera, sólo gírate o te dejaré con este problema.

Damon apretó los labios, pero se giró, Misel tomó algo de crema y la puso en sus dedos, levantó la bata de Damon exponiendo su trasero y aplicó la crema haciéndolo gemir de dolor.

—Para una persona que me odia eres bastante considerado —gruñó aferrándose a la sábana, Misel introdujo sus dedos más profundo.

—Sólo estoy ayudando a una persona que me suplicó antes.

Misel decía la verdad, pero no completamente, sólo lo hacía porque era este Alfa, sentía algo parecido a la sobreprotección cuando se trataba de él y verlo en este estado era realmente doloroso.

Ayudarlo no le molestaba para nada porque quería ver al mismo chico arrogante y malcriado al que se había acostumbrado.

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