18🖍
Damon miró su teléfono, ya era la hora de salida de Mikel, pero esta vez iría su padre a buscarlo, por lo que estaba relajado, esos dos parecían un poco menos incómodos cuando estaban cerca, definitivamente el suceso de las escaleras los acercó.
Estaba feliz, Mikel por fin podía tener a su padre y Misel dejaría ir su doloroso pasado, ya era hora de que ambos miraran hacia delante y dejaran el pasado atrás.
Frunció el ceño mirando la llamada entrante de Misel, Damon contestó un poco confundido, no se suponía que esto estuviese pasando.
—Damon.
—¿Uh? ¿Qué pasa? —preguntó poniéndose de pie.
—Es Mikel… —murmuró haciéndolo estremecer, Misel no usaba el nombre del cachorro, sólo lo había escuchado salir de sus labios el día de la entrevista.
—¿Qué pasa con él?
—No está, ellos dicen que vino alguien, que tenía un permiso con mi firma y no sé qué hacer.
—Busca alrededor, Misel, le marcaré a la policía, pero por favor, búscalo.
Damon le marcó a la policía y corrió hacia su auto, condujo lo más rápido que podía y detuvo el coche al ver a Misel corriendo detrás de alguien, él se bajó y lo siguió tratando de ver al secuestrador.
Misel estaba completamente sudado y respirando de forma forzada, Damon estuvo a punto de abrir la boca cuando se acercó silenciosamente y vio a Mikel siendo jalado por un hombre, su instinto le dijo que corriera, pero esperó por la reacción de Misel, podría alcanzarlo en el caso de que él no pudiese.
—Suéltame —lloriqueó Mikel jalando su brazo, el hombre gruñó.
—Deja de lloriquear.
Misel ladeó la cabeza, Damon estaba lo suficientemente cerca para ver sus ojos achicados y sus colmillos extendidos, estaba indudablemente enojado.
—¿Qué se supone que haces con el niño?
—¿Y tú quién eres? —preguntó el hombre mirando hacia él, Misel lo fulminó con la mirada, Mikel estaba llorando.
—Suéltalo.
—He dicho, qué quien…
—Soy su padre, carajo, así que suéltalo de una vez —gruñó con furia.
El hombre obedeció, Damon aprovechó el momento para saltar hacia él e inmovilizarlo en el suelo.
Miró hacia el cachorro y su corazón latió más rápido al verlo llorando con fuerza, él fue corriendo hacia Misel y levantó los brazos pidiendo atención, Damon frunció los labios, esto terminaría en otra decepción.
Para su sorpresa Misel lo cargó y le secó las lágrimas.
—Joder, Mikel, eres muy llorón —el cachorro escondió la cabeza en su cuello, estaba hipando.
—Me alegra ver que se reconciliaron —mencionó amarrando las muñecas del Alfa con su corbata, Misel acarició la cabellera roja de Mikel y lo miró.
—Lo hice inconscientemente —dijo a modo de justificación, Damon torció los ojos.
La policía llegó, ellos necesitaron su declaración y para cuando terminaron aún no sabían quién era el hombre o cómo conseguió el permiso, pero Mikel estaba más calmado, aunque seguía aferrado a su padre.
Damon se echó a reír viendo el aspecto de Misel, no sabía qué hacer.
—Deberías escuchar a tu corazón de vez en cuando y dejar de sufrir por el pasado, también le haces daño a él cuando lo ignoras.
Misel suspiró y acarició la espalda de su cachorro suavemente.
—Sí, sería lo mejor para todos los involucrados ¿verdad? —Damon dio la vuelta para poder ver el rostro escondido de Mikel, el cachorro lo miró con los ojos llorosos.
—¿Escuchaste a tu padre? —preguntó con una sonrisa—. Dijo que eras su hijo y te llamó por tu nombre, ¿no estás feliz?
—Sí —murmuró el cachorro frotando sus ojos, Damon miró a Misel otra vez.
—No le hagas daño de nuevo, Misel, cumple esta vez con tu rol de padre.
Misel miró al cachorro.
—No sé cómo criar a un niño.
—Has lo que sientas correcto, deja que todo salga naturalmente, tu instinto no fallará.
—Vas a seguir quedándote, aunque esto pase ¿no? —Damon le acarició la mejilla suavemente.
—Sí, no los dejaré, ¿nos vamos?
Terminaron en su auto, Mikel no quería despegarse de Misel por lo que a Damon le tocó conducir, el cachorro no dijo ni una palabra durante el camino a pesar de que se cansó de preguntarle cosas.
Damon mordió su labio inferior una vez salieron del auto, la cara de Regina al ver a Mikel en brazos de su padre era un poema, él se sentó en el sofá y trató de despegarse de Mikel, el cachorro se aferró con más fuerza.
—¿Uh, que debería hacer? —preguntó mirando hacia él, Damon sonrió de medio lado y se sentó a su lado, Mikel tenía los ojos cerrados con mucha fuerza, parecía temeroso aún.
—¿Tienes miedo? —el cachorro abrió los ojos y asintió—. ¿De qué, de ese hombre malo? —negó cogiendo la ropa de Misel entre sus dedos—. ¿Qué te asusta?
—Cuando me deje ir, me tratará mal.
Damon apretó la mandíbula mirando a Misel, esto fue lo que conseguió con sus maltratos, Misel suspiró e hizo que el cachorro se soltara, lo sentó en sus piernas.
Los ojos de Mikel se cristalizaron, Misel le acarició los mofletes y sonrió.
—No voy a tratarte mal otra vez, lo siento.
—¿Promesa? —murmuró haciendo un puchero, Misel le peinó el cabello suavemente, ver esto era un milagro.
—Sí, te lo prometo.
—¿Puedo decirte papá? —la mano de Misel se detuvo, evidentemente no se esperaba que el cachorro quisiera llamarlo de esa forma luego de su trato.
Él contestó una vez pudo recuperarse.
—Sí, llámame como tú quieras —Mikel sonrió levemente y lo miró un poco nervioso.
—¿También a D?
Damon se echó a reír y le acarició el cabello.
—Sí, ahora ve con tu abuela y lávate la cara, no te ves lindo ahora mismo —Mikel hizo un puchero, pero de todas formas alzó sus brazos en dirección a su abuela.
Regina cargó al niño y lo llevó arriba, Misel suspiró deslizando una mano por su cabello.
—No sé qué sentir ahora mismo, aún estoy temblando —admitió, Damon acarició su hombro.
—Tienes a tu cachorro de vuelta después de que intentaran secuestrarlo, es normal estar ansioso.
—Tienes que quedarte conmigo —murmuró tomando su mano y dejando un beso en el dorso.
—No iré a ningún lado.
Era extraño que siguiera repitiendo eso, no es como si fuese a desaparecer de la noche a la mañana, ahora que estaba aquí quería ver el progreso de estos dos, quería verlos interactuar.
Quería ser parte de una familia normal.
Ese simple pensamiento lo paralizó, pensar en esta familia como suya estaba mal, él era un simple extraño infiltrado en esta casa, no era nada de ese niño y tampoco significaba nada para Misel.
Era engreído de su parte pensar de esa forma cuando había elegido la opción más conveniente para él cuando fue el momento.
……
Misel se quedó esa noche a ver películas con todos, estaban viendo unos animados que al parecer Mikel repetía constantemente, el niño había pedido permiso para sentarse en sus piernas y ahora estaba acomodado en su regazo.
Agarró su cabeza justo cuando iba a caer sobre la manilla del mullido sofá, Misel tomó un almohadón y lo colocó ahí sólo para acomodarlo más, luego colocó su cabeza suavemente sobre él, Mikel no se despertó.
—Nunca pensé que vería esto —dijo su madre viéndolos con una sonrisa, Damon también estaba completamente dormido a su lado con la cabeza apoyada en el respaldo del sofá, parecía exhausto.
Misel suspiró, incluso a él le parecía increíble.
—Sí, yo tampoco pensé que algo como esto podría pasar, pensé que podría estar huyendo de mi pasado eternamente —murmuró acomodando el pelo del cachorro.
—Misel…
—No, escúchame —dijo mirándola directamente, Regina pestañeó y asintió—. A ti y a mi padre, les debo una disculpa a ambos por mi comportamiento, fui grosero, malcriado e insensible —Regina lo miró con una triste sonrisa.
—Nosotros también tuvimos la culpa al no creerte cuando dijiste que ella había hecho eso.
—Ya te lo dije, era absurdo creer en ello, nunca pensé que Nancy me traicionaría de esa forma, incluso le puso el nombre que en confianza le dije que quería ponerle a mi futuro cachorro.
—Y nosotros la apoyamos —mencionó ella frunciendo los labios, Misel tomó una mano de Mikel y sonrió cuando este se aferró a uno de sus dedos.
—Gracias por hacerlo o no sé qué sería del cachorro que rechacé, lo que Nancy me hizo no estuvo bien, pero yo tampoco actué de la mejor forma.
—Es un buen chico.
Misel no pudo aguantarlo más, él comenzó a llorar sin consuelo mientras se aferraba a su cachorro, trató de secar sus lágrimas, sin embargo estas seguían desbordándose.
—Lo siento —murmuró, Regina se puso de pie y lo agarró de las mejillas, ella sonrió dulcemente.
—No llores, estabas herido y ese fue tu mecanismo de defensa, Mikel parece haberte perdonado y ni yo ni tu padre te guardamos rencor, Nancy no se lo perdonó, pero sabía que tarde o temprano cederías.
—Que estúpida —murmuró, Regina suspiró.
—Ella te amaba.
Misel mordió su labio inferior.
—Lo sé, me lo confesó esa noche y también que quería un cachorro mío por sobre todas las cosas.
Regina sonrió y volvió a secar sus mejillas, hasta ese momento Misel no se dio cuenta de lo mucho que había extrañado el calor de su madre, sus manos, su consuelo.
—Está bien superar el pasado, Mikel no vino a este mundo gracias a dos padres que se amaban, no fue un niño deseado por ti, pero estoy segura de que a partir de ahora lo amarás.
—Sí —murmuró mirando a Mikel, tanto él como Damon seguían completamente dormidos.
—Y todo esto es gracias a él —mencionó Regina mirando a Damon—. Misel, ¿qué se supone que hacen ustedes dos? ¿Sientes algo por él?
Misel agarró su mano y besó sus nudillos, era hora de aceptarlo, para sí mismo y también para su madre, necesitaba hacerlo.
—Si lo admito tengo la sensación de que saldrá corriendo sin mirar atrás —confesó, recordaba cada una de las palabras que Damon le había dicho y se había dado cuenta de que lo que más necesitaba era amor, sin embargo, eso era justamente lo que no quería—. Damon no considera que las cosas entre Alfas puedan funcionar, dijo que no esperaba nada de eso.
Regina resopló con una pequeña sonrisa.
—Las cosas pueden cambiar, tu forma de pensar también puede hacerlo con el tiempo, lo comprobaste tú mismo, ¿cierto?
Misel se aferró a su mano y suspiró.
—Tengo miedo de que siga viendo lo defectuoso que soy y termine de irse, sólo está aquí por Mikel, no por mí, eso lo tengo más que claro —su madre lo agarró de las mejillas nuevamente llamando su atención.
—Cambia eso o seguirás igual de asustado, si él piensa que algo entre ustedes está mal entonces hazle saber que está bien, que la puede florecer sin la intervención de Mikel.
—No creo que sea así de fácil —Regina se echó a reír.
—No dije que fuese fácil, Damon ama a ese cachorro, se quedará lo más que pueda a su lado, aprovecha eso, demuéstrale el tipo de persona que eres en realidad, deja atrás ese resentimiento, esa ira por tu pasado que estaba cegándote.
—¿Y si aún así no se queda? —murmuró con miedo, Regina arqueó una ceja.
—¿Por qué estás asustado por algo que aún no ha pasado? Has que te ame tanto como a ese cachorro, ¿no estás de acuerdo?
—Gracias —murmuró con una sonrisa, Regina le sonrió de vuelta.
—¿Qué hacemos con los dos dormilones?
—¿Puedes subir a Mikel?
—Sí, ¿lo dejo en su cuarto o en el de ustedes? —preguntó cargándolo, Mikel se aferró a ella enseguida.
—En el nuestro, le prometí que dormiría con nosotros.
—Está bien.
Misel acarició la mejilla de Damon antes de cargarlo, Damon abrió los ojos levemente tratando de identificar que pasaba, Misel le susurró al oído que siguiera durmiendo y él lo hizo sin pensarlo dos veces.
Subió las escaleras y al llegar a la habitación lo dejó de su lado de la cama, Mikel lo buscó en sueños y se acercó a él agarrando su camisa, se echó a reír viendo lo cómodos que se veían el uno con el otro.
—Descansa —dijo Regina desde la puerta, Misel le sonrió.
—Igual tú.
Misel se sentó en la cama y vio a sus dos personas especiales, se resistió a Mikel con todas sus fuerzas y sin embargo aquí estaba velando por sus sueños, luego de negarlo y maltratarlo el cachorro lo quería a su lado.
Misel no lo decepcionaría otra vez, era una promesa consigo mismo, a partir de ahora sería un buen padre, aprendería en el camino porque no tenía la más mínima idea de cómo funcionaba, pero confiaba en que con Damon a su lado podría superarlo.
Maldición, ahí estaba su otro problema.
Luego de negarlo tanto, de rebajarlo a hacer este trato de complacerlo por ayudarlo con el cachorro no se merecía nada de él y aún así se atrevió a sentirse de esta forma por él.
Era un Alfa, sí y en realidad ya no veía problema con eso, ¿por qué estuvo carcomiéndose la cabeza por ello? Nadie se enamoraba de los rangos, había betas con Alfas, con Omegas y también existían las relaciones de Alfas.
Había una amplia variedad de opciones, pero Misel se enamoró de esta persona.
¿Por qué estuvo tanto tiempo haciendo un problema de ello?
Fue irracional, sólo buscando excusas con tal de rechazar a quien tenía frente a él.
Misel sabía que no tenía derecho, pero quizás si Damon lo aceptase, si él le diese una mínima oportunidad, si muy en el fondo viera algo en él entonces sería diferente.
El pensamiento egoísta de que lo quería para él pasó por su cabeza, no era tan bueno para querer verlo feliz junto a alguien más.
Cuando se enamoraba sentía de esa forma egoísta, sólo quería que fuese feliz a su lado, que lo mirara sólo a él.
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